Introducción
El envejecimiento es un proceso biológico, universal, individual, asincrónico y natural que provoca cambios morfofisiológicos en los sistemas corporales.1 De estos cambios, los que ocurren sobre el sistema musculo-esquelético, como la sarcopenia y la debilidad muscular, se han estudiado ampliamente dada su relación con el aumento en el riesgo de caídas, fragilidad, y altas tasas de hospitalización y mortalidad.2,3
Un estudio reciente reportó que un 29,1 % de adultos mayores chilenos tiene debilidad muscular, porcentaje que aumenta con la edad.4 Este antecedente se considera relevante dado que la debilidad muscular se asocia con un deterioro en el desarrollo de actividades de la vida diaria5,6 y limitación en la participación de las personas mayores, afectando su percepción de autobienestar.5,6
Una forma de identificar la debilidad muscular es a través de la medición de la fuerza de prensión manual, prueba utilizada en la práctica clínica como estimación de la función motriz y de la fuerza general.7,8
Diversos estudios han demostrado que la debilidad muscular, expresada en una baja fuerza de prensión manual, se relaciona con la aparición de enfermedades crónicas, enfermedades respiratorias, cáncer y demencia, condiciones de salud capaces de repercutir directamente sobre la funcionalidad, y afectar la calidad de vida.9,10,11,12
La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) corresponde a la valoración que realiza el individuo respecto a su salud y grado de funcionamiento en la realización de las actividades de la vida diaria, las cuales pueden incluir desde la percepción general de salud hasta la función física, social y psicológica.13
Uno de los instrumentos, validados en español, más utilizados para evaluar la calidad de vida, es el cuestionario SF-36 (36-item Medical Outcomes Study Short-Form General Health Survey). Este cuestionario tiene 36 preguntas agrupadas en 8 dimensiones: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental.14,15
Algunos estudios han informado que la CVRS se ve afectada en personas mayores, dado que el envejecimiento se asocia con cambios somáticos adversos que pueden aumentar el riesgo de enfermedades y vulnerabilidad, mientras que también se ha propuesto que se encuentra influenciada por parámetros endógenos y exógenos, como por ejemplo la debilidad muscular.16,17,18
Considerando que la calidad de vida de las personas mayores depende en gran medida de su capacidad funcional y nivel de autonomía, y que la debilidad y deterioro de la fuerza muscular, particularmente la fuerza de prensión manual, podría relacionarse con el desarrollo de enfermedades que afectan CVRS de personas mayores, pesquisar de manera precoz y oportuna la relación existente entre ellas, podría retrasar el deterioro de la funcionalidad y pérdida de la autonomía.
Por lo tanto, el objetivo de esta investigación es analizar la relación entre la fuerza de prensión manual y la calidad de vida de personas mayores.
Métodos
Investigación de tipo de descriptiva, correlacional, de corte transversal, que evaluó a 79 personas mayores (16 hombres y 63 mujeres) entre 65 y 78 años, pertenecientes a 3 organizaciones sociales del sector sur poniente de Talca (Chile). Todos los participantes fueron seleccionados de manera no probabilística, por conveniencia. El estudio se realizó entre los meses de abril a octubre del 2020.
Los criterios de inclusión fueron:
Condición funcional de autovalente o autovalente con riesgo determinado a partir del examen funcional del adulto mayor (EFAM-Chile).
Presentar capacidad de comprender y seguir instrucciones.
Aceptar de forma voluntaria participar del estudio.
Firmar un consentimiento informado.
Fueron excluidos quienes presentaron:
Amputación unilateral o bilateral de algún segmento de tren superior.
Lesión musculoesquelética o enfermedad que limitara la función de prensión manual.
Tuvieran dolor o inflamación en algún segmento de tren superior al momento de realizar la prueba de prensión manual.
Esta investigación fue desarrollada siguiendo las normas éticas expuestas en la declaración de Helsinki.
