Introducción
La educación de posgrado en el Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene entre sus objetivos fundamentales la superación continua y sistemática de los profesionales, y promueve en los graduados universitarios de la salud el desarrollo de la investigación, la tecnología, la cultura y el arte.1
En la Educación Médica, los estudios que con frecuencia se realizan acerca del proceso de superación profesional están vinculados con el desempeño del capital humano.2,3,4 Este artículo hizo énfasis en el desempeño de los cirujanos generales, que con su accionar en la atención preoperatoria, en ocasiones, demuestran la necesidad de proyectar una superación profesional dirigida al mejoramiento de su desempeño en el preoperatorio mediato, desde que recibe al paciente hasta que llega a la consulta preanestésica. Ejemplo de ello lo constituyen los problemas relacionados con las cancelaciones quirúrgicas sin fundamento clínico objetivo.5,6,7,8 El anestesiólogo es el máximo responsable de la evaluación preoperatoria y todo lo concerniente a la protección del homeostasis del paciente durante el acto quirúrgico.
Los disímiles sistemas de salud que existen en la contemporaneidad abordan de diferentes formas la atención preoperatoria, por ejemplo, el sistema europeo9 la concibe como una consulta que el anestesiólogo realiza varios días o semanas antes de la operación, en la que este especialista hace una evaluación completa del paciente. En el sistema chileno,10 el anestesiólogo muchas veces se limita a la atención preanestésica y en ese momento solicita la interconsulta de otro especialista (cardiólogo, endocrino, hematólogo, entre otros) si fuese necesario, en dependencia de los antecedentes personales del enfermo, donde en distintas situaciones el médico de cabecera emite su criterio, pero sin tener la responsabilidad en la evaluación preanestésica pues esta recae estrictamente sobre el anestesiólogo actuante. De manera que no hay un concepto único, por lo que no todos los profesionales de las especialidades quirúrgicas, excluidos los anestesiólogos, tienen un conceso unificado de lo que se debe hacer en el chequeo y atención preoperatoria de los enfermos.
El cirujano es quien tiene el primer contacto con el paciente. Este profesional debe dedicarse al tratamiento quirúrgico según el contexto de las características clínicas, y su principal objetivo es resolver la patología quirúrgica, con la planificación de la técnica terapéutica adecuada para resolver las condiciones actuales que inquietan al enfermo, además es el responsable de buscar los mejores resultados y evitar la incidencia de complicaciones. La atención preoperatoria que realiza el cirujano general, culmina con la evaluación preanestésica en la consulta del anestesiólogo el cual es el profesional que la formaliza y máxime responsable del paciente, a partir de este momento.
En la práctica diaria, en opinión de la autora del presente manuscrito, no siempre el cirujano general efectúa la atención preoperatoria con una coherencia adecuada, lo que conlleva a la cancelación, suspensión o posposición de cirugías y sus consecuencias, una vez que el aquejado es valorado por el anestesiólogo.5,6,7,8
La protección y la seguridad del paciente antes, durante y después del acto quirúrgico, recae no solo en los anestesiólogos, también es una tarea fundamental de los cirujanos generales, como especialistas más idóneo, que debe ser capaz de intervenir en unión al anestesiólogo tanto para la preparación del enfermo, como para la recuperación tras el acto quirúrgico. El anestesiólogo es quien tiene la formación adecuada para asumir este rol, pero debe de ser un trabajo mancomunado entre ambos, pues solo de esa forma evitamos suspensiones preoperatoria, que acrecientan el estrés anestésico quirúrgico en los enfermos y hablan de mala calidad en la atención sanitaria que se les brinda. Con ello se logra atención hospitalaria integral, que genere alta satisfacción de los pacientes.
La posibilidad de disponer de profesionales capaces de realizar atención clínica respaldados por sólidas bases científicas y consensuadas por expertos, facilita la toma de decisiones preclínicas, unifica criterios, disminuye la incertidumbre y costos institucionales beneficiando a los pacientes pues aporta una mejor satisfacción, menor gastos hospitalarios mejorando la cobertura legal, convirtiéndose en una poderosa herramienta de trabajo.
