INTRODUCCIÓN
El burnout es considerado un síndrome relacionado con el trabajo y es muy común entre los profesionales de la salud. El término como tal fue utilizado por primera vez en la década del 70 del pasado siglo, para describir el estado que experimentaban voluntarios con sobrecarga de trabajo en clínicas de salud mental.1 Explora el estrés prolongado, con graves consecuencias psicológicas y físicas.2
Es importante reconocer que no solo quienes están en ejercicio laboral son propensos a experimentar este síndrome; también pueden padecerlo aquellos que por formación, tienen actividades en el ámbito académico, eminentemente generador de estrés, pues determina la exposición a ciertos estresores, que según como sean vividos, afrontados y resueltos, determinarán la respuesta individual, sea adaptativa o desadaptativa.3
Una definición precisa del burnout implica tomar como medida, el grado o magnitud respecto a la percepción de experimentar un agotamiento emocional que sobrepasa la capacidad de adaptación del individuo.4 Por ello, el burnout en el ámbito académico, hace referencia a un déficit en la capacidad de adaptación a las exigencias educativas. Sus principales indicadores son la fatiga, el cinismo y la ineficacia; lo cual hace que los estudiantes sientan cansancio y manifiesten actitudes pesimistas hacia el estudio y los contenidos educativos.5 Esto conduce al declive en su rendimiento académico y puede llevarlos a cometer errores en sus deberes.
Dentro del ámbito de las ciencias de la salud, una de poblaciones más afectadas a causa del burnout son los profesionales encargados de la salud bucal,6,7) tal como lo demuestran investigaciones recientes en Taiwán8 y Singapur.9 En este caso, la interacción diaria con los pacientes, colegas y personal auxiliar, combinado con problemas administrativos y la alta concentración requerida por las meticulosas tareas que deben realizarse en el reducido espacio bucal, son factores que dan lugar al estrés psicológico excesivo.10) De igual manera, los estudiantes en esta rama, también están expuestos a entornos altamente estresantes11 debido a diversos factores como la sobrecarga académica, las labores diarias y el reducido tiempo para el esparcimiento durante la etapa universitaria.12
Por estas razones, varios investigadores vienen abordando este problema en países latinoamericanos como Perú,10,12 Chile,13,14 Ecuador15 y México.16 En cambio, en Cuba, el síndrome ha sido muy poco investigado, pues se tienen unos pocos reportes del tema, como, por ejemplo, la investigación desarrollada por Gil y otros17 con internos de Estomatología, que halló altos niveles de agotamiento emocional y bajos niveles en la dimensión despersonalización.
Ante ello, surge la necesidad de investigar el síndrome de burnout (SB) en estudiantes cubanos de la carrera a fin de conocer su prevalencia. A falta de instrumentos válidos y confiables, hasta ahora, los estudios sobre el tema han sido de tipo descriptivos. Por tanto, los autores de la presente investigación consideran conveniente adaptar un instrumento que goza de validez y confiabilidad demostrada en diversos contextos y grupos etarios, prestigio alcanzado a través de su uso en investigaciones con profesionales de la salud, desde hace más de 20 años18 hasta la actualidad.19 El Maslach Burnout Inventory-Students Survey (MBI-SS), diseñado por Schaufeli y otros20 para evaluar la presencia del síndrome en estudiantes, del cual se tiene la versión adaptada en español para estudiantes de odontología de Colombia.4
En vista de que es necesario llenar un vacío en la literatura científica cubana a través de un estudio para conocer las propiedades psicométricas de una escala adaptada que permita medir el SB en universitarios, el presente trabajo tiene como objetivo analizar las evidencias de validez y confiabilidad de la versión en español del MBI-SS en estudiantes cubanos de Estomatología.
MÉTODOS
Se realizó un estudio con diseño instrumental y corte transversal. La población fue constituida por estudiantes de Estomatología del curso académico 2019 - 2020 (n = 1808) de 7 universidades médicas cubanas. Se obtuvo la muestra mediante un muestreo no probabilístico e intencional. Se incluyeron a los alumnos de todos los años, que aceptaron participar y firmaron el consentimiento informado. Se excluyeron a quienes no asistieron a clases en los días de aplicación de la encuesta.
