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Introducción
La ciencia del espíritu, menos perfeccionada que las demás por estar formada de leyes más ocultas y hechos menos visibles, ha de construirse sobre el descubrimiento, clasificación y codificación de los hechos espirituales.
Martí, 1975, p. 347.
La psicología es una ciencia y profesión, cuyo objeto de estudio es la subjetividad y su expresión no lineal a través del comportamiento humano, la cooperación, la comunicación y los productos de la actividad (Comisión Nacional de la Carrera de Psicología, 2017). En Cuba, la formación de los profesionales de esta ciencia se realiza de forma gratuita, sin distinción de raza, sexo o clase social, en consonancia con la idea martiana del derecho fundamental de todo ser humano a recibir educación: «Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás» (Martí, 1962, t. 19, p. 375).
Desde la creación de los primeros planes de estudio de la carrera de Psicología se ha dedicado un espacio relevante al vínculo estudio-trabajo, el cual tiene su máxima expresión en la disciplina integradora «Prácticas Preprofesionales». A través de esta disciplina, a la cual tributan todas las asignaturas de la carrera, se canaliza el vínculo teoría-práctica imprescindible en la formación profesional. De esta forma, se propicia la aplicación de los contenidos aprendidos por los estudiantes en las distintas asignaturas y disciplinas de la carrera, potenciando la formación de competencias del saber hacer de la profesión. Sobre este propósito escribió Martí: «En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar» (Martí, 1962, t. 13, p. 53). A la vez, se tributa a la solución de problemas prácticos que se le plantean a la psicología desde los múltiples espacios sociales: «El deber de un hombre está allí donde es más útil» (Martí, EcuRed). Estas prácticas se realizan en las diferentes esferas de actuación de la psicología: las instituciones educativas, las instituciones de servicio a la salud, las organizaciones laborales y las instituciones sociales formales o informales.
A través de esta relación universidad-sociedad se coloca la ciencia psicológica al servicio de la humanidad, propiciando así la formación de valores en los estudiantes como el humanismo, el respeto a la dignidad, la ética profesional, la confidencialidad, entre otros: «El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos» (Martí, 1965, p. 389).
El presente artículo tiene el propósito de descubrir la influencia del pensamiento martiano en la concepción de las prácticas preprofesionales de la carrera de Psicología y su impacto en la formación integral de los estudiantes, desde su percepción.
Desarrollo
El plan de estudios E de la carrera1 de Psicología se estructura en cuatro años para la modalidad presencial y en 5 años para la modalidad semipresencial. Tiene 11 disciplinas; de ellas, la «Práctica Preprofesional» constituye la disciplina integradora, debido a que permite la solución de problemas de la profesión en los múltiples espacios de actuación de la psicología con un enfoque inter-, multi- y transdisciplinar. Esta disciplina se presenta en todos los años académicos de la carrera con diferentes niveles de complejidad. A continuación, se expone su concepción general, haciendo referencia a los diferentes años académicos de la modalidad presencial.
Concepción de las prácticas preprofesionales de la carrera Psicología de la Universidad de La Habana
Las prácticas preprofesionales de primer año de la carrera persiguen la familiarización del estudiante con el perfil profesional de la psicología. Sus temáticas son muy variadas y responden, fundamentalmente, a los proyectos priorizados en el sistema de investigación de cada centro de educación superior.2 Estos proyectos de investigación, a su vez, están alineados a las demandas nacionales y locales que se realizan a la profesión. Es coordinada por la disciplina «Metodología de la Investigación». De esta forma, se fusionan las demandas curriculares de la propia práctica con las de las asignaturas de esta disciplina. Con esto se intenciona la realización de investigaciones con enfoque mixto, concebidas con rigor metodológico en respuesta a los problemas científicos planteados. Así, los estudiantes son orientados, supervisados y evaluados por el claustro de dicha disciplina y también por sus tutores, especialistas en el tema investigado.
