Introducción
En el campo de las Ciencias Médicas las enfermedades transmisibles representan un enorme reto, pues son responsables de elevada morbi-mortalidad en todo el orbe. En la actualidad una de las que presenta un comportamiento pandémico lo es, sin dudas, la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el por el Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS-CoV-2), denominación en inglés. 1
Desde su inicio, las medidas higiénico-sanitarias como el uso del nasobuco, el aislamiento social, el lavado frecuente de las manos con agua y jabón y la desinfección constante de las superficies, figuran entre las formas más sencillas de neutralizar al virus. Sin embargo, se presume que el retorno a la normalidad únicamente acontecerá cuando se disponga de una estrategia de vacunación segura y eficaz, disponible a nivel mundial. 2
Es a principios de enero de 2020 que la secuencia genética del virus estuvo disponible. A partir de esta fecha se comenzaron a desarrollar múltiples candidatos vacunales. Hoy suman ya 166 en estado preclínico y clínico en todo el mundo.
Atendiendo a la necesidad de controlar el brote, se ha modificado también el cronograma de desarrollo de los agentes inmunizantes de 10 a 15 años, que es lo habitual, a 1 a 2 años, una verdadera carrera contra el tiempo. El proceso para que una vacuna sea eficaz es una labor compleja debido a que su diseño, producción, distribución y administración requiere de tiempo y de muchas pruebas previas. 3
En Cuba, la comunidad científica, como parte de una respuesta coherente en apoyo al Plan Nacional de Prevención y Control de la COVID-19, ha apostado por la elaboración de varios candidatos vacunales: Soberana 01, 02 y Plus, obtenidas por el Instituto Finlay de Vacunas, y Mambisa y Abdala, producidas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. 1,4-6
El inmunógeno Abdala (CIGB 666) en su fase de estudio I inició el 7 de diciembre de 2020 con 132 sujetos voluntarios del Hospital “Saturnino Lora” de Santiago de Cuba. El 86 por ciento de ellos alcanzaron títulos de anticuerpos hasta cuatro veces superiores a los que tenían antes de la vacunación. En febrero de 2021 comenzó el ensayo clínico fase II, que incluyó a 660 voluntarios, también de la ciudad de Santiago de Cuba. 7
Posteriormente, recibe la autorización del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) y se da inicio a la fase III de ensayo clínico, el lunes 22 de marzo de 2021, con la participación de 48 000 personas voluntarias en los municipios cabecera de las provincias Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma. 6
El día 12 de mayo de 2021 en el municipio de Niquero se dio inicio a la administración del agente inmunizante al personal sanitario, hecho que constituye un hito científico de aplicación a gran escala en el territorio.
No obstante, la repercusión que genera, en el contexto de la pandemia es muy heterogénea, ya que se pueden suscitar disímiles respuestas en el equilibrio emocional de las personas como consecuencia del enfrentamiento a una nueva posibilidad de tratamiento. Por tal razón, los autores se deciden a determinar cuáles fueron las principales actitudes e impacto en el orden psicológico presentadas por los trabajadores de la salud en el municipio frente la vacunación con Abdala.
Métodos
Se realizó un estudio observacional descriptivo, de corte transversal, durante el periodo comprendido entre los días del 12 al 24 de mayo de 2021, que se correspondió con la administración intramuscular de la primera dosis del inmunobiológico Abdala al personal de salud de Niquero. El universo quedó constituido por el total de trabajadores y estudiantes del sector que fueron vacunados (N=1763), que cumplieron con los siguientes criterios:
Criterios de inclusión:
Haber recibido la primera dosis de la vacuna.
Estar de acuerdo a participar en el estudio.
Se analizaron las variables: actitudes frente a la vacunación con el candidato Abdala e impacto psicológico. Se realizó una distribución porcentual de la edad para evitar que actuara como variable confusora.
La información necesaria se obtuvo de una plantilla de recolección de datos, confeccionada por los autores. Se utilizó el Microsoft Excel 2010 para el procesamiento de la información. Los resultados fueron expresados en frecuencias absolutas y porcentajes.
Se tuvieron en cuenta los principios de la ética en las investigaciones con humanos. A cada sujeto se le solicitó el consentimiento informado (validado por el Comité de Ética de las Investigaciones y el Consejo Científico Municipal de Salud).
