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Revista Novedades en Población

versión On-line ISSN 1817-4078

Rev Nov Pob vol.13 no.26 La Habana jul.-dic. 2017

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Transformación conductual promovida por la Gestión Ambiental Comunitaria desde una percepción rural

 

Behavioral transformation enhanced by a Community Environmental Management from a rural perspective

 

 

Arelis Hidalgo Gómez*
Carolina Luisa Martínez Torres**
Pedro Romero Suárez***

 

 

Recibido: 20 de febrero de 2016
Aceptado: 13 de mayo de 2017

 

 


RESUMEN

La implementación de una adecuada gestión ambiental comunitaria constituye alta prioridad en los momentos actuales, cuando se incrementan los desastres originados por el cambio climático y los embates meteorológicos agreden a las localidades campestres con mayor intensidad, donde el hábitat depende primordialmente de los recursos naturales que en ocasiones no son debidamente preservados. La investigación se centró en aplicar dicha gestión mediante un tratamiento ordenado y sistemático del ambiente, con un uso racional de los recursos naturales en la comunidad rural Julio Antonio Mella, cercana al poblado La Fe en Isla de la Juventud, cuyos habitantes poseen un nivel de enseñanza medio y se dedican en lo fundamental a las labores agropecuaria y forestal. Allí se realizó un diagnóstico inicial que arrojó la existencia de múltiples problemas medioambientales creados mayormente por los propios moradores, por ello se decidió seleccionar para este trabajo las variables educación ambiental y trabajo cultural, de las que derivaron diversas acciones y actividades contribuyentes al cuidado y perfeccionamiento del ecosistema. Dichas variables se sumaron a los enfoques psicológico, filosófico y sociológico, en su combinación con las etapas planificación-organización, preservación-implementación y monitoreo-control, como parte del proceso de la gestión ambiental comunitaria. Se concluyó que la aplicación de los enfoques y las etapas, así como las acciones desarrolladas, fundamentalmente las de capacitación, fueron determinantes en la transformación conductual de los pobladores, los que comenzaron desde entonces a contribuir activamente y con conocimiento a la protección y mejora del entorno.

Palabras clave: comunidad rural, enfoques, etapas, gestión ambiental comunitaria, transformación conductual.


ABSTRACT

The implementation of a proper Community Environmental Management is of high priority at present, when there is an increase of disasters originated by the climatic change, being the menaces of meteorological events even harder to rural localities. In those places the habitat depends primarily of natural resources which are not occasionally well preserved. The research focused on this type of management for rural community Julio Antonio Mella, which is nearby La Fe village in Isla de la Juventud, whose inhabitants have an intermediate educational level and are devoted to the forest and stockbreeding activities. An initial diagnose was done in that community which resulted in the existence of several environmental problems caused by its inhabitants. Therefore, environment education and cultural work variables were selected, henceforth, derived into actions and activities to take care and improve the ecosystem. Those variables were added to psychological, philosophical and sociological approaches combined with the planning-organizing, preserving-implementing and monitoring-controlling stages, as part of the Community Environmental Management process. Summing up, the application of approaches and stages, as well as the actions, specifically those of preparation were paramount in the behavioral transformation of inhabitants, who, here fore, started to contribute actively, with their knowledge, to the protection and improvement of the environment.

Keywords: rural community, approaches, stages, Community Environmental Management, behavioral transformation.


 

 

INTRODUCCIÓN

Es tema constante de análisis y discusión en la actualidad, la agudización de los impactos negativos que agreden al patrimonio original en los diversos escenarios del planeta, como son los diferentes modelos de producción y consumo implantados por el hombre, lo que implica un uso intensivo e irracional de los recursos naturales, a lo que se suman los efectos de cualquier fenómeno natural catastrófico.

La pobreza, la carencia de alimentos, la insalubridad, la deforestación, la contaminación de ríos y mares, así como la tala y quema de árboles que emiten grandes volúmenes de carbono a la atmósfera, aceleran el calentamiento global y afectan marcadamente a los ecosistemas, fundamentalmente a los campestres, donde la relación hombre-naturaleza es más estrecha, pues sus moradores extraen mayormente del entorno los recursos que emplean para satisfacer sus necesidades básicas. Por todo ello es aquí donde la ejecución de una gestión ambiental comunitaria constituye un reto y una prioridad.