Esta concepción de la práctica preprofesional como investigación propicia, además, una formación temprana y más sólida del estudiante en competencias para la investigación necesarias en años académicos superiores y en su futuro desempeño como profesional. Para lograr mejores resultados, esta se sostiene en una red de tutores internos y externos al centro de educación superior.
Como actividades de esta práctica los estudiantes realizan acciones de aplicación y procesamiento de instrumentos y técnicas diagnósticas; observación de espacios de desempeño profesional de psicólogos; realización de entrevistas a profesionales y sujetos de investigación, participación en espacios de orientación profesional para futuros aspirantes a la carrera, entre otras.
Algunas de las temáticas abordadas por los estudiantes en estas prácticas se relacionan con evaluación del impacto de las prácticas pre-profesionales en los estudiantes de Psicología; procesos de inclusión-exclusión educativa en contextos escolares cubanos; relación cohesión grupal y rendimiento en contextos escolares cubanos; análisis semántico latente como herramientas para el análisis de textos; evaluación del aprendizaje en la edad preescolar; rendimiento académico en estudiantes universitarios; influencia de factores demográficos, académicos y sociofamiliares; construcción de un instrumento sobre competencias de investigación; redes sociales institucionales para la satisfacción de necesidades comunitarias; resiliencia y bienestar humano; niños agendados; vejez y empoderamiento desde una perspectiva de género; jóvenes intersexuales, entre otras.
A partir de segundo y hasta cuarto año, las prácticas preprofesionales tienen un segundo nivel de complejidad. Son especializadas por disciplinas, en coherencia con el diseño curricular del plan de estudios. En cada semestre académico una disciplina coordina la práctica preprofesional, buscando la integración de sus asignaturas propias y las de otras disciplinas que se sincronizan en dicho semestre o han sido anteriormente cursadas.
La Práctica Preprofesional II es coordinada por la disciplina «Procesos Básicos». Esta se propone formar en los estudiantes un pensamiento científico experimental. En estas prácticas se integran asignaturas de Procesos Cognitivos, Psicología Social, Psicología del Desarrollo y Psicología Clínica. En su primera versión del curso 2018-2019 los estudiantes se vincularon al Centro de Neurociencias de Cuba. Trabajaron en tres temas de investigación: percepción de caras y trastornos asociados; procesamiento de emociones en poblaciones específicas y predictores neuropsicológicos de deterioro cognitivo. Estas actividades fueron complementadas por clases prácticas vinculadas con temas de percepción, atención, memoria, grupo y su influencia en la comunicación.
La Práctica Preprofesional III es coordinada por la disciplina «Psicología Social» y en esta se busca la integración de las asignaturas del 4.o semestre del plan de estudios, así como de los contenidos precedentes de la carrera. Su objetivo general es lograr que los estudiantes sean capaces de realizar diagnóstico e intervención psicosocial desde la metodología de investigación-acción participativa. Se trabaja con diferentes grupos sociales, diferenciados por el grupo etario y la ocupación (sector no estatal y estatal, desempleados, profesionales, obreros, estudiantes, amas de casa, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, etc.). El espacio de inserción por excelencia es la comunidad, fundamentalmente a través de los talleres de transformación integral del barrio. Estos talleres existen en todas las localidades y constituyen centros de promoción cultural, en los cuales confluyen diferentes proyectos socioculturales. También se aprovechan algunos espacios públicos relevantes para los estudios como los parques, centros recreativos, escuelas, entre otros.
Así, se atienden disímiles problemáticas sociales como la caracterización de procesos grupales (por ejemplo, cohesión e identidad grupal), la ruptura de la familiaridad acrítica con la vida cotidiana, los procesos de exclusión de grupos e individuos, la prevención de conductas desviadas, la identificación de necesidades sentidas por diferentes comunidades y sus estrategias de intervención con enfoque participativo, entre otras.
