Introducción
Se consideran como bebidas energéticas (BE) las sustancias que tienen un alto contenido de cafeína.1,2 La legislación colombiana y la mayoría de la población las reconocen como bebidas energizantes3 y en países de habla inglesa como energy drinks. Las bebidas energéticas cada día son más populares en la población en general y en los estudiantes universitarios en particular, esto se debe a sus propiedades estimulantes, principalmente por su contenido de cafeína, cuya acción primordial es estimular el sistema nervioso central e intensificar la actividad cerebral.3 Estas bebidas pueden contener, además, guaraná, taurina, acidulantes, conservantes, saborizantes y colorantes.4,5
Las BE pretenden ofrecer múltiples beneficios como: mayor atención, resistencia, rendimiento, estimular las capacidades cognitivas ante situaciones de estrés, aliviar la fatiga, mantener la vigilia, perder peso y evitar la resaca.1,4,5,6) Se ha documentado que el consumo de BE ocasiona alteraciones fisiológicas derivadas de sus componentes: aumento de la tensión arterial, taquicardia, arritmias, infartos cardíacos, cefalea, vómito, reflujo gastroesofágico, dolor abdominal, crisis convulsivas, deshidratación, entre otras.1,4,6,7) El consumo crónico puede generar efectos negativos en el organismo como dependencia a la cafeína, con su consecuente síndrome de abstinencia después de su suspensión intempestiva o induce a la tolerancia, lo que sugiere una conducta adictiva.8) Los efectos se vuelven de alta toxicidad y letales cuando se mezclan con otras sustancias psicoactivas, principalmente el alcohol.2,9,10)
A nivel psicológico también se pueden presentar estados de ansiedad, irritabilidad y agitación, los que se consideran una puerta de entrada para el consumo de marihuana, tabaco, alcohol y uso problemático de drogas con receta. Además, puede ser un indicador de conducta de riesgo por el consumo abusivo de sustancias psicoactivas, incluidas las propias bebidas energéticas.4,5,7,10,11
El mercado objetivo para el consumo de estas bebidas lo constituyen los adolescentes y adultos jóvenes de 18 a 34 años de edad.12 Y entre ese grupo los que son más susceptibles a consumirlas son los estudiantes universitarios porque llevan un estilo de vida dinámico, la presión académica y el deseo de convivencia con sus pares,12 el fácil acceso y el bajo costo de algunas de las marcas, lo que les resultan atractivo para mantenerse activos.13) Entender por qué los estudiantes universitarios de Enfermería recurren al consumo de BE, consideradas como sustancias psicoactivas tiene diferentes connotaciones que incluyen las tendencias de consumo motivado por el mercado, valores, nociones y percepciones que tienen los jóvenes acerca de estas sustancias y cómo estas influyen en la conformación de determinadas conductas y actitudes respecto a su uso.13)
De ahí que el objetivo de la presente investigación sea describir las representaciones sociales del consumo de bebidas energéticas en estudiantes de primer semestre de Enfermería de la Fundación Universitaria del Área Andina en 2017.
Métodos
El presente estudio es cualitativo a la luz de las representaciones sociales mediante el método interrogativo propuesto por Jean Claude Abric.14 La población estuvo constituida por estudiantes de Enfermería de primer semestre de la institución de educación superior Fundación Universitaria del Área Andina. El muestreo se realizó por fases:
total de la población:15,16 se convocó, a través de invitación a reunión académica por los investigadores, al total de la población de estudiantes de primer semestre para informar sobre la investigación,
muestreo propositivo:15,16) participaron quienes cumplieron con los criterios de inclusión de acuerdo con los objetivos del estudio: mayores de 18 años, estudiantes de primer semestre de enfermería y firma del consentimiento informado, se obtuvo la participación de 172 estudiantes (69 % de la población) (Tabla 1).
muestreo por conveniencia:15) en la conformación de los grupos focales, para esta última fase, se realizó convocatoria de manera directa por los investigadores en las aulas de clase.
Para la recolección de la información, con el fin de determinar el consumo de bebidas energéticas, se aplicó una encuesta a 172 estudiantes y dos grupos focales a 12 estudiantes (4 hombres y 8 mujeres) con una duración de sesenta minutos, en los que se tuvieron en cuenta las categorías: conocimiento de las BE, motivaciones del consumo y efectos de las BE. Lo referido por los participantes de los grupos focales fue transcrito en su totalidad en texto Word por los investigadores (Anexo 1).
Análisis de la información: la organización y descripción de la información recuperada de la aplicación de la encuesta se realizó con el apoyo de la estadística descriptiva. Se analizaron las variables: sexo, consumo previo y rango de edad, esto permitió determinar indicadores demográficos. Los dos grupos focales se analizaron a partir del diseño pluri-metodológico propuesto por Abric:14
recolección del contenido de las representaciones sociales utilizando la entrevista grupal semiestructurada como técnica (Anexo 2),
búsqueda de la estructura y del núcleo central, organización del contenido en categorías y subconjunto temático,
verificación de la centralidad,
análisis de la argumentación,14) se realizó análisis de contenido, previa codificación abierta,17,18 línea por línea, para identificar palabras recurrentes y sinónimos, y así lograr establecer categorías emergentes para identificar el núcleo central y los elementos periféricos propios de la representación social.
