INTRODUCCIÓN
En cualquier pueblo o ciudad de Cuba, está presente el recuerdo de médicos buenos, humildes y de gran bondad; que fueron ejemplo para la sociedad y su familia; que llevo a la continuidad de su obra reflejada en ejercer el sacerdocio de la medicina.
Según el apóstol José Martí: ¨… es la medicina como el derecho, profesión de lucha; necesitase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio. ¨ ¨… los médicos deberían tener siempre llenas de besos las manos.1 El médico Gerardo Ignacio Acosta Peñalver cumple lo anteriormente expresado, quien ejerció esta noble profesión en el territorio colombino, principalmente en la localidad de San José de los Ramos y en la urbe poblacional cabecera del municipio de Colón.
El objetivo de este trabajo es destacar su entrega y consagración a la medicina y a su vez rendirle un merecido homenaje.
DESARROLLO
Nacimiento, aspectos familiares y estudios.
Gerardo Ignacio Acosta Peñalver nació el 30 de julio de 1908, en el término municipal de Cárdenas. Proveniente de una familia humilde, fue el primer varón y el segundo de ocho hijos del matrimonio integrado por Gerardo Acosta y Aurora Peñalver. Desde temprana edad se destacó por ser un niño noble, obediente y preocupado por la salud de su familia. Sus estudios de bachillerato los realizó en el Instituto de la Habana, donde se graduó en 1927.
Su tía paterna la maestra normalista Prisca Acosta convencida de la vocación por las ciencias médicas influyó en la formación de su sobrino costeándole los estudios de las carreras de Cirugía Dental y Medicina, contribuyendo así de manera inestimable a convertir en realidad su sueño. Así, en 1937 se graduó de Cirujano Dentista y el 17 de octubre de 1940 se tituló Doctor en Medicina, ambas en la Universidad de la Habana.2
En el mes de febrero de 1941 contrajo matrimonio con la también cardenense Paula Martínez. De esta unión matrimonial nacieron sus tres hijos: Gerardo, Teresa y Guillermo, a los cuales dedicó todo su amor y atención como padre, exigiéndole su superación profesional logrando que se graduaran de estomatólogo, licenciada en biología y médico, respectivamente.
Actividad asistencial.
El inicio de la vida laboral del Dr. Acosta tuvo como escenario el Hospital Calixto García donde ejerció como médico externo, desde el mismo momento de su graduación hasta el 18 de julio de 1941, fecha esta en la que comenzó a desempeñar el cargo de jefe local de salubridad, en el entonces término municipal de San José de los Ramos; este poblado ubicado al oriente de la provincia de Matanzas, a unos 19 kilómetros con respecto al término municipal de Colón - a cuyo territorio pertenece en la actualidad- y a unos 244 kilómetros en relación con la capital de la República de Cuba. La actividad asistencial desarrollada por él en la localidad de San José de los Ramos está reflejada en el texto ¨Matanzas Contemporánea, Guía Provincial, año 1942¨.3(Fig. 1)
En este poblado, por espacio de veintiún años, el Dr. Acosta ejerció su profesión con la mayor integridad y dedicación, ganándose el respeto de la inmensa mayoría de la población, pues a pesar de poseer consultorio privado, atendía a todos los pacientes de forma desinteresada, los visitaba a caballo a los más distantes y hasta llegó a prescindir del cobro por sus servicios en no pocos casos.