No obstante, el Estado cubano propicia la implementación de políticas sociales de gestión ambiental, con una amplia participación de personas que laboran en los órganos u organismos del gobierno, organizaciones políticas, de masa y no gubernamentales, universidades, asociaciones y otras instituciones reconocidas por la ley, incluida la actuación individual, lo que le adjudica un marcado carácter popular a dicha gestión. Puede decirse que existe un sistema organizado en cuanto al trazado de políticas, instrumentos, instituciones y ejecución de normas jurídicas para el cuidado y la protección del entorno.

Sin embargo, es en el medio rural donde son mayores las dificultades y los comportamientos negativos frente al medio ambiente, es aquí donde los pobladores no les otorgan la importancia requerida a estos asuntos y no se reconocen como los principales responsables de los problemas que en múltiples ocasiones ellos mismos crean.

Lo anterior se fundamenta en el hecho de que en la comunidad rural con respecto a la urbana, se observa una infraestructura deficiente, donde los servicios públicos se limitan al mínimo indispensable, a lo que se suma un nivel cultural más bajo y una  migración constante hacia las ciudades (Fundación Red Comunidades Rurales, 2011).

La capacitación y la educación en las comunidades rurales son herramientas importantes que pueden contribuir al cambio de actitud en función de la transformación y en la manera de actuar de la población para conformar un entorno diferente, y según Quintero (2011) se debe llegar a la autogestión por parte del equipo técnico (grupo de gestores) que fungirá como facilitador en esta tarea, que además los podrá capacitar en la administración económica y financiera sin olvidar sus valores históricos, culturales, espirituales y ambientales, lo cual es fundamental para lograr el desarrollo sostenible.

La situación geográfica pinera (Isla de la Juventud), que separa a esta tierra por vía marítima de la isla grande, ha influido sistemáticamente en su desarrollo económico y humano. Es un factor que ha condicionado los procesos de poblamiento que marcan la diferencia entre estas comunidades, especialmente las rurales, y otras similares del país.

En la comunidad rural Julio Antonio Mella de la pequeña isla, seleccionada para la investigación, los pobladores no poseían un sistema de trabajo organizado y sistemático de corte medioambiental, así como desconocían las legislaciones vigentes para la preservación del ecosistema.

Las acciones ejecutadas al respecto eran prácticamente nulas, de lo que se dedujo la necesidad de incrementar el conocimiento sobre educación ambiental en los habitantes, para que tomaran conciencia ante problemas tan acuciantes como la formación de microvertederos, la tala indiscriminada de árboles, el excesivo ruido por música y la consecuente contaminación sonora.

Pineda (2015) explicó el papel que juega el carácter estratégico de la educación ambiental en el proceso hacia el desarrollo sostenible, pero aclaró que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental, y para corroborar su criterio incluyó la siguiente cita de la UNESCO: "Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano" (UNESCO, citado en Pineda, 2015, s. p.).

Era ineludible que ocurriera una transformación conductual entre los moradores de la comunidad citada, con la intervención protagónica de todos para darle solución a estos problemas. Para ello fue conveniente implementar la gestión ambiental comunitaria, que según Tréllez (2004) no es más que el conjunto de decisiones y actividades dirigidas al logro del desarrollo sustentable, a través de un tratamiento ordenado y sistemático del ambiente y del uso racional de los recursos naturales y comunitarios.

Por la importancia de introducir nuevos cambios en el comportamiento social ante las cuestiones relativas al medio imperante, en esta investigación se trazó como objetivo transformar la conducta de los miembros de la comunidad rural Julio Antonio Mella mediante la intervención de la gestión ambiental comunitaria.

 

DESARROLLO

Existen experiencias que han sido probadas y validadas en la convivencia rural, como el análisis y enriquecimiento de los saberes tradicionales referidos a los valores de su patrimonio natural y cultural, que constituyen el punto de partida para la creación de propuestas constructivas novedosas orientadas a mejorar las condiciones de vida de la población.

Para ejecutar el presente trabajo, en el año 2014 se seleccionó la comunidad rural Julio Antonio Mella, situada al sur del municipio especial Isla de la Juventud, a 11 km de la localidad La Fe. Su extensión es de 162 km2, con una población de 2 198 habitantes, a la que corresponden 1 066 mujeres y 1 132 hombres, según los datos extraídos del Anuario Estadístico Isla de la Juventud del 2010, citado por Cruz y otros (2013). Dicha población masculina representa el 52% del total, cifra que denota cierta tendencia hacia el equilibrio, solo con un ligero predominio numérico con relación al otro sexo.

