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Revista Cubana de Medicina Militar
versión impresa ISSN 0138-6557
Rev Cub Med Mil vol.40 no.3-4 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2011
TRABAJO ORIGINAL
Magnetoterapia en pacientes con enfermedad renal crónica secundaria, fases 1 y 2
Magnetotherapy in patients presenting with phases 1 and 2 secondary chronic renal disease
Dra. Aleida Betancourt Reyes, Dra. Zoila Pérez Rodríguez, Dra. Elisa Rodríguez Hernández, Dr. Norlan Rodríguez Apolinario
Hospital Militar Central "Dr. Carlos J. Finlay". La Habana, Cuba.
RESUMEN
Introducción: la enfermedad renal crónica es una pérdida lenta y progresiva, casi siempre irreversible, de las funciones del riñón a causa de enfermedades que producen una destrucción bilateral difusa del parénquima renal.
Objetivo: evaluar la utilidad de la magnetoterapia en el tratamiento de los pacientes con enfermedad renal crónica.
Métodos: se realizó un estudio explicativo experimental prospectivo en 48 pacientes con enfermedad renal crónica secundaria en fase 1 y 2. Fueron divididos en 2 grupos de 24 pacientes cada uno. Grupo I (experimental): recibió tratamiento farmacológico (captopril, enalapril, atenolol, ácido fólico) en dosis individualizadas y tratamiento higiénico dietético, combinándose con cama magnética, colocada sobre la proyección de los riñones a 50 Hz, 75 %, 20 min de lunes a viernes para un total de 20 sesiones. Grupo II (control): recibió tratamiento farmacológico e higiénico-dietético similar al grupo I, durante 20 días. Se evaluó la clínica (interrogatorio y examen físico) y estudios complementarios (proteinuria, creatinina y filtrado glomelular) antes y después del tratamiento en ambos grupos.
Resultados: Al final del tratamiento el 45,8 % (11 pacientes) del grupo de estudio quedaron asintomáticos y redujeron en un 50 % o más las cifras iniciales del filtrado glomerular, la creatinina y no presentaron proteinuria.
Conclusiones: resultó de utilidad la asociación de magnetoterapia al tratamiento de los pacientes con enfermedad renal crónica fases 1 y 2.
Palabras clave: insuficiencia renal, magnetoterapia, magnetoterapia en la insuficiencia renal.
ABSTRACT
Introduction: the chronic renal disease is a slow and a progressive loss not usually irreversible of kidney functions due to diseases producing a diffuse bilateral destruction of renal parenchyma.
Objective: to asses the usefulness of magnetotherapy of patients presenting with chronic renal disease.
Methods: a prospective, experimental and explicatory study was conducted in 48 patients with a secondary chronic renal disease in 1 and 2 phase. Patients were divided into two groups of 24 each. Group I (experimental): received pharmacologic treatment (captopril, enalapril, atenolol, folic acid) in individual doses and dietetic hygienic treatment combining with magnetic bed, placed over the kidneys projection at 50 Hz, 75 %, 20 min from Monday to Friday for a total of 20 sessions. Group II (control): received pharmacologic and hygienic-dietetic treatment similar to group I for 20 days. The clinics was assessed (questioning and physical examination) and the complementary studies (proteinuria, creatinine and glomerular filtrate) before and after treatment in both groups.
Results: at the end of treatment the 45 % (11 patients) from the study group remained asymptomatic and reduced in a 50 % or more the initial figures of the glomerular filtrate, creatinine without proteinuria.
Conclusions: the association of magnetotherapy with the treatment of patients presenting with chronic renal disease in phase 1 and 2.
Key words: renal insufficiency, magnetotherapy, magnetotherapy for renal insufficiency.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad renal crónica (ERC) se define como la pérdida lenta y progresiva, casi siempre irreversible, de las funciones del riñón a causa de enfermedades que producen una destrucción bilateral difusa del parénquima renal y cuya expresión clínica está dada por síntomas de la enfermedad que la produjo y manifestaciones propias de la pérdida de las funciones renales.1
Se mide desde sus inicios por la presencia de proteínas en la orina, considerándose que dos análisis de orina realizados, positivos a proteínas es el inicio de la enfermedad, sin alteraciones del filtrado glomerular.2
Estudios de la ERC sugieren una prevalencia elevada, estando todos de acuerdo con que los factores de riesgo fundamentales por orden de aparición son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la enfermedad vascular, obstrucciones por litiasis, exposición a tóxicos, infecciones crónicas y algunos tipos de cáncer.2-4
En Cuba, la mortalidad por insuficiencia renal crónica (IRC) presenta una tasa de 101 a 132 fallecidos por 1000 000 habitantes. La prevalencia se estima entre 2,5 y 3,5 pacientes/1 000 habitantes, aunque se conoce que existe un subregistro en la dispensarización de pacientes con esta enfermedad.1
La IRC es silente hasta los últimos estadios, se detecta tardíamente. Al inicio de la enfermedad solamente hay un aumento de la creatinina del suero y proteinuria en orina. Al comienzo de los síntomas los estudios revelan una enfermedad renal avanzada, y si progresa, el paciente puede referir cansancio, debilidad, pérdida del apetito, insomnio, que no piensa claramente, hinchazón en los pies y los tobillos.2,3
En el momento actual, la IRC en el mundo se clasifica en fases acordes al resultado del índice de filtración glomerular (IFG) y se expresa como sigue:4
- Fase 1 IFG normal >90 mLmin/1,73 m2.
