Sra. editora:
En salud pública el término emergencia se refiere a cualquier situación que implique una amenaza imprevista, grave e inmediata para la salud debido a desastres naturales o humanos.1 Ellas impactan en la salud de la población debido a la exposición a diversos riesgos influenciados por las complejidades propias de nuestro entorno, demografía y construcciones sociales.2
Actualmente, las enfermedades infecciosas emergentes y remergentes continúan causando morbimortalidad, amenazando la salud pública y sustentando su riesgo en el comercio globalizado, los desplazamientos internacionales y la interrupción de los sistemas ecológicos.3) Lo anterior adquiere particular importancia debido a los brotes epidemiológicos que han surgido o aumentado en los últimos años: dengue, chikungunya, zika, fiebre amarilla, ébola, y más recientemente, la pandemia de la COVID-19.4,5
El manejo de situaciones de emergencia y desastres, implica una logística diversa en los contextos sanitarios: de seguridad, educación y alimentario-nutricional, entre otros. En este último aspecto es importante precisar que la seguridad alimentaria-nutricional (SAN), puede verse perjudicada por diferentes factores: sistemas de producción, distribución y acceso a alimentos, condiciones sanitarias inadecuadas para su manejo e inapropiada capacitación de los recursos humanos, etc. En este sentido, el manejo de la SAN cumple un papel relevante en la mitigación del impacto de las situaciones de emergencia y desastres.6
En Chile, Nutrición y Dietética puede estudiarse tanto en institutos profesionales como en universidades; no obstante, la mayoría de las carreras acreditadas se encuentran en las universidades que integran el Consejo de Rectores (CRUCH), el que concentra 30 instituciones privadas o públicas.
Hemos revisado el currículo de la carrera Nutrición y Dietética de las universidades CRUCH, la cual es estudiada en 18 de ellas. Si bien todas tienen dentro de su malla curricular asignaturas ligadas a la salud pública, epidemiología o la nutrición comunitaria, ninguna cuenta con una asignatura específica sobre la seguridad alimentaria en situaciones de emergencia; dos escuelas de Nutrición y Dietética sí tienen en sus programas formativos una asignatura llamada Seguridad Alimentaria; pero esta se concentra en temáticas referidas a la higiene, inocuidad y microbiología alimentaria. Por ello, instancias de formación de competencias asociadas a la toma de decisiones en situaciones de emergencia, aún son escasas y es necesario implementarlas.
Por lo anterior, la instalación de la asignatura Seguridad Alimentaria-Nutricional en situaciones de emergencia y desastres se esgrime como una necesidad inmediata ante la evidencia de que los brotes pandémicos son reales, inminentes y cada día más frecuentes. En el caso de Chile es más emblemático si se considera la alta periodicidad con que ocurren desastres naturales, incendios forestales, aluviones y terremotos. Así, los futuros nutricionistas tendrán elementos y herramientas de gestión actualizados para diagnosticar, planificar, ejecutar y evaluar acciones alimentario-nutricionales asociadas específicamente a estos lamentables eventos, como ocurre hoy.
Por ello, aun cuando esta propuesta está en consonancia con la información disponible en Chile, sus autores consideran que la creación de la referida asignatura también es pertinente en los currículos de cualquier país donde se imparten carreras relacionadas con la nutrición, debido a que las contingencias actuales son de índole mundial.