Introducción
En las últimas décadas, la Farmacia ha desplazado progresivamente su objetivo desde el medicamento como producto, a la prestación de servicios y finalmente hasta el propio paciente. Es en este proceso de cambios, que destaca la Atención Farmacéutica (AF), como filosofía de práctica, que aporta un enfoque eminentemente clínico y humanístico a la actividad farmacéutica asistencial, en la búsqueda de una nueva identidad para el profesional, en la provisión de cuidados de salud a los pacientes.
A pesar de sus constatados beneficios clínicos, humanísticos y económicos, la adopción de los nuevos conceptos y responsabilidades de la AF, continúa siendo lenta en diversos sistemas de salud. Estos enfrentan una práctica limitada, poco sistemática, desarrollada a nivel experimental y cuya concepción responde a estándares nacionales, al margen de las expectativas individuales de quienes participan directamente en este proceso.1,2
La AF se considera el proceso a través del cual un farmacéutico coopera con el paciente y otros profesionales, mediante el diseño, ejecución y monitorización de un plan terapéutico específico para el paciente. Sin embargo, cuando se analizan las causas por las que esta práctica no se ha extendido y generalizado de forma rápida, se constatan muchos más elementos que la capacidad técnico-profesional de los farmacéuticos, entre los que se pueden citar: insuficiente disponibilidad de profesionales farmacéuticos, aislamiento o falta de integración de los Servicios Farmacéuticos (SF) a los Sistemas de Salud (SS), estructura inadecuada de las Farmacias, falta de tiempo del profesional farmacéutico debido a la multiplicidad de tareas rutinarias que asume, necesidad de sistemas y herramientas informáticas, necesidad de fuentes de información y documentación, y la falta de apoyo de los gobiernos y las autoridades nacionales a las políticas de implementación de AF.2,3,4
Se conoce que el uso de los medicamentos puede producir daños o efectos adversos no deseados, que pueden ser causa de ingreso hospitalario o incluso de muerte, convirtiéndose así en un problema de salud. Estos fallos de la farmacoterapia han sido ampliamente estudiados en los últimos años. Por esta razón, dentro de Atención Primaria de Salud (APS), resultan de gran importancia los Servicios Farmacéuticos Comunitarios (SFC) y la figura del farmacéutico, debido a su histórico papel como dispensador de medicamentos que se revitaliza dentro del concepto de Atención Farmacéutica (AF). Éste hace énfasis en la prevención, identificación y resolución, por su importancia en el resultado de la farmacoterapia con la repercusión en la sociedad, la salud y la economía.3,5,6
Como refiere (García Fariñas y García Mena 2015) …El farmacéutico cubano está formado para mejorar la salud de la población, una función que viene desempeñando sin que sea explotado al máximo todo el potencial que este puede dar, con limitación de su acción muchas veces al control de loteo, vencimiento y chequeo de producciones dispensariales, sin aprovechar su formación para que funja como un promotor de salud o educador para prevenir enfermedades.2
Los farmacéuticos, profesionales por definición cercanos a la población, han captado la aparición de nuevas necesidades de los pacientes, que deben ser cubiertas adecuadamente, y han reaccionado. En la sociedad de la información, es preciso que la labor de diagnóstico y tratamiento realizada por los médicos, con el apoyo de los equipos multidisciplinares que los profesionales de enfermería, fisioterapia, psicología, etc., forman, se enmarque en la seguridad del uso correcto de la farmacoterapia por compleja que ésta sea.4-7
Es preciso que se cumpla el plan terapéutico establecido por el médico, y que se detecte lo antes posible cualquier problema o desviación de lo esperado. La atención del farmacéutico al consumidor de medicamentos, que realiza de forma directa, personal, cotidiana y rigurosa, es una oportunidad de importancia técnica y estratégica indiscutible para el objetivo planteado.4,6,8
Pese al conocimiento y aceptación de los preceptos antes mencionados nos encontramos con frecuencia terapias medicamentosas inadecuadas, donde los tratamientos se extienden más allá de lo recomendado y el sobreconsumo de medicamentos puede derivar en la tolerancia de estos y disminución de los efectos terapéuticos, fenómeno que se puede prever con una adecuada dispensación, sin embargo, dicha apreciación carece de datos que evidencien lo observado.
Por lo que conceptualizamos lo siguiente: Los servicios de farmacia se desarrollan como respuesta a la demanda del uso seguro y adecuado de los medicamentos, estos servicios, expresan el resultado del desempeño en el ejercicio de la orientación básica al paciente. Esta actividad, que conjuga la entrega correcta y oportuna del medicamento, con el asesoramiento respecto a la posología, fortalece el concepto de dispensación, jerarquiza la profesión farmacéutica y beneficia al paciente, vinculándose a la atención farmacéutica.
