Introducción
El proceso de cambio por el que transita el mundo en el siglo XXI trae consigo el desarrollo de la bioética como paradigma necesario para la diferenciación del pensamiento y el quehacer ético en las ciencias médicas, con una relevancia especial durante la práctica pediátrica del Médico General Integral (MGI) en los servicios de Atención Primaria de Salud (APS).
A nivel internacional se reconoce como cuestión necesaria la atención al fortalecimiento de la preparación de los recursos humanos que laboran en la Atención Primaria de la Salud (APS), al constituir la puerta de entrada a la red de salud, que debe asegurar una atención personalizada, integrada y continua.
La salud pública cubana, expone sólidos avances que destacan a la APS como la base estratégica del sistema, abordado en varias de las investigaciones actuales. (1,2 Desde esta instancia los médicos generales integrales asumen un rol protagónico en la preservación e incremento continuo de la mejora en el estado de salud de la población pediátrica, enfocado hacia una protección integral, que ha de estar en correspondencia con su misión social como guardianes de la salud de la comunidad.
Las características de su desempeño precisan una atención integral, integrada y continua que enfrenta retos éticos multiplicados ante las complejidades atencionales de la práctica pediátrica actual, que recibe influencias generadas por cambios que se suscitan en las relaciones sanitarias y una creciente expansión del conocimiento científico unido a la tecnificación de la práctica médica.
Lo anterior requiere de aprendizajes cada vez más completos que tengan su concreción en una actitud reflexiva, sensible, autónoma, que guie el conocimiento en la acción, para una cualificación humana y profesional. Ello implica dirigir la atención a la bioética como saber ético actual que a la luz del proyecto social cubano concibe su pertinencia como expresión dialéctica del desarrollo de la ética médica cubana, resultante del proceso de transformaciones acontecido desde el triunfo revolucionario, de acuerdo con las consideraciones de Amaro Cano. 3
La bibliografía científica actualizada reconoce la relevancia del tema, (4 aunque no evidencia enfoques y propuestas que esclarezcan el tratamiento de lo bioético en vinculo con la práctica pediátrica del MGI, desde consideraciones didácticas. Por consiguiente, a tono con las exigencias actuales resulta fundamental profundizar en la enseñanza-aprendizaje de estos profesionales, en aras de develar la posibilidad de su perfeccionamiento desde una perspectiva didáctica, cuestión que enmarca el problema y propósito de la investigación.
Desarrollo
El Proceso de Enseñanza-Aprendizaje (PEA) del MGI en la APS transcurre durante su desempeño en la práctica pediátrica, cuestión que demanda elevada responsabilidad y entrega, tanto por los MGI de los Equipos Básicos de Salud (EBS) como por los docentes a cargo del proceso, en aras de cumplimentar los principios didácticos del vínculo teoría-práctica y estudio-trabajo, que caracterizan a la educación médica cubana.
De conformidad con lo planteado la pedagógica contemporánea, (5,6 aboga por lograr un PEA integrador, con enfoque desarrollador desde el posgrado, que articule conocimientos, habilidades, valores, actitudes en beneficio de lo profesional y humano, en aras de respaldar las demandas crecientes de la sociedad.
Lo anterior encuentra un basamento especial en el pensamiento ético humanista de Fidel Castro Ruz, respecto a la proyección del hombre nuevo, a partir no solo de su inteligencia y conocimientos sino de su elevada moral, sensibilidad, humanismo, acorde con una realidad social, cuestión que se evidencia en el concepto de “Revolución”; (7 que a juicio de los autores de este artículo implica el compromiso de avanzar en la apropiación integrada de conocimientos, habilidades y valores en sentido al mejoramiento profesional y humano.
En esta dirección se comparten las consideraciones de Rodríguez García y colaboradores, 8 en relación con la profundidad y alcance del pensamiento bioético de Fidel Castro, y su relación con el modelo sanitario cubano.
Las investigaciones de autores cubanos, (9 plantean la necesidad de una mayor integración de aspectos bioéticos en el currículo de la carrera de Medicina ante la necesidad de reforzar valores y promover el ejercicio bioético valorativo, lo que privilegia una visión integral del ser humano; argumentos que, aunque dirigidos al pregrado permiten advertir la necesidad de perfeccionar el PEA en bioética del MGI.
Se le atribuye a la Bioética la posibilidad de contribuir a explicar y comprender la realidad atencional desde el paradigma médico-social, al permitir identificar las conductas éticas que guían las aplicaciones de los conocimientos científicos e incrementar el sentido de la responsabilidad en la práctica médica;10 cuestiones que adquieren mayor connotación ante las singularidades de la práctica pediátrica del MGI desde la APS.
