Introducción
El asma bronquial es una enfermedad crónica, inflamatoria, de origen multifactorial, que se caracteriza por hiperreactividad bronquial. Los síntomas son muy variados; la tos generalmente es seca al inicio y progresivamente flemosa. La crisis de asma puede producir fatiga o vómitos de flemas. La dificultad respiratoria puede ser muy grave, con sensación de ahogo o "falta de aire", y las sibilancias pueden ser percibidas o no por la persona afectada.1
Es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con elevados índices de consultas a servicios de emergencia, hospitalizaciones y ausentismo escolar.2,3) Es una enfermedad incapacitante, con estrecha repercusión en la psiquis de las personas que la padecen.4
En la actualidad, aproximadamente 334 millones de personas en todo el mundo padecen asma y su incidencia aumenta rápidamente a una tasa del 20 % al 25 % cada 10 años. Se estima que el número de pacientes con asma aumentará a 400 millones en 2025.5
En estudios de prevalencia en diferentes países se han registrado amplias variaciones: en Alemania se reporta una prevalencia de asma del 1,72 % a la edad de cuatro años y en Inglaterra del 13,8 %; la prevalencia de sibilancias varió del 9,82 % en Grecia al 55,37 % en España. En Latinoamérica también se encuentran amplias variaciones regionales: en Esmeralda, Ecuador, la prevalencia de sibilancias fue del 9,4 % en 2510 escolares estudiados. En Bolivia, en la provincia de Oropeza, se realizó una encuesta a estudiantes entre 9 y 15 años de edad de escuelas urbanas y se reportó una prevalencia de síntomas de asma del 16 % en zonas urbanas. En Brasil se registra una prevalencia del 24,3 % en niños y un 19 % en adolescentes; en Buenos Aires, Argentina, del 15,4 % en niños entre 6 y 7 años y del 9,9 % en adolescentes entre 13 y 14 años de edad.6
En Cuba, si bien la mortalidad por la enfermedad no es un problema de salud, sí lo es su repercusión sobre la calidad de vida y el desempeño social, educativo y laboral del niño y su familia. Se observa una prevalencia del 17 % en edades entre 15 y 18 años en el sexo masculino y del 16 % en el sexo femenino.7
Los objetivos al tratar una crisis de asma son: tratar la hipoxemia, revertir la obstrucción y evitar las recaídas.8
Según la medicina tradicional asiática, el asma resulta de disturbios en la circulación de la energía e involucra, según la teoría zang-fu (que hace referencia a las funciones de los órganos internos) y la teoría de los cinco elementos (que explica la relación entre estos), a pulmón, riñón, y bazo.9
Las ventosas son un método de tratamiento externo de la medicina china comprendida dentro de la acupuntura y técnicas afines. Es una técnica en la que se utilizan vasos de plástico, bambú o vidrio para succionar la piel sobre los puntos de acupuntura, áreas dolorosas o zonas reflejas. Consiste en la utilización de calor o presión de aire para provocar un vacío dentro de la ventosa que absorbe estrechamente la superficie de la piel, generando congestión y estancamiento sanguíneo. Se utilizan para mejorar el flujo sanguíneo subcutáneo, de la piel y los músculos y para estimular el sistema nervioso autónomo. También se utilizan para drenar el exceso de líquidos y toxinas, aflojando adherencias y levantando tejidos conectivos. Esto promueve la circulación de Qi (energía) y la sangre del área de tratamiento y expulsa el factor patógeno.10
En el Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez del Municipio Marianao, el asma se encuentra dentro de las cinco primeras causas de consulta en Urgencias. Durante el año 2019 asistieron a cuerpo de guardia un total de 2509 pacientes con crisis aguda de asma. En los últimos cinco años, según la información estadística del centro, ingresaron un total de 2030 pacientes por esta causa.
Por todo lo antes expuesto, el uso de las modalidades de la medicina tradicional china pueden contribuir a mejorar los patrones ventilatorios en estos enfermos y, por ende, evitar el deterioro de la calidad de vida que provoca esta invalidante enfermedad.9) Teniendo en cuenta que los tratamientos de medicina natural resultan favorables, seguros, económicos y con escasas reacciones adversas,4,9) se planteó como objetivo determinar la efectividad del tratamiento con ventosas en la crisis moderada de asma.
