INTRODUCCIÓN
A inicios de diciembre de 2019 fueron informados casos de neumonía de origen desconocido en Wuhan, provincia de Hubei, China. Secuencias genómicas aisladas de muestras provenientes del tracto respiratorio inferior confirmaron que se trataba de un nuevo tipo de coronavirus circulante (COVID-19, por sus siglas en inglés y el año de aparición). En las semanas siguientes nuevos brotes fueron notificados en Corea del Sur, Irán e Italia; estos fueron seguidos rápidamente de múltiples reportes en diversos lugares de Europa, Asia y Norteamérica y de diferentes países de Sudamérica.1
Tras diversas evaluaciones, el 12 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció que el COVID-19 había alcanzado el estatus de pandemia.1
En Cuba el primer informe de COVID-19 se realizó el 11 de marzo de 2019 por la confirmación de tres pacientes extranjeros2,3 y, desde entonces, el número de enfermos ha aumentado, con la particularidad de observarse, al igual que en otros países, poca frecuencia en la población infantil.1,3
Un pequeño número de casos con la enfermedad por COVID-19 ha sido descrito hasta la fecha en niños. En comparación con los casos diagnosticados en adultos tiene un espectro clínico limitado según datos aportados por estudios realizados en China y otros países que refieren que la evolución de la enfermedad es menos severa en los infantes en relación a los adultos.4,5 Se ha documentado que los niños, aunque sean casos leves, pueden ser una importante fuente de transmisión del virus, con una tasa de infección entre sus contactos de un 7,4% en los niños menores de 10 años, similar a la media de la población adulta, con un 7,9%. Se ha detectado, además, que pueden excretar virus, fundamentalmente en heces, durante un tiempo prolongado, incluso un mes, y que pueden tener altas cargas virales en secreciones respiratorias.5
El síndrome respiratorio agudo severo (SARS-Cov-2) tiene alta transmisibilidad.6,7 Puede ser detectable en aerosoles por algo más de tres horas y sobre superficies entre tres y 72 horas. Estudios informan la presencia en sangre y heces, que han sido documentadas como nuevas formas de transmisión.7
El período de incubación habitual es entre cuatro y seis días, aunque puede llegar hasta 14, tiempo utilizado como margen de seguridad en las cuarentenas.3,6,7,8
En Pediatría se describe preponderancia en mayores de cinco años y en el sexo masculino.1,3,7 La literatura revela que los niños, por lo general, tienen presentación asintomática y buen pronóstico, incluso los lactantes.3,7,9
La incidencia acumulada de pacientes con COVID-19 en el grupo de cero a 19 años en América Latina y El Caribe varió de 0,91 a 88,34 por 100 000 habitantes. Los países con mayor incidencia acumulada fueron Chile, Panamá y Perú. La letalidad de cero a 19 años tuvo un rango de cero a 9,09% y los países con registro de muertes fueron Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Haití, México, Perú y República Dominicana.10
Cifras oficiales informan que en Cuba, hasta el 30 de septiembre de 2020, se han presentado un total de 618 casos entre niños y adolescentes, lo que representa entre un 10 y un 12% del total. Los más afectados son los que se encuentran en las edades entre 15 y 18 años. Cuba no informa fallecimientos por esta causa en edades pediátricas hasta esta fecha.11
El informe de casos en la población infantil ha sido significativamente menor que en adultos, por lo que hay escasa evidencia focalizada en este grupo etario y poca información sobre la historia natural de la enfermedad clínica y epidemiológicamente, motivo por el que se realiza esta investigación, que tiene como objetivo describir los aspectos epidemiológicos del COVID-19 en la población pediátrica atendida en el Hospital Militar “Manuel Piti Fajardo” de la Provincia de Villa Clara.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, de cohorte transversal, en pacientes con COVID-19 atendidos en el Hospital Militar “Manuel Piti Fajardo”de la Ciudad de Santa Clara, Provincia de Villa Clara, en el período comprendido de marzo a octubre de 2020.
La muestra de estudio quedó constituida por los 43 pacientes diagnosticados con COVID-19 que fueron atendidos en el hospital en el período de tiempo antes mencionado, pertenecientes a la Provincia de Villa Clara, y que fueron seleccionados por muestreo no probabilístico intencional para conformar el grupo de estudio que cumplió con los criterios siguientes:
Criterios de inclusión:
Pacientes con diagnóstico de COVID-19
Pacientes con documentos que disponían de los datos necesarios para el estudio.
Las variables del estudio fueron la edad, el sexo, la raza, los antecedentes patológicos personales, el tipo de caso, la relación con caso positivo y el tiempo de exposición.
Los datos obtenidos por cada paciente fueron compilados en una base de datos digitalizada, para lo que se utilizó el procesador de hojas de cálculo Excel del paquete comercial Office 2016 y posteriormente procesados con el software estadístico SPSS versión 22.0 para Windows según el tipo de variable y los resultados expresados en tablas y gráficos para su mejor comprensión.
