INTRODUCCIÓN
La evolución de la Estomatología, a través del tiempo, la ha convertido en una ciencia dialécticamente definida y exacta, nacida del ejercicio médico.1,2,3
En el siglo XVI, ante la preocupación por las negligencias en la práctica dental, los Reyes Católicos dictaron la Pragmática de Segovia, que sirvió para frenar a quienes empíricamente ejercían las labores odontológicas en todas sus colonias.1,3
En Cuba, durante la dominación española, se impartían clases para cirujanos dentales, aunque no otorgarían título hasta 1880, gracias a que en 1875 se reconoce como profesión en España.1,3
La carrera universitaria de Estomatología fue creada aquí antes que en muchos países europeos, debido al impulso de la Sociedad Odontológica de la Habana, la primera de las sociedades dentales de América Latina. En este sentido, la proximidad de los Estados Unidos también representaba una ventaja, pues constituía uno de los centros más potentes de avance en este campo.1,2,3
En Cienfuegos, las primeras referencias a dentistas del municipio cabecera datan de 1888, con la presencia de Florencio Zelada y Enrique Grau. Posteriormente, en 1908 ya se referenciaban por el directorio de Leonel Plascencia un total de 38 dentistas, 10 de ellos en la capital provincial.4
Es de suponer que serían escasos los dentistas que se asentarían en los municipios periféricos, siendo, por tanto, los primeros exponentes del arte dental en el territorio en el que decidiesen ejercer. Este es el caso de René Laurentino Miní y su hijo: Carlos Manuel Miní Llorens. René, graduado en Estados Unidos, regresa al país para asentarse en Lajas, municipio cienfueguero. Años después, su hijo cursaría estudios en la Habana, siguiendo la misma profesión, y ejerciendo junto a él en el mismo gabinete. La primera referencia publicada sobre Carlos Manuel Miní Llorens aparece en el folleto de Asela Villaurrutia,4 en una lista de los primeros dentistas cienfuegueros hasta 1959.
En la etapa neocolonial se refiere cierto estancamiento en el desarrollo de esta especialidad en Cienfuegos. El establecimiento de la República no influyó en modo alguno en el surgimiento de nuevas escuelas estomatológicas.5 Para 1959, ya Cienfuegos contaría con su Colegio Estomatológico y varios gabinetes dentales particulares.2
Algunas fuentes han intentado llenar un vacío en la información histórica acerca de la estomatología en Cienfuegos y sus exponentes, cuya indagación resulta incompleta; por ello se requiere de mayor profundidad en las investigaciones, para que la obra de las personas dedicadas a esta labor sea reconocida. A través de este trabajo se pretende contribuir a la conservación de datos referentes a la evolución histórica de la estomatología cienfueguera, ya que los trabajos relacionados con este tema son limitados y poco divulgados. De manera particular, tiene el objetivo de describir los acontecimientos significativos de la vida y obra de los doctores René Laurentino Miní Rodríguez Cobre y Carlos Manuel Miní Llorens.
DESARROLLO
Métodos
Se llevó a cabo una investigación de tipo histórica, clasificada como un estudio biográfico sobre la vida y obra de los Drs. René Laurentino Miní Rodríguez Cobre y Carlos Manuel Miní Llorens, en el municipio de Cienfuegos durante el periodo de octubre del 2017 a diciembre del 2020.
Como forma de reseñar se emplearon las memorias. Se utilizaron métodos del nivel teórico: el analítico-sintético, que permitió transitar de lo general a lo particular y viceversa en el estudio del tema, eligiendo los aspectos significativos que conformaron el informe final; y el deductivo-inductivo, mediante el cual fue posible explicar los sucesos de la vida de estas personalidades dentro de la historia local, y comprender su trascendencia e importancia en el contexto nacional.
Los submétodos fueron: el cronológico, narrando los hechos entre 1895 hasta el 1972; y la iconografía junto a la diplomática, entendidas como el estudio de las fotos y documentos legales que reflejan la vida profesional y personal de los doctores.
También se aplicaron las siguientes técnicas de recolección de datos:
1. Revisión documental: Se constató que no existían publicaciones oficiales referidas a estas figuras. Como fuentes primarias de investigación fueron consultados seis (6) documentos históricos legales.
2. Entrevistas orales a profundidad, con testimonios grabados de la voz de nueve (9) informantes claves (9), entre los que se encontraron familiares, pacientes y amigos personales de estos profesionales.