La fuerza de prensión fue estimada mediante la prueba de prensión manual (Grip Strength Test), utilizando un dinamómetro hidráulico marca JAMAR® Sammons Preston Inc. previamente calibrado. La evaluación se llevó a cabo con el sujeto sentado en una silla con respaldo, hombros aducidos, codo en flexión de 90º, antebrazo y muñeca en posición neutra.19,20 El brazo evaluado no tenía apoyo en ninguna superficie y el dinamómetro se utilizó en posición vertical.
Se solicitó a los participantes realizar una fuerza de presión máxima con su mano dominante durante 3 segundos, con reposo de 1 minuto entre cada repetición, se realizaron 2 intentos.19,20 Se utilizó el promedio de las repeticiones ejecutadas y los resultados fueron expresados en kilogramos (kg).
Para evaluar la CVRS, se utilizó el cuestionario de salud SF-36. Es un instrumento de autorreporte, formado por 36 preguntas agrupadas en 8 dimensiones relacionadas con la salud: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental.14,15
La sumatoria de los puntajes de las respuestas de cada dimensión, se transforma en una escala de 0 a 100; el puntaje 0 se considera un mal estado de salud, y un puntaje mayor o más cercano a 100 (puntaje máximo) se considera un excelente estado de salud y calidad de vida.14,15
Para el análisis estadístico se utilizó el software SPSS 23,0 y se calculó la media y desviación estándar (DE) para todas las variables. Para conocer la distribución de los datos, se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov. Para establecer correlaciones entre la fuerza de prensión manual y las dimensiones de la calidad de vida, se realizó una correlación de Pearson.
Un coeficiente de correlación (r de 0-0,4) se consideró una relación débil, un coeficiente de (0,4-0,7) se consideró una relación moderada y un coeficiente de (0,7-1,0) se consideró una relación fuerte. Para todos los análisis se utilizó un nivel de significancia estadística p < 0,05.
Resultados
La tabla 1 presenta las características descriptivas de la muestra. La edad promedio de los participantes fue 71,06 ± 5,77 años; 75,96 ± 13,45 kg de peso corporal y una altura bípeda promedio de 1,58 ± 8,86. El promedio de fuerza de prensión manual de los participantes fue de 23,85 ± 9,01 kg.
Variables | Media | DE |
---|---|---|
Edad (años) | 71,06 | 5,77 |
Peso (kg) | 75,96 | 13,45 |
Altura bípeda (m) | 1,58 | 8,86 |
Fuerza de prensión manual (kg) | 23,85 | 9,01 |
La tabla 2 muestra los puntajes obtenidos en las dimensiones de la CVRS, evaluadas mediante el cuestionario SF-36. La función física presentó una media de 47,74 ± 20,92 puntos y el rol físico exhibió una media de 72,58 ± 27,83 puntos. El rol emocional expresó una media de 68,81 ± 33,83 puntos. En cuanto a la vitalidad, se pudo observar que los participantes tuvieron una media de 67,41 ± 19,31 puntos, seguido por la salud mental, con una media de 71,61 ± 21,42 puntos. Se observó una media de 76,61 ± 26,75; 51,93 ± 26,75 y 55,48 ± 20,26 puntos en las dimensiones función social, función dolor y función general.
Dimensiones de la calidad de vida | Media | DE |
---|---|---|
Función física | 47,74 | 20,92 |
Rol físico | 72,58 | 27,83 |
Rol emocional | 68,81 | 33,83 |
Vitalidad | 67,41 | 19,31 |
Salud mental | 71,61 | 21,42 |
Función social | 76,61 | 26,75 |
Dolor | 51,93 | 26,75 |
Salud general | 55,48 | 20,26 |
La tabla 3 muestra las correlaciones entre la fuerza de prensión manual y las dimensiones de la CVRS. La función física mostró una relación directa y fuerte (p = 0,03; r = 0,76), mientras que la dimensión dolor mostró una relación directa y moderada (p = 0,01; r = 0,44) al igual que la dimensión salud general (p = 0,05; r = 0,48).