Consideramos que la atención preoperatoria se efectúa de forma rutinaria, tanto en pacientes que se presentan para cirugías electivas como de urgencia, a través de la misma se observa, y no con poca frecuencia, que en la práctica diaria que algunos cirujanos generales presentan limitaciones al realizar esta tarea, que tiene como objetivo llevar al paciente a un estado óptimo previo a la intervención quirúrgica. En opinión de la autora del presente manuscrito, en muchas ocasiones es insuficiente la ayuda que se les presta a los anestesiólogos en el momento de tomar la mejor decisión en la consulta preanestésica en situaciones complejas.
La atención preoperatoria adecuada, sistemática, continua y con calidad minimiza los riesgos más habituales que ponen en peligro la vida y el bienestar de los pacientes quirúrgicos, en este momento es cuando pueden resolverse más del setenta por ciento de los problemas relacionados con el estado clínico preoperatorio de los enfermos.
De manera general, el manejo preoperatorio compete principalmente al anestesiólogo, pero constituye una tarea multidisciplinaria que involucra al personal de enfermería, al médico de atención primaria, a los especialistas que realizan interconsultas, a los cirujanos responsables y al personal administrativo.
En el mundo y en Cuba los estudios llevados a cabo en relación al tema, no son suficientes para dar solución a los elementos comentados en los párrafos anteriores, por lo que sería necesario realizar estrategias de superación profesional dirigidas al mejoramiento del desempeño profesional de los cirujanos generales, específicamente en la atención preoperatoria del paciente que será trasladado al quirófano ya sea de electivo o de urgencia, además de identificar los riesgos asociados que permitan optimizar el momento adecuado para realizar la cirugía.
Los referentes expuestos y la experiencia de una de las autoras en el desarrollo de sus funciones como anestesióloga donde labora, permiten identificar manifestaciones externas que serán abordadas en el desarrollo del manuscrito, las cuales repercuten en situaciones problemáticas relacionadas con el desempeño profesional de los cirujanos generales al efectuar la atención preoperatoria, y en consecuencia las suspensiones quirúrgicas.
Estas manifestaciones permiten revelar la siguiente interrogante: ¿Cómo contribuir a elevar el nivel de desempeño profesional de los cirujanos generales en la atención preoperatoria de los pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente?
La autora principal del presente artículo considera que si se elabora una estrategia de superación profesional, con el objetivo de mejorar el desempeño profesional de los cirujanos generales en la atención preoperatoria, permitiría perfeccionar el trabajo del anestesiólogo y optimizar la calidad de la atención que se le brinda a los enfermos, por otro lado, contribuiría a disminuir las cancelaciones quirúrgicas, todo en beneficio de la atención medica quirúrgica integral, con calidad.
Lo antes eludido motivó el estudio de este tema, por su importancia y pertinencia en la atención preoperatoria, la cual cuando se realiza adecuadamente reduce la morbimortalidad perioperatoria, mejora la eficacia del quirófano y la seguridad del paciente favoreciendo la satisfacción del mismo, lo cual conlleva a dar solución a una serie de insuficiencias y limitaciones en el desempeño de algunos de los profesionales de la especialidad de cirugía general.
El objetivo de este artículo fue identificar los fundamentos teóricos que sustentan la superación profesional de los cirujanos generales para el mejoramiento de su desempeño profesional en la atención preoperatoria del paciente quirúrgico, en la provincia de Santiago de Cuba.
Métodos
Nivel teórico
Análisis-síntesis: con el propósito de profundizar en la lógica esencia de la investigación, así como en toda la construcción teórica y práctica.
Histórico-lógico: se utilizó durante toda la investigación y, en particular, para el análisis del comportamiento de las tendencias históricas de la formación permanente de los médicos cirujanos.
Sistematización: aplicada al interrelacionar definiciones acotadas sobre la temática de estudio.
Hermenéutico-dialéctico: para interpretar los diversos enfoques y presupuestos que se vinculan con los fundamentos teóricos de la investigación, y que justifican el problema científico.
Nivel empírico
Observación científica: para corroborar la existencia del problema científico de la investigación; así como para la demostración de su pertinencia y factibilidad.
Análisis documental: utilizado para profundizar en el estudio del estado del tema, de documentos normativos que componen el marco regulatorio, diferentes estrategias de superación profesional, como elemento esencial en la conformación del sustento teórico de la investigación, así como resoluciones y reglamentos.