El estudio se realizó respetando lo establecido por la Asamblea Médica Mundial en Helsinki 200312 y las regulaciones del Centro de Investigaciones Médicas de Cuba, fue revisado y aprobado por el Comité Científico Institucional y por el Comité de Ética para la investigación de la institución implicada que dictaminaron el cumplimiento de los principios éticos.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se muestra que de un total de 43 niños positivos al COVID-19 predominaron el grupo de edad de mayores de 15 años (41,8%) y la raza blanca (95,1%), y que 21 correspondieron al sexo femenino y 22 al masculino.
En la mayoría de los grupos etarios el predominio fue el no presentar antecedentes patológicos personales en más de 97%, aunque en el grupo de mayores de 15 años se destacaron el asma bronquial (16%) y la hipertensión arterial (11%) -Figura 1-.
La Figura 2 muestra que en la mayoría de los grupos etarios los pacientes fueron contactos de casos positivos (de un 80 a un 100%), excepto en el grupo mayor de 15 años, en el que el 56% constituyeron casos autóctonos de transmisión local.
En cuanto a la relación que presentaron los pacientes con los casos positivos a los que se expusieron en todos los grupos etarios predominaron los familiares (entre un 80 y un 90%); hubo un equilibrio en el grupo de mayores de 15 años en el que, además, se asoció la transmisión al contacto con compañeros de aula en un 50% (Figura 3).
En la Figura 4 se muestra el tiempo de exposición al diagnóstico: en el grupo de edades entre lactantes (100%) y hasta cinco años (50%) predominó el de cinco días, en el resto de 12 a 14 días en más de un 50%.
DISCUSIÓN
El impacto de la infección por SARS-CoV-2 en niños es claramente diferente al que se observa en adultos. Hasta la fecha, en la provincia, han sido infectados por SARS-CoV-2 un total de 43 niños, de los que los adolescentes del sexo masculino fueron los más afectados, hecho que coincide con los resultados de otros estudios realizados1,3,7,9 y con la investigación de Dong Y y colaboradores, que realizaron un análisis epidemiológico de los pacientes pediátricos con COVID-19 en China y registraron un total de 2 135 casos, de los que 1 407 (65,9%) fueron sospechosos y 728 (34,1%) confirmados por laboratorio. Del total, 1208 casos (56,6%) eran varones.14
Relacionado a los antecedentes patológicos personales predominaron niños sanos. Es importante resaltar que las enfermedades más frecuentes asociadas a esta enfermedad fueron la hipertensión arterial y el asma bronquial, lo que guarda relación con datos obtenidos en la Provincia de la Ciudad Habana, que señalan como comorbilidad más frecuente el asma bronquial. Además, existen estudios que demuestran que la hipertensión arterial constituye uno de los factores agravantes en la evolución de la enfermedad, aunque en la investigación que se realizó no se presentaron niños graves.15
Teniendo en cuenta el tipo de caso, la mayoría fueron contactos de casos positivos, como se describe en otras investigaciones.1,13,16 Un reporte semanal del equipo de respuesta al COVID-19 del Center for Disease Control and Prevention (CDC) informó un total de 2 572 casos de menores de 18 años. Entre los que se conocía su situación de exposición, un 91% estuvo asociado a exposición a un paciente positivo para SARS-Cov-2 en su domicilio o comunidad y un 9% se relacionó con un viaje reciente.1,16
Predominaron, como fuente de contagio de los pacientes, los familiares. Este dato coincide con múltiples estudios que exponen que el SARS-CoV-2 en niños se transmite a través de contactos familiares1,7,8,16 y, principalmente, a través de gotitas respiratorias3,6,8 y que tienen en cuenta que los adultos presentan mayor interacción con el medio circundante y pueden transmitir el virus hacia los niños. También hacen mención a que los pacientes pediátricos son un grupo particular debido a que su estrecha relación con contactos familiares los hace especialmente susceptibles a infección cruzada. La mayoría de los casos de niños con COVID-19 demuestran evidencia de transmisión a través de encuentros familiares, por lo que comporta como una enfermedad en clusters o infección de segunda generación; no hay informes claros que evidencien a niños como fuente de infección en adultos.1
En relación al período de incubación (de 2 a 14 días con un promedio de cinco días) no se encontraron diferencias con la literatura revisada. Se ha evidenciado que la incubación del virus oscila entre uno a 14 días y su duración es más común entre tres y siete días.3,6,7,8
CONCLUSIONES
El diagnóstico clínico favoreció registrar mayor incidencia de la enfermedad por COVID-19 en la provincia que en muchos registros internacionales, lo que se relaciona con la mayor eficacia del sistema de vigilancia establecido en el país. Predominaron la población adolescente del sexo masculino y la raza blanca y fueron afectados, principalmente, niños sin antecedentes patológicos personales; la minoría presentó, como antecedentes, el asma bronquial y la hipertensión arterial. La mayoría de los pacientes fueron contactos de casos positivos, fueron los familiares la fuente de infección más cercana y el tiempo de exposición al diagnóstico que predominó fue el de 12 a 14 días.