No debe dejar de señalarse un dato interesante insertado en el Anuario antes citado, y es el referido al porcentaje de un 15,6% que la población de esta comunidad representa en relación con la totalidad rural del municipio, que suma 14 082 pobladores.

En el contexto escogido, los moradores mayormente poseen un nivel de escolaridad de enseñanza media y se dedican en lo fundamental a las labores agropecuaria y forestal, trabajos relacionados estrechamente con el uso de los recursos naturales, por lo que sin proponérselo y durante años los moradores han ejercido un efecto negativo directo en la flora y la fauna que les rodea, al realizar algunas acciones indiscriminadas generalmente por desconocimiento.

Con respecto a la vida cultural de la comunidad, se observó que practican el rodeo como elemento que identifica a los ganaderos, además tienen un grupo musical que interpreta lo auténtico de su terruño y de esta forma satisfacen muchas de sus necesidades espirituales con arraigo y sentido de pertenencia.

También es bueno señalar que investigadores cubanos como Aja y otros (2012), ocupados en la ocurrencia de los procesos demográficos en el país, han recomendado la ejecución de acciones desde una adecuada política ambiental, para que contribuyan al incremento sostenido de la producción agrícola y a su vez a la seguridad nacional, lo que se corresponde plenamente con el acontecer cotidiano de la comunidad implicada en este trabajo.

Primeramente, para reconocer de forma general el nivel de deterioro imperante en el lugar, se utilizó el método empírico de observación científica, con la intervención de un grupo de gestores ambientales divididos en dos equipos de trabajo, uno principal con 8 miembros y otro secundario con 6, los que sumaron una comisión de 14. Entre ellos participaron ingenieros forestales y agrónomos, biólogos, máster en Gestión Ambiental, metodólogos de creación cultural, directivos de las instituciones involucradas, instructores y promotores de arte, así como líderes seleccionados por los propios habitantes.

Los gestores se consideran entes mediadores entre los intereses y las motivaciones de residentes de diferentes edades, que ejercen su labor en función de lograr una transformación ambiental a partir de los cambios en el modo de actuar de la población, la cual permite y ejecuta acciones perjudiciales que atentan contra la preservación del medio.

Para conocer en detalle las diferentes problemáticas sociales y ambientales que estaban afectando a la población se realizó un diagnóstico y se encuestó de forma anónima a 316 personas de ambos sexos, seleccionadas al azar, entre las edades de 11 y 60 años. La encuesta, que contenía 7 preguntas, fue la siguiente:

ENCUESTA

Variables personales

Sexo——            Edad——         Nivel escolar———

Variables del conocimiento

1. ¿Qué entiende usted por medio ambiente? Marque con una cruz.

 ——Sistema abiótico, biótico y socioeconómico con el que interactúa el hombre, a la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus necesidades.

 ____Variedad de formas de vida y de adaptaciones de los organismos al medio   ambiente que encontramos en la biosfera.

____Todo lo que nos rodea.

2. ¿Cómo cuidas el medio ambiente en tu comunidad? Marca con una cruz.

       ——Con capacitación (educación ambiental y acciones de trabajo cultural)

       ——Recogiendo desechos sólidos

       ——No formando microvertederos

       ——No quemando basura o talando árboles

       ——No poniendo música alta (contaminación sonora)

       ——Evitando conflictos intrafamiliares e interfamiliares que trascienden

       ——Otros (poner cuáles) ____________________________________

3. ¿Qué sugieres para que todos preserven la comunidad? Marque con una cruz.

     Establecer y propiciar

     ______ Comunicación                             _____ Nuevos conocimientos

      ______ Motivación                                  _____ Sensibilidad

      ______ Información                                _____ Cuidado y conservación                   

      ______ Capacitación                              _____ Responsabilidad

4. ¿En tu comunidad se escucha la música alta? Marca con una cruz.

       Si___             No___       A veces ___

5. ¿Existen conflictos familiares? Marque con una cruz.

  Sí____    No____  A veces____  Siempre____

6. ¿Qué haces ante los actos de indisciplina social? Marca con una cruz.

