INTRODUCCIÓN
Breve historia del béisbol mundial
El béisbol (traducción literal del término en inglés Baseball) se refiere a un deporte de equipo creado en los Estados Unidos por Abner Doubleday, en la población de Cooperstown (estado de Nueva York) en el año 1839, sin embargo, fue Alexander J. Cartwright quien en 1845 diseñó el primer campo de beisbol y estableció las primeras reglas para este juego (Henderson, 1939; Benson M, 1989). El beisbol tuvo sus orígenes en el cricket y el rounders, llevados a América por los colonos ingleses, pero en culturas tan antiguas como la griega, la egipcia y persa se practicaron deportes y ceremonias en las cuales se utilizaban como implementos un palo y una bola, los cuales llegaron posiblemente, hasta la región de Europa donde fueron asimilados por sus poblaciones Peterson, 1973; (Thorn, J, 2011).
En otras regiones del mundo, como es el caso de Cuba, las poblaciones autóctonas practicaban un deporte similar al cual denominaban batos. Las ruinas de la antigua ciudad de Teotihuacán, en México, aún conservan áreas de juegos donde se practicaba un deporte que consistía en que una pelota de caucho debía atravesar una ranura realizada en una pared vertical.
El béisbol se difundió por muchas regiones del mundo asociado a las guerras, migraciones, instalación de bases militares e incremento del comercio marítimo, y llegó a convertirse en el deporte o pasatiempo nacional de muchos países. Actualmente el beisbol se practica en Asia, África, América Latina y el Caribe, América del Norte, América del Sur, Centro América, Oceanía y Europa. El primer partido oficial de beisbol que se jugó en los Estados Unidos utilizando las nuevas reglas se celebró el 19 de junio de 1846. En Cuba comenzó cuando se formó el Club de béisbol de La Habana en 1868, pero el juego fue prohibido por los gobernantes españoles y no fue sino hasta el 27 de diciembre de 1874 que se registró el primer juego documentado en la isla, según publicó el periódico El Artista cuatro días después. Esto se desarrolló en una liga profesional que comenzó a jugarse en 1878 (González-Echevarría, 1999).
DESARROLLO
Dopaje en el béisbol
Para los aficionados y seguidores del beisbol, resulta una tarea difícil y amarga reconocer que su deporte o pasatiempo preferido no se pueda considerar como el deporte más limpio y honesto del mundo, y que este haya sido víctima del fenómeno del dopaje como ha ocurrido con la mayoría de los deportes.
Actualmente, cuando se analiza la historia del beisbol y de los beisbolistas más famosos de la historia de este deporte, surgen las dudas relacionadas con las posibilidades de que el fenómeno del dopaje haya tenido grandes influencias en los resultados históricos de este deporte. También es muy posible que la mayoría de los resultados más destacados se hubiesen alcanzado bajo los efectos de sustancias prohibidas. Es probable que las estadísticas históricas y sus grandes protagonistas estuviesen sesgadas por el uso del dopaje.
Hoy se conoce con bastante certeza la fecha en que se inició el uso de sustancias prohibidas o dopaje a este deporte. Además, se puede asegurar con bastante exactitud, que generalmente sus aficionados y amantes no conocen los efectos y daños que ha ocasionado a lo largo de la historia de este deporte el uso de sustancias prohibidas, el dopaje y la corrupción (Carroll, 2005; Plata N, 2006).
Es difícil nombrar un deporte que no haya sido alcanzado por los tentáculos del dopaje y el béisbol no ha sido la excepción.
Debido a sugerencias hechas por comentaristas deportivos, se ha pretendido revisar el fenómeno del dopaje en el beisbol; las características de este fenómeno nocivo en el deporte, la llegada del uso de sustancias prohibidas, su presencia en el pasado y presente y las formas de lucha en busca de su eliminación.
El origen de la palabra "doping" o "dopaje"
La palabra dopaje o doping se deriva de un dialecto bantú que se hablaba en algunas tribus Zulúes de la Costa Este de África del Sur, donde se utilizaba para denominar una bebida a base de alcohol, nuez de cola y xantina que los nativos de la región utilizaban como estimulante durante las ceremonias religiosas. Posteriormente este vocablo pasó al idioma de los Boers (granjero en holandés, Boers o Afrikáner), donde se utilizaba para denominar cualquier tipo de bebida estimulante (Cabrera-Oliva, V.M., 2013a, Cabrera-Oliva, V.M., 2013b).
