Estimado Editor:
En enero del 2017 esta revista publicó una carta al editor titulada: “Reinicio de la especialidad en Organización y Administración de Salud: respuesta a una necesidad identificada”.1 En esa misiva el autor señalaba la actualidad y pertinencia del artículo “Organización y Administración de Salud Pública y la Escuela Cubana de Salud Pública”.2 Además, resaltaba la importancia de este tipo de estudio y hacía énfasis en la graduación más reciente, en aquel momento, en la que se graduaron 16 nuevos profesionales en una especialidad que llevaba un largo periodo sin formar nuevos especialistas.
El autor de aquella carta y de la presente, es integrante de esa cohorte de graduados, y en enero de 2018 formó parte de uno de los tribunales estatales designados al efecto. Durante este lapso ha mantenido la preocupación por el desarrollo de la especialidad en el orden académico y por el número de graduados.
En esta ocasión, el objetivo es que se conozca sobre los ejercicios de culminación de la especialidad, en la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP), de 22 residentes provenientes de 10 provincias del país, 21 de ellos médicos y una estomatóloga. Esto permite que especialistas de I grado se incorporen a la labor que realizan los salubristas cubanos, iniciando así el camino que les permitirá llevar algún día ese honroso calificativo con profesionalidad y orgullo.
Según el Anuario Estadístico 2015 del Minsap, la Organización y Administración de Salud (OAS) hasta esa fecha tenía dedicados 6641 médicos y 998 estomatólogos en el país, pero solo contaba con 314 y 94 especialistas en OAS, respectivamente.3 En el año 2016 tenía dedicados 5616 médicos con 303 especialistas en OAS y 167 estomatólogos con 89.4 Los datos anteriores evidencian un decrecimiento en el número de profesionales dedicados a tareas administrativas en el contexto de las transformaciones necesarias del sector, las que se realizan con el objetivo de hacer eficiente y sostenible el Sistema Nacional de Salud.5 Por lo que ha disminuido el personal especializado en OAS y esta disminución apenas podrá ser compensada con las próximas graduaciones, aunque las bases están creadas para continuar su formación
Se puede afirmar, que para alcanzar los retos, objetivos de trabajo y las prioridades de la salud pública cubana6 se necesita una mayor preparación de los profesionales del sector en los aspectos relacionados con la conducción de sus procesos, de ahí la importancia que tiene aumentar la formación de especialistas.
El incremento numérico que representan los graduados es aún pequeño, pero el reto de los nuevos especialistas es cada vez más alto. Se impone un esfuerzo encaminado a continuar el desarrollo de la especialidad, tanto en calidad como en número de graduados. Este esfuerzo deberá centrarse, sobre todo, en aplicar lo aprendido en la generación de salud como producto social y en brindar cada día servicios docentes y asistenciales de mayor calidad.