INTRODUCCIÓN
En Chile actualmente, el 19,3 % de la población corresponde a personas mayores y se espera que para el año 2050 alcancen un 30 %.1 Las proyecciones muestran que además aumentará la esperanza de vida, permitiendo que las personas alcancen los 80 años o más, lo que equivale a un aumento de 11,4 años en el promedio de edad.2
El envejecimiento patológico se asocia con cambios anatomofisiológicos y con un aumento en el desarrollo de síndromes geriátricos, como la sarcopenia y las caídas.3,4 La sarcopenia se define como la pérdida de masa muscular, lo que potencia un estado de debilidad muscular.5 Un reciente estudio reportó que el 29,1 % de las personas mayores chilenas tiene debilidad muscular, porcentaje que aumenta con la edad.6 Este antecedente se considera relevante dado que la debilidad muscular se asocia con un deterioro en el desarrollo de actividades de la vida diaria (AVD) y limitación de la participación en ellas.7,8
Una forma de objetivar e identificar la debilidad muscular es a través de la medición de la fuerza de prensión manual, prueba comúnmente utilizada para estimación de la función de la fuerza de la mano y la fuerza general.9,10 Una reducción en la fuerza de prensión manual se ha relacionado con disminución de la cognición, movilidad, estado funcional y mortalidad en personas mayores.11 A la vez, se ha visto que presenta una alta correlación con la fuerza general y masa muscular corporal, por lo cual podría ayudar en la detección precoz del deterioro de la fuerza de las extremidades inferiores y de la función física.9,10
La función física es la capacidad de desempeñar AVD de manera independiente y autónoma.12,13 Una deteriorada función física se asocia con mayores índices de fragilidad, caídas y pérdida de la autonomía, por lo cual es importante realizar su evaluación de manera oportuna.14 Las evaluaciones objetivas de la función física permiten identificar el funcionamiento físico de las personas; una de las medidas más utilizadas es la prueba Short Physical Performance Battery (SPPB).15 Estudios internacionales señalan que existe asociación entre la fuerza de prensión manual y la prueba SPPB, en la cual quienes tienen una menor fuerza de prensión manual tendrían menor rendimiento en la prueba.16,17 Este hallazgo sugiere que la fuerza de prensión manual podría ser una medición para identificar tempranamente a personas con deterioro de la función física, no obstante, en Chile la evidencia aún es escasa.
Por otro lado, las caídas son consideradas un problema recurrente debido a que afecta al menos a un tercio de las personas de 60 años.18 Se ha observado que la fuerza muscular influye sobre el riesgo de caídas, dada la influencia estabilizadora de los músculos sobre el equilibrio estático y dinámico,15 por lo tanto, las personas con debilidad muscular podrían presentar mayor prevalencia de caídas.
Considerando que la fuerza de prensión manual permite no solo identificar la debilidad muscular de extremidad superior, sino que también presenta una alta correlación con la fuerza general y masa muscular e incluso con las caídas, el objetivo de este estudio es relacionar la fuerza de prensión manual con la función física y el riesgo de caídas en personas mayores.
MÉTODOS
Se realizó una investigación cuantitativa, de tipo de descriptiva, correlacional, de corte transversal, que evalúo a 87 personas mayores (72,4 % mujeres) entre 65 y 75 años, pertenecientes 4 organizaciones sociales de Talca, Chile. Todos los participantes fueron seleccionados de manera no probabilística, por conveniencia. El estudio se realizó entre los meses de abril a noviembre del 2021.
Los criterios de inclusión fueron:
Condición funcional de autovalente o autovalente con riesgo determinado a partir del examen funcional del adulto mayor (EFAM-Chile).
Presentar capacidad de comprender y seguir instrucciones simples.
Aceptar de forma voluntaria participar del estudio.
Firmar un consentimiento informado.
Fueron excluidos quienes presentaron:
Amputación unilateral o bilateral de algún segmento del tren superior.
Lesión músculo- esquelética o enfermedad que limitara la función de prensión manual.
Tener dolor o inflamación en algún segmento del tren superior al momento de realizar la prueba de prensión manual.
Evaluaciones
Los antecedentes sociodemográficos consideraron edad y género. El estado nutricional fue clasificado en base al índice de masa corporal (IMC= peso/talla2) utilizando puntos de corte para personas mayores (bajo peso: < 22,9 kg/m2; normopeso: 23,0-27,9 kg/m2; sobrepeso: 28,0-31,9 kg/m2 y obesidad: ≥ 32,0 kg/m2). El perímetro de cintura (PC) se midió con una cinta métrica Sanny (Sao Paulo, Brasil).
Fuerza de prensión manual
Fue estimada mediante la prueba Grip Strength Test, utilizando un dinamómetro hidráulico marca JAMAR® Sammons Preston Inc. previamente calibrado. La evaluación se llevó a cabo con el sujeto sentado en una silla con respaldo, hombros aducidos, codo flectado en 90 º, antebrazo y muñeca en posición neutra.19,20 El dinamómetro se utilizó en posición vertical. Se solicitó a los participantes realizar una fuerza de prensión máxima con su mano dominante durante 3 segundos, con reposo de 1 minuto entre cada repetición; se realizaron 2 intentos.19,20 Se utilizó el promedio de las repeticiones ejecutadas expresando el resultado en kg.