Este término comenzó a ser utilizado en el idioma inglés primeramente para denominar una pasta que se usaba como lubricante, la cual se aplicaba a las suelas de los zapatos para facilitar el desplazamiento sobre la nieve. Más tarde se empleó para identificar una mezcla de opio y narcóticos que se les suministraba a los caballos de carrera como estimulante (Thevis, Kuuranne, Geyer, 2018; Kayser, Broers, 2012).
La llegada de las drogas al deporte
Algunos investigadores e historiadores (Tynes, J.R., 2006; Prokop, L., 1970; Rosen, D.M. 2008), han señalado que las primeras drogas que llegaron al beisbol fueron las anfetaminas. Durante la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas y del Eje proporcionaron sistemáticamente esta droga a sus tropas, principalmente a los aviadores durante los vuelos nocturnos y para mejorar la resistencia y la concentración mental de los soldados. Después del final de la guerra, muchos de los soldados que regresaron y que asistieron a las universidades se incluyeron en equipos de beisbol universitario y, cuando lo hicieron, aplicaron sus conocimientos sobre los beneficios del uso de anfetaminas. Primero se insertaron en los deportes universitarios y luego en los deportes profesionales, incluido el béisbol profesional.
Sin embargo, los registros históricos han confirmado que, desde los inicios de la práctica del beisbol como deporte, los jugadores han intentado obtener ventajas basado en la utilización de sustancias químicas prohibidas. Este es el criterio general en el cual se basa la práctica del dopaje (Kanayama, Pope, 2018; Piacentino, D., Georgios, D.K., 2015).
La práctica del dopaje en forma empírica en el beisbol tuvo sus inicios con la preparación y administración de un macerado creados a finales del siglo XIX por un médico francés llamado Charle-Édouard Brown-Séquard. Este se realizó a base de testículos de perros, conejos, cobayos y carneros que se conoció como el "elixir de la vida" (Jorge, M., 2016). Aunque hasta los inicios de su utilización los jugadores desconocían la composición del elixir, el principio activo seguramente era la testosterona. Este macerado o extracto se convirtió en la primera droga conocida para mejorar del rendimiento de los deportistas en las ligas profesionales de Estados Unidos, cuando el beisbolista Pud Galvin, de los Pittsburgh Alleghenys, la consumió en 1889. Galvin ganó su primer juego bajo el efecto del elixir yThe Washington Postreportó el poder de la droga y el ingenio del jugador (Rao, Boulet, Mehta, 2013; Brennan, Wells, Van Hout, 2017).
El fenómeno del dopaje en el beisbol mundial
Generalmente, las estadísticas sobre los casos positivos de dopaje en el beisbol registran solamente a los jugadores que participan en las Grandes Ligas de los Estados Unidos, conocida como "La Gran Carpa", debido a que los mejores jugadores de todo el mundo, llegan ordinariamente a las Grandes Ligas donde son sometidos a pruebas de control antidopaje lo cual no ocurre frecuentemente en sus países de origen (Bryant, 2005).
Todos los años se registran casos de dopaje en todas las ligas y franquicias del béisbol mundial, con las mayores incidencias en las ligas menores y universitarias (Stahl, 2009).
El dopaje como la principal amenaza para el beisbol y el deporte
El uso de sustancias prohibidas por parte de los atletas de elite es un grave problema que va más allá que el hecho de ser detectado y, por ende, descalificado en una competencia deportiva. El problema, mucho más trascendental, está relacionado con la salud por todas las repercusiones físicas, endócrinas y metabólicas. Entre otras predomina la repercusión psíquica por el uso de este tipo de sustancias estimulantes suele traer aparejado ocasionando un deterioro a veces irreversible sobre el organismo llegando en ocasiones, hasta la misma muerte (Office of the Commissioner, MLB, 1991).
