Los áfidos son reconocidos como uno de los insectos plaga más importantes en cultivos agrícolas (Manfrino et al., 2014; Schuster et al., 2016). Varias especies de áfidos se han descrito a nivel mundial, sin embargo, Aphis gossypii Glover y Aphis craccivora Koch se consideran entre las de mayor importancia económica debido a su capacidad de afectar a una amplia gama de cultivos de importancia económica (Blackman y Eastop, 2000). Estos insectos plagas pueden transmitir virus a las plantas, causando el debilitamiento, marchitez y enrollamiento de las hojas. Además, las excreciones de los áfidos pueden facilitar la colonización de hongos fitopatógenos que inhiben la actividad fotosintética, por lo que ocasiona clorosis y por último la pérdida de los rendimientos (Bachmann et al., 2014).
La fluctuación poblacional de estos insectos plaga puede variar periódicamente (Brabec et al., 2014), asociado principalmente con las características fisiológicas de la planta hospedante, métodos de control, prácticas de manejo y cambios en las condiciones ambientales. En diferentes cultivos y regiones tropicales se ha estudiado la fluctuación poblacional de los áfidos (Cabrera-Mederos et al., 2013; Bachmann et al., 2014), en diferentes cultivos y regiones tropicales, sin embargo, en Cuba se han conducido escasos estudios relacionados con este parámetro ecológico. Este trabajo tuvo como objetivo determinar la influencia de las variables climáticas en la fluctuación poblacional de los áfidos asociados al cultivo del frijol.
Los experimentos se llevaron a cabo entre los meses de octubre y diciembre de 2018 (época de siembra intermedia del frijol común) en una finca (22°26'54.3"N 79°54'14.0"W) perteneciente a la CCS “El Vaquerito”, Empresa Agropecuaria “Valle del Yabú”, Santa Clara, Villa Clara, Cuba en un suelo Pardo mullido medianamente lavado. Se sembró el cultivar comercial de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) “Cuba Cueto 25-9” de testa roja, a chorrillo, en un campo de 0,5 ha, con espaciamiento entre surcos de 0,45 m.
La finca mantiene un manejo agroecológico que consiste en la aplicación de materia orgánica, uso mínimo de plaguicidas químicos y el laboreo mínimo del suelo. Además, el cultivo contó con riego por aspersión, el cual se aplicó antes de la germinación de las plántulas y en las fases fenológicas V3 (formación del tercer trifolio) y R3 (Llenado del grano).
Los cultivos colindantes con P. vulgaris fueron Cucurbita moschata Duchesne ex L. (calabaza), Musa sp. (plátano) y cercas vivas compuestas por Mimosa pellita Kunth ex Willd (Weyler), Bromelia pinguin L. (piña ratón) y Gliricidia sepium L. (bienvestido).
Los muestreos para determinar la fluctuación poblacional de los áfidos se efectuaron semanalmente mediante la observación de hojas, retoños jóvenes y flores y el conteo de colonias y hembras aladas de estos insectos. Se colectaron especímenes para su posterior identificación hasta nivel de especie en el laboratorio de Taxonomía del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) mediante claves taxonómicas correspondientes para cada caso (Miller et al., 2014). Para establecer 20 puntos de muestreo, se trazó una “W” imaginaria en el terreno y se enmarcaron cinco de estos en cada una de las diagonales. Posteriormente, se revisaron cinco plantas en cada uno de los puntos para un total de 100 plantas evaluadas en cada muestreo. Estos comenzaron en la fase fenológica Vc (nudo cotiledonal) y finalizaron en la fase fenológica R6 (completa maduración) según las fases fenológicas propuestas por García (1996).
La Estación Meteorológica de la Empresa Agropecuaria “Valle del Yabú” suministró los valores de temperaturas y humedad relativa, mientras que las precipitaciones se registraron mediante un pluviómetro ubicado en la antigua Estación Experimental “Álvaro Barba Machado”, situada 0,9 km al norte del agroecosistema de P. vulgaris. Además, se realizó una correlación no paramétrica de Spearman’s Rho para determinar la influencia de los factores climáticos con respecto al número de áfidos. Para esto se utilizó el programa estadístico Minitab versión 17.2.1 (MINITAB, 2015) sobre Windows con un nivel de significación de 0,05.