Resultados
La mayoría de los sujetos vacunados estaban comprendidos entre las edades de 31-50 años, que sumaron 510 individuos para un 45,89 %. El grupo de 61 años y más, resultó el menos numeroso al contar con 51 unidades de análisis, el 2,89 %. (Tabla 1)
En la casuística, 1521 sujetos mostraron una actitud de aceptación del candidato vacunal con el 86, 27 %; seguida del agradecimiento, presente en 1211 individuos con el 68,69 %. Los que sintieron dudas fueron los menos representados, pues 10 integrantes de la muestra, el 0,56 %, así lo refirieron. Por otra parte, 48, el 2, 72 %, de los vacunados manifestó inseguridad. (Tabla 2)
Actitudes | No (N=1763) | % |
---|---|---|
Aceptación | 1521 | 86,27 |
Agradecimiento | 1211 | 68,69 |
Duda | 10 | 0,56 |
Esperanza | 959 | 54,39 |
Confianza | 1492 | 84,63 |
Inseguridad | 48 | 2,72 |
En la tabla 3, se muestra los impactos psicológicos, en estos imperó la ansiedad en 865 inmunizados, el 49,06 %, seguido de la incertidumbre en 437 sujetos, el 24, 78 %. Menos frecuente resultaron la irritabilidad, presente en 12 de los inyectados, el 0, 68 %, y la depresión en 128 individuos, el 2, 38 %.
Discusión
En situaciones de emergencia sanitaria, el impacto que puede generar la aplicación de una vacuna nueva puede ser a gran escala por su influencia a nivel individual y colectivo. Por eso, Ríos González en su estudio exploratorio online sobre la predisposición para recibir la vacuna contra el COVID-19 en Paraguay, declara que el 47, 98 % de los entrevistados no se encuentran predispuestos a inmunizarse, mientras que el 13,13 % manifiesta inseguridad.
También este autor señala que, entre los impactos psicológicos, el 41,73 % mencionan el miedo por concepto de efectos secundarios, el 11,92 % cree que la vacuna no es segura, el resto hace alusión a que no le gustan las vacunas, esgrimen razones religiosas, o no cree que el COVID-19 sea real. 2
Otros investigadores hacen referencia a actitudes negativas frente a la vacunación. Galindo Santana BM, et al, resaltan que durante los últimos años ha aumentado de forma alarmante la presencia de colectivos antivacunas en todo el mundo que constituyen una amenaza cada vez mayor para la salud pública en general. Por lo que para mantener los logros de la vacunación hace falta también accionar contra todo lo que se oponga. 8
En esta nueva era de la información y las comunicaciones, todos los actores sociales involucrados deben ser capaces de trabajar en el mantenimiento de este gran logro sanitario. No obstante, Kreps S, et al.9) y Kourlaba G, et al.10 destacan, en sus respectivos estudios, la desconfianza y el temor hacia las reacciones adversas.
Yncera Hernández NC y col,11 en la investigación sobre la resiliencia en una comunidad educativa ante la pandemia de COVID-19, plantean que el personal imbricado en su control puede presentar reacciones disfuncionales relacionadas con la sobreexposición al riesgo de contagio y con la intensificación de su labor ante una sobredemanda de atención. Todas estas reacciones se consideran como normales ante situaciones anormales.
Izquierdo Toledo Y y Valdés Hernández D,6 en el trabajo sobre la COVID-19 en Cuba y los candidatos vacunales autóctonos, expresan que hasta la fecha no se reportan daños graves con la administración de los preparados inmunobiológicos. Los datos preliminares de inmunogenicidad y seguridad cumplen las expectativas para estas etapas, basados en el principio de la no maleficencia. Hacen referencia, además, a la obligación de no infringir daño intencionadamente, a excepción del mero agravio físico derivado del proceder o la aplicación.
La respuesta de los trabajadores de la salud a los retos que ha supuesto la pandemia, resulta encomiable. Muchos de ellos han realizado un sobresfuerzo, con elevado compromiso profesional. No hay que olvidar que juegan un papel fundamental en el proceso y sus recomendaciones son importantes impulsores de la aceptación de la vacuna.
La atención y preocupación por el bienestar psicológico del personal sanitario del municipio de Niquero constituye una prioridad. Por eso, para garantizar los resultados favorables en relación a la vacunación es necesario tener bien definidas las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades de los trabajadores y estudiantes del sector.
Ante la estimación de que el desarrollo de la vacuna Abdala fue muy rápido, en el sitio clínico del territorio se tomó como estrategia ubicar en la primera estación, un equipo integrado por psicólogos con el fin de divulgar mensajes claves para promocionar los beneficios relacionados con la aplicación del nuevo producto, además de contribuir a elevar la cultura psicosocial frente a la vacunación, estrategia que contribuyó a la buena aceptación del inmunógeno.
A pesar de que las vacunas son motivo de temor para muchas personas por la aversión a las agujas, predominaron las actitudes e impactos psicológicos positivos frente a la administración del candidato vacunal Abdala en el personal de salud del municipio Niquero, lo que, sin dudas, traerá aparejada una mayor protección de este grupo vulnerable en tiempos de COVID- 19.