3. Fotografías: durante las visitas realizadas a la casa natal y los lugares de trabajo de los dentistas, además de las realizadas a todas las documentaciones legales.
4. Revisión bibliográfica: un total de cinco referencias fueron consultadas, entre libros y artículos en formato digital y/o impreso, relacionados con el tema. Se empleó la vía de los descriptores del MeSH y el DeCS. Los artículos conservados son los que describieron mejor los elementos del estudio.
Los investigadores respetaron las exigencias éticas establecidas al realizar las entrevistas orales a profundidad.
RESULTADOS
En los municipios y provincias de Cuba, según Mora,3 la atención médica de mayor calidad estaba dada por médicos particulares, quienes desarrollaban un trabajo parecido al realizado por la atención primaria.
El sector estatal no ofrecía en Cienfuegos los servicios estomatológicos, los cuales eran privados; y no existía un programa de prevención sistemático ni educación sanitaria a la población, siendo el sector rural el menos beneficiado. Existían cirujanos dentales con sus gabinetes, pero estos no estaban al alcance de toda la población, lo cual favorecía que los “sacamuelas” perduraran a través de los años.
En Cienfuegos, específicamente en Lajas, el primer sacamuelas del que existen memorias es Juan Samá, procedente de Sagua la Grande, Santa Clara. Este señor confeccionaba prótesis y realizaba extracciones dentales, en un local enclavado en la calle Goytisolo, entre las calles Dr. Machín y Adolfo Ortiz, cerca de la vivienda de la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez. Según refieren Juana Roselia y Obdulia Agramonte (hermanas de la citada doctora), Elena Quintero y su esposo Francisco Fernández Rosado (hijo de Yumi, primo hermano de Carlos), Juan era un sacamuelas empírico, sin estudios, que aceptaba a cambio de su labor cualquier tipo de comida.
Según referencia Villaurrutia,4 en 1903 el Sr. Luis Acebo atendía tanto al municipio de Cienfuegos, como al de Lajas, pero no quedan evidencias disponibles hasta el momento para poder afirmar que estaba titulado. Tampoco se pudo constatar ningún testimonio sobre él a través de los informantes claves entrevistados.
Según Enrique Edo Llops, en su libro Historia de Cienfuegos, se afirma en cuanto a la creación de la junta municipal en Santa Isabel de las Lajas, la participación del abuelo materno de René Laurentino Miní Rodríguez Cobre, llamado Nicasio Rodríguez Cobre, como regidor, lo que avala su noble alcurnia: “ (…) se consignó en acta de 21 de octubre; (…) por el gobierno superior la creación de la junta municipal en Las Lajas, (…) de formación del presupuesto municipal, en el que habría de eliminar lo referente al indicado partido, la junta que se creaba en éste se concretase hasta (…) 1871 a 1872, (…) con lo que estuvo conforme el gobierno superior y en ese sentido, nombrados los que habían de constituir la referida junta, que lo fueron don Juan Orfila, (…) don Nicasio Rodríguez Cobre, y don Adanto Argüelles, éste con el carácter de síndico y los otros como regidores, bajo la presidencia del capitán pedáneo (…)”.5
El 15 de junio de 1895, nació en Santa Isabel de las Lajas, René Laurentino Miní Rodríguez Cobre, único hijo fruto de la unión de Carlos Miní Dorticós -cienfueguero de nacimiento-, y la lajera Laudelina de Covadonga Rodríguez Cobre Mora. Sus abuelos por la vía paterna fueron el francés José Aquiles Miní -emigrante de Nantes- y Matilde Dorticós -familia de Andrés Dorticós, primer escribano y secretario del Ayuntamiento de la Villa Fernandina de Jagua-. El abuelo francés, José Aquiles Miní, falleció en Cienfuegos a los 37 años de edad, el 14 de agosto de 1867, siendo sepultado en el Cementerio General. Por la vía materna, René Laurentino Miní Rodríguez Cobre tuvo como abuelos al referido señor Nicasio Rodríguez Cobre y Nicolasa Mora. Sus tías por la vía paterna fueron: Virginia y Matilde Miní Dorticós.6
Pasado más de un año, el 27 de julio de 1895, fue bautizado en la iglesia San Antonio de Padua, en Lajas. Sus padrinos serían Andrés María González Mora y Carlota Rodríguez Mora. Este acontecimiento familiar quedó registrado en el libro 10, folio 43, número 100 del registro de bautizos, en la iglesia citada.
