Introducción
En esta era de globalización, los movimientos ininterrumpidos de personas provocan que ningún país sea inmune a la amenaza potencial de las epidemias. Desde 2003, las enfermedades contagiosas emergentes como la gripe aviar, el síndrome respiratorio del Medio Oriente, el SARS y el ébola recordaron una y otra vez la grave amenaza que estas representan para la salud humana y para la seguridad económica y social de cualquier país o región.1
A finales de diciembre de 2019 se comenzaron a notificar casos de neumonía con causa desconocida, diagnosticados inicialmente en la ciudad china de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, lo que condujo a una investigación epidemiológica y laboratorial que identificó un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). Miles de casos fueron detectados inicialmente en China y su rápida propagación mundial hizo que en marzo de 2020 la OMS declarara la situación epidemiológica surgida como pandemia.2
Los coronavirus se propagan principalmente a través del contacto con gotas respiratorias de personas infectadas, transmitidas al toser, hablar o estornudar.1,2) El SARS-CoV-2 tiene elevada transmisibilidad y se sabe que el porcentaje de contagio de un individuo enfermo es variable, pues depende de la densidad de población y de factores ambientales como el hacinamiento y la contaminación atmosférica.1
El período de incubación habitual es de 4 a 6 días, aunque puede llegar hasta 14 días.1 En pediatría, la enfermedad es más preponderante en niños mayores de 5 años y de sexo masculino.3 La literatura médica revela que los niños, por lo general, tienen presentación asintomática y buen pronóstico, incluso los lactantes.4,5
La infección tiene un espectro clínico variable que va desde formas asintomáticas y sintomáticas leves, hasta casos graves con peligro inminente de muerte por complicaciones respiratorias que se presentan habitualmente a partir del séptimo día.6 Tal es el caso del síndrome de distrés respiratorio agudo y también las arritmias cardíacas o el choque séptico.7,8
Los pacientes sintomáticos pueden iniciar el cuadro con fiebre, tos seca y astenia.7) Se reporta también disnea en un tercio de los afectados, mialgia, cefalea, dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos; incluso puede aparecer anosmia y ageusia (8). La gravedad y mortalidad de los pacientes se relaciona con la edad avanzada, el sexo masculino y las comorbilidades (hipertensión arterial, diabetes mellitus, cardiopatía isquémica, EPOC, entre otras).9
El Hospital Materno Infantil Dr. Ángel Arturo Aballí estuvo recibiendo desde mediados de 2021, lactantes con COVID-19; hasta el momento no se han realizado investigaciones con pacientes pediátricos portadores de la enfermedad. El objetivo fue caracterizar clínica y radiológicamente la COVID-19 en lactantes.
Métodos
Se realizó un estudio observacional descriptivo con 72 lactantes ingresados en el Hospital Materno Infantil Dr. Ángel Arturo Aballí con diagnóstico de COVID-19 durante el período de mayo a septiembre de 2021.
La elección de las historias clínicas se realizó de forma probabilística por muestreo simple aleatorio, conforme los ingresos. El universo de los seleccionados en este estudio se conformó de acuerdo a los siguientes criterios de inclusión: pacientes menores de 12 meses de edad, padecer COVID 19 confirmado por PCR, se incluyeron a los asintomáticos hijos de madres positivas, ingresar en el hospital Dr. Ángel Arturo Aballí en el período antes señalado, padres o tutores legales que asintieron que los pacientes participaran en la investigación. Se excluyeron a los pacientes con resultado de PCR negativo realizado en las 24 horas siguientes a su ingreso.
Las variables consideradas en el estudio fueron: edad en meses y sexo, características clínicas presentadas, tipo de lactancia recibida en los niños hasta 6 meses de edad, hallazgos radiológicos.
En cumplimiento de los requisitos del tipo de estudio, se confeccionó un modelo de recolección del dato primario tomado de las historias clínicas, que fue el sustento informativo de todo el trabajo. En este aparecen todas las variables de interés para la información que se representó en tablas para el análisis y discusión de los resultados que dan salida al objetivo planteado; además se utilizaron los métodos de análisis y síntesis para la revisión bibliográfica referente al tema en cuestión, la cual se realizó consultando la bibliografía nacional e internacional sobre el tema. Se aplicó para el resumen de los resultados los valores absolutos (números) y relativos (porcentaje).
Resultados
En cuanto a la distribución por sexo y edad de los lactantes con diagnóstico de COVID-19, predominó el sexo masculino (58,3 %) y los mayores de 6 meses de edad (52,8 %) (tabla1).
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N | % | N | % | N | % | |
1-6 | 23 | 31,9 | 11 | 15,3 | 34 | 47,2 |
>6 | 19 | 26,4 | 19 | 26,4 | 38 | 52,8 |
Total | 42 | 58,3 | 30 | 41,7 | 72 | 100,0 |
Fuente: Historias clínicas.
Solo tres niños (8,8 %) de los 34 que integraron este grupo, recibían los beneficios de la lactancia materna exclusiva, contrastando con la elevada cifra de aquellos que eran lactados de manera artificial (61,8 %) o mixta (29,4 %) (tabla 2).