El deportista de nuestro tiempo está sujeto a una presión constante personal y social, exigencia que lo somete a conseguir cada vez mejores niveles de rendimiento buscando afanosamente nuevas fórmulas que le permitan responder y ganar en la competición a cualquier costo.
Por otra parte, la búsqueda incesante del éxito y reconocimiento social que ello significa muchas veces vinculado a una alta remuneración económica hacen que el deportista complemente la ayuda ergogénica-fisiológica. Esta se basa en la alimentación, los programas de entrenamiento, la utilización de ropa específica, etc., con suplementos o métodos que superan los límites de lo permitido por las organizaciones deportivas competentes y, por supuesto, transgrediendo las leyes del deporte.
Las razones que impulsan a las organizaciones deportivas a prohibir el uso de las sustancias que permiten una mejoría de la capacidad de trabajo físico son esencialmente dos: a) Por una parte, evitar el riesgo del deportista ya que muchos estimulantes usados en dopaje pueden ocasionar la muerte y ningún atleta está exento de ella, b) Evitar una competencia desleal, de lo contrario las mismas se harían para evaluar la eficacia de los métodos que induzcan a un mejor estímulo del rendimiento. Desafortunadamente, los únicos datos objetivos de que se dispone para detectar el uso de agentes prohibidos en el deporte proceden de los análisis de control que se implementan mediante el estudio de la orina y sangre en numerosas competiciones internacionales (Yesalis, Barke, 2003; Millán Aguilar-Navarro, Muñoz-Guerra, Del Coso, 2020).
Lamentablemente, y como sucede en todas las ciencias, el crecimiento vertiginoso de las investigaciones también agudiza las mentes de quienes inescrupulosamente ofrecen nuevos compuestos para sacar ventajas en la competencia pero que no alertan sobre los peligros que ello implica para la salud. Por tal motivo anualmente el Comité Olímpico Internacional publica un informe sobre los distintos compuestos que se están utilizando y normas sobre los mismos (Listas de sustancias y métodos prohibidos en el deporte) (World Antidoping Agency, 2022).
EI profesionalismo impulsado por las empresas y la televisión llevan a los deportistas a esfuerzos tremendos y a una superación constante. También el atleta ante una expectativa de mayores beneficios se sube a esa carrera desenfrenada y como le resulta difícil mantener ese ritmo con medios naturales recurre al dopaje.
Sustancias que se utilizan actualmente en la práctica del dopaje en el beisbol
El desarrollo tecnológico actual ha permitido identificar y caracterizar las propiedades químicas y fisiológicas de las sustancias dopantes conocidas como de nueva generación.
El desarrollo, síntesis y producción de nuevas sustancias con la capacidad de incrementar el rendimiento físico han expandido de manera significativa el arsenal de sustancias dopantes disponibles para los adeptos a sacar ventajas en las competencias ignorando los efectos secundarios que pueden producir las drogas sobre la salud de los deportistas que recurren a este tipo de recurso ergogénico que puede, en casos de abuso o alta predisposición a efectos colaterales adversos, provocar serios daños al organismo (Birzniece, 2015).
La llegada del dopaje y las sustancias prohibidas al beisbol moderno
El dopaje irrumpió con su mayor fuerza en el beisbol cuando un grupo de los mejores jugadores de las grandes ligas profesionales comenzaron a utilizar casi de forma masiva diferentes tipos de esteroides y hormonas.
El pionero y principal promotor de la introducción en la práctica del uso de esteroides anabólicos y sustancias prohibidas fue el beisbolista José Canseco, el cual con sus mismas palabras sentenció: "Luego de esto, el béisbol nunca volverá a ser el mismo" (Canseco, 2005).
Otro jugador famoso del beisbol de las grandes ligas (Álex Rodríguez) y uno de los históricamente mejor pagado de las Grandes Ligas explicó las causas por las cuales utilizó sustancias prohibidas: "Quería defender mi contrato de 253 millones de dólares" (Sinn, 2017). Sin embargo, durante las pruebas realizadas en 2003, otros 104 jugadores dieron positivos en los controles de dopaje, de acuerdo a los datos publicados por la revista Sports Illustrated (Brenan, 2013; Bryant, H., 2005).