Se validó la versión adaptada en español para estudiantes colombianos de odontología4 del MBI-SS.20 Se trata de una escala que consta de 3 factores y 15 ítems expresados en forma de afirmaciones, que indagan sobre la presencia de aspectos relacionados con el SB. La puntuación de sus respuestas tipo Likert, permite conocer la frecuencia de aparición de estos aspectos. Varían en una escala de 0 (nunca) a 6 (diariamente) y se considera dimensional por cuanto no tiene un punto de corte. Por lo tanto, sus puntuaciones pueden variar desde 0 (menor intensidad) a 90 (mayor intensidad del constructo).4
En el estudio colombiano,4 la consistencia interna general del instrumento, evaluada mediante el coeficiente α de Cronbach, fue de 0,806. La solución factorial mostró 3 factores que explican el 56,6 % de la varianza. El análisis factorial confirmatorio (AFC) mostró: ji cuadrado (χ2) = 926,036; gl = 85; raíz cuadrada del error medio de aproximación (RMSEA) = 0,106 (intervalo de confianza del 90 %, 0,100-0,112); índice de ajuste comparativo (CFI) = 0,947 e índice de Tucker-Lewis (TLI) = 0,934.
Se coordinó con los docentes de cada aula o prácticas asistenciales, un espacio de tiempo de 10 minutos para el llenado del instrumento. Los encuestadores solo respondieron consultas relacionadas con la tipología y forma de la escala, para evitar el sesgo de los resultados con opiniones o respuestas a los ítems.
Se creó una base de datos en Microsoft Excel (versión 2019 para Windows). La media, desviación estándar, asimetría y curtosis de los ítems se calcularon con el programa estadístico FACTOR Analysis versión 10.1. En el AFC se evaluó la bondad de ajuste del modelo original y se utilizó el modelamiento de ecuaciones estructurales (SEM); considerando índices de bondad de ajuste: χ2, índice de ajuste comparativo (CFI), el índice de Tucker-Lewis Index (TLI). Para ello se usó el programa RStudio. Asimismo, se utilizaron los parámetros para el error cuadrático medio de aproximación (SRMR), la raíz del error cuadrático medio de aproximación (RMSEA) y la media cuadrática residual (WRMR). Se consideraron los criterios de Hu y otros,21 quienes sostienen que los valores de los índices CFI y TLI deben ser mayores a 0,90 y el RMSEA ≤ 0,08 para un ajuste aceptable del modelo. Se utilizó el software estadístico SPSS versión 25.0 para estimar la fiabilidad de la escala con el coeficiente α de Cronbach y sus respectivos intervalos de confianza.
A los estudiantes se les explicó todos los aspectos del estudio. La información y datos personales fueron anónimos. Se respetó los aspectos de la Declaración de Helsinki para la investigación en seres humanos. El proyecto de la investigación fue aprobado por el Comité de Ética y el Consejo Científico de la Facultad de Ciencias Médicas de Bayamo, perteneciente a la Universidad de Ciencias Médicas de Granma.
RESULTADOS
Caracterización de la muestra: participaron 738 estudiantes, mujeres (n = 470; 63,69 %) y varones (n = 268; 36,31 %), con una media de 21,67 años (desviación estándar (DE) = 1,70). La distribución por años académicos es la siguiente: primero (n = 73; 9,89 %), segundo (n = 118; 15,99 %), tercero (n = 136; 18,43 %), cuarto (n = 191; 25,88 %) y quinto (n = 220; 29,81 %).
Análisis preliminar de los ítems: se aprecian en la tabla 1, la media, DE, asimetría y curtosis para los ítems de la escala. Se observa que el ítem 13 tiene el mayor puntaje promedio (M = 4,86) y el ítem 6 el más bajo (M = 1,03). Respecto a la variabilidad, el ítem 10 (DE = 1,99) muestra la mayor dispersión. Los valores de asimetría y curtosis no superan el valor > ±1,5.
Análisis factorial confirmatorio: a través del AFC se analizó en qué medida el modelo original de la escala (15 ítems distribuidos en 3 factores) se ajustaba a los datos recolectados. Los resultados del modelo original fueron deficientes por lo que, mediante la técnica de modificación de índices, se eliminaron los ítems 2, 4, 5 y 10 y se obtuvieron índices de bondad de ajuste satisfactorios: CFI = 0,988, TLI = 0,984, RMSEA = 0,065; SRMR = 0,042; media cuadrática residual (WRMR) = 0,972. En síntesis, el modelo 2 cumplió con los criterios de bondad de ajuste (tabla 2) y presenta 11 ítems distribuidos en una estructura de 3 factores (Fig. 1).
Grado de libertad (df), índice de ajuste comparativo (CFI), índice de Tucker-Lewis (TLI), raíz del error cuadrático medio de aproximación (RMSEA), intervalo de confianza (IC), error cuadrático medio de aproximación (SRMR) y media cuadrática residual (WRMR).