   ——Llamas la atención a los infractores ante el hecho

   ——Conversas con los pobladores

   ——Lo informas al Jefe del sector de la Policía

   ——Le informas a algún dirigente ¿A cuál? _______________

   ——No informas a nadie

7. ¿Qué entiendes por Gestión Ambiental Comunitaria? Marca con una cruz

     —— Uso irracional de los recursos naturales

     –––- Efectuar acciones para solucionar los problemas ambientales

     —— No empleo de normas jurídicas

     —— No planificar u organizar acciones medioambientales

Existen variables tan importantes para una comunidad rural como educación ambiental

y trabajo cultural, las que se utilizaron en este trabajo. Para la primera se tuvo en consideración lo descrito por Gómez y Gómez (2013), cuando adujeron que se trata de un proceso continuo y permanente, que forma parte de la educación general e integral de cada ciudadano, dirigido a la adquisición de conocimientos, habilidades, capacidades y actitudes, así como a la formación de valores, con vistas a propiciar una relación armónica y equilibrada entre la protección de la naturaleza, el desarrollo social y el crecimiento económico.

En cuanto al trabajo cultural, este no es más que un conjunto de acciones realizadas por los instructores de arte y promotores culturales en la comunidad, donde intervienen todas las manifestaciones del arte, las que en este caso se emplearon para representar los aspectos negativos y positivos de la comunidad relativos al deterioro ambiental y a la transformación conductual y sistemática que aconteció a los pobladores.

Dichas variables se sumaron a los enfoques psicológico, filosófico y sociológico, y a las etapas de planificación-organización, preservación-implementación y monitoreo-control, como parte del proceso de la gestión ambiental comunitaria.

El primer enfoque permitió facilitar la comprensión y el análisis de los imbricados para que asimilaran la necesidad de transformar su conducta en el medio rural. Desde la filosofía se les enseñó a sustentar sus propios valores y convicciones para asumir la transformación antes expresada y la sociología posibilitó que los vecinos del lugar aprendieran a interactuar mejor con el medio.

Las variables descritas se usaron de conjunto con los enfoques en las etapas concebidas; en la primera de estas se planificaron y organizaron las diferentes actividades, en la segunda se implementaron con incidencia en la preservación del ambiente y, por último, en la tercera, se realizó el monitoreo y control de todo el proceso.

Por otra parte, actualmente se hace referencia al nivel de ruralidad, un indicador empleado por muchos científicos, considerado como un resultado analítico y sintético que muestra algunas características de los territorios campestres (Oliveros, 2011) y entre los aspectos que se tienen en cuenta para calcularlo se encuentra la relación población-medio ambiente-desarrollo. El mismo autor plantea que dicho indicador constituye una dimensión imprescindible para conocer a fondo el subsistema socioeconómico como parte de los estudios ambientales. De todo ello, sin dudas, se deriva la importancia que tiene la aplicación de la gestión ambiental comunitaria y su evaluación, desde una percepción rural.

En cuanto a la educación ambiental, la misma se hizo efectiva mediante la capacitación, mientras que el trabajo cultural posibilitó la conformación de acciones y actividades contribuyentes a la preservación y mejora del entorno.

 

¿Acaso conocían los miembros de la localidad evaluada qué es la gestión ambiental comunitaria? 

De manera general desconocían el concepto de gestión ambiental comunitaria, pero asumieron diferentes interpretaciones, muchas de las cuales se alejaban del concepto en sí. Se hizo palpable el desconocimiento acerca del tema, muchos respondían que se trataba de los árboles y de los animales, así como de todo lo que les rodeaba, pero finalmente fueron partícipes de las diversas acciones que se convocaron para su ejecución.

Entonces se decidió imbricar las decisiones y actividades concernientes al uso racional de los recursos, con el respaldo operativo y financiero correspondiente, para permitir el establecimiento y cumplimiento de normas, la puesta en marcha de resultados afines al comportamiento del clima y el logro de la capacidad de ejecución.

La difusión de este saber contribuyó a sensibilizar y a conformar la conciencia ciudadana hacia la problemática ambiental, la cual es necesaria para el logro de un desarrollo sostenible, teniendo en cuenta, según Trinquete (2015), que el proceso de construcción del conocimiento en la actualidad, en cualquier disciplina, demanda de una perspectiva multi, inter y transdisciplinar; de igual forma la acción individual necesaria no basta para acceder a un solo conocimiento, depende también de los recursos cognoscitivos disponibles y de las habilidades múltiples que se creen para explotar dichos recursos (Núñez, 2013).