Dopaje en el béisbol universitario
Aunque la NCAA (Asociación Nacional Atlética Colegial) realiza pruebas de drogas al azar en estudiantes atletas, el abuso de drogas para mejorar el rendimiento no es infrecuente en el nivel universitario. Depende de las escuelas y universidades si quieren implementar su propia política de pruebas de drogas, lo que la mayoría hace. La división de la MLB se encuentra en el nivel Junior College o NJCAA. La NJCAA no realiza pruebas de drogas a sus estudiantes atletas, por lo que depende de esas universidades si los jugadores se someten o no a pruebas de drogas (Blum, R., 2022)
La lucha contra el dopaje en el béisbol
En 1973, el subcomité del senado de la judicatura, encargado de investigar la delincuencia juvenil en Estados Unidos, convocó a audiencias para tratar el tema del "uso adecuado e inadecuado de las drogas por los atletas". En ese momento, la información verificada era difícil de encontrar y existían pocos estudios académicos sobre las numerosas drogas utilizadas por los deportistas (Kirk, C. 2019; Fidler, Marcano, 2007).
En febrero de 1999, el Comité Olímpico Internacional (COI), convocó la Conferencia Mundial sobre el Dopaje en el deporte en Lausana, Suiza y recomendó de la creación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Uno de los mandatos de la AMA fue armonizar el Código Antidopaje Olímpico y desarrollar un código único aplicable y aceptable para todas las partes interesadas. El Código incluyó la creación de varios estándares internacionales (EI) para laboratorios, pruebas, la lista de prohibidos y para la Autorización del Uso terapéutico de sustancias prohibidas (AUT) (World Antidoping Agency, World Antidoping Code, 2009).
Con la finalidad de resolver el problema del uso de drogas en el beisbol, la AMA, el COI y la MLB adoptaron una política de mayor rigurosidad en las pruebas de control antidopaje y un incremento en las sanciones, cada vez más duras. Sin embargo, los casos continuaron siendo frecuentes y no se produjeron cambios significativos en el consumo de drogas entre los atletas a pesar de la presión ejercida sobre ellos.
Los esteroides llegaron a la lista de sustancias prohibidas del béisbol en 1991, sin embargo, las pruebas para jugadores de Grandes Ligas no comenzaron hasta la temporada 2003 (Shaun, Keating, 2005). Mientras se iniciaban las pruebas de esteroides, su uso continuó (Butterworth, 2010).
La "triada fatal", anfetaminas, esteroides anabólicos y hormona de crecimiento
Uso de anfetaminas en el beisbol
En su autobiografía "I Had a Hammer", coescrita con Lonnie Wheeler y publicada en 1992, el jardinero Hank Aaron escribió que aceptó una pastilla de anfetamina de un compañero de equipo desconocido y la tomó antes de un juego durante la temporada de 1968, después de sentirse frustrado por su falta de rendimiento ofensivo (Hank, Wheeler, 1992).
La tercera base Mike Schmidt, un jugador activo de 1972-1989, admitió a Murray Chass en su libro "Clearing the Bases" (Limpiando las bases) en 2006 que había usado anfetaminas "un par de veces" El lanzador de releve Goose Gossage, activo desde 1972 hasta 1994, también admitió haber consumido anfetaminas durante su carrera como jugador (Davidoff, 2013; Carroll, W. 2021).
De manera diferente a lo que generalmente se sospecha, muchas drogas y sustancias prohibidas que se utilizan actualmente en la práctica del dopaje, no fueron diseñadas originalmente con este objetivo, y tuvieron sus orígenes en la práctica médica, las guerras y otros eventos.
Uso de esteroides anabólicos en el beisbol
El uso de los esteroides afecta la integridad del deporte y cuando un atleta es sorprendido utilizando estas sustancias, el mismo puede enfrentar una suspensión que puede variar desde unos pocos juegos hasta una temporada completa (Erickson, et al., 2015).
Actualmente, se conoce que el principal promotor y clave de la introducción de los esteroides en el beisbol fue Josh Ziegler, con lo cual se dio inicio a lo hoy se conoce como la `Era de los Esteroides' (Brave, Roberts 2019).