Métodos
Se realizó un estudio experimental, aleatorizado y controlado, en el cual se incluyeron todos los pacientes con diagnóstico de crisis moderada de asma11 que fueron ingresados en el Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez durante el período comprendido entre marzo de 2020 y septiembre de 2021 y que cumplieron con los criterios de inclusión.
La escala de Tall11) se aplicó en el diagnóstico inicial para clasificar la gravedad de la crisis y en la evaluación diaria del paciente para observar la respuesta al tratamiento. Dicho instrumento cuenta con cinco aspectos: frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, disnea, uso de músculos y sibilantes, a los que se les da un puntaje de 0 a 1, de manera que el resultado final puede tener un mínimo de 0 puntos (buena respuesta al tratamiento) y un máximo de 5 (crisis grave). Este score fue aplicado por la autora de la investigación diariamente en el horario de la mañana, hasta el alta del paciente.
Criterios de inclusión:
Criterios de exclusión:
Antecedentes de otras enfermedades crónicas (parálisis cerebral infantil, distonía, fibrosis quística, enfermedad por reflujo, cardiopatía).
Trastorno psiquiátrico descompensado.
Contraindicación para el empleo de la ventosa (trastorno de la coagulación, trombosis, várices, heridas, fracturas en la región a ser tratada, embarazo).
Criterios de salida:
No desear continuar en el estudio.
Traslado del hospital.
Menos de dos valoraciones de la evolución clínica.
El tamaño de muestra necesario se calculó mediante el programa para análisis de datos epidemiológicos Epidat 4.2, a partir de datos publicados sobre estadía hospitalaria. La muestra quedó constituida por 68 pacientes, se asignaron de forma aleatoria 34 pacientes a cada grupo. El valor de la diferencia de medias a detectar entre los dos grupos se fijó en dos días, la desviación estándar común en 2,75 días, la razón entre los tamaños de muestra en 1, el nivel de confianza en 0,95 y el poder estadístico en 0,80.
La historia clínica individual del paciente fue la principal fuente de información. Para cumplir con los objetivos del estudio se utilizaron las variables grupo de edades, sexo, clasificación del asma, evolución clínica, estadía hospitalaria, presencia de eventos adversos y su clasificación. Toda la información fue procesada de forma automatizada. Se empleó el paquete estadístico IBM SPSS versión 22.0 para Windows.
Al grupo 1 se le impuso el tratamiento habitual de la crisis, que consistió en oxígeno, broncodilatadores y corticoides.12 Al grupo 2, el tratamiento habitual de la crisis más el tratamiento con ventosas. Este tratamiento se realizó en la propia sala de hospitalización, por una especialista en medicina natural y tradicional, una vez al día, en días alternos. Se emplearon ventosas de bambú que se aplicaron en los puntos Ding Chuan, cuyas indicaciones fundamentales son asma, bronquiolitis, bronquitis y para calmar la disnea.13
El seguimiento de los pacientes se llevó a cabo diariamente por la autora de la investigación, durante todo el tiempo que los pacientes permanecieron ingresados en la sala.
El protocolo del estudio fue aprobado por el Consejo Científico y el Comité de Ética y Revisión del Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez y se realizó en conformidad con los principios éticos de la Declaración de Helsinki.14
Resultados
La edad promedio del grupo 1 de pacientes fue de 8,21 años (desviación estándar 2,75 años), con una mediana de 7,00 años, un mínimo de 5 y un máximo de 14 años; la del grupo 2 resultó ser de 8,09 años (desviación estándar 2,49 años), con mediana de 7,50 años, mínimo de 5 y máximo de 14 años, sin ser las diferencias entre los dos estadísticamente significativas (p = 0,97). Predominaron los pacientes con edades comprendidas entre 5 y 9 años (69,1 %) (tabla 1). La frecuencia al comparar los dos grupos fue similar por lo que las diferencias no resultaron ser estadísticamente significativas (p = 1,00).
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Total | |||
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No. | % | No. | % | No. | % | |
5-9 | 23 | 67,6 | 24 | 70,6 | 47 | 69,1 |
10-14 | 11 | 32,4 | 10 | 29,4 | 21 | 30,9 |
Total | 34 | 100 | 34 | 1 0 | 68 | 100 |
Fuente: Historia clínica.
En la tabla 2 se observa que en el estudio predominó el sexo femenino. En el grupo 1 predominó el sexo masculino (61,8 % vs. 38,2 % el femenino), en contraste con el grupo 2, en el que la frecuencia mayor resultó ser de pacientes del sexo femenino (64,7 % vs. 35,3 % del masculino). Estas diferencias no resultaron ser estadísticamente significativas (p = 0,052).
