Introducción
El número de especies de mosquitos en Cuba se ha venido incrementando desde el comienzo del siglo pasado, cuando Pazos notificó 34 especies entre 1903 y 1914, además de Pérez Vigueras 41 en 1956 y así sucesivamente, hasta que en 2006 ya sumaban 68;1) mientras que en 2013, Pérez Menzies y su equipo de trabajo, con la participación del entomólogo Raúl González Broche del Instituto Pedro Kourí (IPK) confirmaron una nueva especie: el Culex (Culex) interrogator.2 Luego se notificó por primera vez el Culex (Culex)coronator en La Habana, de manera que ya figuraban 70.3) En el presente trabajo se expone un nuevo record para la isla: el hallazgo del Aedes (Fredwardsius) vittatus, por lo que se incrementan a 71 las especies en la fauna de culícidos cubanos. Esta última se describió en 1861 como Culex vittatus, a partir de especímenes recolectados en Córcega.4,5
El mosquito Aedes (Fredwardsius) vittatus está distribuido geográficamente en 3 continentes: África, Asia Tropical y la cuenca del Mediterráneo en Europa, predominantemente en toda África septentrional.4,5,6 En octubre de 2019 se descubre en República Dominicana y, supuestamente, es el primer informe conocido para Las Américas.7
Como elementos bioecológicos se plantea que es una especie que habita en ambientes selváticos y peridomésticos, de actividad diurna y crepuscular, con hábito exofágico (prefiere alimentarse en el exterior), que toma sangre de cualquier mamífero e, incluso, lo hace con facilidad de los humanos. Deposita sus huevos en el sustrato fangoso, justo por encima de la línea superficie del agua; asimismo, anida típicamente en pequeñas pozas de fondos rocosos, así como también en huecos de troncos de árboles, en macetas de bambú, pisadas de animales, utensilios domésticos, desagües abiertos, barcos y otra variedad de hábitats. Sus huevos son resistentes a la desecación y a la influencia de los rayos solares; en tanto sus larvas y pupas resisten algún nivel de salinidad en el agua de los criaderos y altas temperaturas de hasta 46,50 C en estación de seca. (8,9
En el presente artículo se comunica el hallazgo de la citada especie y los diferentes biotopos larvarios en Santiago de Cuba, con vistas a adoptar decisiones preventivas y de control por constituir una especie invasora con la capacidad de infestar y trasmitir arbovirus, similar al Aedes aegypti y al Aedes albopictus, especies ya establecidas en el territorio nacional.
Desarrollo
En la provincia de Santiago de Cuba, las visitas de inspección y encuestas entomológicas se realizaron en el período enero‒septiembre de 2020 a todas las viviendas y locales ubicados en los 9 municipios, según las directrices básicas del Programa de Vigilancia y Control de Aedes aegypti y Aedes albopictus establecido en el país.
Las larvas colectadas en muchos depósitos permanentes y temporales (artificiales y naturales) se depositaron en viales con alcohol al 70 % y se enviaron al Laboratorio Provincial de Entomología Médica para controlar la calidad al diagnóstico realizado en los laboratorios municipales.
Cabe destacar que no se lograron identificar algunas muestras larvarias, pues se observaron determinadas características morfológicas no descritas en las claves taxonómicas para Cuba, por lo que se procedió a colectar más larvas en los criaderos donde fueron detectadas (charcos), las cuales se llevaron al laboratorio para completar el ciclo de vida del 4to estadio hasta adultos.
Para ello los ejemplares inmaduros se colocaron en recipientes con agua, adecuados para la cría, dentro de una jaula con malla milimetrada en el insectario, a temperatura ± 28 0C y humedad relativa entre 63-65 %. Tan pronto emergieron los mosquitos adultos, se capturaron con un aspirador o capturador de vidrio, se anestesiaron con cloroformo al 98,5 % y se observaron en un microscopio estereoscopio (STEM, DV4, ZEISS), donde se apreciaron características taxonómicas no conocidas.