En 1958, CIBA la comercializó en forma de pastillas rosas llamadas Dianabol (Un esteroide anabólico de diseño). Estas píldoras permiten mejorar la síntesis de proteínas del organismo y aumentan considerablemente la masa muscular. Este fue el primer esteroide de la historia (Elks, 2014; Yesalis, 1990; Cisyk, J. 2020).
El ex-lanzador Tom House, reclutado en 1967 y activo en MLB desde 1971 hasta 1978, admitió haber usado "esteroides que no les darían a los caballos" durante su carrera como jugador (Crouch, I., 2013). Según House, el uso de drogas para mejorar el rendimiento en ese momento estaba generalizado (Chávez, A., 2022), y que "seis o siete" lanzadores en cada equipo eran al menos usuarios experimentales de esteroides u hormona de crecimiento humano (Nathan, 2009; Nightengale, 2019).
Popularización de los esteroides
Solo cuatro años después, CIBA comercializó el esteroide anabólico Winstrol (Estanozolol) para ser utilizado por vía intramuscular el cual se popularizaron rápidamente entre los levantadores de pesas, pero sin analizar los posibles riesgos que el mismo podría ocasionar a la salud y sosteniendo la hipótesis: «¿Los esteroides anabólicos son buenos para las personas con problemas médicos? ¿Por qué no deberían ser también beneficiosos para gente sana? ¿Los harán más fuertes?», (Brenan, Wells, Van Hout, 2017; Hildebrandt, Langenbucher, Carr, Sanjuan, 2007).
Uso y abuso de la Hormona de crecimiento en el beisbol
La hormona de crecimiento (HGH) y el esteroide anabólico tetrahidrogestrinona (THG) han revolucionado el campo del dopaje, tanto por sus efectos en los atletas como por la dificultad de detectarlas en los controles. Actualmente en el dopaje se utilizan diferentes análogos de la HGH, Factores de Crecimiento Similares a la Insulina, Moduladores Metabólicos y Eritropoyetina (Holt, et al., 2019).
La HGH aumenta la masa muscular y potencia los efectos de los anabolizantes. También favorece el desarrollo de los huesos y acelera el crecimiento de tejidos y órganos como el corazón o el hígado.
Los grandes escándalos protagonizados por el uso de sustancias prohibidas en el beisbol: El caso BALCO y la Clínica de Biogénesis
En junio de 2003, estalló el escándalo de dopaje en el deporte conocido como el caso BALCO. La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) recibió en forma anónima una jeringuilla que contenía residuos de un esteroide anabólico de diseño que no podía ser detectado en las pruebas de control de los laboratorios. Al mismo tiempo el anónimo declaraba que la sustancia en cuestión había sido sintetizada en los laboratorios BALCO (situados en San Francisco, California) e informaba los nombres de los atletas que la estaban utilizando (Meyer,2008).
El caso de la Clínica de Biogénesis
La Clínica de Biogénesis (Elfrink, Garcia-Robert, 2014) teóricamente estaba destinada a suministrar tratamientos anti-envejecimiento a sus clientes, pero los registros encontrados dejaban claro que suministraba hormonas de crecimiento humano, esteroides anabólicos y pastillas para mejorar el rendimiento deportivo a sus clientes, que no solo incluían atletas profesionales sino también adolescentes.
La clínica representó un caso típico de corrupción en la ciudad de Miami y los distintos empleados de Biogénesis trataron de adquirir todo tipo de documentación para legalizar la clínica y para tratar de ocultar la culpabilidad de los principales encartados.
La era de esteroides
Los sluggers Mark McGwire, Barry Bonds, Jason Giambi y Gary Sheffield; José Canseco y Rafael Palmeiro; Miguel Tejada, además de los lanzadores Andy Pettitte y Roger Clemens, fueron algunos jugadores (confesos o no) acusados de culpabilidad o dudas en la llamada `Era de los Esteroides' en el béisbol (McCain, 2010).
En las investigaciones realizadas, se confirmó que 89 jugadores de Grandes Ligas estaban implicados en el uso de estas drogas; y que los Laboratorios BALCO y la clínica de Biogénesis de Miami, suministraban sustancias dopantes a diversos atletas, incluyendo peloteros.
