INTRODUCCIÓN
Uno de los grandes retos actuales de la sociedad contemporánea es poder enfrentar con éxito el notable incremento de la esperanza de vida que se aprecia en la mayoría de las naciones del mundo. La prolongación de la existencia de los seres humanos debe ir acompañada de un incremento en la calidad de su vida, lo que exige desde el punto de vista científico, la búsqueda de alternativas de atención que propicien la conservación de las facultades mentales y la salud integral de estas personas.1,2
La Organización Mundial de la Salud, en su informe sobre el envejecimiento, enfatiza y resalta el criticismo sobre uno de los hitos más importantes del siglo XXI: el aumento de la esperanza de vida para la población, especialmente en los adultos mayores, cuya tasa de crecimiento supera a cualquier otro grupo etario; este fenómeno demográfico evoluciona velozmente.3 En Latinoamérica, el proceso se desarrolla con rapidez planteando retos económicos y sociales a los regímenes estatales regionales y de manera implícita, obliga al Estado y a sus empresas públicas y privadas a estar preparados para ello.4
Se acude a la razón matemática de que en estos momentos la población cubana está compuesta por 11 201 549 habitantes, distribuidos en 15 provincias y 168 municipios. El porcentaje de urbanización es de 77,1 %; y el 20,8 % son personas de 60 y más años. La expectativa de vida al nacer es 79 años, lo cual indica que después de las edades previstas para la jubilación, se puede vivir cerca de 20 años. Si hay buena salud, el dilema está planteado: ¿permanecer o jubilarse? (5
La prejubilación, como cualquier acontecimiento vital, puede ser fuente de problemas o de oportunidades; que sea lo uno o lo otro depende de multitud de condiciones personales y ambientales; por otro lado, tiene diversos significados e implica cambios en el estilo de vida, donde si no se prevén con antelación, pudieran generar enfermedades y/o reacciones negativas en órganos y sistemas.6,7
Teniendo en cuenta la necesidad práctica de elevar la calidad de vida en las personas prejubilables y considerando el valor científico-metodológico de los postulados anteriormente señalados, los autores se propusieron como objetivo de la investigación: mostrar la eficacia de la aplicación de un programa educativo dirigido a personas en etapa de prejubilación para el afrontamiento de una vida futura con calidad.
MÉTODOS
Se realizó estudio de intervención cuasiexperimental, en el área de salud Policlínico Universitario “Marta Abreu”, del municipio Santa Clara, provincia Villa Clara, Cuba, en el período comprendido de enero de 2017 a febrero de 2019. De una población de 6094 personas entre las edades de 55 a 65 años, 2960 del sexo femenino y 3134 del sexo masculino, se seleccionó una muestra de 200 personas para el grupo estudio de esta etapa prejubilable, que representó el 20 % del total. La selección se hizo por muestreo aleatorio estratificado con fijación proporcional, determinándose los tamaños de la muestra para cada estrato. Participaron dos muestras independientes, evaluadas antes y después, una de ellas convertida en grupo de estudio y tratada con un programa educativo, y otra de 50 personas devenida en grupo testigo sin esta intervención.
Criterios de inclusión: personas en etapa de prejubilación comprendida entre 55 a 65 años de edad que dieron su consentimiento informado para participar en el estudio.
Criterios de exclusión: personas con enfermedades mentales que afecten los procesos psíquicos.
Criterios de salida: personas que fallezcan, retiren su consentimiento para continuar en el estudio o con discapacidad importante que limite su cooperación.
Se emplearon métodos teóricos:
Histórico-lógico: para investigar históricamente del objeto de estudio, a fin de conocer su evolución y desarrollo.
Analítico-sintético: el análisis se utilizó en la evaluación de la situación problémica y a su vez la síntesis, al relacionar los elementos entre sí y vincularlos con el problema como un todo. Fueron utilizados en todo el proceso de revisión y estudio de documentos y bibliografías afines al objeto de estudio, así como en el procesamiento de toda la información resultante de la investigación.