Evaluación de la función física
Fue evaluada mediante el test SPPB, el cual está compuesto por 3 pruebas. La primera prueba evaluó equilibrio estático en 3 posiciones (posición pies juntos con las manos en la cintura, posición semitándem y posición de tándem).21 Luego se realizó la prueba de velocidad de marcha en la cual se solicitó a la persona mayor caminar a su ritmo habitual una distancia de 4 metros; se cronometró el tiempo empleado en ejecutar la acción.22 Finalmente se realizó la prueba de sentarse y levantarse de una silla 5 veces, registrando el tiempo que la persona mayor demoró en ejecutar el test.
Cada una de las 3 pruebas tiene un puntaje mínimo de 0 puntos y un máximo de 4 puntos. De este modo la puntuación total de la batería SPPB va desde los 0 (peor aptitud física) a los 12 puntos (mejor aptitud física).15,22,23
Evaluación del riesgo de caídas
Time up and go (TUG): en esta prueba se registró el tiempo requerido por la persona mayor para recorrer una distancia de 3 metros (marcados con un cono) medidos desde las patas delanteras de una silla sin apoyabrazos.24 Se solicitó que se ponga de pie y que camine lo más rápido posible hasta el cono y que vuelva a sentarse. Se inició la medición del tiempo, cuando la persona despegó la espalda de la silla y se detuvo cuando retornó a la posición inicial. Se consideró como una prueba normal ≤ 10 segundos; riesgo leve de caídas 11 a 20 segundos y alto riesgo de caídas > 20 segundos.25
Estación unipodal: la persona mayor se encontraba de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho. Se le pidió alcanzar una flexión de cadera y rodilla de 90° y que mantenga esta posición el mayor tiempo posible.24 Esto se debe hacer también con la extremidad contralateral. El evaluador se ubicó de pie, al costado del lado de la extremidad que soporta el peso del sujeto. La prueba se repitió 3 veces y se registró el mejor tiempo. Se considera normal un tiempo ≥ 5 segundos y alterado ≤ 4 segundos.25
Para el análisis estadístico se utilizó el software SPSS versión 25. Se calculó la media, desviación estándar, valor mínimo y máximo para todas las variables. Para conocer la distribución de los datos, se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov, mientras que para establecer correlaciones entre la fuerza de prensión manual con la aptitud física y riesgo de caídas se realizó una correlación de Pearson ya que todos los datos tuvieron distribución normal.
Un coeficiente de correlación (r de 0 - 0,4) se consideró una relación débil, un coeficiente de (0,4 - 0,7) se consideró una relación moderada y un coeficiente de (0,7 - 1,0) se consideró una relación fuerte. Para todos los análisis se utilizó un nivel de significancia estadística (p ≤ 0,05).
Esta investigación fue desarrollada siguiendo las normas éticas expuestas en la declaración de Helsinki, la cual regula el trabajo con seres humanos.26 Los participantes fueron incluidos de manera voluntaria y todos aceptaron firmar un consentimiento informado que detallaba los riesgos y beneficios de formar parte de este trabajo. Una vez finalizada la investigación, a cada participante se le entregó un documento con los resultados de su evaluación y se resolvieron todas las dudas que podían presentar referente a sus resultados.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra las características descriptivas de la muestra. Se puede observar que la edad promedio de los participantes fue de 70,7 años, su peso promedio fue 70,2 kg y una estatura de 1,52 metros. La media del IMC de los participantes fue de 27,7 kg/m2 y presentaron un perímetro de cintura de 97,1 cm. En cuanto a la prueba de fuerza de prensión manual los participantes exhibieron una media de 19,8 kg.
Al analizar la aptitud física a través de la prueba SPPB se puede observar que los participantes tuvieron una media de 8,29 puntos y finalmente en las pruebas de valoración de riesgo de caídas las personas mayores de este estudio mostraron una media de 8,94 y 10,1 segundos para las pruebas de estación unipodal y TUG, respectivamente.
IMC: Índice de masa corporal para personas mayores; PC: perímetro de cintura; kg: kilogramos; cm: centímetros; kg/m2: kilogramos dividido metro al cuadrado; TUG: time up and go; SPPB: Short Physical Performance Battery. Datos de la batería SPPB y sus pruebas, expresados en puntos.
En la tabla 2 se observa que existe una correlación directa moderada entre la fuerza de prensión manual y la batería de función física SPPB (p= 0,001; r= 0,473). Al separar las pruebas que conforman al SPPB, también se obtuvieron relaciones significativas y se observa una correlación directa, significativa y moderada entre la fuerza de prensión manual, con la prueba de pararse y sentarse (p= 0,001; r= 0,48) y la prueba de equilibrio en 3 posiciones (p= 0,001; r= 0,551). Esto significa que las personas mayores con valores más altos en la prueba de prensión manual tenían puntajes más altos en la prueba SPPB mencionadas previamente. También se observó una correlación directa débil entre la fuerza de prensión manual, con la prueba de velocidad de la marcha de 4 metros (p= 0,02; r= 0,287).
