Introducción
El desprendimiento de la retina (DR) es una afección que puede llevar hasta la ceguera. No es el resultado de una enfermedad específica, sino la manifestación final de cualquiera de las múltiples anormalidades que pueden provocarlo.1
El DR ocurre por la separación entre la retina neurosensorial (RNS) y el epitelio pigmentario de la retina (EPR) con la subsecuente acumulación de líquido en el espacio entre las dos capas.2 El desprendimiento de la retina regmatógeno (DRR) se conoce como primario o idiopático. La palabra “regmatógeno” se deriva de un término griego (rhegma) que significa desgarro o rotura. La tracción vitreorretiniana puede producir una o más soluciones de continuidad de grosor total en la retina, a través de las que pasa el vítreo licuado hacia el espacio subretiniano, que separa la RNS del EPR.2,3
El DRR es el tipo de desprendimiento más común. Constituye una de las principales causas de pérdida visual y puede ocurrir a cualquier edad, aunque estudios recientes evidencian que prevalece entre personas de 60-70 años.4 Algunos reportes de Estados Unidos y Nueva Zelanda demuestran que los DRR traumáticos y en pacientes fáquicos se presentan en 6-8 personas de cada 100 000 habitantes por año.5 En Taiwan se ha encontrado una incidencia de 16,40 ± 1,06 por 100 000 habitantes por año, con mayor índice en masculinos que en féminas.6
Poulsen y otros encontraron en Dinamarca una incidencia de 700 casos de DRR por año.7 En otros estudios epidemiológicos de países europeos y asiáticos se han descrito resultados similares. Al igual que en resto del mundo el DRR es el más frecuente.8
El DRR es una enfermedad que causa disminución de la visión; puede ser muy severa y llegar a producir una discapacidad visual permanente. Constituye una de las principales afecciones que se atienden en el Servicio de Vítreo-Retina del Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”; es la primera causa de cirugía vitreorretiniana, y esto está avalado por la opinión de profesores expertos. Aunque existen pequeños estudios al respecto realizados en otras provincias,9,10) se desconocen las características epidemiológicas, así como los antecedentes oculares y sistémicos que pudieran estar relacionados con el desprendimiento de retina regmatógeno en nuestro medio en la actualidad. Por este motivo decidimos realizar esta investigación para determinar los factores epidemiológicos, sistémicos y oculares del desprendimiento de la retina regmatógeno.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, transversal, de los casos nuevos con desprendimiento de la retina regmatógeno, que se presentaron de forma consecutiva en la consulta de Vítreo-Retina del Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer” entre mayo del año 2016 y mayo de 2017.
Se estudiaron las variables demográficas edad, sexo, color de la piel y provincia de procedencia, lo que permitió determinar la distribución geográfica de los casos, así como la estación del año en que se presentaron los primeros síntomas. Se consideró la primavera en marzo, abril y mayo; el verano en junio, julio y agosto; el otoño en septiembre, octubre y noviembre y el invierno en diciembre, enero y febrero.
Se describieron los antecedentes patológicos sistémicos de los pacientes, incluyendo hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus (DM), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma, así como los antecedentes patológicos oculares (cirugía de catarata, miopía, traumas oculares en el ojo afectado, antecedentes de DRR en el ojo contralateral y antecedentes familiares de DRR).
Se hizo el examen oftalmológico completo, que incluyó tonometría, biomicroscopia del segmento anterior y posterior, y oftalmoscopia binocular indirecta, con examen hasta la periferia retiniana usando la indentación escleral para confirmar el diagnóstico. La información de interés para el estudio se recolectó en un formulario y se registraron los datos en un formulario digital que forma parte de un sistema informático web (Sistema de Seguimiento de casos de Oftalmología) que se encuentra acoplado a una base de datos PosgreSQL. Se usó el sistema SPSS v15 para el procesamiento de los datos y la creación de tablas y gráficos. Se emplearon técnicas de la estadística descriptiva para el resumen de las variables cuantitativas (medias y desviación estándar) y para las cualitativas se usaron frecuencias absolutas y relativas (porcentaje). Se realizó un mapa temático de Cuba para representar las proporciones de los casos de DR por provincia con la ayuda del paquete estadístico R versión 3.4.4.
Desde el punto de vista ético la investigación estuvo justificada, ya que se realizó de acuerdo con lo establecido en el Sistema Nacional de Salud y previsto en la Ley No. 41 de Salud Pública, en correspondencia con la Declaración de Helsinki.
