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Desde finales del 2019 empezaron a aparecer casos de una enfermedad producida por un nuevo coronavirus en Wuhan República Popular China, que favorecida por el elevado nivel y la rapidez del tráfico internacional de personas y mercancías consiguió alcanzar la categoría de pandemia mundial.
La susceptibilidad general existente para su agente etiológico el SARS Cov-2 en la población mundial, su elevada tasa de incidencia y el alto número reproductivo (Ro) favorecieron una amplia penetración en las comunidades humanas originando grandes cadenas de transmisión a partir de casi la totalidad de los individuos infectados, incluyendo en su espectro clínico una proporción importante de casos graves, críticos y fallecidos, lo cual ha conducido en estos primeros meses de 2020 a una tasa de letalidad promedio mundial muy elevada ( superior a 7 %).
La magnitud y trascendencia de esta enfermedad ha sido tal que, en los primeros cuatro meses posteriores a su identificación, la humanidad registró más de cuatro millones de casos y casi 300 mil muertes. Ante estas espectaculares cifras era de esperar que la respuesta inicial de los servicios de salud, en muchas grandes ciudades y países, fueran puestos en tensión llegando, en ocasiones, a desbordar su capacidad resolutiva y originando en las poblaciones humanas pánico y desesperación.
En Cuba, se venía aplicando un Plan de Preparación para esta contingencia, cuando los primeros tres casos (todos turistas extranjeros) fueron identificados el 11 de marzo, esa fecha representa el punto de partida de la epidemia. La respuesta del Gobierno Cubano y del Sistema Nacional de Salud fue inmediata, lo que ha propiciado el control epidemiológico de la epidemia en Cuba reputándose una cifra de casos activos de 240 para el día 11 de junio.
Una peculiaridad de la lucha antiepidémica en Cuba ha sido la pesquisa activa de febriles y personas con síntomas respiratorios directamente en las viviendas de todo el país, realizadas por profesionales de la Atención Primaria de Salud, apoyados por estudiantes de los últimos años de las carreras de Ciencias Médicas, de manera que decenas de miles de ciudadanos, especialmente los más vulnerables son encuestados diariamente acerca de su estado de salud, también ha sido aplicado el aislamiento hospitalario de casos sospechosos, la cuarentena modificada a contactos en centros de salud y la vigilancia personal inmediata y mantenida durante 14 días a todos.
Durante el enfrentamiento a la pandemia de COVID 19 se han utilizado en el país diferentes herramientas para la investigación y la práctica epidemiológica y que “llegaron para quedarse” en el desempeño sanitario en Cuba, que a continuación detallo:
Sistema de Geo referenciado del Grupo GEOCUBA y Sistemas de Información Geográfica de permiten el seguimiento de casos de la COVID19 y la evaluación de la influencia de las Enfermedades no Transmisibles (Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, Obesidad Mórbida, entre otras).
Universidad de Ciencias Informáticas han implementado un sistema de autopesquisa, puede ser utilizada en un futuro para conocer de forma rápida percepción de la población y estadísticas útiles de gestión epidemiológica.
Grupo Datys, trabaja en la gestión sanitaria y epidemiológica de la COVID19 en la provincia de Santiago de Cuba con excelentes resultados y aceptación de los epidemiólogos y salubristas trabajando de conjunto con GEOCUBA. Es una herramienta que brinda soberanía nacional y sostenibilidad.
CINESOFT, han trabajado de forma destacada en la encuesta de seroprevalencia, disponen de una herramienta que ya ha sido validada y puede continuar siendo utilizada con este propósito para levantar encuestas nacionales rápidas sobre problemas de salud de cualquier tipo.
Facultad de Física de la UH y ETECSA, estudios de movilidad por celulares para tener información actualizada y en tiempo real del movimiento de la población en estudios epidemiológicos o en análisis de los servicios de salud. Este proyecto y será muy importante también para el desarrollo de investigaciones epidemiológicas.
Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de la Habana. Esta pandemia ha demostrado la necesidad del uso de modelos matemáticos en los pronósticos y seguimiento de situaciones epidémicas, pero también en la gestión de los servicios de salud y pronósticos de morbilidad y mortalidad de enfermedades que afectan a la población cubana.
Ahora queda la implementación de estas herramientas de forma ordenada, práctica y en función de mejorar y hacer más eficaces los servicios de higiene y epidemiologia, que ya constituye un aporte al desarrollo de éstos. Es el ahora o nunca, el momento de emprender todas las acciones que sean necesarias para continuar el rescate del papel de la epidemiologia en los servicios, la docencia y la investigación en Cuba.
