INTRODUCCIÓN
El implante de marcapasos permanentes (MPP) sigue una tendencia al alza en los últimos años. El aumento de la esperanza de vida implica una mayor incidencia de enfermedades degenerativas, que implican la mayoría de los implantes.1
En 1930, Albert Hyman, cardiólogo americano, acuñó el término marcapasos y creó un dispositivo portátil de unos 7 kg de peso. Ya en octubre de 1958, Ake Senning, del instituto Karolinska, implantó por primera vez un equipo compuesto por generador, cable - electrodo y fuente de energía basada en una batería recargable.2
El primer implante de un MPP en Cuba fue por el Dr. Noel González Jiménez el 6 de julio del año 1964, en unión con los cirujanos Julio Taín y Felipe Rodiles. Luego el Dr. Joaquín Bueno Leza, se responsabilizó por los implante de MPP y el seguimiento de los pacientes.3
Los marcapasos cardíacos son utilizados cada vez con más periodicidad y se calcula que se han puesto más de 3,5 millones en el mundo. Cada año son implantados 700 000 nuevos dispositivos de estimulación cardíaca y de ellos 250 000 en Estados Unidos. Se han descrito más indicaciones para su uso durante los últimos 20 años.3
En países desarrollados presenta una frecuencia de implantación que oscila entre 200 a 1 000 por millón de habitantes, a diferencia de los países en vías de desarrollo en los cuales no se cuenta con datos específicos.4
En España, en el 2018, el consumo de generadores convencionales fue de 825 unidades por millón de habitantes, lo que asciende 38 548 generadores.5) Cifras que han experimentado un aumento con respecto a años precedentes. En Ecuador, en el 2017 se determinó que la prevalencia de la implantación de MPP era de un 15 %.6
En Cuba se estima que se implantan más de 2 500 unidades anuales en correspondencia con el incesante avance científico, tecnológico y las nuevas indicaciones de implantación.3
Granma cuenta con dos escenarios para la realización del proceder. En las fuentes consultadas no se encontraron precedentes en la provincia donde se expongan las características de los pacientes sometidos al implante de MPP, ni los aspectos relacionados con este procedimiento o de las posibles complicaciones, por lo que este estudio aportará un nuevo conocimiento acerca del tema en cuestión, y servirá como referencia para estudios posteriores.
Por lo que los autores se proponen caracterizar clínica y epidemiológicamente a los pacientes con implantación de MPP en el servicio de Cardiología del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley” (HCSM), de enero 2017 - diciembre 2018.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, longitudinal y retrospectivo en pacientes a los cuales se les realizó implantación de MPP en el servicio de Cardiología del HCSM, en el período de enero de 2017 a diciembre de 2018. Se tomó una muestra de 132 pacientes sometidos al proceder.
Las variables utilizadas fueron: edad, sexo, tiempo quirúrgico, vía de abordaje, motivo de ingreso (síntoma), indicaciones y complicaciones.
Se utilizaron los métodos de análisis y síntesis para la revisión bibliográfica referente al tema abordado. Se llevó a cabo una revisión de todas las historias clínicas y del Registro de MPP con que cuenta el servicio. Con esa información se realizó una base de datos, se utilizó el programa estadístico SPSS versión 20.0 para Windows. Mediante la estadística descriptiva se realizó el cálculo de frecuencia absoluta, media aritmética con desviación estándar y cálculo porcentual. Se recibió la aprobación de comités de ética.
RESULTADOS
La distribución de pacientes según sexo y grupo etáreo, demostró un predominio del sexo masculino y del grupo de edad comprendido entre 81 - 90. (Tabla 1)
Tabla 1 Distribución de pacientes según grupo de edad y sexo. Servicio de Cardiología Hospital General Docente o Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley”, 2016 - 2017.

Fuente: Registro de MPP del servicio de Cardiología del HCSM.
En la vía de abordaje en relación al tiempo quirúrgico empleado, se obtuvo un franco predominio de la disección de vena cefálica en tiempo comprendido entre una y dos horas. (Tabla 2)
Tabla 2 Distribución de pacientes según vía de abordaje y tiempo quirúrgico.

Fuente: Historias clínicas.
En la forma clínica en la que se presentaron los pacientes según criterio de implantación de MPP, predominaron los pacientes con síncope y bloqueo auriculo - ventricular (AV) de tercer grado. (Tabla 3)
Tabla 3 Distribución de pacientes según indicaciones de marcapaso y motivo de ingreso