Resultados
Se estudiaron 237 ojos de 237 pacientes con diagnóstico de desprendimiento de la retina regmatógeno, quienes acudieron como casos nuevos y fueron intervenidos quirúrgicamente.
La edad media fue de 57,79 años, con una desviación estándar (DE) de 11,98. El paciente de menor edad tenía 13 años y el de mayor edad 81 años. El 1,27 % (n= 3) de los pacientes eran menores de 18 años.
La Tabla 1 recoge otras características demográficas de los pacientes estudiados. Se muestra la distribución de los casos por sexo y color de piel. Predominó el sexo masculino con el 62 % (n= 146) y el color de piel mestizo con 49 % (n= 117).
En la figura se representa la distribución de casos por provincia de procedencia. La provincia de donde mayormente provenían los pacientes era La Habana con 43,88 % (n= 104), seguido por Matanzas con el 8,86 % (n= 21). Se encontró que más de la mitad de los pacientes procedían de la región occidental del país.
La Tabla 2 muestra la distribución por la estación del año en que debutaron los síntomas del DRR. Tuvimos un mayor número de casos durante los meses de primavera, en los que acudieron 114 casos (48,10 %).
En la Tabla 3 se representan los antecedentes patológicos sistémicos de los pacientes. Predominaron aquellos con algún tipo de comorbilidad sistémica. Las enfermedades referidas con más frecuencia fueron la HTA, con el 54,43 % (n= 129), seguida por la DM con el 12,66 % (n= 30). Hay que señalar que el 23,20 % (n=55) negó antecedentes personales de enfermedad sistémica.
Entre los antecedentes patológicos oculares se destaca la cirugía de catarata con el 65,82 % (n= 156), seguido de las degeneraciones periféricas de la retina con el 36,3 % (n=86), la miopía con el 10,97 % (n= 26) y el trauma ocular con el 9,7 % (n= 23). El 29,53 % (n= 70) no presentó antecedentes patológicos oculares (Tabla 4).
Discusión
En la literatura científica revisada encontramos series de pacientes con DRR que alcanzan edades promedio aun menores que en la nuestra.6 Los casos del presente estudio fueron mayormente adultos, lo cual es consistente con otras publicaciones que muestran predominio del DRR en edades medias de la vida y en el sexo masculino.(7, 11)
Los desprendimientos de la retina pediátricos constituyen del 0,5 - 8 % del total de los DR,12,13 y predomina al igual que en los adultos el género masculino.14 En nuestro caso el porcentaje de niños con DRR estuvo en ese rango.
En una revisión publicada por Mirtry y otros se describe que la incidencia en caucásicos es superior respecto a pacientes de piel negra.4 Sin embargo, no existen estudios poblacionales que demuestren la incidencia de DRR en países en desarrollo. Nosotros observamos que casi la mitad de los pacientes atendidos en el periodo de estudio tenían color de piel mestiza, lo que se corresponde con las características étnicas de la población cubana.
Teniendo en cuenta que el Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer” es el centro de referencia nacional de la especialidad de Oftalmología, se reciben los pacientes con afecciones complejas como el DRR, que requieren cirugía vitreorretiniana. Se espera que la mayor cantidad de personas provenga de La Habana por ser la capital del país, con una mayor densidad de población,15 y es el lugar en que se sitúa la institución. Otras provincias como Camagüey, Villa Clara y Santiago de Cuba pudieron haber mostrado una menor frecuencia, ya que en sus respectivos centros oftalmológicos se realiza la cirugía epiescleral (cerclaje y plombaje supraescleral) para algunos casos de DRR, y por ese motivo no refieren a todos los pacientes, como ocurre en otras regiones del país.
Dadas las características climáticas Cuba, donde las estaciones están poco marcadas, no se vio mucha diferencia en el número de personas afectadas entre los meses correspondientes al verano, otoño e invierno, pero sí hubo un aumento durante los meses de primavera. En algunos estudios se ha visto reflejado que la mayor frecuencia de pacientes con DRR ocurre en los meses con mayor humedad y temperaturas elevadas. Esto puede ser por la deshidratación del vítreo, que lleva a un desprendimiento del vítreo posterior.16
Existe la hipótesis de que el efecto de la exposición diaria a la luz solar puede ser un detonante de los cambios realizados por los radicales libres en el vítreo que pueden causar su destrucción. Algunos estudios recientes han confirmado una migración posterior de la base del vítreo, que tienen un rol importante en la patogénesis de los desgarros periféricos y el DRR. Otras publicaciones reportaron un aumento en los meses de verano y una disminución en los meses de invierno.4,16
En la literatura no se encontró relevancia entre las enfermedades sistémicas de los pacientes para el DRR. Andrea Farioli y otros describen que pudiera haber una asociación entre la HTA y la obesidad con el DRR, pero se necesitan más estudios para confirmarlo.17 En este trabajo, poco más de la mitad de los pacientes tenían antecedente de HTA, similar a los resultados del artículo antes citado.