Inductivo-deductivo: se complementan mutuamente en el proceso de desarrollo del conocimiento científico, por lo que fueron utilizados durante el procesamiento de los datos obtenidos.
El sistémico-estructural: empleado en la concepción y diseño del programa educativo.
Métodos empíricos:
Revisión documental de historias clínicas de las personas en estudio: se aplicó un formulario de recogida de datos precisando: edad, sexo, estado civil, escolaridad y ocupación.
Cuestionario a las personas en estudio: con el objetivo de explorar su nivel de información y preparación para afrontar esta etapa, a fin de desarrollar un proceso de evaluación que permita diagnosticar sus necesidades de aprendizaje para conservar la salud en su dimensión biológica, psicológica, social y espiritual. Se aplicó al inicio y después de impartido el programa educativo.
Fue estructurado en 8 preguntas; el total de puntos asignados a cada una hace un valor total de 100 puntos:
Pregunta No. 1 (20 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 2 (10 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 3 (20 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 4 (10 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 5 (3 puntos). Cada inciso tiene un valor de 1 punto
Pregunta No. 6 (20 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 7 (10 puntos). Cada inciso tiene un valor de 2 puntos
Pregunta No. 8 (7 puntos). Cada inciso tiene un valor de 1 punto
Calificación general según escala cualitativa:
95 - 100 puntos: Excelente (E)
85 - 94 puntos: Bien (B)
84 - 70 puntos: Regular (R)
Menor de 70 puntos: Mal (M)
Grupo focal: conformado por médicos especialistas en Medicina General Integral que laboraban en consultorios médicos de familia para obtener criterios sobre el diseño del programa sobre la base de sus experiencias en capacitaciones similares relacionados con el trabajo comunitario integral y la promoción de salud.
Grupo nominal: se consideraron como miembros 13 profesionales, de ellos 7 Doctores en Ciencias Pedagógicas y 6 Másteres en Educación Médica Superior, a los que se les dio a conocer los criterios del grupo focal para lograr consenso, y finalmente presentarlo a profesionales vinculados con la temática, que por sus conocimientos y experiencias pudieran valorar su calidad y correspondencia según los objetivos propuestos.
Valoración por criterios de 11 especialistas: de ellos 4 psicólogos clínicos, 3 psicólogos de la salud y 4 psiquiatras. Se valoró el programa por el criterio de Kendal atendiendo a 5 indicadores como: actualidad y novedad científica, calidad, fiabilidad y confiabilidad, relación entre el tiempo de realización y la introducción del resultado en la práctica clínica, así como el nivel de generalización del resultado.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La Tabla 1 expresa la comparación de ambos grupos independientes para las variables que no debieran cambiar debido a la intervención. Se observa que los grupos no difieren profundamente en alguna de estas características principales: sexo, estado civil, escolaridad y ocupación. Por lo que puede concluirse que los grupos son comparables al inicio de la intervención, o en el momento inicial de la investigación. Esto garantiza el nivel básico en el que se posicionó la intervención del grupo estudio. Luego, en ambos grupos predominó el estado civil divorciado, escolaridad universitaria y la ocupación profesional. Consecuentes con el orden mencionado de las variables en el grupo estudio se registró un 39 %, 34 % y 33 %; mientras en el grupo control se reflejó el 46,0 %, 32,0 % y el 34,0 %.
Los resultados del cuestionario aplicado antes y después del mencionado programa, se expresan en tablas comparativas, por lo que estos autores consideraron apropiado describirlo brevemente.
Con la aplicación del programa, los autores se propusieron:
Trasmitir información sustancial que ayude a la adquisición de conocimientos y el aprendizaje activo, referidos a la etapa de la jubilación.
Favorecer el desarrollo de competencias, habilidades y destrezas en el trabajador para planificar y afrontar el retiro laboral.
Minimizar los estigmas que asedian en esta etapa.
Facilitar una guía de orientación para la preparación de las personas en etapa de prejubilación.
Objetivo general: capacitar a las personas prejubilables para el afrontamiento de una vida futura con calidad a partir de la aplicación de un programa educativo.