Participó en el VII Congreso Internacional de Pediatría, celebrado en el Capitolio de la Habana del 12 al 17 de octubre de 1953. En su afán por superarse permanentemente, durante los meses de febrero a abril de 1960 llevó a cabo estudios de postgrado en el Instituto Finlay de la capital en la esfera de la administración de salud, llegándose a titularse como tal.2
Junto a un grupo de colegas que no abandonaron el país al triunfar la Revolución, a partir del año 1961 laboró en el antiguo Hospital Civil San Fernando de Colón. En ese año, del 22 al 26 de mayo asistió al ciclo de conferencias sobre Pediatría celebrados en La Habana.2
El 1 de enero de 1962 “Año de la planificación” el Ministro de Salud Pública en ese entonces Dr. José Ramón Machado Ventura, lo nombró para ocupar el cargo de médico de medicina interna del Hospital General de Colón. (2) (Fig. 2)
El 29 de marzo de ese propio año la dirección de la referida instalación hospitalaria expidió a su favor una carta de reconocimiento por la eficiente labor que estaba realizando en la faena asistencial, de lo que se hicieron eco también una buena cantidad de sus pacientes, mediante las planillas que a esos efectos se les entregaban. Ello motivó que el 25 de abril del propio año se le confiriera otra carta de reconocimiento, por la excelente y loable atención brindada a uno de sus enfermos, lo que se repitió en una pluralidad de ocasiones a lo largo de su desempeño profesional, como parte del cual resultó su nombramiento el 1 de septiembre - también del propio 1962- como jefe del servicio clínico.2
El 21 de noviembre del año 1962, es oficialmente inaugurado el Hospital General de Colón, lo que después sería el Hospital “Dr. Mario Muñoz Monroy, siendo uno de sus fundadores.4Durante los años 1963 y 1964 continuó con su esmerado quehacer en la actividad asistencial, ya el 11 de septiembre de 1965 se le reconoció como especialista de Medicina Interna, consolidándose aún más su preparación, conocimientos y actuación como excelente médico.2 (Fig. 3)
Recibió curso de postgrado intensivo de la especialidad medicina interna en el Hospital Escuela Comandante Manuel Fajardo de la capital en el período comprendido entre octubre de 1966 y el 20 de enero de 1967, que devino en herramienta esencial para pulir su vasta experiencia como médico especialista de esta rama. Todo ello tuvo su expresión material el 4 de marzo de 1969, cuando las autoridades competentes emitieron auténtica planilla de idoneidad, mediante la cual se ratificaba como personal apto, solvente y capacitado para continuar desempeñando el cargo de médico especialista de medicina interna.2 Otros muchos fueron los méritos y reconocimientos que obtuvo, por su entera dedicación y participación constante en las actividades fundamentales del hospital colombino. Como parte de la emulación sindical, el 20 de diciembre de 1970 - denominado “Año de los diez millones’’- le fue concedido el bono de los 100 días de lucha contra el ausentismo. A este les sucedieron nuevos reconocimientos sindicales, alcanzados durante los años subsiguientes.2
El 16 de mayo de 1973, la dirección del centro asistencial lo ratificó como médico especialista de primer grado en medicina interna, y el 12 de mayo de 1975 en Asamblea General de trabajadores fue condecorado por los años de servicios prestados en el sector de la salud, al que se entregó con total empeño, sacrificio, devoción y se destacó por su elevada ética médica, trato familiar y disciplina laboral.2
A la edad de 72 años de edad, oficialmente jubilado y prestando aún sus servicios en el hospital, fallece víctima de un infarto agudo del miocardio el 30 de septiembre de 1980. Dejó tristeza y a la vez ejemplo de profesionalidad ante los médicos, enfermeras y todo el personal que laboraba en ese entonces en dicho centro; los que no pudieron contar con su presencia física para el inicio de la docencia médica en el hospital con la llegada de los primeros internos y la inauguración de la Unidad docente de Medicina, actualmente Filial Universitaria de Ciencias Médicas ¨Dr. Eusebio Hernández Pérez¨, del municipio colombino.4
Sus descendientes no solo fueron portadores de su legado, siguieron el camino trazado por este profesional.
CONCLUSIONES
El Dr. Gerardo Acosta Peñalver se destacó por su entrega y consagración a la medicina. A pesar de no haber nacido en el territorio de Colón, es muy recordado por personas del poblado de San José de los Ramos y por los profesionales que laboraban en aquellos tiempos en el Hospital ¨Dr. Mario Muñoz Monroy¨. Se destacó su superación constante principalmente en la especialidad de Medicina interna. Su ejemplo constituye un paradigma para sus familiares que eligieron ejercer el sacerdocio de la medicina y tener siempre presente el ejemplo de un inolvidable médico.