René Miní, por tanto, podía permitirse el lujo de una prestigiosa carrera universitaria. “En 1913 comenzó sus estudios en Estados Unidos, posiblemente en Boston”, cuenta Fernando Fernández. Y comenta Juana Roselia: “Se registra como el primero que empezó a ejercer en Lajas como dentista oficial”.
Al decir de Lázara del Carmen Sánchez, su tía Isacia, primera mujer dentista en Lajas, siente gran admiración por René, lo cual le inspira a estudiar esta carrera.
René contrae matrimonio con Esperanza Consuelo Llorens Reyna, hija de Fernando Llorens y Elena Reina, el 6 de febrero de 1920 en la misma iglesia en la cual fue bautizado.
Fruto de esta unión nacen sus hijos Elena, Acela y Carlos, según referencias de Fernando Fernández Rosado.
Su hijo, Carlos Manuel Miní Llorens, nace el 27 de junio de 1926. Es bautizado en la parroquia San Antonio de Padua, el 4 de junio de 1927, casi al cumplir un año de vida. Los padrinos fueron Andrés María González y Carlota Rodríguez, amigos de la familia. Este hecho se registra en el libro 23, folio 25, número 504 del registro de la parroquia de San Antonio de Padua.
Comenta Fernando Fernández en relación a la familia Miní: “Carlos se cría muy allegado a Yumi, mi padre. René era muy noble, y Carlos también (…) La esposa de René, Esperanza, era (…) muy cariñosa y simpática (…)”.
René prestaba en esa época sus servicios de forma privada, en su propia casa. Apunta Roselia que más tarde su hijo Carlos Manuel Miní Llorens fue continuador de esa misma profesión.
Ambos se dedicaron a los servicios de extracciones y operatoria dental con instrumentos variados, como el obturador y demás. Según el criterio popular, eran personas excelentísimas, brindaban servicios tanto a blancos como a negros, despojados de los prejuicios raciales de la época.
Sin embargo, se destacaba que algunos pacientes preferían ir con la única mujer dentista en el pueblo lajero, porque ella brindaba gratuitamente muchos servicios -prótesis inclusive-, al contrario de Carlos Manuel Miní Llorens y su padre, que atendían como particulares. Cabe resaltar de manera singular que, entre todos ellos, compartían conocimientos, e incluso los materiales más solicitados y exitosos en el tratamiento de los pacientes, los buscaban en La Habana con los mismos proveedores, ante la escasez de productos como el material acrílico transparente para las confecciones protésicas.
Acerca de su padre, Teresa Miní alega: “Papi amaba su profesión. Heredó la vocación de su padre, mi abuelo, René Miní, quien también tenía consulta particular, pero se retiró siendo yo pequeña. Mi abuelo estudió fuera de Cuba”.
Carlos realizó sus estudios primarios en Lajas, en el colegio María Inmaculada de Lajas. La sociedad neocolonial de Cienfuegos estaba representada en diferentes clases sociales y la diferenciación social no solo se encontraba entre ricos y pobres, sino también entre hombres y mujeres, negros y blancos. Estos se ponían de manifiesto en escuelas para ricos y pobres, para hembras y varones. Los estudios solo llegaban hasta la enseñanza primaria, el bachillerato era en el municipio de Cienfuegos o en la provincia de Santa Clara y los universitarios en la capital. En el siglo XIX se comienza a enseñar la ciencia de la Cirugía Bucal en la Universidad de La Habana. Dentro del marco de aquella situación solamente algunos privilegiados pertenecientes a las clases adineradas podían alcanzar este nivel o iban a países extranjeros a aumentar su caudal de conocimientos, para después regresar y ponerlos al servicio de la burguesía.4
Carlos Manuel Miní Llorens, inmerso en esta realidad, se embarcó hacia la capital para matricular en la Universidad de La Habana. Años después, específicamente el 7 de julio de 1951, egresó de la Universidad de La Habana con un promedio académico de 48.5. Según el documento oficial “Relación de graduados de la Facultad de Estomatología de la Habana de 1902-1957”, durante sus estudios, las notas fueron: 3 con categoría de “sobresaliente”, 5 con “notable”, 8 con “aprovechado” y 11 con “aprobado”.