En el diagnóstico además se detectaron las siguientes dificultades:

  • La contaminación del suelo por los residuales líquidos.
  • Problemas con la recolección y disposición final de los desechos sólidos domésticos.
  • Insuficientes vertederos.
  • Proliferación de microvertederos.
  • Existencia de grandes áreas deforestadas.
  • Contaminación del aire por emisiones gaseosas debido a la quema de arbustos.
  • Presencia de contaminación sónica.

Por existir estas insuficiencias es que se retomó la exigencia de cohabitar en un ambiente saludable, lo que se traduce en su preservación y recuperación, así como en la defensa o promoción de otros valores que lo integran.

Es necesario destacar el papel de los medios masivos de comunicación, su importancia en la orientación y conformación de la opinión pública, lo que influyó considerablemente en la toma de concepciones y decisiones, así como en el proceso de integración de la dimensión ambiental, con un mayor espectro temático y de integralidad en los enfoques.

Se comprobó que los mecanismos de gestión usados podían integrarse aún más a un sistema que, sin abandonar la esencia de la dirección de los procesos emanados de las instancias gubernamentales pertinentes, creara las condiciones requeridas para la participación ciudadana en acciones específicas y las potenciara dentro del ecosistema local.

Es necesario recordar que más allá de las acciones que se deslindan de las leyes establecidas por el Gobierno, la protección y el uso sostenible de los recursos naturales constituyen un derecho y un deber de cada ciudadano (Universidad para todos, 2001), incluyendo a los que habitan las zonas rurales.

Se conoció que a pesar de todos los esfuerzos que realiza la dirección del Gobierno a las más altas instancias, en el país se han identificado varias dificultades de corte medioambiental, muchas de las cuales se detectaron también en la presente investigación y aún persisten en la comunidad de referencia:

  • Exposición de los residuales líquidos.
  • Escasez en el abasto de agua.
  • Desconocimiento de las legislaciones ambientales vigentes entre los moradores.
  • Aprovechamiento irracional de recursos naturales como el agua y la energía.
  • No se incluye en los planes técnico-económicos el cumplimiento de la Ley No. 81 acerca de los indicadores ambientales (Gaceta Oficial de la República de Cuba, 1997).
  • Los residentes desconocen cómo se integran los diversos procesos ambientalistas en la gestión ambiental comunitaria.

Todo esto confirmó la necesidad de integrar los enfoques, las variables y las etapas, lo que se hizo también con la ayuda de los gestores ambientales.

El enfoque psicológicose esbozó a partir del enfoque histórico-cultural concebido por Vigotsky (1995), quien consideró al hombre como un ser biosicosocial capaz de evolucionar en su propio contexto, partiendo de un factor externo para transformar lo interno. Este enfoque se utilizó desde el momento en que se realizó el diagnóstico y permitió determinar la cultura, arraigos e identidad de los pobladores.

El mismo psicólogo afirmó que la educación del hombre se relaciona estrechamente con los conceptos zona de desarrollo próximo y zona de desarrollo potencial, lo que se tomó como fortaleza en el presente trabajo.

Se asumió además la categoría actividad para todos los momentos de la gestión ambiental comunitaria, teniendo en cuenta la idea formulada por Leontiev (1981), quien la describió como: cognoscitiva, valorativa, comunicativa y práctica. Dicha categoría se asumió a partir del desarrollo de las actividades en las que participaban los moradores, donde adquirían informaciones convertidas más tarde en conocimientos, hacían valoraciones, comunicaban sus criterios y después se mostraba en la práctica.

Esto permitió a los vecinos protagonizar, valorar y transformar, mediante el conocimiento adquirido en las temáticas ambientales impartidas en talleres, seminarios, charlas, debates y conferencias, a la vez que fueron capaces de exponer sus criterios en las diferentes actividades concebidas, en correspondencia con sus propias exigencias y apreciaciones.

En el enfoque filosófico la práctica es el elemento que mostró todo lo referido al proceso de asimilación de los conocimientos que aportaron los talleres, seminarios, debates y videos en los que la mayoría participó. Ello se reafirmó en la ejecución del propio contexto, que transitó de la teoría a la práctica y viceversa.

Para el enfoque sociológico, considerando dentro de este la comunicación como acción fundamental que manifiesta la correspondencia entre los individuos, instituciones y Gobierno, la comprobación se efectuó de forma general y sistemática por cada uno de estos grupos.  