La Práctica Preprofesional IV es coordinada por la disciplina «Psicología Educativa», en el 5.o semestre del plan de estudios, el cual se caracteriza por una mayor proporción de asignaturas de dicha disciplina. Esta tributa a la línea de investigación sobre «Desarrollo humano y educación» de la Facultad de Psicología. El tema central es la convivencia escolar y tiene como objetivo fundamental que los estudiantes implementen un sistema de influencias educativas que contribuya al logro de una convivencia escolar potenciadora del desarrollo personal.
Los estudiantes se insertan en centros educativos de diferentes niveles de enseñanza: escuelas primarias, escuelas secundarias, preuniversitarios, escuelas de oficio y escuelas especiales.3 Trabajan en conjunto con los directores de escuelas donde se insertan, los maestros, los padres de los estudiantes y los estudiantes. A través de esta práctica las figuras relevantes para los estudiantes de estas escuelas reciben una capacitación sistemática, la cual permite la apropiación de los conocimientos y la incorporación de las buenas prácticas de convivencia escolar, una vez que los estudiantes de la facultad culminan sus prácticas en estos centros.
La Práctica Preprofesional V es coordinada por la disciplina «Psicología Laboral y de las Organizaciones», con la integración de las asignaturas del 6.o semestre del plan de estudios y de los contenidos de las asignaturas precedentes. Esta tributa a la línea de investigación de la Facultad de Psicología sobre «La psicología en la gestión del desarrollo organizacional». Su objetivo fundamental consiste en lograr que los estudiantes realicen un diagnóstico sociopsicológico de la efectividad organizacional de diferentes organizaciones laborales de La Habana. Este se basa en una concepción de la organización como sistema social abierto al intercambio con su entorno, y de que su efectividad debe ser alcanzada no solo a través de indicadores tangibles clásicos, sino de indicadores intangibles como la percepción de la dirección y del funcionamiento organizacional, la satisfacción con el trabajo, la identificación con la organización, las políticas de gestión de los recursos humanos, la administración estratégica y las relaciones interpersonales. El diagnóstico y la caracterización de estas variables a través de una metodología mixta, permite llegar al cálculo de un índice de efectividad desde la perspectiva sociopsicológica, a la identificación de fortalezas y debilidades de la organización y a la propuesta de una estrategia de intervención para incrementar su efectividad.
Para el desarrollo de estas prácticas los estudiantes se insertan en organizaciones laborales de La Habana, tanto del sector estatal como no estatal, presupuestado o autofinanciado. Algunos de estos centros que se han beneficiado de las prácticas pertenecen a sectores empresariales estratégicos de la economía nacional, tales como la industria biotecnológica, la industria petrolera, las telecomunicaciones, industria turística, corporación Cuba Ron, Cuba Tabaco, etc. También se insertan en sectores estatales presupuestados de relevancia social como sector educativo (escuelas de diferentes niveles de enseñanza), sector de la salud (policlínicos, hospitales, centros de salud mental). La diversidad de organizaciones permite a los estudiantes una visión holística y comparativa del funcionamiento de las organizaciones cubanas, así como la contribución desde la universidad a diferentes sectores de la economía cubana. De esta forma, se propicia un vínculo universidad-organizaciones laborales de beneficios mutuos.
En el 7.o semestre del curso la Práctica Preprofesional VI es coordinada por la disciplina «Psicología Clínica y de la Salud». Esta tributa a la línea de investigación de la Facultad de Psicología relacionada con la «Psicología y bienestar psicológico». Las tareas a desarrollar se relacionan con participación en entrevistas, observación, evaluaciones psicológicas, diferentes modalidades de ayuda psicológica, pases de visita, discusiones diagnósticas, labores de terreno en las comunidades, familiarización con el uso adecuado de la historia clínica y trabajo en equipos multidisciplinarios. Abarcan las cuatro etapas del desarrollo humano: infancia, adolescencia y juventud, adultez media y adultez mayor.