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No. | % | No. | % | No. | % | |
Femenino | 13 | 38,2 | 22 | 64,7 | 35 | 51,5 |
Masculino | 21 | 61,8 | 12 | 35,3 | 33 | 48,5 |
Total | 34 | 100 | 34 | 10 | 68 | 100 |
No se encontraron diferencias entre los dos grupos cuando se compararon en relación con la clasificación del asma y al empleo de tratamiento intercrisis. Predominaron los pacientes con asma intermitente (55,9 %), seguido de los diagnosticados con asma persistente ligera (36,8 %). El 55,9 % de los pacientes del estudio no tenía tratamiento intercrisis.
Al aplicar la escala de Tall diariamente para evaluar la evolución clínica, se encontraron diferencias estadísticamente significativas al comparar los dos grupos de pacientes estudiados (p = 0,02). Se aprecia en la tabla 2, que, al tercer día de seguimiento, el 35,3% de los sujetos del grupo 2 habían alcanzado el puntaje de 0, se encontraban sin signos clínicos de la crisis de asma bronquial, en comparación con el 11,8 % de pacientes que se habían recuperado en el grupo 1. Al cuarto día, 26 pacientes (76,5 %) se habían recuperado en el grupo 2 mientras que en el grupo 1 la recuperación era solo de 16 pacientes (47,0 %) y ya en el quinto día el 100 % de los pacientes se había recuperado en el grupo 2, en tanto en el grupo 1 se encontraba recuperado el 88,2 % de los pacientes (tabla 3).
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No. | % | No. | % | |
1ro | 0 | 0,0 | 0 | 0,0 |
2do | 0 | 0,0 | 3 | 8,8 |
3ro | 4 | 11,8 | 12 | 35,3 |
4to | 16 | 47,0 | 26 | 76,5 |
5to | 30 | 88,2 | 34 | 100 |
6to | 34 | 100 | - | - |
Fuente: Historia clínica
La media y la mediana de la estadía hospitalaria de los pacientes del grupo 2 (3,88 días y 4 días respectivamente) resultaron ser menores que las correspondientes al grupo 1, de 4,71 días y 5 días. En el grupo 2 se egresaron pacientes a los 2 días de haber sido hospitalizados, en contraste con el grupo 1, en el cual el tiempo mínimo de estadía hospitalaria fue 3 días (tabla 4). Estas diferencias resultaron ser estadísticamente significativas.
Grupo 1 (Habitual) |
4,71 | 0,84 | 5 | 3 | 6 |
Grupo 2 (Ventosas) |
3,88 | 0,91 | 4 | 2 | 6 |
Fuente: Historia clínica
Del total de pacientes tratados con ventosas, cuatro (11,8 %) presentaron eventos adversos ligeros, y 30 no presentaron eventos.
Los eventos que se presentaron fueron ligeros y no requirieron tratamiento médico. Predominaron los hematomas en el lugar de aplicación con tres casos y hubo un caso que presentó sudoración.
Discusión
En la revisión realizada por Reyes-Baque3 en el 2021, hace referencia al estudio internacional de asma y alergia en la infancia (ISAAC), que demuestra que la región de Latinoamérica presenta alta prevalencias de asma comprendida en rangos de edad desde los 6 a 7 años, con una media de 17,3 %, y en el grupo de13-14 años con el 15,8 %.3) El estudio15 realizado en el hospital pediátrico de Bayamo por Gonzáles Llovet también presenta un predominio de pacientes en las edades entre 5 y 9 años, para un 78 % de los casos estudiados. En un estudio realizado en la Ciudad de México se reporta una prevalencia mayor en adolescentes (9,9 %) y de un 6,8 % entre los niños de 6 y 7 años.16
Según el Anuario Estadístico de Salud de Cuba del 2021,7 dentro de las edades pediátricas existe una mayor prevalencia del asma en el grupo comprendido entre 15 y 18 años, seguido del grupo de 10 a 14 (15,1) y de cinco a nueve años (10,7), con poca diferencia entre los sexos, siempre predominando el sexo masculino.
Los resultados de este estudio no pueden ser, por tanto, explicados por la prevalencia de la enfermedad ya que pueden estar dados porque el estudio no se corresponde con un trabajo de prevalencia en la población.