En el acápite 2.2 del Manual de Procedimientos de las Farmacias Comunitarias de Cuba se refiere…El papel del farmacéutico en la farmacoterapia no se limita a su contribución en la elección del medicamento más eficaz y seguro, al establecimiento de regímenes adecuados de dosificación o la identificación de reacciones adversas. El farmacéutico ha de jugar un rol protagónico en la supervisión y seguimiento de los tratamientos farmacológicos.
Cada día aumenta más la incidencia de eventos adversos a la salud causados por incumplimiento o mal cumplimiento de las farmacoterapias por lo que la existencia de un profesional especializado en los medicamentos con capacidad de comunicación se torna vital.5,9-12
¿Debe ser el uso adecuado de los medicamentos el objetivo de la dispensación? ¿Cuál es el objetivo final de la dispensación?, ¿que los pacientes conozcan las particularidades de los medicamentos, que exista una terapia medicamentosa correcta, que se obtenga el efecto terapéutico deseado de los medicamentos? No puede ser en ningún caso el objetivo final de la dispensación, la dispensación debe prever además de informar, debe elevar la calidad de vida de nuestros pacientes-usuarios además de organizar terapias, el objetivo final de la dispensación debe y es disminuir la incidencia de las enfermedades en la comunidad.
En correspondencia a esta afirmación y ante la visualización del papel bastante conservador de nuestros farmacéuticos en la comunidad decidimos realizar un estudio con el objetivo de caracterizarla incidencia del acto de dispensación de los antihipertensivos en unidades de farmacias comunitarias del municipio Bayamo.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo observacional, con el objetivo decaracterizar la incidencia del acto de dispensación de los antihipertensivos en unidades de farmacias comunitarias del municipio Bayamo en el municipio Bayamo durante el periodo de estudio de Mayo 2019 a Noviembre 2019, el universo estuvo constituido por 4461 pacientes con tratamiento antihipertensivo de las unidades de farmacia Rosa La Bayamesa y Jesús Menéndez; la muestra quedó conformada por 1420 que significo el 32 % del universo. Se tomaron como variables:
Frecuencia con la que los pacientes reciben algún tipo de información de los medicamentos a la hora de la entrega en las unidades de farmacia.
Cantidad de medicamentos ingeridos.
Cantidad de medicamentos ingeridos de forma simultánea cada vez de la medicación.
Criterios de inclusión
Total, de pacientes hipertensos inscritos en las unidades de Rosa La Bayamesa y Jesús Menéndez que consumen Captopril, Amlodipino, Enalapril y Atenolol.
Criterios de exclusión
Pacientes que no desearon participar en el estudio
Pacientes hipertensos inscritos que no consumen los medicamentos seleccionados para el estudio (Captopril, Amlodipino, Enalapril y Atenolol).
Fuentes de recolección de datos
Primarias
Se utilizó como fuente para identificar la cantidad de pacientes inscritos el reporte de las unidades de farmacia emitido al departamento comercial de la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos de Granma.
Encuestas a los pacientes hipertensos que adquieren en las unidades de farmacia los medicamentos antihipertensivos.
La Observación del acto de dispensación en las unidades de farmacia comunitaria del municipio Bayamo.
Secundarias
Fuentes bibliográficas
Internet
Recolección de datos
Todas las variables se analizaron por dos personas revisando los resultados de las encuestas realizadas a los pacientes del estudio, recolectando los datos obtenidos de la observación y aquellos referidos en el reporte de las unidades.
Resultados
La tabla 1 muestra los pacientes con tratamiento antihipertensivo inscritos en las unidades de farmacia Rosa La Bayamesa y Jesús Menéndez, en la unidad de farmacia Rosa La Bayamesa (703) consumen Captopril 796 pacientes, Amlodipino 547 pacientes, Enalapril 640 pacientes, Atenolol 393 pacientes para un total de 2376. En la unidad de Jesús Menéndez (671) consumen Captopril 637 pacientes, Amlodipino 354, Enalapril 863 y Atenolol 231, para un total de 2085 pacientes, existiendo mayor consumo de estos medicamentos antihipertensivos en la unidad Rosa La Bayamesa.