Consideraciones éticas: el estudio se enmarca en la normativa colombiana según la, Resolución 8430/199319 que establece las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud y lo establecido en la declaración universal sobre bioética y derechos humanos en la investigación en seres humanos.20) Las técnicas utilizadas no vulneraron la intimidad, no generaron cambios de comportamiento en los participantes, se contó con su consentimiento informado y la autorización del programa de Enfermería. La tenencia de las transcripciones será por un lapso de 5 años.
Resultados
El rango de edad de los participantes en el estudio osciló entre 17 y 46 años, el 67,44 % de los participantes en la primera fase, afirmó haber consumido alguna vez una BE (Tabla 2). El 58,3 % de los participantes de los grupos focales trabajaban en el sector de la salud.
Las representaciones sociales del consumo de BE giraron en torno al conocimiento que tienen los estudiantes de enfermería sobre su definición (¿qué son las BE?) (Fig. 1) y los componentes, motivos y efectos de su consumo (Fig. 2).
El núcleo de la representación social en torno a las BE se identificó en los elementos periféricos de que una sustancia psicoactiva es la que estimula, altera, afecta o transforma el sistema nervioso, el orden mental, estado de conciencia, quita el cansancio y el sueño.
Un estudiante refirió que las BE “tienen diversos efectos como proporcionar alegría, bienestar, placer, pone a la persona más activa, la relaja, la lleva a otro mundo” (estudiante 10; mujer de 19 años). También se puede añadir a ese criterio que estas son sustancias que destruyen, cambian, alteran, son nocivas para la salud, afectan a la familia, a las personas en lo físico y en lo psicológico, además es un problema social. La figura 1 muestra las categorías del conocimiento de los estudiantes participantes en el estudio sobre las BE.
Las BE son las que mantienen activa a la persona, recupera energía, da euforia, hiperactividad, aumenta la capacidad corporal en su exigencia cardíaca y neurológica, tienen un alto contenido de cafeína, guaraná, taurina, entre otros. Por este motivo otro estudiante planteó que “el guaraná, es una sustancia que se extrae de una planta […] que afecta el sistema nervioso” (estudiante 2; hombre de 21 años).
Algunos de los participantes manifestaron que las BE se consumen porque son productos naturales: “son bebidas estimulantes pues para uno sentirse mejor, cuando se encuentra cansado” (estudiante 7; mujer de 21 años) y se usan para minimizar los efectos del alcohol en el organismo. Uno de los estudiantes afirmó que “el Red Bull se toma […] porque le quita el guayaboa y la borrachera”b (estudiante 11; mujer de 22 años). Sin embargo, la combinación de bebida energética y alcohol tiene efectos peligrosos para la salud, por lo que otro estudiante refirió que “esa mezcla explosiva es peligrosa y no es bueno mezclarla con alcohol” (estudiante 12; hombre de 21 años).
El núcleo de la representación social del consumo de BE giró en torno a las motivaciones que tienen los estudiantes para su consumo y los efectos que le producen estas bebidas (Fig. 2). Entre los motivos del consumo se destacaron: el efecto estimulante de la cafeína que le permite permanecer más activo, falta de tiempo para trabajar y estudiar simultáneamente, rendir ante la alta exigencia en el trabajo, así como quitar el sueño y disminuir el cansancio. Todas estas motivaciones están asociadas al papel que juega la publicidad. Según el estudiante 1 (mujer de 31 años) “le han hecho mucha propaganda”
Otro elemento es el bajo costo por lo que: “se ha incrementado el consumo por el costo […] bajarle el costo al artículo hace que la persona consuma más” (estudiante 4; mujer de 27 años). A lo que se suma la fácil accesibilidad de compra, por ser un producto de venta libre, y la influencia del grupo de pares. Según los estudiantes, una reconocida marca de BE, Vive100, tiene diferentes sabores y colores causando diferentes efectos.
La figura 2 muestra las categorías de los componentes, motivos y efectos del consumo, manifestados por los estudiantes participantes en el estudio sobre las BE.
Entre las consecuencias expresadas por los estudiantes están los que generan riesgos para la salud, como los efectos cardiovasculares: taquicardia, arritmia, hipertensión, infarto cardiaco y muerte y los efectos a nivel neurológico: ansiedad, adicción, irritabilidad, desconcentración, aumenta el nivel de alerta (“lo mantiene despierto”, “quitan el sueño”). Algunas personas mencionaron que pueden causar infarto si las BE se consumen con bebidas alcohólicas, “en las noticias escuché de las personas que tomaban Red Bull fallecieron, creo que se infartaron” (estudiante 3; mujer de 19 años). Otras categorías evidencian que existe relación con lo social: generan irritabilidad, “puede ser que las personas sean más propensas a discutir, a crear conflictos” (estudiante 7, mujer de 21 años), pérdida de relaciones sociales; en lo familiar: dañan la armonía del hogar por el comportamiento adictivo y en lo laboral por la hiperactividad, dependencia a la bebida y preocupación por los compañeros de trabajo.