Destinatarios finales: dirigido a las personas del grupo estudio en etapa de prejubilación, en edades entre 55 a 65 años con el deseo de jubilarse o de continuar su actividad laboral.
El programa se estructuró en cinco módulos con una duración de seis horas cada uno, que hizo un total de 30; con una frecuencia de un módulo por semana, ejecutado en dos días (viernes y sábados en las mañanas) durante cinco semanas. La primera parte de cada módulo se impartió los viernes y la segunda los sábados. Cada módulo contó con un cronograma, e incluyó una lista de técnicas con sus respectivos procedimientos. Por otro lado, se dividió el grupo estudio en cuatro subgrupos con el objetivo de una mejor comprensión de los contenidos y mejor viabilidad del proceso enseñanza aprendizaje.
Contenidos:
Módulo I. La jubilación como una etapa trascendental en la vida del adulto
Módulo II. Salud física y salud psicológica
Módulo III. Bienestar psicosocial e inteligencia emocional
Módulo IV. Planificación y emprendimiento
Módulo V. La adaptación integral a una nueva fase
Se utilizó como forma de organización de la enseñanza la modalidad de taller, en el que los participantes adquirieron un papel activo y protagónico. Se pretendió que las técnicas utilizadas involucraran al individuo y al grupo de manera interactiva, es decir, se emplearon técnicas participativas (dinámicas vivenciales) conjuntamente con los métodos habituales de educación, se presentaron estudios de casos y otros recursos del aprendizaje: audio y vídeos; todos ellos vincularon a los trabajadores con el próximo rol de jubilado o de continuantes en la vida laboral.
Este programa fue presentado para su valoración a un grupo focal, uno nominal y a especialistas.
Grupo focal: opinaron que su diseño se corresponde con las características de este tipo de capacitación, su objetivo tributa a los contenidos y habilidades que se pretenden formar y sus métodos propician la comunicación, por lo que se constituye en un espacio de interacción grupal donde todos aprenden también de las experiencias compartidas.
Los integrantes del grupo nominal coincidieron en sus criterios con el grupo focal después de haber analizado la propuesta de programa educativo, mientras los especialistas consultados opinaron que sus contenidos están actualizados y se corresponden con las necesidades declaradas en el diagnóstico, es novedoso pues se fundamenta en la psicoeducación referida a la educación o información que se ofrece a las personas que sufren o son vulnerables a padecer un trastorno psicológico; su calidad y confiabilidad fueron reconocidas por ellos quienes coincidieron en que puede ser generalizado en otros contextos similares.
Concluida la impartición del programa educativo se procedió a la aplicación del cuestionario aplicado en la fase inicial para valorar las modificaciones obtenidas.
Para analizar los datos se utilizaron pruebas para grupos relacionados atendiendo al nivel de medición de las variables. Por su carácter cualitativo se utilizó la prueba de Wilcoxon de rangos, en los casos en que presentaban ordinalidad, se usó el criterio de medianas para evidenciar los cambios ocurridos. Las hipótesis que se defienden en esta etapa se refieren a los cambios en el grupo estudio al final de la intervención, formulándose que debe diferir de sí mismo antes de esta, en tanto se esperan contrastes menos significativos en el grupo testigo contra sí mismo, en su carácter de muestra relacionada, sin la intervención de interés.
La Tabla 2 muestra la comparación del grupo estudio para la variable nivel de conocimiento y preparación de las personas en etapa de prejubilación antes y después de la intervención. Obsérvese que al inicio del estudio el 39,5 % reflejó un conocimiento Regular para afrontar la etapa de la jubilación, seguido de un 32,0 % en la categoría de Mal. Con la aplicación del programa educativo ocuparon los rangos superiores el Excelente conocimiento y preparación que registró el 45,0 %, seguido de un 38,5 % en la categoría de Bien. En sentido general se observó una asociación estadística muy significativa (P= 0.000).