Unidades de farmacia | Captopril | Amlodipino | Enalapril | Atenolol | Total |
---|---|---|---|---|---|
Rosa la Bayamesa(703) | 796 | 547 | 640 | 393 | 2376 |
Jesús Menéndez(671) | 637 | 354 | 863 | 231 | 2085 |
Total | 1433 | 901 | 1503 | 624 | 4461 |
Fuente: información emitida al departamento comercial de EMCOMED. Diciembre 2019.
En la tabla 2, se representan los resultados de la encuesta a los pacientes donde el 77 % de los pacientes encuestados en la farmacia Rosa La Bayamesa, (703) refirieron que al recibir el medicamento de manos de la farmacéutica nunca se le brindó información referente a este, el 15 % refirió que a veces recibió algún tipo de información y solo el 8 % de los pacientes encuestados refirieron que siempre. En la unidad Jesús Menéndez (671) el 69 % de los pacientes encuestados refirieron que al recibir el medicamento de manos de la farmacéutica nunca se les brindó información referente a este, el 20 % refirió que a veces recibió algún tipo de información y solo el 11 % de los pacientes encuestados refirieron que siempre, concluyendo que del total de pacientes encuestados de las dos unidades el 73 % refirieron que al recibir el medicamento de manos de la farmacéutica nunca se les brindó información referente a este, el 18 % refirió que a veces recibió algún tipo de información y solo el 9 % de los pacientes encuestados refirieron que siempre.
En la tabla 3, se muestran los resultados de la encuesta a los pacientes donde el 41 % de los encuestados en la farmacia Rosa La Bayamesa (703) refirieron que se administraban 5 o más medicamentos por vía oral, el 33 % refirió que se administraban por vía oral 4 medicamentos, el 16 % refirió que se administraba por vía oral 3 medicamentos, el 6 % refirió que se administraba por vía oral 2 medicamentos y solo el 4 % refirió que se administraba 1 medicamentos por vía oral. En la unidad Jesús Menéndez (671) el 41 % de los pacientes encuestados refirieron que se administraban 5 o más medicamentos por vía oral, el 35 % refirió que se administraban por vía oral 4 medicamentos, el 12 % refirió que se administraba por vía oral 3 medicamentos, el 8 % refirió que se administraba por vía oral 2 medicamentos y solo el 4 % refirió que se administraba 1 medicamentos por vía oral, concluyendo que del total de pacientes encuestados de las dos unidades el 41 % de los pacientes encuestados refirieron que se administraban 5 o más medicamentos por vía oral, el 34 % refirió que se administraban por vía oral 4 medicamentos, el 14 % refirió que se administraba por vía oral 3 medicamentos, el 7 % refirió que se administraba por vía oral 2 medicamentos y solo el 4 % refirió que se administraba 1 medicamento por vía oral.
La tabla 4 representa los resultados de los pacientes que nos mencionaron en la encuesta que se administraban más de 3 medicamentos y si su administración es conjunta; de los encuestados en la farmacia Rosa La Bayamesa (703) refirieron el 40 % que siempre se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral, el 24 % refirió que a veces se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral y el 26 % que nunca se administraba más de 3 medicamentos de forma conjunta. En la unidad Jesús Menéndez (671) el 42 % de los pacientes encuestados refirieron que siempre se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral, el 21 % refirió que a veces se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral y el 24 % que nunca se administraba más de 3 medicamentos de forma conjunta concluyendo que de los pacientes que nos mencionaron en la encuesta, que se administraban más de 3 medicamentos; el 47 % refirieron que siempre se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral, el 25 % expreso que a veces se administraban más de 3 medicamentos de forma conjunta por vía oral y el 28 % que nunca se administraba más de 3 medicamentos de forma conjunta.
Discusión
Este estudio evalúa 3 aspectos fundamentales, el primero, si a nuestros pacientes llega la información necesaria para que los medicamentos cumplan con su papel terapéutico, evitando así las reacciones adversas y las interacciones con medicamentos o alimentos, otro aspecto evaluado radica en la terapia medicamentosa, en la responsabilidad que tenemos como farmacéuticos en la administración de los medicamentos por nuestros pacientes, en ocasiones se administran “cocteles molotov” que lejos de tratar su enfermedad, la empeoran y en ocasiones provocan el surgimiento de otras, solo por el desconocimiento del efecto que produce un medicamento sobre otro, y un tercer aspecto, ¿existen los aseguramientos necesarios para enfrentar el reto de una atención farmacéutica a la altura de la necesidad de nuestro pueblo?