Antecedentes históricos y visión actual
El siglo XXI, caracterizado por las complejidades de un mundo global, acarrea consecuencias y efectos que exigen de un profesional competente que dé respuesta a los desafíos y demandas educacionales de las Ciencias Médicas; es por ello, que se requiere de una nueva visión que garantice la preparación teórica y práctica necesaria para una mayor eficiencia en el desempeño profesional de los cirujanos generales en la atención preoperatoria.
Para tener una noción epistemológica definida acerca del proceso en sí, es preciso retomar la categoría de formación, desde su esencia filosófica, psicológica y pedagógica, con los diferentes argumentos que esta última fundamenta en la referencia textual de autores como Pérez H. y Corrales Y (2016);4Vela J (2016);11Díaz P (2017);12Vialart M (2017);13Moynelo H. (2018);14Reussi R (2018);15De Armas R (2018)16 entre otros. Dichos autores asumen esta categoría como un proceso caracterizado, sobre todo, por la prioridad de los estudios en la Educación Médica, y en su consideración como la categoría que es propia e inherente a las Ciencias Pedagógicas y las Ciencias Médicas, dirigida a resignificar la actividad transformadora humana en correspondencia con los ideales, objetivos y fines sociales. Sin embargo, aún estas concepciones distan de considerar este proceso de formación en su integración dependiente y vinculante hacia todos los demás procesos que en particular se derivan del mismo, no revelan las relaciones entre diferentes contextos implicados en un proceso único, donde se aprecian limitaciones en la inclusión de las actitudes y los valores como elementos esenciales del contenido de la formación.
Los criterios filosóficos permiten explicar la formación como un proceso de sistematización de conocimientos, habilidades, valores y valoraciones que sustenta la formación permanente del profesional en la atención preoperatoria, y eso significa que se hace necesaria la renovación de modelos, no solo cognoscitivos, sino de valoraciones que orienten las acciones dirigidas a prácticas esencialmente humanas.17
Por las consideraciones anteriores, se reconoce el valor de lo planteado por Fuentes H (2011),18 quien desde las premisas que sustentan las concepciones teóricas de la Pedagogía en la Educación Superior, reflexiona sobre aspectos de relevancia epistémica que conllevan a definir la esencia del proceso en la humanización, que se contextualiza, desde el punto de vista social y cultural, como un proceso de creación y transformación humana, presupuesto que sirve para argumentar que la formación, en sentido general, permite al hombre desarrollar la coherencia entre su subjetividad y su actividad en un contexto determinado.
De particular interés en esta investigación, es la formación profesional en los cirujanos generales, la que es entendida como aquella formación que prepara los recursos humanos para desempeñar una profesión determinada. En las bibliografías consultadas se plantea que la formación profesional se concibe en dos acepciones, una inicial y otra permanente, todo ello en función del momento en que se encuentre el sujeto en formación.19,20
Estos criterios se justipreciaron en consideración a que los cirujanos generales referente a la atención preoperatoria, han recibido una formación con diferentes programas de especialización, en diferentes años entre los que se encuentran el 1984, 2008 y el de 2015, con un tiempo de formación de cuatro años, con un programa modular para aprendizaje en servicio a tiempo completo de comparecencia presencial citándose las especialidades que deben cumplir los cirujanos en el trayecto para lograr su especialización. Estos tres programas de especialización han sido analizados por las autoras, lo cual ha permitido identificar deficiencias relacionadas con el tema en cuestión:
Limitaciones en los programas curriculares del proceso de formación de los residentes de cirugía general, que no favorece de contenidos y habilidades necesarios para la atención preoperatoria.
Insuficiencias en la praxis del proceso de atención preoperatoria para planificar y ejecutar acciones en correspondencia con cada paciente que vaya a ser intervenido quirúrgicamente.
Limitaciones en la identificación de los factores de riesgos anestésicos-quirúrgicos durante la atención preoperatoria.
Es significativo que en la formación de estos especialistas no tienen concebida la rotación por anestesia lo que limita los conocimientos de cómo realizar la atención preoperatoria del paciente quirúrgico con el fin unificar criterios protocolizados y de evitar complicaciones, por lo que no siempre se garantiza su preparación para asumir los cambios que se producen de acuerdo con el desarrollo social alcanzado en la contemporaneidad.