A. craccivora apareció el 10 de noviembre de 2018 cuando las plantas se encontraban en la fase fenológica V1 y alcanzó su pico poblacional en la fase V4 con un 47,30 % de insectos. A la vez, A. gossypii comenzó a infestar en la fase V4 y alcanzó el pico poblacional en las fases fenológicas R1 y R2 con un 42,80 % de áfidos en cada una de las fases. La densidad poblacional de ambas especies comenzó a disminuir hasta la fase R4 (Figura) debido a que probablemente migraron hacia otras plantas hospedantes de campos adyacentes o establecidas en los bordes del campo.
No obstante, la especie más predominante en nuestro estudio fue A. craccivora. Este insecto plaga puede ser muy abundante bajo temperaturas cálidas en las regiones tropicales (Gutiérrez et al., 1974) y se considera uno de los principales insectos plaga en las regiones semiáridas de Argentina (Descamps et al., 2015). De igual modo, A. gossypii es una especie cosmopolita y polífaga ampliamente distribuida en el trópico, subtrópico, así como en regiones templadas del planeta. Este es un insecto plaga importante de Solanum melongena L. (berenjena) Capsicum annuum L. (pimiento) y Gossypium hirsutum L. (algodón) (Ramalho et al., 2012). Estudios conducidos por Cabrera Mederos et al. (2013) demostraron que A. craccivora hizo su entrada en el frijol en la fase fenológica VE (emergencia), pero la población migró en la fase V3 (tercer trifolio). Pese a esto, los resultados obtenidos no coinciden con los obtenidos por estos autores porque la población permaneció en las plantas de frijol hasta la fase R4, por tanto, se necesitan realizar otros estudios en otras épocas de siembra para confirmar esto. Además, pueden existir diferencias en cuanto al número de áfidos en una misma época de siembra durante diferentes años debido a las oscilaciones de los factores climáticos propios de cada año.
Estos resultados también revelaron que no existe una correlación entre la temperatura y el número de áfidos, con la excepción de la temperatura mínima que mantuvo una correlación negativa respecto al número de A. gossypii (Tabla).
Especies de áfidos | Temperatura máxima | Temperatura mínima | HR | Precipitación |
---|---|---|---|---|
-0,012 | -0,177 | -0,174 | 0,061 | |
-0,246 | -0,346* | -0,303 | -0,088 |
*Valores numéricos muestran correlación entre el número de áfidos y las variables climáticas según prueba de Spearman rho (P<0,05)
Estos resultados coinciden con los obtenidos por Zhou et al. (1995) quienes revelaron que la temperatura mínima es el principal factor que interviene en la fluctuación poblacional de los áfidos. Los resultados revelan que el pico poblacional de A. gossypii ocurrió cuando la temperatura mínima alcanzó los menores valores con un rango entre 18,2 y 19,9 °C. Por lo tanto, este resultado sugiere que temperaturas cercanas a los 20 °C incrementan los niveles poblacionales de esta especie de áfido. En un estudio de laboratorio conducido por Soh et al. (2018) demostraron que la reproducción neta y fertilidad de Brevicoryne brassicae L. (Hemiptera: Aphididae) fue mayor (46,36 ± 1,73 ninfas/hembras) a 20 °C que a 30 °C.
La humedad relativa en nuestro estudio osciló entre 73,2 y 77,2 % mientras que la precipitación osciló entre 0 y 10,9 mm (Figura). Sin embargo, no existió correlación entre el número de áfidos con la humedad relativa y las precipitaciones, posiblemente debido a la baja intensidad de las mismas (Tabla). Estos resultados coinciden con los obtenidos por Cabrera et al., (2013) quienes determinaron que los valores de precipitación y temperatura no fueron determinantes en la migración absoluta de los áfidos. Los resultados obtenidos en esta investigación indican que las especies de áfidos identificadas pueden incidir desde fases fenológicas tempranas y temperaturas entre 18,2 y 19,9 °C puede incidir en el aumento de los niveles poblacionales de A. gossypii. Estos resultados resaltan la importancia de conocer la ecología de estas especies de áfidos para el manejo integrado en el cultivo del frijol común