- Fase 2 IFG 60-89mL/min/ 1,73 m2. Disminución leve del filtrado.
- Fase 3 IFG 30-59 mL/min/1,73 m2. Filtrado moderadamente disminuido.
Fase 4 IFG 15-29 mL/ min/1,73 m2. Filtrado severamente disminuido.
- Fase 5 IFG < 15 mL/min/1,73 m2.
EL paciente tiene ERC cuando se encuentra en la fase 1 y 2, en las fases 3 y 4 se identifican IRC y la fase 5 como insuficiencia renal terminal (IRT).1,3,5-8
El tratamiento de la enfermedad en el momento actual se realiza a través de:4-8
- Control de la presión arterial
- Manejo del nivel de azúcar en sangre en los diabéticos.
- Modificación la dieta, limitando la ingesta de proteínas y sal.
- Control de la anemia con medicamentos (ácido fólico).
- Ejercicios físicos de acuerdo con la edad y el padecimiento.
- Erradicación los hábitos tóxicos (cigarro y alcohol).
- Tratamiento de sustitución renal no endocrina (diálisis peritoneal, hemodiálisis intermitente y hemofiltración continua).
A pesar del tratamiento que se emplea, siempre hay riesgos de que progrese la enfermedad renal,7 lo cual ocasiona descenso en el IFG > 30 % a lo largo de 4 meses sin explicación, hiperpotasemia (concentración de potasio sérico > 5,5 mEq/L) hipertensión persistente, complicaciones derivadas de fármacos, manifestaciones de cuadros complejos o graves de enfermedad cerebrovascular (ECV).8
La aplicación de los tratamientos actuales y sus elevados costos preocupan no solo a los más poderosos económicamente, ya que cada año se incrementa el número de pacientes incluidos en los programas de diálisis y transplante renal. Es por eso que la detección temprana permite emplear en las fases comenzantes estrategias de tratamientos que permitan detener la progresión a fases más avanzadas de la enfermedad donde solo es posible la diálisis y el trasplante.9 Así al analizar las acciones de los campos magnéticos sobre la célula y sus efectos sobre el flujo sanguíneo y la actividad metabólica con influencia probable en la fisiopatología de enfermedades que pueden producir una insuficiencia renal, como son:10-13
- Acción citoprotectora, estimulando los sistema antioxidantes del organismo.11
- Aumenta la presión de oxigeno (PO2), estimula el metabolismo del oxígeno a nivel mitocondrial, creando estabilización relativa de las proteínas plasmáticas lo que mejora la presión coloidosmótica.10
- Aumento del transporte de la membrana celular y de la actividad del sodio.10,12
- Acciones sobre los metabolitos del óxido nítrico y su acción en la vasodilatación, efectos sobre el bloqueo de los canales del calcio, disminución prolongada de los niveles de angiotensina II y aldosterona y su acción sobre el ácido glutámico.10,13
- Provocan angiogénesis y disminución del espasmo vascular, intensifican la microcirculación, vasoactividad en el sistema microvascular y el intercambio transcapilar.14-17
En recientes investigaciones,15,17 se muestra que los campos magnéticos normalizan los mecanismos vegetativos de regulación de la presión arterial y la tonicidad de los vasos, en pacientes con distonía vegetativa simpática
Por tanto, se consideró que pueden ayudar a disminuir o restaurar los daños estructurales y funcionales que afectan los riñones en la ERC; además, existen precedentes que utilizan los campos magnéticos en el tratamiento de la nefroesclerosis y la pielonefritis.12
Sobre esta base se decidió realizar el presente trabajo con el objetivo de evaluar la utilidad de la magnetoterapia en el tratamiento de los pacientes con ERC en las fases 1 y 2
MÉTODOS
Se realizó un estudio explicativo experimental prospectivo, abierto y controlado, en 48 pacientes con ERC, procedentes de la consulta de Nefrología del Hospital Militar Central "Dr. Carlos J. Finlay" en el período de enero de 2008 a enero de 2010.