La aplicación de los tres enfoques descritos confirmó la necesidad de elaborar concepciones derivadas de estos, como vía para contribuir a la preservación del hábitat tratado. En la figura 1 se muestran los elementos fundamentales de cada uno de estos enfoques que contribuyeron a mejorar la conducta de los moradores de la comunidad rural pinera.

Es importante destacar en esta figura, cómo desde el punto de vista psicológico las variables educación ambiental y trabajo cultural pueden incrementar la sensibilidad de las personas y colaborar en una adecuada transformación del entorno, así como desde el plano filosófico tres elementos determinantes lo fueron la planificación, la implementación y el monitoreo de diversas actividades. Todo ello se completó con un tercer enfoque donde la información recibida o transmitida y socializada, el nivel de comunicación y las decisiones tomadas, colaboraron de manera efectiva en la transformación conductual de los comunitarios.

Las manifestaciones culturales que se ejecutan con fines de gestión, como las efectuadas en este trabajo (gestión ambiental comunitaria), dan lugar al reconocimiento e incremento del trabajo cultural como alternativa de sostenibilidad en la preservación del ecosistema, lo que en este caso contribuyó también a la educación ambiental.

Lo anterior se hizo palpable con el empleo de los enfoques cuando los mismos se integraron con las etapas siguientes:

1. Planificación-organización

Esta etapa se consolidó con la planificación del trabajo cultural y de educación ambiental, mediante actividades encaminadas a posibilitar la participación de los pobladores en la identificación de los problemas ambientales y en la evaluación de estos con fines de gestión. Para ello se tuvo en cuenta el resultado del diagnóstico inicial, en que se analizó el deterioro existente, facilitando el diseño de acciones con dos perspectivas:

- Contribuir a la preservación del ecosistema.

- Elevar la calidad de vida en correspondencia con la política ambiental lugareña.

2. Preservación-implementación

Este momento se definió con la ejecución de un conjunto de acciones de regulación para preservar, recuperar, incrementar e implementar el trabajo ambiental. Se evaluó la factibilidad de cada una de estas, y de sus resultados se deslindaron mecanismos de mejora, además de determinar cuáles implantar para salvaguardar el ambiente.

3. Monitoreo-control

Se utilizó el monitoreo-control como mecanismo de gestión que corroboró la eficacia de las acciones desplegadas. Se dio seguimiento al trabajo relativo a la preservación del ecosistema, el control y la evaluación, tanto para la comunidad como para las zonas aledañas afectadas, así como se comprobó el grado superior de cultura ambiental alcanzado.

Debe señalarse que para fundamentar el conjunto de acciones se revisó la concepción de Galperin (1982), en cuanto a la función de las tres etapas previstas que se implementaron, lo cual se muestra con claridad en la figura 2. En ella, en la primera etapa, se observa que se trabajó de conjunto con todos los pobladores y se ejecutaron acciones de identificación (diagnóstico), así como se evaluaron los problemas ambientales detectados, todo en función de preservar el entorno como de elevar la calidad de vida de los protagonistas.

Pertenecientes a la preservación-implementación (segunda etapa), en la misma figura se muestran las acciones de regulación efectuadas, como minimizar o suprimir actividades acostumbradas por los habitantes locales, asegurando de esta forma las funciones de recuperación, protección, mantenimiento e incremento del trabajo ambiental comunitario; finalmente, en la tercera etapa, se monitoreó y dio seguimiento al trabajo ambiental hecho en las etapas anteriores, en el sentido de lograr la transformación conductual de los comunitarios ante las tareas que pueden mejorar el entorno.

En cada una de las etapas de la gestión se hizo notorio el intercambio de ideas, proceso consolidado por la participación ciudadana, lo que propició la toma de decisiones en consenso, de forma que las actitudes sociales influyeron directamente en función de la protección del medio.

No obstante, hoy en Cuba aún se evidencia la falta de experiencia para el resguardo del ambiente, fundamentalmente en el mantenimiento del equilibrio entre la sociedad y la naturaleza, y resultan insuficientes los esfuerzos que se acometen. Por ello, a pesar de haberse ejecutado la gestión ambiental comunitaria, fue imprescindible estimular las actividades prácticas utilitarias para lograr una verdadera unificación sociedad-ecosistema, a la vez que se tuvo en cuenta el vínculo entre la acción y la participación en todos los procesos que allí ocurren.