Sin embargo, no queda bien definido desde los fundamentos pedagógicos en la formación de los residentes de cirugía general las diferentes maneras de incorporar lo quirúrgico-asistencial y lo clínico en la atención preoperatoria de los pacientes que presentan patologías asociadas descompensadas, cuestión que lastra la dimensión humana de este proceso, ya que, si bien es el sujeto social el centro de vigilancia por parte de los especialistas de esta rama de la medicina, se hace indispensable adentrarse en la necesidad de un enfoque humanista. De ahí que en la especialización de los cirujanos generales, han de significarse los criterios que tipifiquen una práctica clínica preoperatoria mediata, de forma concreta, en el programa formativo que conduce a la valoración de la calidad del desempeño de este profesional.
En consideración, desde la lógica que se establece en esta investigación, el aspecto social de la función médica en la atención del enfermo que va a ser intervenido quirúrgicamente es fundamental, cuestión que en ocasiones no tiene presente este profesional, pilares fundamentales en la educación clínica de la atención preoperatoria mediata de los residentes.
Las autoras consideran que para lograr una formación idónea de un especialista con perfil amplio y profundos conocimientos teóricos-prácticos en la atención preoperatoria del mundo académico, se hace necesaria la superación profesional que responda a las necesidades actuales, que le permitan actuar y ejercer en cualquier contexto quirúrgico nacional e internacional.
El término superación es el más utilizado en la Educación Médica en los últimos años, esta ha sido investigado por diferentes autores entre los que se encuentran: Hernández O (2016);21Lescaille N (2017);22Pérez E (2017);23De Armas R (2018);16Otero I (2018);24López G (2018);25Hurtado L (2018)26; entre otros, quienes reconocen la superación profesional como un proceso que se enfoca en la revisión y actualización de los conocimientos, actitudes y habilidades del profesional, que viene dado por la necesidad de adaptarlos a los cambios y avances de la sociedad.
Estos investigadores analizan la superación como un proceso educativo que se particulariza, según los niveles de desarrollo y de aprendizaje de los participantes y prestan gran atención a la educación postgraduada desde la consideración de su carácter viable y revelador, aspecto que la particulariza dentro de las Ciencias de la Educación Médica.
Existen disímiles definiciones de superación, a partir de la sistematización, se asume la concepción de Añorga J (2014)27 que define la superación profesional como: “Conjunto de procesos de enseñanza aprendizaje que posibilita a los graduados universitarios la adquisición y el perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales”.28,29
En el presente siglo, esta concepción emitida por Añorga27 ha marcado pautas para los programas en la Educación Médica, lo que permite mejorar los estándares de calidad de la docencia en el posgrado y formación continua o permanente. Asimismo, se requiere de profesionales que resuelvan las necesidades sociales en la práctica médica a tono con los cambios y la evolución de la cirugía en la contemporaneidad, por lo que el papel de los cirujanos generales en el mundo de hoy requiere de buenas técnicas quirúrgicas, pero también del perfeccionamiento en la atención preoperatoria mediata que lleve a una actuación médica con eficacia, siendo necesario generar espacios de superación profesional con el fin de mejorar el desempeño profesional de los cirujanos generales en la atención preoperatoria, ya que este tema no se refleja en ninguno de los documentos de la superación profesional impartida en la provincia en los últimos diez años.
El desempeño se aborda por diferentes estudiosos del tema entre los que se encuentran: Añorga J (2014);26Ramos V (2017);30Solís S (2017);31Lescaille N (2017);22López I (2018);32 Acosta, L. (2018);33 entre otros, los cuales lo consideran como punto de partida en su estudio, en asociación a la acción que se realiza o ejecuta por una persona, en la que se incluye la responsabilidad, aspecto este con el cual coinciden ambas autoras.
El desempeño de estos profesionales se desenvuelve en el marco de un conjunto de relaciones e interacciones paciente/profesional de salud, profesional/profesional, profesional de salud/profesional-administrativo, para lograr evitar suspensiones/cancelaciones/posposiciones quirúrgicas de los pacientes por causas clínicas, debido a insuficiencias en la atención preoperatoria en instituciones prestadoras de servicios de salud.