Ante la interrogante, nuevamente se colectaron 10 larvas vivas en un depósito artificial (viga) procedente de la zona del puerto de Santiago de Cuba, se criaron y con los adultos obtenidos se corroboró, por segunda vez, que se trata de una especie no descrita en las claves taxonómicas de Cuba (Fig.1.).
Se hizo una búsqueda en internet de las especies del género Aedes no descritas hasta el momento para Cuba y se llegaron a localizar más de 22, entre las cuales se distinguió el Aedes vittatus descrita por Bigot en 1861, con iguales características que los ejemplares obtenidos en nuestro laboratorio. Además se consultaron claves taxonómicas,10,11,12 que describen las especies informadas en otros países. Este diagnóstico se confirmó en el laboratorio de referencia del Instituto Pedro Kourí, luego de examinar ejemplares de larvas y adultos bien conservados, enviados a tal efecto.
La especie Aedes vittatus se detectó en enero de 2020 en el asentamiento poblacional Ramón de la Yaguas, netamente rural, perteneciente al municipio cabecera de Santiago de Cuba. En el transcurso de los meses desde junio hasta septiembre se evidenció su presencia paulatina en los poblados periféricos El Caney, Siboney, El Cobre, El Cristo y Boniato, colectada preferentemente en tanques bajos en el exterior de las viviendas y en depósitos tanto naturales como artificiales alrededor de estas; también se detectó en 7 áreas de salud del mismo municipio: 30 de Noviembre, Armando García, Josué País, José Martí, Julián Grimau, Frank País y 28 de Septiembre, así como en la zona portuaria de la bahía de Santiago de Cuba. En este período se colecta además en otros 3 municipios: Palma Soriano, San Luis y Guamá.
Asimismo, se informó su circulación en 10 localidades del municipio Palma Soriano: La Ceiba, Chaveco, Yarayabo, Dos Palmas, La Colorada, La Clarita, Dos Ríos, La Aduana, Vega Honda y Maibío; en 4 de San Luis: Comunitario, Dos Caminos, Chile y La Caoba y en 4 de Guamá: Chivirico, La Calabaza, Aserradero y Uvero (Fig. 2.).
Durante la experiencia, entre junio y septiembre de 2020, se detectaron 342 biotopos larvarios de Aedes vittatus en la provincia Santiago de Cuba. Según el tipo de depósito y en orden descendiente de frecuencia fueron: 138 en tanques bajos, 54 en charcos, 36 en otros depósitos, 29 en tanques artificiales, 24 en gomas, 17 en larvitrampas, 15 en utensilios domésticos, 10 en cisternas, 7 en barriles, 3 en tanques elevados, 3 en bambú, 2 en árboles, 2 en tinas, así como uno en pozo y canoa, respectivamente.
El tanque bajo, clasificado como depósito para almacenar agua para consumo humano y necesidades básicas en la vivienda,13 resultó ser el tipo de criadero más abundante, con 40,4 % del total de los depósitos con larvas de Aedes vittatus ―la mayoría de estos situados en el exterior de las viviendas, asociados, además, con diversas especies de hábitos suburbanos como el Aedes albopictus, Aedes mediovittatus y Culex corniger―, s eguido por los charcos, en algunos con Aedes mediovittatus y Culex quinquefasciatus, que sumados con otros depósitos (26,3 %). Muy importantes fueron los recipientes artificiales, donde predominaron el Aedes vittatus y el Aedes aegypti; estos, de conjunto con los tanques elevados y un pozo encontrado en el entorno peridoméstico llamaron la atención porque tuvieron el mayor promedio de larvas colectadas por depósito. Con respecto a las larvitrampas destinadas para la vigilancia de Aedes albopictus, también fueron biotopos larvarios colonizadas por Aedes vittatus.
Conclusiones
La presencia de Aedes vittatus en 4 municipios de la provincia de Santiago de Cuba, que incluyen 31 localidades, constituye un nuevo record para la entomofauna cubana, de manera que se emitió la alerta de su circulación en el territorio nacional, porque se ha identificado como un vector competente de fiebre amarilla dentro de su rango de distribución nativo, así como otras arbovirosis como dengue, zika y chinkungunya, con la posibilidad de adoptar las decisiones prácticas preventivas, de control e investigativas al respecto.