En cuanto al riesgo de caídas evaluada a través de la prueba de estación unipodal se evidenció una relación directa moderada (p= 0,001; r= 0,472), mientras que para la fuerza de prensión manual y TUG se observó una relación inversa débil (p= 0,002; r= -0,398), lo que indica que las personas con valores más altos en la prueba de prensión manual demoraban menos tiempo en ejecutar la prueba TUG.
Pruebas | Valor p | Valor r |
---|---|---|
SPPB Total | 0,001 | 0,473 |
Pararse y sentarse | 0,001 | 0,489 |
Equilibrio en 3 posiciones | 0,001 | 0,551 |
Velocidad de la marcha | 0,002 | 0,287 |
Estación unipodal | 0,001 | 0,472 |
TUG | 0,002 | -0,398 |
SPPB: Short Physical Performance Battery; TUG: Time up and Go; valor p: significación estadística; valor r: coeficiente de correlación.
DISCUSIÓN
El principal hallazgo de esta investigación reveló que existe relación entre la fuerza de prensión manual con la aptitud física de las personas mayores evaluadas en esta muestra. Este resultado sugiere que la fuerza de prensión manual podría usarse como cribado clínico, además de poder ser un indicador indirecto de la capacidad de fuerza general y también detectar de manera precoz el deterioro de la aptitud física. La fuerza de prensión se relacionó con el riesgo de caídas; se estableció que las personas con menor fuerza de prensión exhibieron menor equilibrio estático y dinámico. Similares hallazgos fueron reportados por Alonso y otros,27) quienes encontraron asociaciones entre la fuerza de prensión manual con la fuerza muscular del tren inferior, aptitud física y equilibrio dinámico en personas mayores de Brasil.
La fuerza de prensión se ha utilizado ampliamente como un indicador importante de la fuerza de todo el cuerpo y actualmente podría ser considerada un predictor de enfermedades cardiometabólicas, discapacidad, morbilidad y mortalidad temprana.28,29,30 Una reducción de la fuerza muscular en personas mayores puede afectar el desempeño en tareas manuales y se asocia con otras limitaciones funcionales en la marcha y el equilibrio como un mayor riesgo de caídas, deterioro de la condición física y pérdida de independencia.27,31
Otros estudios32 han demostrado que una fuerza de prensión baja está directamente relacionada con deficiencias de las AVD, así como con la reducción de la velocidad de la marcha,33 antecedentes que coinciden con hallazgos en este trabajo, en el cual se encontró una correlación directa débil, lo que indica que las personas mayores con menor fuerza de prensión manual tuvieron puntuaciones más bajas en la prueba de velocidad de la marcha de 4 metros.
De igual manera, estudios recientes han demostrado que la fuerza de prensión manual se relaciona con la fuerza del tren inferior, (27,34 similar a los hallazgos encontrados en la presente investigación. En contraste, otro autor no reportó dichas relaciones,35 por lo cual se sugieren futuros estudios en el tema para establecer conclusiones más certeras.
Por otro lado, el equilibrio dinámico se correlacionó inversamente con la fuerza de prensión manual, lo cual permite sugerir que las personas mayores con menor fuerza muscular demoran mayor tiempo en ejecutar la prueba TUG, hallazgo que se corrobora en otros estudios.36,37 Estos antecedentes podrían explicarse por los deterioros fisiológicos relacionados con la edad, los que ocasionan una disminución de la función músculo-esquelética y neuromuscular, además de una reducción en la coordinación y el control motor.38,39 Sumado a esto, los cambios en los receptores sensoriales y los nervios periféricos, la disminución de la agudeza visual y la función vestibular, afectan el control postural y la producción de fuerza en las extremidades inferiores, lo que conduce a una reducción en la marcha, la movilidad y en consecuencia, una alteración del equilibrio postural, aumentando de este modo el riesgo de caer.38,39
Si bien este estudio presenta fortalezas, como la medición objetiva de la fuerza de prensión mediante protocolos estandarizados e instrumentos validados, tiene limitaciones como el pequeño tamaño muestral, la selección por conveniencia de participantes y la amplia diferencia entre el número de hombres y mujeres, lo cual restringe la validez externa de los resultados. Por otro lado, este estudio se llevó a cabo durante un periodo de pandemia por la COVID-19, lo que podría afectar los resultados de aptitud física de los participantes debido a las medidas de aislamiento. En consecuencia, las conclusiones deben tomarse con precaución y no pueden ser generalizadas para toda la población mayor chilena.
Existe relación directa moderada entre la fuerza de prensión manual con la función física y el riesgo de caídas en personas mayores. Los resultados sugieren que la fuerza de prensión manual es una evaluación útil y fácil de aplicar, además de no invasiva y reproducible en la práctica clínica; es un método útil para identificar a las personas de todas las edades con debilidad muscular. Por lo tanto, la fuerza de prensión manual podría utilizarse como indicador de pérdida de función física y riesgo de caídas en personas mayores.