En la Tabla 3 se observan los datos referidos a la variable anteriormente mencionada en el grupo testigo o control. El conocimiento y preparación para afrontar la etapa de la jubilación se comportó en la etapa diagnóstica de la siguiente forma: 24,0 % evaluado de Bien, 36,0 % regular y 40,0 % Mal; mientras que al final del estudio los resultados fueron un 24,0 % en el indicador Regular, un 38,0 % bien y el 44,0 % en la categoría de Mal, resultados que expresan la efectividad del programa educativo para el cumplimiento del objetivo general para el que fue diseñado.
A juicio del investigador principal, ser divorciado, estar soltero o viudo, status registrados en el estudio, constituyen factores de riesgo para afrontar la jubilación. Varios estudios8,9,10 han señalado que la vida marital o el acompañamiento en pareja constituyen fortalezas para sobrellevar el tránsito hacia esa nueva etapa, proporciona mejor salud física y psicológica, y mayor apoyo social con la satisfacción moral y vital que propicia la oportunidad de compartir actividades de ocio.
La escolaridad universitaria y la ocupación profesional reflejada en la investigación se asumen como elementos protectores esenciales para las personas. Estos resultados coinciden con varios estudios, que refieren que el nivel escolar puede ser un guardián para la conservación de la salud, fundamentalmente por las potencialidades neuropsicológicas que constituyen una riqueza intelectual en personas con mayor y mejor dinamización de su dotación psíquica.11,12
A la vista de tales resultados se logró capacitar a los trabajadores prejubilables; se promovió la adquisición de conocimientos y se potenciaron competencias personales que sirven como recursos para el afrontamiento de una jubilación saludable. Los resultados obtenidos coincidieron con las investigaciones desarrolladas por varios autores13,14,15 quienes refirieron que los propósitos fundamentales de todo programa de preparación para la jubilación debe responder a la promoción del bienestar integral a nivel individual y a nivel social, mediante el fortalecimiento del autoconocimiento de los trabajadores para el disfrute máximo en la asunción de esta nueva etapa, y para la capacitación global del evento cercano a la jubilación, favoreciéndose así el desarrollo de actitudes positivas para la adaptación a la etapa de la jubilación desde la prejubilación, y la planificación hacia el retiro como premisa fundamental, conciliadora del enfoque holístico.
Los resultados mostrados en el grupo control indicaron que no existió mejoría en las variables estudiadas, y en algunos casos, existió tendencia al empeoramiento. Luego las alteraciones evidenciadas en este grupo de personas indicaron que deben ser intervenidas mediante un programa educativo como elemento clave en la protección de la calidad de vida de las personas prejubilables.
La psicología organizacional en Cuba ha mostrado su interés por el bienestar del hombre y en su conjugación con el ámbito laboral ha incursionado de alguna manera por los intrincados caminos de la atención laboral al trabajador en los diferentes momentos de su proceso activo, lo que un tanto debe considerar la relación centro laboral, con el novel trabajador; centro laboral con los próximos a jubilarse y los recientemente jubilados, así como la relación intergeneracional de los jóvenes con los más experimentados. Finalmente, los programas de preparación para la jubilación como cualquier otra herramienta para fomentar la adquisición de conocimientos, deben actualizarse conforme el avance de teorías y literatura emergentes; así se asegura que la transmisión de la información a los participantes del programa tenga validez y esté fundamentado acorde con la actualidad nacional e internacional.
Esta investigación resultó novedosa a partir de que se aplicó la psicoeducación para contribuir a la gestión del proceso de jubilación, lo que permitió la adquisición de conocimientos y la consolidación de habilidades en los adultos mayores para afrontar con calidad de vida el cese laboral o la posibilidad de continuar trabajando.
CONCLUSIONES
Se aplicó un programa educativo el cual valorado por criterios de especialistas vinculados con la temática, dirigido a las personas prejubilables, el cual mostró su efectividad en el grupo de estudio al modificar sus conocimientos en sentido de avance para el afrontamiento de la nueva etapa de jubilación en la vida de los adultos mayores.