Los estudios de Román Lafont, 11 y de García Raga y colaboradores, (12 entre otros autores, advierten el interés de la reflexión bioética contemporánea de centrar la atención en los grandes conflictos derivados de la invasión tecnológica, soslayando aspectos relacionados con la APS. Se debaten criterios sobre las características bioéticas distintivas del nivel primario, la aplicación de los principios bioéticos, los aspectos bioéticos en la atención al programa de inmunización, y en relación con el marco bioético de la educación sanitaria, entre otros aspectos; pese a que no indagan en vías y formas que propicien una mayor interrelación de los contenidos con el desempeño del MGI.
Los autores de la presente investigación identifican limitaciones en observaciones realizadas al desempeño del MGI en el municipio Bayamo en cuanto al tratamiento de conceptos, fundamentos, principios y metodologías en vínculo con la bioética, que no alcanzan una suficiente integración acorde con las situaciones y problemáticas profesionales. Se precisan además limitaciones en la práctica pedagógica en cuanto a la instrumentación didáctica de vías y formas que favorezcan el tratamiento integrado del contenido.
En esta dirección, la investigación tiene en cuenta categorías esenciales relacionadas con el objeto de investigación, (Fig) cuyo análisis permite concebir al proceso de ejecución de la Atención Médica Integral (AMI) que se desarrolla y concreta “en” y “a través” de acciones de atención a la salud durante la práctica pediátrica en el contexto atencional del MGI, como eje integrador del contenido en el PEA. De esta manera concibe la integración de contenidos bioéticos que se desarrolla en los marcos de una interacción social donde la enseñanza se ubica en vínculo indisoluble con el desempeño.
Ello permite atender de manera más efectiva la situación social de desarrollo del MGI durante la práctica pediátrica, y considerar la necesidad de la interacción social en base al principio de colaboración para establecer y desarrollar la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), desde el posgrado, donde resulta cardinal atender sus vivencias, a partir del desarrollo alcanzado; en atención a los aportes de Vigotsky y sus seguidores. (13
En este proceso donde el especialista en MGI se apropia del contenido bioético y lo integra en su práctica transformadora de la realidad y de sí mismo, el lenguaje se presenta como la principal herramienta psicológica, que ofrece posibilidades para dimensionar el papel activo y creador del profesional, y potenciar desde esta óptica la comunicación y educación para la salud.
En esta perspectiva se precisa de una orientación epistemológica y didáctico-metodológica en bioética, que tomando en consideración el eje integrador del contenido permita conducir a la apropiación de saberes integrados durante la práctica pediátrica, para favorecer en su integración la posibilidad de un actuar profesionalizante desde la APS.
Por tanto, el docente de APS debe promover un PEA desarrollador en bioética, contextualizado a las exigencias de la práctica pediátrica, que evidencie su pertinencia en base a su vinculación con las necesidades, intereses y motivos del MGI, donde se privilegie el diálogo reflexivo, la participación activa, y el trabajo cooperativo, que potencie los aprendizajes propiciados por la interacción entre los propios estudiantes, y las potencialidades de las tecnologías de la información y la comunicación; con suficiente flexibilidad para obtener viabilidad y efectividad en el escenario de la APS, lo cual implica adecuaciones que rebasan la enseñanza tradicional.
En vínculo con lo anterior resulta fundamental desarrollar métodos problémicos con la utilización de problemas docentes de contenido profesional como práctica habitual, en atención al método de integración de contenidos desde el PEA. Al respecto se consideran los criterios de Cañizares Luna, (14 al reconocer la gestión de la interdisciplinariedad en la enseñanza integrada desde las ciencias médicas como forma cualitativamente superior, a favor de la calidad del proceso; aspectos esenciales a trabajar desde la APS.
En este proceso resulta fundamental considerar el MCE propio de APS, desde su comprensión bioética, y su aplicación en el enfrentamiento al proceso salud-enfermedad del niño y adolescente como proceso humano singular; en aras de potenciar la integración del contenido.
En base a lo planteado se desarrolla un modo integral de actuación que resulta expresión del enriquecimiento de la cultura médica profesional, desde una perspectiva bioético-atencional que permite distinguir al MGI.
Esta visión conlleva a considerar la generalización de contenidos integrados durante la práctica pediátrica que conduce el proceso de integración hacia niveles superiores de esencialidad, al estimar el valor de la sistematización epistemológica y metodológica en la continuidad y consecutividad a niveles superiores de construcción científica del conocimiento, en atención a criterios de Fuentes González. (15
Conclusiones
La perspectiva didáctica abordada devela una nueva mirada para la apropiación de saberes bioéticos durante la práctica pediátrica del MGI, en mayor correspondencia con el actuar profesionalizante que precisa el encargo social; con amplias posibilidades para su concreción y generalización desde la APS.