Fuente: Historias clínicas.
La presencia de complicaciones en pacientes según la vía de abordaje utilizada, tuvo una prevalencia de la infección en la disección de vena cefálica. (Tabla 4)
DISCUSIÓN
En cuanto a la edad, en España, la media fue de 77,5 años, con ligeras distinciones en cuanto al sexo: 76,8 años los varones y 78,4 las mujeres. El mayor porcentaje de implantes fue en la franja de edad de 80-89 años (42,5 %).7) Según Torrealba Ramírez8) el rango de edad predominante en su estudio en Nicaragua fue de 61 a 79 años en un 52,3 %.
Según el Casola Crespo y col.,9 en Camagüey, en trece años de experiencia, la mayor incidencia fue en el rango de los 60 - 79 años de edad, 1 243 pacientes (48 %), seguido del grupo de más de 79 años, con 608 enfermos, para un 23, 5 %.
Los autores del presente estudio coinciden estos estudios al encontrar un predominio del grupo de comprendido entre 81 - 90, con el mayor número de enfermos en ambos sexos para un 38,6 %. Lo que se puede atribuir a que las principales indicaciones de implantación están dadas por enfermedades que tienen en su mecanismo de producción un fuerte componente degenerativo, con la consiguiente cardioesclerosis, en específico sobre el sistema excitoconductor.
En cuanto al sexo se registró un predominio de 48 pacientes del sexo femenino que representan el 60 % del total de procederes realizados en un centro médico de Guayaquil.10
En España en el año 2017 el consumo de marcapasos fue mayor en varones (58,5 %) que en mujeres (41,5 %), tanto en primoimplantes (el 58,9 frente al 41,1 %) como en recambios (el 57,1 frente al 42,9 %).11) Según el Echazabal Leal y col.,3 predominó el sexo masculino y se obtuvo una relación de 1,34 hombres por cada mujer.
En la presente investigación se coincide con las anteriores al registrar un predominio del sexo masculino con un 52,2 %.
En lo concerniente al tiempo quirúrgico, dentro de las características de la cirugía propuesta existe una duración promedio de 72,24 ± 41,74 min (IC 62,83 - 81,65 IC 95 %) con una duración mínima de 20 minutos y una duración máxima de 230 minutos en los 80 casos estudiados.10
En este estudio la vía de implante más utilizada fue la subclavia izquierda con 98 casos para un 57,98 %, seguido de la vena cefálica izquierda con un 29,58 %.3
Los autores del presente coinciden con el Casola,9 al registrar 69 casos (52,2 %) de los implantes por vía cefálica.
El motivo de ingreso por el cual acudieron los pacientes fue por síncope, en 969 casos (52,3 %), seguido de mareos en 373 casos (20, 1 %).9
En un estudio realizado en Perú el mareo constituyó el síntoma clínico más frecuente encontrado en 55,4 % de los pacientes, seguido del síncope con 29,9 %.12
En España en el año 2018, el síncope como motivo de implante fue el predominante (39 %), seguido del mareo (25,9 %), la insuficiencia cardiaca (15,9 %) la bradicardia (10,9 %) y, con menor frecuencia, el implante profiláctico (4,7 %), la taquicardia (1,1 %), el dolor torácico (0,8 %), la muerte súbita recuperada (0,3 %) y la disfunción cerebral (0,3 %). Un 1,1 % corresponde a síntomas no especificados.5 Datos estos que no se han modificado mucho con respecto a años precedentes.
En cuanto a las indicaciones de implante, el bloqueo AV (BAV) es la alteración electrocardiográfica más frecuente; se registra también el BAV completo (37,8 %), seguido del BAV de segundo grado (13,6 %), la fibrilación auricular (FA) bloqueada (4,1 %) y el BAV de primer grado (2,0 %). La segunda alteración electrocardiográfica más frecuente es la enfermedad del nódulo sinusal (31,4 %).13
En Cienfuegos, en un estudio de dos años, la causa más frecuente fue el BAV, los BAV de tercer grado representaron el 45,56 % del total de los primeros implantes, seguido de los BAV de alto grado y de la enfermedad del nodo sinusal.3
Los autores coinciden con la bibliografía consultada, al determinar el BAV (31,8 %) como la principal indicación, atribuible al propio proceso de envejecimiento que sufre sistema excitoconductor.
Según el Echazabal Leal3 la complicación más frecuente fue el hematoma del bolsillo para un 40 % del total de complicaciones, con cuatro casos. Solo se presentó una complicación debido a sepsis. Del mismo modo, se registró el hematoma de bolsillo (7,4 %) en un estudio en Perú.12
Sin embargo, Núñez Sánchez y col.,10 registraron la infección del sitio quirúrgico como principal complicación.
Los autores de la presente definieron que solo el 28,7 % de los pacientes sufrieron complicaciones tras el proceder. De ellos, el 55,2 % fueron por infecciones.
Se concluye que la implantación de marcapasos permanentes fue más frecuente en hombres y en pacientes con edad entre 81 y 90 años. La vía más empleada fue la vena cefálica mediante disección. Con mayor frecuencia se emplearon de una a dos horas en el proceder. El motivo de ingreso más frecuente fue el síncope, así como la principal indicación fue el bloqueo auriculoventricular de tercer grado. Pocos pacientes sufrieron complicaciones, y entre ellas la infección fue la más frecuente, para un 55,2 %.