La mayor frecuencia presentada de pacientes del género femenino no concuerda con la literatura publicada. Antes de los 14 años de edad, la prevalencia de asma es el doble en niños, comparado con las niñas. A medida que se incrementa la edad, la prevalencia se equipara entre sexos, pero en la edad adulta afecta más al sexo femenino. Esto probablemente asociado con el tamaño de los pulmones, que en el sexo masculino es menor al nacimiento, pero mayor en la edad adulta.17,18,19
La prevalencia del sexo femenino concuerda con la encontrada en un estudio6) realizado en México, en el año 2019, donde el 57,8 % de los niños asmáticos pertenecía a este sexo. En una investigación realizada en Chile, con 23 382 pacientes pediátricos hospitalizados, la frecuencia de pacientes del sexo masculino (57,6 %), resulta ser mayor que la de pacientes del femenino (42,4 %).20
En este caso, los resultados con relación a la edad y sexo de los pacientes que se estudiaron, pudieran estar dados por las características demográficas de la población que atiende el Hospital Juan Manuel Márquez, que comprende fundamentalmente a los municipios Playa, Lisa y Marianao.
En la literatura publicada21,22 se señalan una serie de factores que son importantes en la evolución de las crisis de asma, entre los que se encuentran la clasificación de asma bronquial y el empleo de tratamiento intercrisis.
Se han investigado formas de tratamiento natural del asma, entre ellas se encuentra el consumo del aceite de hígado de bacalao, la digitopuntura y el uso de ventosas. Los efectos adversos relacionados con la aplicación de ventosas son de bajo riesgo debido a que es una terapia no invasiva. Dentro de las más habituales se encuentran la hiperpigmentación post inflamatoria, el edema o hiperemia.23
En la investigación24 del Departamento de Medicina Natural Tradicional del Hospital Provincial Amalia Simoni, de Camagüey, Cuba, a 130 pacientes se les aplica digitopuntura o ventosas, indistintamente. La respuesta beneficiosa de los pacientes se presenta en 110 casos (84,6 %), la técnica que más beneficios reporta es la digitopuntura en 65 casos (50 %), seguida del método con ventosas con 45 casos (34,6 %).
En estudio25) realizado en el Centro de Medicina Tradicional del municipio Fomento, de Sancti Spíritus, a un total de 200 pacientes de todas las edades, se les aplicaron diversas modalidades terapéuticas: acupuntura, ventosas y moxibustión. La evolución de los pacientes fue buena después de aplicada estas técnicas al mejorar su cuadro disneico, disminuir la intensidad, las sibilancias y la tos. Más del 80 % de los pacientes con posterioridad al tratamiento no presentan síntomas en un período de tres meses. Este estudio tiene la particularidad de que se emplearon varios métodos de tratamiento de medicina tradicional en cada uno de los pacientes y no solo las ventosas.
En un metaanálisis26 realizado en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, se identifican y seleccionan ensayos clínicos aleatorizados sobre el manejo de niños y adolescentes con diagnóstico de asma y tratamiento con acupuntura o con el uso de técnicas relacionadas. Se informan cambios favorables y notorios respecto a los parámetros subjetivos y en la disminución del uso de medicación, lo que sugiere que algunos pacientes con asma pueden beneficiarse de la acupuntura combinada (acupuntura y sus métodos asociados y medicación convencional).
En esta investigación se observaron dos tipos de eventos adversos: hematoma en el lugar de aplicación y sudoración. En el metaanálisis de la Universidad Nacional de Colombia, ya mencionado, las complicaciones de los pacientes tratados con medicina natural resultan ser escasas y transitorias. En uno de los estudios se observa un solo caso de un paciente con náuseas. En otro se produce edema local en el sitio de aplicación de los parches, el cual, de igual manera, se supera rápidamente, y en los otros 4 estudios restantes no se reportan complicaciones.26
También en el estudio del Departamento de Medicina Natural Tradicional del Hospital Provincial Amalia Simoni, de Camagüey, los autores concluyen que en el asma bronquial los métodos empleados son muy favorables, teniendo en cuenta que son seguros por ser inocuos, económicos, de fácil aplicación y con ausencia de reacciones adversas.24
Se concluye que el empleo de ventosas resultó efectivo, al influir de manera positiva en la evolución clínica de los pacientes y disminuir la estadía hospitalaria, además de resultar seguro, con pocos eventos adversos que no requieren de tratamiento médico.