Otras apreciaciones de las representaciones sociales del consumo son:
“eso trae unas precauciones para tomarlo, pero la gente no las lee” (estudiante 4; mujer de 27 años) refiriéndose a las etiquetas de las BE;
“el consumo se volvió cotidiano, hasta los médicos y el personal de salud lo consumen” (estudiante 4; mujer de 27 años);
“creo que cuando uno estudia bajo el efecto de una bebida energizante después olvida lo que estudió” (estudiante 6; mujer de 34 años).
Discusión
En los resultados, de la primera fase, se evidencia que el 67,44 % de los participantes consumen BE, lo que tiene cierta similitud a lo que reportaron estudios previos donde el 75 %7 y el 76 %21) de los encuestados consumían este tipo de bebidas. Sin embargo, Londoño y Álvarez reportaron en su investigación, con un grupo de estudiantes de segundo año de medicina, que el 89 % eran consumidores de BE.22) Para el presente estudio, el mayor consumo se evidenció en los hombres, contrario a lo reportado por Chávez y otros que reportaron que las mujeres eran las más consumidoras de BE.13
Los estudiantes de enfermería acuden al consumo de BE para disminuir el sueño, el agotamiento, mantenerse despiertos, para presentarse a exámenes y estar atentos, favorecer la concentración en clase y en el trabajo.4,5,6 Algunos estudios reportan que el personal de la salud consume BE para aumentar el estado de alerta y reducir el cansancio.23,24) Las BE se promocionan como una forma de aliviar la fatiga, mantener la vigilia, estimular las capacidades cognitivas ante situaciones de estrés.6
A los estudiantes universitarios les interesa consumir BE para mejorar su función mental, porque las utilizan para mantenerse despiertos y mejorar su desempeño académico.21) La publicidad de las marcas comerciales que apoyan eventos deportivos y artísticos,25) el bajo costo y el fácil acceso para su compra son algunos de los elementos que influyen en las representaciones sociales del consumo de BE entre los estudiantes. Los jóvenes universitarios son susceptibles a la comercialización de BE; en parte, debido a su estilo de vida, la presión para cumplir sus deberes académicos y el deseo de convivencia.1,12
La representación social de los efectos nocivos en la salud de estas bebidas como son: taquicardia, arritmias, dependencia o adicción, hipertensión, dolor de cabeza, dolor en el pecho, acidez estomacal, gastritis, sudoración, insomnio son corroborados por la literatura y estudios especializados.2,4,8,10) La combinación del efecto estimulante de la cafeína con el efecto depresor del alcohol reduce las consecuencias de la embriaguez, por lo que algunos bebedores desestiman los niveles de intoxicación que causa esta mezcla que puede tener desenlaces letales.9,26,27 La representación social, que implica actitudes y conductas,28 muestra que las BE combinadas con el alcohol producen infarto o muerte como lo expresara uno de los estudiante que participó en el estudio que la calificó como una “una mezcla explosiva”.
Se recomienda realizar investigaciones con otros diseños que permitan indagar acerca de las prácticas efectivas del consumo de BE, lo que puede ayudar a alcanzar una mayor comprensión del fenómeno. El presente estudio, por las características de su diseño y el abordaje teórico de las representaciones sociales, solo permite inferir la práctica del consumo pero no logra profundir en sus causas..Además, se sugiere el diseño e implementación de estrategias desde la salud pública, con énfasis en las intervenciones educativas, que no tengan ningún componente coercitivo, para de esta manera promover una mejor comunicación sobre los efectos y riesgos del consumo de BE, fundamentalmente, la mezcla con bebidas alcohólicas.
Se recomienda que exista mayor control en el cumplimiento de las políticas públicas reguladoras de las BE y en la información que deben aparecer en las etiquetas relacionadas con: sus componentes, con el contenido máximo permitido por 100 mL y los efectos que tienen para la salud, lo que constituye una práctica en los países europeos. Además, debe existir una regulación efectiva de la publicidad, del consumo en menores de edad y en centros educativos.
Se puede concluir que la representación social del consumo de bebidas energéticas en estudiantes de primer semestre de Enfermería de la Fundación Universitaria del Área Andina, del curso 2017, se relacionan con conocimientos generales, con sus efectos y las motivaciones que tienen los estudiantes para consumirlas porque les permite vivir la intensa vida universitaria y rendir en todos los contextos, social y laboral, de manera exitosa, aun conociendo sus consecuencias indeseables.