La investigación y el informe Mitchell y la "cultura del dopaje" en la MLB
El 29 de marzo de 2006, el exsenador George J. Mitchell, fue designado para encabezar una investigación sobre el uso pasado de esteroides por parte de los jugadores de las Grandes Ligas. La investigación incluyó a más de 80 jugadores de béisbol.
Mitchell denunció que en cada equipo de los 30 que configuraran las Grandes Ligas, tenía a uno, dos o más jugadores que habían consumido esteroides, sin que hiciesen nada por corregir el grave problema (Bloom, Barry, 2007; Duff, Schmidt, 2007). La investigación dejó claramente establecido que existía una "cultura del dopaje" durante las décadas de los 80 y 90. "Durante más de una década se extendió el uso de esteroides y otras substancias prohibidas que mejoran el rendimiento deportivo en peloteros de las Grandes Ligas en violación de las leyes federales y de la política del béisbol" (Mitchell Report, 2007; Buechel, B., Emrich, E., Pohlkamp, S. 2016).
La "cultura del dopaje" se extendió a grandes leyendas cuyos nombres fueron incluidos en el informe, siendo la gran sorpresa el del lanzador Roger Clemens, un ganador de siete premios de Cy Young (Thompson, T. 2010; Vinton, 2010).
La política de sanciones aplicada a los beisbolistas que utilizan dopaje
En agosto de 2002 los jugadores y dueños de equipos de la MLB llegaron a un acuerdo para implementar un programa de controles, pero las sanciones comenzaron a aplicarse en 2004, cuando se determinó que era necesario imponer pruebas obligatorias y al azar (Office of the Commissioner, MLB, 1991; Major League Baseball, 2021).
El 28 de marzo de 2014, los jugadores y propietarios anunciaron que las sanciones por una prueba positiva se incrementarían a una suspensión de 80 juegos por primera vez. Luego escalar a una suspensión de 162 juegos por la segunda violación y una suspensión de por vida del deporte por la tercera. Los jugadores suspendidos durante la temporada no podrían participar en la postemporada. Estas suspensiones no permitían que se pagase el salario al jugador mientras estaba suspendido. Esta es la política más estricta contra el dopaje que ha tenido la MLB (Ofice of the Commissioner, MLB, 1991; Major League Baseball, 2021).
Este programa reemplazó el anterior, establecido en 2002, de acuerdo al cual una violación por primera vez, solo daría como resultado el tratamiento del jugador, y el jugador no sería nombrado (Ezra, 2121; Verducci, 2010).
Aunque cada año las Grandes Ligas son más rigurosas con su sistema antidopaje, se descubren nuevos casos de atletas que ingieren sustancias prohibidas o las llamadas drogas para mejorar el rendimiento, lo cual, pese a ciertas aclaraciones, no deja de poner en duda su desempeño, generándoles una mancha de por vida.
Efectos en el Salón de la Fama
El Salón de la Fama del beisbol fue inaugurado el 12 de junio de 1939, aunque las principales estrellas del beisbol fueron exaltadas al salón de la fama, la realidad actual sobre el uso de sustancias prohibidas para incrementar de manera artificial las posibilidades de incrementar el rendimiento deportivo, han puesto en dudas los verdaderos méritos deportivos de los primeros grandes jugadores de beisbol (Bill, J., 1995; Núñez, E., y Seiner, 2021; Swartz, C, 2009). Sin embargo, tanto en los casos de épocas pasadas como en los momentos actuales, muchos beisbolistas alcanzaron la gloria por méritos propios, y sería injusto pensar o inculpar a todos por igual. Los méritos de un beisbolista para ser exaltado al Salón de la Fama continúan siendo muy estrictos (Boswell, 2015).
Con el tema del uso de esteroides entrando en escena durante las carreras de estos jugadores y el informe Mitchell publicado en 2007 (Nathan, 2009; Banks, 2020) que investiga el uso pasado de esteroides y hormonas de crecimiento humano, la percepción de estos logros se ha debatido como "controvertida para el juego de béisbol y la opinión de Estados Unidos sobre el deporte".