Los dos primeros aspectos se sintetizan en uno, dispensación, sin embargo en los resultados mostramos que un porciento importante, el 73 % de los pacientes encuestados nunca reciben información sobre los medicamentos que se administran en el momento del despacho y solo el 9 % porciento refiere que siempre recibe información, esto nos muestra que la dispensación de los medicamentos en las farmacias de Bayamo, Granma pasa momentos críticos y debe ser interés de todo el equipo de salud que un acto tan decisorio en el bienestar de nuestro pueblo sea rescatado.
Otro punto rojo en nuestro estudio lo tiene el hecho de que el 41 % de los pacientes encuestados refieren que consumen 5 o más medicamentos por vía oral y el 47 % de estos confirman que se administran estos medicamentos de forma conjunta, si tenemos en cuenta que para el estudio se escogieron los medicamentos antihipertensivos como base referencial, no podemos dejar de mencionar que la cantidad de interacciones de los antihipertensivos con otros fármacos es importante, estos inhiben, potencian, eliminan la acción de muchos fármacos, incluso de aquellos que son compañeros en el tratamiento de la hipertensión.
El acto de dispensación es un acto profesional complejo, y nunca algo meramente mecánico. Cuando una persona acude a una farmacia por un medicamento, el farmacéutico debe tener como objetivos simultáneos los siguientes:
Recepción del paciente: saludarlo y presentarse.
Lectura e interpretación de la fórmula: asegurarse que tenga el nombre genérico del medicamento, la dosis, la concentración, la cantidad de unidades para el tratamiento, el diagnóstico presuntivo o definitivo, y la firma y el sello del prescriptor. Verificar también si existen instrucciones de uso.
Selección del medicamento: asegurarse que el nombre, la concentración, la forma farmacéutica y la presentación del medicamento que se escoge corresponda a lo prescripto.
Acondicionamiento: comprobar que el medicamento tenga buen aspecto y no esté vencido. Verificar que el envase primario y el secundario estén en buenas condiciones, que el nombre, concentración y forma farmacéutica descriptos en la caja sean iguales a los de la etiqueta del frasco, ampolleta o blíster.
Información: brindarle al paciente la información verbal y escrita esencial para poder iniciar el consumo del medicamento en forma correcta y conservarlo adecuadamente.
Etiquetado y empaque: entregar el medicamento en empaque seguro.
Seguimiento: realizar el seguimiento cuando esté en hospitalización o indicar al paciente cuando debe volver a la farmacia comunitaria.
Identificar: los problemas relacionados con medicamentos y aplicar el proceso de la atención farmacéutica. (7,12-15
Por otro lado en la observación, se pudo precisar que el farmacéutico encargado del despacho de los medicamentos tiene un grupo importante de impedimentos para realizar el acto de la dispensación:
La presión del despacho: los medicamentos no están disponibles todo el tiempo en la unidad y al llegar el servido, los pacientes se aglomeran en las unidades de farmacia.
Condiciones de trabajo: en las unidades de farmacia no existen las condiciones adecuadas para realizar una dispensación correcta de los fármacos, no se cuenta con medios informáticos adecuados para acceder de forma inmediata a la información que no siempre puede poseerla el farmacéutico.
Preparación: el personal del despacho en las unidades de farmacia no está capacitado para realizar una correcta dispensación ya sea porque este personal no posee la calificación para hacerlo o porque no cuenta con un proceso de superación que le permita mantenerse informado y actualizado.
El uso adecuado de los medicamentos implica la participación activa del farmacéutico, el cual debe brindar una óptima atención farmacéutica, para ello se necesita contar con un personal idóneo, con una tecnología informática adecuada, con condiciones en el área de despacho aceptables para crear un ambiente apropiado y contar con un plan de superación que le permita al farmacéutico mantenerse actualizado.
Se impone entonces la necesidad de establecer pautas profesionales concretas y claras, que permitan la implantación generalizada de un ejercicio profesional farmacéutico para un nuevo concepto de Farmacia. Éste ha de ser construido sobre las bases de la práctica profesional actual, con un enfoque realista, sin caer en la ambigüedad ni en la indefinición, pero en correspondencia con el alto nivel de exigencia de los servicios sanitarios.
Conclusiones
En el estudio realizado se evidencia que la dispensación de medicamentos en el municipio Bayamo debe pasar a niveles más altos, donde se deben realizar un conjunto de acciones para garantizar la atención farmacéutica teniendo al medicamento como uno de los elementos esenciales, contribuyendo a su acceso equitativo y su uso racional. Los farmacéuticos tienen que provocar el cambio, rompiendo barreras y acabando con los prejuicios para crear entornos profesionales y de confianza, encaminados al mejoramiento de la salud biopsicosocial de los pacientes y de esta manera cooperar a elevar la calidad de vida de nuestro pueblo.