Carlos Manuel coincide con Fidel Castro Ruz, en el mismo cuarto, refiriendo en sus anécdotas que este último guardaba su arma debajo de la almohada y era un líder de gran ímpetu.
Según Fernando Fernández Rosado: “Carlos era jodedor cubano clásico. Muy tímido, muy poca cosa (…). De los cuentos que me hace mi padre, cuando Carlos comienza en primer año en la Universidad de la Habana, coincidió en un albergue con Fidel, en el mismo cuarto. Carlos tenía mucho miedo, ya que Fidel andaba coordinando todas las cosas, y hacía como 3 días que no dormía ahí (…) Estuvo en ese cuarto hasta el día en que Fidel lleva una pistola al cuarto y la pone debajo de la almohada (…) Y él se asusta y les dice a los padres que va a alquilarse en alguna casa particular temiendo por su vida (…)”.
Al regresar a Cienfuegos, contrae matrimonio en la iglesia cienfueguera Patrocinio de la Santísima Virgen del Rosario, el 18 de junio de 1955 con Gladys Torres López. La unión quedó refrendada en el libro 4, folio 264, número 527, del archivo parroquial de la iglesia Patrocinio de la Santísima Virgen del Rosario.
En relación a los horarios y a la calidad de la atención por parte de ambos dentistas, Elena Quintero, una de sus pacientes, apunta: “Carlos era muy bueno; yo tengo los empastes de hace más de 20 años en los molares y nunca se han caído. Él trabajaba por la tarde. Su padre, René, tenía otro carácter y trabajaba por la mañana. Los dos tenían buena relación con el pueblo”.
En 1961, se le hizo la intervención al gabinete quirúrgico-dental de la familia Miní, ubicado en la calle Tinito Cruz número 67. Carlos Manuel Miní Llorens pasó entonces a trabajar en la primera Casa de Socorro creada en Lajas, al triunfo de la Revolución en 1959, ubicada en la calle Céspedes y perteneciente al sector estatal. Esta instalación se encontró bien equipada, brindando un servicio integral, aunque solo contaba con un sillón, para atender a toda la población. Debido a que la dentista María Narcisa Isacia Agramonte trabajaba en Cruces al triunfo de la Revolución, el Dr. Carlos Manuel Miní Llorens se mantuvo como único dentista del territorio lajero hasta la llegada del Dr. Otilio Lanza Martínez. Luego pasó a trabajar toda la jornada en el Policlínico, hasta su salida del país en 1972.
Comenta Teresa Miní Torres, mediante comunicación personal con los autores, en relación al trabajo del padre después del triunfo revolucionario: “Era muy querido por todo el pueblo. En las revisiones que les hacían a los niños en la escuela, todos querían que los atendiera él. A la puerta de mi casa llamaban de noche, con dolor de muelas, y flemones, y mi padre los atendía a todos. Le puso la dentadura a un par de chicas del pueblo, Caruca y Monguita, que no tenían medios para pagar, y aunque él mantenía la consulta particular, les hizo el trabajo gratis”.
En la celebración de los quince de su hija Teresa, Carlos Manuel Miní Llorens actuó sin un ápice de egoísmo y dispuso sillas a todas las mesas, para que todo el que quisiera celebrara junto a ellos ese momento especial, sin distinción de clases o razas, demostrando así la integridad de su pensamiento.
Carlos Manuel Miní Llorens trabajó en Lajas hasta el año 1972, cuando emigra toda la familia hacia España, viviendo en ese país hasta su muerte en el 2009.
No existe evidencia hasta el momento del trabajo de René Laurentino Miní en el sector estatal, ya que se asume debe haberse retirado del oficio tiempo antes, por su avanzada edad. Otros datos más específicos en relación a él no pudieron conservarse.
La fecha exacta del fallecimiento de ambos dentistas no consta en las entrevistas realizadas, por lo que esto constituye una limitación de la presente investigación, al igual que no se conservan en la localidad sus títulos de graduados.
CONCLUSIONES
El estudio de la vida y obra de estos profesionales de la Estomatología permitió conocer y patentar datos históricos acerca de los inicios de esta en Cienfuegos, especialmente en Lajas. Ambos pusieron a disposición de la población lo más avanzado en esta rama de la ciencia para inicios del siglo XX.