Perspectivas actuales, criterios de los beisbolistas sobre el dopaje y reseñas sobre uno de los grandes de beisbol: Mickey Mantle
Se debe reconocer la realidad de que el beisbol ya no es el mismo de hace 50, 60 o 70 años, muchos de los jugadores que una vez fueron sorprendidos y multados por dopaje, llegaron a reconocer su error y pidieron disculpas a los aficionados y familiares. Muchos prestaron declaraciones que fueron útiles en los procesos y ayudaron a esclarecer la culpabilidad no solo de los jugadores.
El beisbol continuará siendo para muchos el deporte rey, pero como el resto de los deportes, continuará estando bajo la espada de Damocles del dopaje y las adiciones.
Un jugador que ilustra claramente esta dinámica fue la leyenda del beisbol; Mickey Charles Mantle. (Major League Baseball, The Baseball Encyclopedia, 1969; (Nemec, 2006). Nació en Spavinaw, Oklahoma, el 20 de octubre de 1931 y falleció en Dallas, Texas, 13 de agosto de 1995). Fue un beisbolista, de los más populares jugadores de la historia de las grandes ligas estadounidenses. Jugó toda su carrera profesional para los New York Yankees.
En una confesión escrita dejada por el jugador reconoció: "El alcohol perjudicó terriblemente mi carrera".
En su testamento final, "El Mick" dejó una carta escrita a mano dirigida a los beisbolistas, amigos y familiares en la cual pide a los niños que no se acerquen a las drogas y al alcohol, y reconociendo que el alcohol arruinó su carrera.
CONCLUSIONES
La historia del dopaje y la corrupción en el beisbol, no es un fenómeno nuevo y se enmarca, posiblemente, en los mismos inicios de este deporte. Aunque la utilización de sustancias prohibidas fue potenciada durante los periodos de postguerra, la era de las nuevas drogas de diseño, hormonas y esteroides anabólicos llegó al beisbol de manera similar a lo ocurrido en el resto de los deportes.
Los escándalos asociados a la producción, distribución y utilización de sustancias prohibidas, en ocasiones escondidas bajo el pretexto de uso terapéutico y preservador de la salud, han involucrado a atletas famosos de muchos deportes, y el beisbol no ha sido la excepción.
Actualmente se publican pocos datos relacionados con la incidencia del dopaje y otros fenómenos negativos que ocurren en el beisbol en muchos países en los cuales el mismo representa el deporte o pasatiempo nacional. Las mayores estadísticas se registran en las Grandes Ligas y Ligas Menores de los Estados Unidos, pero muchos casos de atletas dopados se registran anualmente en las ligas domésticas.
Aunque en algunos países se han hecho intentos por desarrollar y aplicar programas de lucha contra el dopaje, los intereses económicos y de otro tipo han resultado ser los protagonistas ganadores.
Los efectos negativos del dopaje se han hecho sentir fuertemente en el beisbol, donde se han registrados casos de muerte debido a los efectos colaterales de las drogas.
La Agencia Mundial Antidopaje y el Comité Olímpico Internacional han reglamentado el uso de controles antidopaje y del Código Mundial Antidopaje con carácter obligatorio en el beisbol, aunque se conoce que el beisbol como deporte colectivo tiene características especiales que hacen posible eludir algunas pruebas.
Actualmente, el beisbol es un deporte que ha sido eliminado del programa olímpico, a pesar de que se practica en muchos países del mundo y sólo se competirá en olimpiadas que se celebren en países donde este es el deporte nacional.
En Cuba, los programas de lucha, educación y prevención del dopaje se aplican en todos los deportes y categorías, sin embargo, en este país el fenómeno del dopaje no representa una amenaza para el beisbol o para otros deportes.
AGRADECIMIENTOS
Los autores del presente trabajo quieren expresar su agradecimiento al Programa de Solidaridad Olímpica del Comité Olímpico Internacional y al Programa para la eliminación del dopaje en el deporte de la UNESCO, por el financiamiento parcial otorgado para el desarrollo de los programas nacionales de lucha contra el dopaje, por el juego limpio y la ética en el deporte.