La muestra la constituyeron los primeros 48 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión siguientes:
- Mayores de 18 años con ERC fase 1 y 2 de causas secundarias sintomáticos o no.
- Estar de acuerdo con participar en la investigación.
Se excluyeron:
- Pacientes con contraindicaciones para la aplicación de la magnetoterapia como: portadores de marcapasos, embarazadas, enfermedades hemorrágicas e implantes metálicos en áreas cercanas al tratamiento.
- Contraindicaciones para utilización de los fármacos indicados en el estudio.
- Otras enfermedades crónicas descompensadas.
En la consulta de Nefrología se determinó el diagnóstico del paciente acorde con la clínica (interrogatorio y examen físico) y los estudios complementarios (proteinuria, creatinina), y el filtrado glomerular se obtuvo por la fórmula de Cockcroft-Gault:
En la mujer se multiplica el resultado por 0,85
Para el tratamiento los pacientes fueron divididos en dos grupos, por el método aleatorio simple:
- Grupo I (de estudio): compuesto por 24 pacientes que recibieron tratamiento farmacológico con inhibidores de la angiotensina (captopril, enalapril) y beta-bloqueadores (atenolol), para controlar la presión arterial, manteniéndola por debajo de 130 y 80. Además, se les indicó ácido fólico, 1 tableta de 5 mg diaria. En los pacientes diabéticos se mantuvo el control de la glicemia. Asimismo se orientaron medidas higiénico-dietéticas para el control de las proteínas, la sal y los hábitos tóxicos. A lo anterior se añadió el tratamiento con cama magnética, colocada sobre la proyección de los riñones a 50 Hz, 75 %, 20 min, de lunes a viernes, para un total de 20 sesiones.
- Grupo II (control): recibió tratamiento farmacológico e higiénico-dietético igual al grupo I, durante 20 días.
Los pacientes tuvieron una evolución a las 10 y 20 sesiones/días de tratamiento. En la consulta final se indicaron los complementarios realizados al inicio y hubo evolución de los síntomas y signos.
Las variables cualitativas se describieron mediante frecuencias absolutas y porcentajes. Para las variables continuas se utilizó la media, mediana, desviación estándar (DE), mínimo y máximo; el intervalo de confianza fue del 95 %.
La prueba de homogeneidad de grupos se realizó con chi cuadrado. La prueba de la t de Student se utilizó para evaluar la diferencia de las medias.
RESULTADOS
La distribución por grupos de edad mostró que el mayor número de pacientes en ambos grupos de estudio correspondió a los que tenían 61 años o más (14 pacientes; 58,4 %); le siguió el grupo de 51-60 años, con 5 pacientes (20,8 %) del grupo I y 6 (25,0 %) del grupo II. Hubo homogeneidad en relación con la edad.
En la distribución por sexos, la mayoría de los pacientes eran del sexo masculino, 16 (66,7 %) y 17 (68,7 %) del grupo I y II respectivamente; la relación varón/hembra resultó superior a dos. En ambos grupos el color de la piel blanca fue preponderante.
En los antecedentes patológicos personales de ambos grupos, se presentaron por orden de aparición: la hipertensión arterial (HTA) 23 (95,8 %) y 24 (100 %) pacientes del grupo I y II respectivamente; en segundo lugar la diabetes mellitus (37,5 y 41,7 %). La gota ocupó el tercer lugar con 20,8 y 12,5 % para el grupo I y II respectivamente.
Los pacientes incluidos (tabla 1), se encontraban en las fases 1 y 2 antes del tratamiento, sin diferencias entre ambos grupos. Solo un paciente del grupo de estudio modificó positivamente la fase en que se encontraba la enfermedad después del tratamiento; en el grupo control no se observaron cambios.
No hubo edema en los pacientes del grupo de estudio (tabla 2), después del tratamiento (p= 0,0001); sin embargo, en el grupo control aumentó la cantidad de pacientes que presentaban este signo de 37,5 a 41,7 %. La espuma en la orina en el grupo de estudio disminuyó (de 17 a 6 pacientes) (p= 0,0017) y en el grupo II en 4 pacientes (p= 0,18).
