Introducción
Históricamente, se consideran tumores de gran tamaño cuando pesan, más de 12 Kg, entre ellos los ginecológicos y los de ovario; sobre todo antes del advenimiento de la ecografía y en poblaciones de mala situación socioeconómica y nivel cultural, como en los países del continente africano y Angola no es la excepción.1
Las masas tumorales en hemiabdomen inferior son causas frecuentes de consulta en Cirugía general. Dentro de estas, los quistes de ovarios son los que con más frecuencia se diagnostican. Hay muchas clases de tumores del ovario, tanto benignos como malignos. Alrededor de 80 % son benignos y la mayoría de ellos aparece en mujeres jóvenes, de edades comprendidas entre los 20 y los 48 años de edad.1-3 La presencia de un tumor de ovario constituye una indicación de laparotomía, tanto si es benigna o maligna si produce o no síntomas. Tal afirmación se justifica por la alta frecuencia de transformaciones malignas registradas en este tipo de neoformaciones benignas, que se acercan al 15 %, esta cifra es demasiado elevada para permitir una conducta expectante.3,4
El cistoadenoma seroso de ovario es el tumor más frecuente de aquellos que provienen del epitelio celómico superficial. Este tipo de tumor está tapizado por una cubierta azulada relativamente fina, con un contenido de un líquido seroso claro. Por lo general, es asintomático y cuando es detectado, su tamaño es grande y en donde la imagenología puede ayudar a plantear el diagnóstico.4,5 Por lo anterior expuesto, se decidió presentar el caso de una paciente con quiste gigante de ovario. Valorando lo infrecuente que resulta y la escasa frecuencia de reporte de estos casos en la literatura, sobre todo en Cuba, lo que aporta conocimientos a la comunidad médica.
Presentación de caso
Se trata de una paciente del sexo femenino, raza negra, 45 años de edad, con antecedentes patológicos personales de salud anterior. Acudió a consulta de Cirugía general del hospital municipal de Bocoio, provincia de Benguela, República de Angola, refiriendo aumento de volumen del abdomen, progresivo, insidioso de 2 años de evolución.
Refierió al interrogatorio que en los últimos meses presenta dolor abdominal difuso, falta de aire a los esfuerzos, disuria, anorexia y pérdida de peso que no precisa cuantía. Antecedentes obstétricos menarquía 13 años, primeras relaciones sexuales 16 años, gestaciones 0 partos 0, abortos 0. Se decidió el ingreso el día 25/07/2015.
Examen físico
Piel y mucosas: húmedas y ligeramente hipocoloreadas.
Aparato respiratorio: disnea discreta, expansibilidad torácica disminuida, murmullo vesicular disminuido en ambos campos pulmonares, no se ascultan estertores. FR: 20/min.
Aparato Cardiovascular
Ruidos cardiacos rítmicos, taquicárdicos, no soplos.
FC: 96/min.
TA: 130/80 mmHg.
Abdomen: gran aumento de volumen de todo el abdomen, por una gran tumoración que lo ocupa en su totalidad, redondeada, de bordes bien definidos y lisos, renitente y no movible, no dolorosa. (Fig. 1.)
En los exámenes complementarios se encontró.
Hemoglobina: 9 g/l. Hematocrito: 0.30 vol %.
Grupo y Factor: A-.
Leucograma: 12 x 109 /mm³.
Velocidad de sedimentación globular: 50mm/h.
Coagulograma: TS: 3 min. TC: 5 min.
Conteo de plaquetas: 230 x 10 ³ /mm³.
Glicemia: 5.3 mmol/l. TGP: 59 U/I,
TGO: 16 U/I. Creatinina: 116 mmol/l.
Urea: 6,88 mmol/l. Ácido úrico: 208 mmol/l.
HIV: negativo. HGAG: negativo.
ECG: negativo.
Estudios imagenológicos
Radiografía de tórax: no mostró alteraciones pleuropulmonares. Radiografía de abdomen simple de pie: sin alteraciones.
Ultrasonido abdominal: Se apreció un útero de tamaño normal, endometrio normal, imagen quística que ocupaba todo el abdomen, con hemorragia intraquistica, gran celularidad, con el aspecto de un quiste gigante dependiendo del ovario izquierdo, anejo derecho tamaño normal.
Se realizó intervención quirúrgica el día 04/08/2015, laparotomía exploradora, incisión media xifopubiana. (Fig. 2).
Hallasgos operatorios: gran tumoración de aspecto quístico, que ocupaba todo el abdomen llegando hasta epigastrio, de bordes lisos, vascularizada en su superficie con líquido en su interior, dependiente del ovario izquierdo sugestivo de cistoadenoma. Útero de tamaño normal y anejo derecho tamaño y consistencia normal. (Fig. 3).
Se realizó oforectomia izquierda y se complementa con histerectomía total abdominal y oforectomia derecha. (Fig. 4)
Se siguió en la sala durante 7 días, sin complicaciones y fue dada de alta el día 12 /08/2015 con buen estado general.
El resultado anatomopatológico informó un cistoadenoma seroso de ovario izquierdo, útero normal y anejo derecho normal. Se le realizó el seguimiento en la Consulta Externa durante un año y cuatro meses del post operatorio, con una evolución favorable y sin complicaciones postoperatorias.
Discusión
Los tumores del ovario no son tan frecuentes como los del útero y los de la mama, pero constituyen el tercer grupo de tumores benignos y malignos en el sexo femenino.1,6 Para reconocer el tipo de tumor se debe recordar la embriología y fisiopatología de este órgano complejo que tiene una alta capacidad de reproducir tumores de varios tipos de tejidos.
De acuerdo con su posible origen de los tumores según Hering se dividen en 6 tipos. En el epitelio germinativo: cistoadenomas seroso, mucinosos y endometroides, así como los cistoadenocarcinomas. Del tejido conectivo: fibromas, sarcomas, tumor de Brenner. De las células germinales: disgerminoma, teratoma y carcinoma, De los estromas gonadales: las neoplasias de células de la granulosa-teca. Tumores de restos vestigiales: mesonefroma, tumores metastásicos.7
Los cistoadenomas serosos son tumores de tamaño variable desde pequeños hasta gigantes. Crecen libremente en la cavidad abdominal por lo que se pediculizan de manera considerable, este puede estar formado por los elementos del ovario, y al crecer, puede que la trompa quede englobada en su masa.2,3,6,8
Autores cubanos informan en sus hallazgos un quiste gigante de ovario y otros reportan otro caso interesante.2,3,8
Otros investigadores extranjeros comunican otro caso de quiste gigante de ovario y embarazo con características similares a las descritas en este trabajo.9,10
Los quistes gigantes de ovario son una entidad relativamente rara y poco frecuente en nuestro medio debido al desarrollo de la Cirugía y a los medios diagnósticos con que se cuenta. En las décadas de los setenta y ochenta, sólo se informaron en la literatura mundial 20 casos de quistes mayores de 20kg. Sin embargo, en los países del continente africano incluyendo Angola, donde aún la medicina no llega a todos de la misma manera, se pueden encontrar estas curiosidades médico-quirúrgicas. Su tamaño varía de 5 a 20 cm de diámetro, con una pared fina y un contenido seroso espeso.2,9,10,11
Los quistes ováricos frecuentemente son descubiertos de modo fortuito, ya que mayoritariamente son asintomáticos.12 La simple exploración abdominal o pélvica a través del método clínico permite llegar a un diagnóstico oportuno y ofrecer mejor atención a las pacientes afectas. El tratamiento oportuno deviene en calidad de vida.