Confiabilidad: fue estimada mediante el coeficiente α de Cronbach, mostró valores aceptables. Para la escala general (α = 0,81, IC 95 % = 0,78-0,83), para el factor agotamiento emocional (α = 0,67, IC 95 % = 0,62-0,70), factor despersonalización (α = 0,85, IC 95 % = 0,82-0,86) y para el factor falta de realización personal (α = 0,87, IC 95 % = 0,85-0,88).
DISCUSIÓN
En Cuba, el estudio del estrés en estudiantes de ciencias médicas se ha convertido en un tema de gran interés para la comunidad científica y académica, sobre todo durante la pandemia por la COVID-19, en la que una parte de esta población ha evidenciado manifestaciones de estrés.22 Así, el SB puede repercutir en la salud mental y general de la comunidad universitaria; afecta al estudiante en el desempeño de sus actividades académicas.2,3 Aunque no es una temática de discusión reciente, aún no existen instrumentos de medición adaptados al contexto de los estudiantes cubanos de Estomatología.
La creación, validación y adaptación de escalas para evaluar este fenómeno, conforman una parte fundamental de la psiquiatría actual, pues los instrumentos deben ser útiles no solo para ser aplicados y mejorar los procesos de diagnóstico y tratamiento, sino, también para ayudar al progreso de la ciencia.23
La validación se realizó siguiendo un enfoque factorial, así, el AFC reveló mejores índices de bondad de ajuste en el modelo 2 (reespecificado), lo cual confirma la existencia de 3 factores y 11 ítems. Aunque este resultado difiere de la versión original de la prueba20 y la versión en español4 (15 ítems distribuidos en 3 factores), el modelo actual revela niveles adecuados de fiabilidad mediante el coeficiente α de Cronbach (α = 0,81, IC 95 % = 0,78-0,83), que corroboran la adecuada consistencia interna de los 11 ítems de la escala, que es similar a otros estudios psicométricos.1,4,20,24
Con base en estos hallazgos, se asume que existen evidencias satisfactorias de la estructura interna de la escala en su versión de 11 ítems y se confirma así la trifactorialidad del constructo, lo cual demuestra que esta versión cumple con los requisitos de validez y confiabilidad. Aunado a esto, los ítems que se configuran en el instrumento obtenido, abordan aspectos como el sentirse emocionalmente agotado por los estudios y extenuados al final del día en la universidad, en cuanto a la dimensión relacionada con el agotamiento emocional. La dimensión despersonalización cuenta con ítems que se refieren a estar menos interesado en los estudios desde que ingresó en la universidad o a estar menos entusiasmado acerca de los estudios, el llegar a ser más cínicos acerca de la utilidad potencial de los estudios, así como dudar del significado de estos. Por su parte, la dimensión relacionada con la falta de realización personal, incorpora el creer que realizó una efectiva contribución a las clases a las que asistió, ser un buen estudiante, sentirse estimulado cuando logra sus metas de estudio, aprender muchas cosas interesantes durante el curso y sentirse confiado de ser efectivos al hacer las cosas durante las clases.
Todos estos reactivos son de suma importancia pues abordan aspectos muy importantes relacionados con la fatiga que pueden padecer los estudiantes cubanos de Estomatología durante los ejercicios relacionados a la carrera, y más aún, sabiendo que con el reinicio de la actividad docente, luego del confinamiento generado por la pandemia de COVID-19, el cambio de contexto puede ser perjudicial.22 Por lo tanto, muchas investigaciones han empezado a mostrar evidencias del SB en estudiantes de Estomatología.3,6,7,9,10,11,12 En tal sentido, Gil Álvarez y otros17 no solo detectaron altos niveles de agotamiento emocional en estudiantes del quinto año de Estomatología, sino que señalan la importancia de realizar estudios acerca del burnout académico en los estudiantes para detectar oportunamente cualquier posible alteración en alguna de sus dimensiones, determinar la mejor manera de apoyarlos, informarles de su presencia y motivarlos a buscar ayuda profesional si se sienten afectados para prevenir a tiempo que padezcan altos niveles de agotamiento emocional.
El estudio posee limitaciones. En primer lugar, el aplicar un muestreo no probabilístico e intencional puede haber generado un sesgo de selección. Segundo, no se emplearon otras medidas para evaluar la validez externa. Tercero, no fue posible realizar un análisis test-retest, lo cual hubiera permitido tener datos sobre la estabilidad temporal de los puntajes de la versión de 11 ítems.
Se validó una escala de burnout académico de 11 ítems, la cual posee evidencias de validez y confiabilidad adecuadas para evaluar el síndrome de burnout en estudiantes cubanos de Estomatología.