INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud, a inicios del 2020, decretó el estado de pandemia por un nuevo agente causal de la familia Coronaviridae, el SARS-CoV-2, y cuya enfermedad se ha denominado COVID-19. 1
La trasmisibilidad del virus es muy alta, principalmente por contacto directo a través de microgotas de saliva, con un período de incubación de 5 a 6 días y duración en casos leves hasta 15 días y en los casos graves de 3 a 6 semanas. La clínica es muy variada pero se decribe que afecta principalmente las vías respiratorias. 2)
La pandemia de la COVID-19 ha modificado la actividad económica, social, cultural y asistencial en todo el orbe, teniendo que establecer diferentes formas de enfrentamiento en todos los sectores estratégicos de la sociedad. Cada país ha establecido sus prioridades y ha puesto en marcha diferentes medidas sanitarias para el enfrentamiento y reducción de la morbimortalidad por esta enfermedad.
En España, la atención primaria desempeñó un papel importante en la contención de pacientes mediante asistencia domiciliaria y seguimiento telefónico de los casos que cursaron con sintomatología leve o moderada.3
La implementación en China de medidas para la vigilancia temprana de casos sopechosos a la COVID-19, el distanciamiento social y el aislamiento de confirmados demostró que se pueden mitigar los efectos indeseados de la pandemia.4
Se puede entender como aislamiento a la separación de una persona o grupo de personas que se sabe o se cree que están infectadas con una enfermedad transmisible y potencialmente infecciosa, de aquellos que no están infectados. El aislamiento para fines de salud pública puede ser voluntario u obligado por orden de la autoridad sanitaria.3
Hace más de un año, Cuba se ha visto afectada por la pandemia de la COVID-19. Desde su inicio se han puesto en práctica varias medidas de contingencia para evitar desenlaces fatales en la población cubana. El cumplimiento de las medidas sanitarias para la prevención del contagio y la mitigación de los efectos del COVID-19, implican extremar la vigilancia clínica y epidemiológica en todos los niveles de atención. El aislamiento de los pacientes contactos y sospechosos en centros eduacionales debenidos en “hospitales de vigilancia”, ha permitido el control de la trasmisión, la propagación del virus, el colapso de los hospitales y el tratamiento oportuno y precoz de los signos de alerta de posibles pacientes enfermos.
Los autores ratifican la necesidad de contar con investigaciones que aborden las características de los pacientes hospitalizados en centros de aislamiento, teniendo en cuenta que permitirá trazar estrategias más certeras y con bases científicas. En nuestro país aún son escasos los estudios publicados con este propósito; de igual modo a escala local existen pocas investigaciones sobre esta arista del conocimiento científico.
Teniendo en cuenta lo antes mencionado el objetivo de esta investigación es describir las características clínico epidemiológicas de los pacientes en aislamiento, durante el primer cuatrimestre del 2021, en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal, en los dos centros de aislamiento de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos; nombrados para los fines de la investigación como centro de aislamiento 1 y 2. El período de estudio fue desde enero hasta abril del 2021. El universo de estudio quedó constituido por los 2 631 pacientes en aislamiento (contactos y sospechosos). Se incluyeron los pacientes residentes en la provincia y que dieran el consentimiento informado.
Las variables analizadas fueron: edad, sexo, ocupación, municipio de residencia, antecedenetes epidemiológicos, comorbilidades y confirmación por PCR-TR.
Los antecedentes epidemiológicos (contactos y sospechosos) fueron determinados por la sintomatología y la epidemiología, obtenida a través de las encuestas epidemiológicas realizadas en las áreas de salud y al momento del ingreso:
Contacto: las personas que han tenido contacto con un paciente confirmado o sospechoso de COVID-19, en los últimos 14 días de forma que se considere que ha tenido una exposición con riesgo de infección.
Sospechoso: paciente que presenta manifestaciones clínicas sugestivas de la enfermedad COVID-19 (fiebre, tos seca, disnea gradual u otra manifestación respiratoria, decaimiento, malestar general, cefaleas, diarreas, pérdida del olfato y/o gusto) teniendo en cuenta la situación epidemiológica.
Las comorbilidades descritas se obtuvieron del interrogatorio al momento del ingreso.
Para determinar que un paciente sea positivo a la COVID-19 tiene que resultar positivo al estudio virológico y declararse como confirmado:
Confirmado: el diagnóstico de la enfermedad fue definido por la reacción de la cadena de polimerasa en tiempo real (PCR-RT, por sus siglas en inglés) positivo para los genes E y P del SARS-CoV-2 en secresiones del tracto respiratorio, realizado por hisopado nasal por personal especializado.
La información se obtuvo del registro estadístico, de la encuesta epidemiológica y las historias clínicas individuales realizadas durante la hospitalización, donde se reflejaron todos los datos obtenidos de la entrevista médica al paciente y sus familiares, el examen físico y los exámenes complementarios realizados.