Fue entonces que se decidió capacitar a la población y se plantearon alternativas que viabilizaron la puesta en marcha de soluciones. 

La capacitación, como parte de la educación ambiental (tabla 1), se efectuó con el concurso de acciones educativas y culturales de formación a partir de la intervención, la prevención y la comunicación, que incluyeron herramientas teóricas y metodológicas indispensables para el buen desenvolvimiento de la gestión ambiental empleada.

Las actividades de capacitación posibilitaron potenciar las capacidades personales y sociales como una función preventiva, referidas a la aparición de situaciones de riesgo de diverso origen. Esto se asumió como una actividad didáctica en función de mejorar la actitud, el conocimiento, las habilidades y las conductas dentro de la localidad.         

Los enfoques y las etapas de la gestión ambiental comunitaria y su integración constituyeron los elementos principales de reconocimiento por parte de los pobladores, acerca de la urgencia por mantener un ambiente sano. Todo ello promovió un mejor aprovechamiento de los recursos naturales en función de la localidad, a la vez que mejoró la vida de los habitantes, logrando una cultura ambiental sustentable en los ámbitos ecológico, económico y social, con aumento de conocimiento, conciencia  y sensibilidad.

Ya Cabrera (2007, citado por Cabrera, 2011) había planteado que los mecanismos más comunes de deterioro ambiental han estado relacionados de forma general con la implantación de estrategias productivas y tecnológicas inadecuadas, ajenas a la diversidad cultural y ecológica de los contextos donde se han ejecutado, lo que corrobora el acierto de aplicar en esta investigación la gestión ambiental comunitaria con sus etapas, posibilitando los cambios y transformaciones conductuales que mejoraron el entorno de la comunidad rural seleccionada.

La intervención activa, a la vez que voluntaria, de los moradores como grupo social, propició el incremento de la toma de conciencia en la aplicación de las medidas adoptadas. Es decir, se hizo patente la necesidad de estimular y apoyar el compromiso de todos frente a diversas circunstancias altamente relacionadas con el ambiente que comparten.

Es aquí donde cobra mayor vigencia lo expresado por Gómez y Gómez (2013), cuando aseguraron que el desarrollo sostenible debe exigir la evaluación a todos los niveles (económico financiero, ambiental, sociocultural y político) de los efectos e impactos de las ideas incluidas en dichos procesos. También afirmaron que es vital hacer un estudio de significación donde se determinen las implicaciones sociales y culturales, para lo que es indispensable realizar cambios profundos, no solo en la producción de bienes materiales, comercialización y consumo, sino también en una nueva concepción de lo que significa la ciencia y la tecnología para toda la sociedad.

De lo anterior se deduce que no se puede concebir e incrementar una cultura ambiental sin la comprensión e incorporación activa de los diferentes grupos etarios, para ello es preciso tener en cuenta los enfoques, las variables y las etapas de la gestión ambiental comunitaria, que se integraron consecuentemente en este trabajo.

 

CONCLUSIONES

 - Los enfoques y las etapas de la gestión ambiental comunitaria, unidosa los planes establecidos por las instituciones y el Gobierno de la localidad, contribuyen de manera positiva a la transformación conductual de los pobladores rurales en lo referente a la preservación del ecosistema.

- Las variables trabajo cultural y educación ambiental constituyen recursos que interactúan con los procesos del medio ambiente, y benefician a la comunidad con la ejecución de diferentes acciones que representan la realidad en que viven.

- Las acciones de capacitación que se ejecutan en la gestión ambiental comunitaria favorecen la protección y mejora del entorno en una comunidad rural, e hicieron posible la preparación de los pobladores para lograr mantener de forma permanente el cuidado y preservación de la comunidad Julio Antonio Mella.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Vigotsky, L. S. (1995). Obras Completas. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

 



*MSc.en Gestión Ambiental. Centro de Superación para la Cultura Evangelina Cossío, Cuba. E-mail: arelishg@gmail.com

**MSc. en Citricultura Tropical. Universidad Jesús Montané Oropesa, Cuba. E-mail: clmartinez@cuij.edu.cu

***Dr.C. Técnicas. Instituto de Ciencia y Tecnologías Aplicadas (INSTEC), Cuba. E-mail: lromerocu@instec.cu

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