Tipo de lactancia | Lactantes hasta 6 meses de edad | |
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N | % | |
Lactancia materna exclusiva | 3 | 8,8 |
Lactancia mixta | 10 | 29,4 |
Lactancia artificial | 21 | 61,8 |
Total | 34 | 100,0 |
Fuente: Historias clínicas.
Por orden decreciente de frecuencia, la fiebre fue el síntoma más presentado (65,2 %), seguido de la congestión o secreción nasal, presente en 25 lactantes (34,7 %), la tos (generalmente seca) y la anorexia (29,1%) fueron las principales manifestaciones clínicas (tabla 3).
N | % | |
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Fiebre | 47 | 65,2 |
Congestión o secreción nasal | 25 | 34,7 |
Tos | 21 | 29,1 |
Anorexia | 21 | 29,1 |
Hiperemia faríngea | 11 | 15,2 |
Diarreas con o sin vómitos asociados | 9 | 12,5 |
4 | 5,5 | |
Asintomáticos | 20 | 29,1 |
Fuente: Historias clínicas.
No hubo alteraciones radiográficas en el 72,3 % de los pacientes (tabla 4); las imágenes de aspecto inflamatorio estuvieron presentes en 20 pacientes (27,7%), mientras que la descripción de vidrio deslustrado solo se reportó en cinco de ellos (6,9%)
N | % | |
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Sin alteraciones | 52 | 72,3 |
Acentuación de la trama hilio basal | 15 | 20,8 |
Lesiones de aspecto inflamatorio con opacidades en vidrio deslustrado | 5 | 6,9 |
Total | 72 | 100,0 |
Fuente: Historias clínicas.
Los detalles y la relación de los hallazgos clínicos y radiológicos de los 20 lactantes que presentaron lesiones radiográficas se muestran en la tabla 5; hubo 5 niños que no presentaron manifestaciones clínicas (25,0 %). En 3 de ellos se describen lesiones intersticiales con opacidades en vidrio deslustrado, patrón radiológico característico de esta enfermedad y en los 15 pacientes restantes (75,0 %) las manifestaciones clínicas presentadas fueron leves y evolucionaron favorablemente; prevaleció la fiebre aislada o asociada a manifestaciones referentes al tracto respiratorio superior.
Manifestaciones clínicas | ||||||
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Trama hilio-basal acentuada | ||||||
N | % | N | % | N | % | |
Asintomáticos | 2 | 10,0 | 3 | 15,0 | 5 | 25,0 |
Fiebre | 7 | 40,0 | 3 | 15,0 | 10 | 50,0 |
Fiebre y síntomas respiratorios altos | 4 | 20,0 | - | - | 4 | 20,0 |
Fiebre y diarrea | 1 | 5,0 | - | - | 1 | 5,0 |
Total | 14 | 70,0 | 6 | 30,0 | 20 | 100,0 |
Discusión
Los resultados en cuanto al sexo coinciden con algunos de los estudios realizados por Zheng4 y Qiu5 quienes reportaron predominio del sexo masculino en estudios de niños con COVID-19 en China.
En otro estudio realizado por Díaz y otros,7 que incluyó 36 niños en el hospital pediátrico docente de San Miguel del Padrón, no se encontró diferencias en cuanto a sexo de forma general, pero refieren un ligero predominio de las niñas en los mayores de 10 años que fue el grupo más representado en el estudio.
La composición por sexo de la población menor de un año en La Habana en el 2021 pudiera tener influencia en estos resultados.
Es de destacar el número reducido de pacientes hasta 6 meses de edad que estaban recibiendo el pecho materno. Está reconocido que la leche materna exclusiva es más protectora de la salud que la lactancia artificial o mixta y es crítica para la supervivencia de los lactantes más pequeños y vulnerables.10,11)
En la bibliografía médica revisada no se encontraron estudios sobre los beneficios de la lactancia materna exclusiva contra la COVID-19, sin embargo, los resultados pueden sugerir que en la medida que se excluye el componente natural de la lactancia, los niños menores de 6 meses están menos protegidos contra esta enfermedad.
Al analizar la expresión clínica de estos pacientes, los resultados difieren con los obtenidos por Díaz7 quien reportó en su casuística que el 72,2 % de los niños se encontraban asintomáticos en el momento de la hospitalización, sin embargo existe coincidencia en los niños sintomáticos en cuanto a las manifestaciones más frecuentes encontradas en el estudio referido como fueron la fiebre (16,7 %), la tos seca (11,1 %) y la secreción nasal (8,3 %).
Thabet12 reporta en otro estudio de niños con COVID-19, que el 15,0 % de los pacientes fueron asintomáticos y que el 44,0 % presentaron síntomas respiratorios leves y moderados.
Vasco Morales13) reportó que el patrón radiográfico en vidrio esmerilado o deslustrado se encontró en el 68,0 % de los pacientes estudiados, muy superior a los encontrados en la presente investigación, en la que además no hubo correspondencia entre los hallazgos clínicos y radiográficos en este grupo de lactantes.
Se concluye que, predominaron los mayores de 6 meses y sexo masculino. La fiebre y las manifestaciones referentes al tracto respiratorio superior prevalecieron; la mayoría de los niños no presentaron alteraciones radiográficas y en aquellos los que aparecieron, hubo discordancia clínico radiológica. Los niños menores de un año parecen tener menor riesgo de enfermar de gravedad con la COVID 19 que los niños mayores.