Es de vital importancia el accionar del cirujano general cuando efectúa la atención preoperatoria mediata al paciente quirúrgico, desde la recepción del enfermo hasta que llega a las manos del anestesiólogo. La responsabilidad, profesionalidad, compromiso, entrega y dedicación todo direccionado hacia un buen desempeño de estos especialistas en su trabajo profesional, se fortalece con la calidad en la atención preoperatoria mediata y con la finalidad de satisfacer las expectativas de los pacientes y sus familiares.
Asumimos las concepciones emitidas acerca del desempeño profesional de Añorga J (2014),27 tal y como expresa el diccionario electrónico de la Real Academia Española34 “es la acción y efecto de desempeñar o desempeñarse”, mientras que desempeñarse significa “cumplir con una responsabilidad, realizar una acción que ha sido aceptada como una obligación, como un servicio por el cual se obtiene una satisfacción; la palabra se extiende al conjunto de acciones que se realizan para lograr un objetivo.
Esta definición identifica el desempeño como punto de partida para el proceso de mejoramiento de los hombres, ya que lo define como el proceso consciente que desarrollan estos, en el escenario habitual donde realizan sus labores, enmarcado en un sistema de relaciones, normas y procedimientos que deben cumplirse, para un resultado satisfactorio; de lo que no queda exento el cirujano general en su actuar durante la atención preoperatoria, donde se deben cumplimentar protocolos y actuaciones capaces de mantener un mismo fin que sería el beneficio de todos los involucrados.
Las autoras connotan que el cirujano general es aquella persona capacitada para modificar o resolver con su actividad, de manera independiente y creadora, los problemas de la realidad objetiva donde desempeña su labor durante la atención preoperatoria mediata del paciente que en breve tiempo será intervenido quirúrgicamente, este proceso incluye el perfeccionamiento del recurso laboral en las maneras en que actúan los diferentes profesionales, en el cumplimento de funciones, en los roles que asumen en el puesto de trabajo y en la ejecución de tareas, lo que exige una atención médica con calidad.
La superación profesional y el desempeño profesional guardan relación dialéctica. En el Sistema Nacional de Grados Científicos, decreto ley No. 372/2019, específicamente el artículo 19, señala que la superación profesional tiene como objetivo contribuir a la educación permanente y la actualización sistemática de los graduados universitarios, el perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural.
En los trabajos referenciados sobre el desempeño profesional y la superación, se admiten, como generalidades, los modos de actuación donde se articulan de manera coherente el aprender a conocer, a hacer, a convivir y a ser, como núcleos del aprendizaje, considerando que el desempeño profesional es multidimensional e implica la integración dialéctica de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, posiciones que son asumidas en este trabajo para comprender aún más la importancia de la formación permanente de los cirujanos generales.
La Universidad de hoy debe basarse en la creatividad y flexibilidad curricular, junto con su avance en la producción intelectual y científica de aplicación, tanto en la creación de conocimientos como en la práctica médica en los servicios de salud, valorando los puntos más fuertes y más débiles, desde la perspectiva interna, expresada en el impacto del desempeño de los egresados con los estándares de calidad de la atención médica.
Evidentemente, el dominio de los contenidos (conocimientos, habilidades, valores y valoraciones) se pone de manifiesto a través del desempeño profesional. Este es el cumplimiento eficiente de las exigencias de la profesión, reveladas en el comportamiento o conducta real de los profesionales de la salud, tanto en el orden técnico, como en las relaciones interpersonales que se crean en la solución de los problemas de su profesión conocidos o no. El desempeño profesional guarda relación directa con la superación profesional, cuestión válida si se tiene en cuenta la interconexión y el nexo directo que existe entre ambas categorías, ya que la influencia es directa.
El presente trabajo permitió identificar y opinar acerca de los fundamentos teóricos necesarios para el proceso de superación profesional y hacia el mejoramiento del desempeño profesional de los cirujanos generales en la atención preoperatoria.
El proceso de superación profesional de los cirujanos generales, en relación con la atención preoperatoria, permite el mejoramiento de su desempeño y profesionalización, lo cual conlleva a elevar la calidad de los servicios quirúrgicos, existiendo relación directa entre ambas categorías.