La tabla 3 refleja la presencia de proteinuria. En el grupo I la reducción de pacientes con proteinuria fue de 21 antes del tratamiento a 5 después (p= 0,0001). En el grupo control, disminuyó de 17 a 15.
Los valores de las medias del filtrado glomerular y la creatinina, antes y después del tratamiento, se exponen en la tabla 4. Para el filtrado glomerular promedio no se registraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos al inicio (p= 0,052). Después del tratamiento la diferencia fue estadísticamente significativa (p= 0,0089) al incrementarse el filtrado glomerular promedio (de una media de 93,7 a 105,9 L/min/1,73 m2) en el grupo de estudio. En el grupo control disminuyó la media de 84,6 a 79,6 mL/min/1,73 m2.
Tabla 4. Resultados de las medias del valor del filtrado glomerular y la creatinina
de los pacientes estudiados antes y después del tratamiento
Creatinina | Filtrado glomerular | ||||
Antes | Después | Antes | Después | ||
Grupo I | Media | 168,2 | 148,8 | 93,7 | 105,9 |
DE | 38,3 | 15,5 | 17,2 | 13,8 | |
Valor mínimo | 141,0 | 136,0 | 60,0 | 78,0 | |
Valor máximo | 313,0 | 200,0 | 118,0 | 120,0 | |
Cota inferior | 152,0 | 142,2 | 86,3 | 100,1 | |
Cota superior | 184,3 | 155,3 | 100,9 | 111,8 | |
Grupo II | Media | 243,9 | 243,2 | 84,6 | 79,6 |
DE | 80,9 | 76,3 | 14,0 | 13,4 | |
Valor mínimo | 157,0 | 150,0 | 64,0 | 62,0 | |
Valor máximo | 450,0 | 430,0 | 112,0 | 102,0 | |
Cota inferior | 209,8 | 211,0 | 78,7 | 73,9 | |
Cota superior | 278,1 | 275,4 | 90,5 | 85,3 |
En el grupo de estudio, disminuyeron las cifras medias de creatinina (de 168,2 a 148,8 µmol /L; p= 0,026) y un 20,8 % de los pacientes llegó a tener un rango de solo 5 µmol/L por encima del valor normal y un 12,5 % solo 8 µmol/L. El grupo control, no mostró cambios (de 243,9 a 243,2 µmol/L; p= 0,97).
DISCUSIÓN
Las edades de los pacientes del estudio concuerdan con lo informado,1,3,18 pues a medida que avanza la edad, el riesgo de padecer una ERC es mayor. No existen referencias a la predilección por un sexo determinado.
Al analizar los antecedentes patológicos personales, la hipertensión arterial y diabetes mellitus estaban presentes en la mayoría como principales causas de ERC secundaria en el mundo.1-3,5,6
La ERC empeora lentamente con el tiempo a pesar de los tratamientos que se realicen,4,18,19 incluso cuando el factor que la produjo no está activo. Por este motivo, se considera que el cambio de fase ocurrido en un paciente del grupo de estudio, pudiera haber sucedido por la acción sobre la lesión renal de los campos magnéticos.10,11,13,16
La ausencia de edema en los pacientes del grupo de estudio y la disminución de la espuma en la orina después del tratamiento, no se han observado en otros trabajos publicados3,4,6 pues con tratamiento medicamentoso, regulación de factores de riesgo y regulación de la dieta, no ha existido regresión de signos clínicos. En nuestro estudio, los cambios en este aspecto resultaron muy llamativos clínicamente y fisiopatológicamente pudieran obedecer a la acción de los campos magnéticos sobre la activación de la circulación sanguínea y linfática, el aumento de la nutrición celular, el aumento de las gammaglobulinas, la actividad de la tripsina, fibroblastos y polimorfonucleares y sobre la permeabilidad capilar, base de su acción antinflatoria y antiedematosa 10-13,16
La presencia de proteinuria, después del tratamiento, en los pacientes del grupo de estudio disminuyó significativamente, que puede obedecer a la acción sobre los vasos, con la vasodilatación potente, junto a otros efectos sobre el plasma, que contribuyen a disminuir la hipertensión arterial.13,20
Se concluye que la magnetoterapia resultó útil en el tratamiento de los pacientes con ERC secundaria, fundamentalmente al disminuir los signos clínicos y la proteinuria, aumentar el filtrado glomerular y disminuir la creatinina.
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Recibido: 4 de julio de 2011.
Aprobado: 11 de agosto de 2011.
Aleida Betancourt Reyes. Hospital Militar Central "Dr. Carlos J. Finlay". Avenida 114 y 31, Marianao, La Habana, Cuba.