Un factor de riesgo identificado para DRR es la cirugía de catarata con lente intraocular, la cual acelera la licuefacción del vítreo como resultado de una menor concentración de ácido hialurónico,8 lo que pudiera explicar el aumento en la incidencia del DRR. Después de 6 años de la cirugía de catarata, el riesgo de DRR es 7 veces mayor y este aumenta a la par del incremento del intervalo posoperatorio. El riesgo de desarrollar DRR después de una cirugía del cristalino sin complicaciones es aproximadamente 1/1000. Se reporta que alrededor del 30 % de los pacientes con DRR tiene antecedente de cirugía de catarata.18 Casi las dos terceras partes de nuestros casos tenían antecedente de cirugía de catarata, lo que evidencia que es un factor importante en el desarrollo del DRR. No se recogieron otros datos asociados al proceder quirúrgico, que pudieran permitir un análisis más profundo y explicar esta frecuencia elevada.
Algunos autores señalaron en sus reportes la miopía alta y la ruptura de la cápsula posterior como los factores de riesgo más importantes para el DRR posterior a cirugía de catarata,19 además de la edad joven, ya que en estos pacientes el vítreo se encuentra más adherido a la retina.20
En esta investigación vimos que el antecedente de miopía no es tan frecuente como en otras series. Esto pudo ser favorecido por la edad de presentación (predominaron pacientes de edad avanzada), las características étnicas (por el amplio mestizaje) y el tamaño de la muestra, no tan grande.
Akira y otros reportan una frecuencia de miopía de hasta el 55 %,8 a diferencia de otros autores. Pandey encontró que el 23 % de los pacientes tenían antecedente de miopía.21Chandra y su equipo observaron una mayor frecuencia en asiáticos que en europeos11 y Chen, en Taiwan, describió un 10,51 % de pacientes con miopía alta en su serie de casos de DRR.6
La miopía se considera la afección oftalmológica más frecuente en el mundo22 y esta prevalencia está creciendo significativamente, principalmente en adultos jóvenes y en niños.18,23 Esto es preocupante, ya que la miopía también constituye un factor de riesgo para otras enfermedades visuales, tales como la maculopatía miópica, el glaucoma y la catarata.23
Un paciente con una miopía de alrededor de -3D cuadruplica el riesgo de DRR. Se ha descrito que en estos casos se incrementa la licuefacción del vítreo, lo que explica por qué el DRR generalmente ocurre más en pacientes con disminución de la visión de lejos que en pacientes sin defectos refractivos.18 Los miopes son más propensos a desarrollar algún tipo de degeneración o de lesiones predisponentes al DRR.
La incidencia de degeneración reticular es relativamente alta en la población general; va del 8 al 10,7 % de acuerdo con estudios previos.24 El DRR puede estar asociado con degeneración reticular de la retina, que ocurre por alguno de los siguientes mecanismos: agujeros atróficos y desgarros. La degeneración reticular es la lesión que más frecuentemente causa desgarros en ojos fáquicos sin antecedente de trauma.18 La serie que presentamos también tuvo un considerable número de casos con este tipo de lesión precursora del DRR.
Los pacientes con desprendimiento de la retina regmatógeno se presentaron con mayor frecuencia en la edad adulta y en la primera década del adulto mayor. Predominaron el sexo masculino y el color de la piel mestizo en estos casos. La estación del año en la que con mayor frecuencia se presentaron los síntomas iniciales fue la primavera. La mayoría de los pacientes afectados provenía del occidente del país, particularmente de la provincia de La Habana, en la que se ubica la institución del estudio.
En cuanto a los antecedentes de enfermedades sistémicas, la más frecuente fue la HTA. Los factores oculares patológicos comúnmente relacionados con el desprendimiento de la retina regmatógeno fueron la cirugía de catarata seguida de la degeneración reticular en la retina periférica, que conducen a alteraciones vítreas y a formación de roturas retinianas. Se deben realizar estudios de casos con desprendimiento de retina regmatógeno en los que se analicen con mayor profundidad otras variables relacionadas con la cirugía del cristalino en nuestro medio.