No se observaron correlaciones significativas entre la fuerza de prensión manual con las otras dimensiones de la calidad de vida (rol físico, rol emocional, vitalidad, salud mental y función social).
Discusión
El principal hallazgo de esta investigación es que en la muestra de este estudio, existe relación entre la fuerza de prensión manual y la CVRS. La relación se evidenció en las dimensiones función física, función dolor corporal y salud general. Similares hallazgos han sido reportados previamente, en donde se ha visto que la fuerza de prensión manual se relaciona de manera positiva con la CVRS, y que esta se afecta de forma negativa a medida que la persona envejece y pierde fuerza muscular.16,21,22
En este estudio, la fuerza de prensión manual se relacionó con la dimensión función física de la calidad de vida, mostrando que quienes tenían una menor fuerza de prensión, informaron puntajes más bajo en la dimensión. Diversos estudios han reportado que la fuerza de prensión manual permite no solo identificar la debilidad muscular de extremidad superior, sino que también proporciona un indicador de la fuerza general, pues refleja la fuerza de las extremidades inferiores y se relaciona, por lo tanto, con un óptimo desempeño en el desarrollo de las actividades funcionales, como la marcha, el equilibrio y el desarrollo de actividad física.5,6 Este hallazgo también podría explicarse porque la función física incluye preguntas orientadas a la capacidad del individuo para desarrollar de forma autónoma actividad física y actividades de la vida diaria, lo que podría verse limitado por la sarcopenia y la debilidad muscular debido al envejecimiento.
Del mismo modo, se ha reportado que las personas mayores disminuyen su nivel de actividad física y aumentan la conducta sedentaria, conductas poco saludables que se han relacionado con deterioro de la CVRS en todas las edades.23,24
La dimensión dolor corporal también se relacionó con la CVRS de las personas mayores. El proceso de envejecimiento patológico trae consigo la involución de diferentes sistemas, y la aparición de variadas enfermedades que pueden generar dolor corporal.1 Se ha observado que durante el envejecimiento aumenta la prevalencia de enfermedades osteomusculares y osteotendinosas de tren superior, lo que podría explicar la debilidad muscular, el descenso de la fuerza de prensión manual y el menor puntaje en la función dolor corporal.25
Finalmente, se encontró una relación entre la fuerza de prensión manual y la dimensión de salud general de la CVRS. A partir de esto se podría deducir que aquellas personas con baja fuerza de prensión manual, reportaron una peor salud general. Existen publicaciones previas que coinciden con estos resultados.16,22
Si bien este estudio presenta fortalezas, como la medición objetiva de la fuerza de prensión mediante protocolos estandarizados de medición, tiene limitaciones: el pequeño tamaño muestral, la selección por conveniencia de participantes y la amplia diferencia entre el número de hombres y mujeres (16 hombres y 63 mujeres), lo cual restringe la validez externa de los resultados y podría considerarse un sesgo. Por otro lado, a pesar de la amplia validación del cuestionario SF-36, se trata de un instrumento de autorreporte, lo cual puede limitar u ocasionar un sesgo por la sobre o infraestimación de los participantes, con respecto a su estado de CVRS.
Este estudio se llevó a cabo durante un periodo de pandemia por la COVID-19, lo cual pudo afectar o provocar cambios en los resultados de CVRS de los participantes. En consecuencia, las conclusiones deben tomarse con precaución y no pueden generalizarse para toda la población chilena.
Luego de lo expuesto se puede concluir que existe relación entre la fuerza de prensión manual y las dimensiones función física, salud general y dolor corporal. La fuerza de prensión manual se sugiere como una evaluación sensible y específica, no invasiva y reproducible en la práctica clínica, que se transforma en un método útil para identificar a las personas de todas las edades con debilidad muscular. Se señala que la fuerza de prensión manual se puede utilizar como indicador de CVRS en personas mayores.