Con los datos seleccionados se creó una base de datos con auxilio del programa SPSS (versión 21.0, español), para su procesamiento y análisis. Se utilizó el cálculo de las frecuencias absolutas y relativas. Los resultados se presentan en valores absolutos y porcentajes.
El estudio presentado fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación y Consejo Científico de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Se cumplieron las normas éticas para la investigación en seres humanos.
RESULTADOS
De los 2 631 pacientes ingresados en los dos centros de aislamiento de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, el 78,3 % fueron contactos de casos confirmados. (Tabla 1).
Más del 65% de los pacientes estudiados se encuentran en edad laboral (19 a 60 años) lo que corresponde con la ocupación (obreros) que se describió con mayor frecuencia. Es importante señalar que la edad pediátrica representó el 18,3 % de los hospitalizados. Existió un discreto predominio del sexo femenino. (Tabla 2).
El municipio de Cienfuegos aportó más de la mitad de los pacientes en aislamiento (51 %), seguido de Palmira y Rodas, con 10,5 % y 9,5 % respectivamente. (Tabla 3).
Al distribuir los pacientes según los antecedentes epidemiológicos (contactos y sospechosos) se encontró que al menos el 59,2 % de los hospitlizados presentaron una comorbilidad (1 558/2 631). La hipertensión arterial se presentó en más del 50 % de los pacientes en aislamiento, seguida de la diabetes mellitus (10,6 %). Más del 80 % de los pacientes contactos de confirmados son hipertensos. (Tabla 4).
Cuando se analizó la distribución según la positividad del PCR-TR se comprobó que el 7,6 % de los pacientes en aislamientos fueron positivos a la COVID-19. Más de la mitad de los confirmados resultaron ser contactos de casos positivos. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
Las implicaciones resultantes de la pandemia están en relación, entre otros factores, con las características y la circulación de las variantes del SARS-CoV-2, las formas clínicas de presentación, las medidas de contención establecidas y desarrolladas por cada país desde las perspectivas asistencial, epidemiológica, sociopolítica, científica y económica; encaminadas al control y reducción del impacto del virus. La COVID 19 representa un serio desafío, no solo para la salud individual, sino en especial para la salud pública.5)
El aislamiento de las personas posiblemente infectadas con el virus representa hoy una medida primordial para el control de la enfermedad. En Cuba, se han desarrollado no solo protocolos de tratamiento para los pacientes confirmados sino para los casos contactos y sospechosos. Se han dictaminado las estrategias de pesquisas poblacionales para detección temprana de posibles “enfermos silentes” en la comunidad, así como recomendaciones para el funcionamiento óptimo de los centros de aislamiento devenidos en “hospitales de campaña”.6
El propósito de este estudio ha sido conocer las características clínicas epidemiológicas en los pacientes hospitalizados en la Universidad de Ciencias Méicas de Cienfuegos, transformada en dos centros de aislamiento para pacientes contactos y sospechosos de COVID 19.
Como en investigaciones anteriores de distintas regiones,2,7,8 los pacientes en edad laboral representan el mayor porciento de hospitalizaciones. Es de destacar que este grupo poblacional presenta la mayor movilidad debido a que está al cuidado de los ancianos y niños, pero a su vez, es la fuerza productiva principal en casi todas las naciones.
A diferencia de otros estudios en los que la infección afectaba predominantemente a varones 4,9 en este análisis más de la mitad de los aislados fueron mujeres, similar al estudio de Guan et al. 9 En la serie estudiada, los niños constituyeron cerca del 20 % de los ingresos, datos estos que permiten declarar la importancia de la pesquisa en todos los grupos etarios.
De las comorbilidades descritas en el estudio, la hipertensión arterial se presentó con mayor frecuencia. Un estudio de pacientes fallecidos por COVID-19 refiere que en el 92,9 % de los casos existieron factores de riesgo de enfermedad severa, siendo las más frecuentes la edad superior a 60 años, hipertensión y obesidad.10
Los autores advierten sobre la necesidad del aislamiento oportuno y la detección temprana de los pacientes en etapa asintomática, sobretodo los considerados como riesgo por la edad y las comorbilidades asociadas, debido a la posible evolución tórpida e inesperada que lleve a la muerte.
En definitiva, los centros de aislamiento han permitido, a pesar de las circunstancias adversas, que se realice un diagnóstico oportuno y rápido de posibles trasmisores de la enfermedad en la comunidad y así evitar desenlaces no deseados. La hospitalización de los contactos de casos confirmados ha demostrado que un alto porciento de los positivos pertenecen a este grupo poblacional.11
A modo de conclusión los autores reiteran que el aislamiento de contacto y sospechosos como medida de contención de la pandemia representa una estrategia de impacto. Conocer las características de los pacientes aislados sirve de base para el desarrollo de nuevas medidas sanitarias.