Algunos de los centros en los cuales se insertan los estudiantes son el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Instituto de Endocrinología, Hospital Clínico quirúrgico Calixto García, Hospital Ortopédico Fructuoso Rodríguez, Centros Comunitarios de Salud Mental, Centro de Neurociencias de Cuba, el Centro de Orientación y Atención a la Población Alfonso Bernal del Riesgo, adscrito a la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana.
Con este diseño de las prácticas preprofesionales, los estudiantes de la carrera tienen la oportunidad de rotar por las principales áreas de ejercicio de la profesión. Aunque cada práctica es coordinada por la disciplina que se apunta, la concepción de la misma integra la mirada inter-, multi- y transdisciplinar. A su vez, en dichas prácticas se integran las asignaturas del semestre que suele tener un perfil de la disciplina que la coordina, incluyendo las asignaturas optativas y propias del plan de estudios.
De esta forma, todas y cada una de las prácticas contribuyen de manera modesta al mejoramiento de un espacio de la sociedad cubana, a la vez que potencia en los estudiantes de la carrera la formación de valores como la sensibilidad humana, el compromiso social y el patriotismo, la responsabilidad, la ética profesional, el trabajo en equipo. Todos estos valores legados de la influencia martiana.
Así mismo, a través de las prácticas la sociedad cubana se beneficia de la ciencia psicológica y de su potencial transformador y amplía los horizontes del perfil profesional de esta ciencia, que suelen estar muy centrados en la psicología clínica.
Evaluación del impacto de las prácticas preprofesionales en la formación integral de los estudiantes
En la Facultad de Psicología existe un proyecto de investigación, dentro de la línea «Formación y desarrollo profesional», que se centra en evaluar el impacto de las prácticas en la formación de los estudiantes desde su percepción, la de los tutores y los futuros empleadores. Esta investigación permite el perfeccionamiento de las prácticas de manera integral, atendiendo a las particularidades de cada disciplina y las recomendaciones de los implicados.
Para su evaluación se tienen en cuenta un conjunto de indicadores, contemplados en un cuestionario que se aplica a los estudiantes, que serán explicados a continuación:
Claridad de los objetivos: las prácticas deben estar guiadas por objetivos generales y específicos bien definidos y conocidos por estudiantes y tutores, a partir de los cuales se orientan las tareas necesarias para su cumplimiento y se realizan las evaluaciones del proceso.
Respaldo teórico-metodológico: incluye todo el bagaje teórico y metodológico que adquiere el estudiante a partir de los espacios docentes, estos conocimientos adquiridos permitirán un mejor desempeño en los encuentros de práctica.
Correspondencia entre las asignaturas y las prácticas: todas las asignaturas del semestre se integran en función del desempeño en las prácticas por lo que debe existir coherencia entre ambas para que el estudiante tenga acceso a los conocimientos teóricos, orientaciones y supervisiones correspondientes.
Atención de las instituciones de prácticas: los centros que supervisan las prácticas deben tener un compromiso con el estudiante para guiarlo, brindándole condiciones necesarias para desempeñar las actividades y establecer demandas coherentes con los contenidos de las asignaturas.
Atención de los tutores: los tutores deben brindarle al estudiante los recursos necesarios, la bibliografía, la guía de trabajo y su experiencia profesional para el buen funcionamiento de las prácticas.
Sistematización de las prácticas: las prácticas deben tener un carácter sistemático, que supervisen y orienten cada una de las acciones y actividades desarrolladas por los estudiantes, de manera se acompañe el proceso de aprendizaje del mismo.
Supervisiones periódicas: el contacto directo entre el estudiante, el tutor y los profesores de las asignaturas debe llevarse a cabo de forma constante, para que los supervisores puedan brindarle una retroalimentación productiva del desempeño del estudiante en los espacios de práctica y estos últimos planteen sus avances, así como dudas, inquietudes y preguntas.
Aporte de la supervisión: las supervisiones deben ser productivas de cara a la adquisición de conocimientos válidos para el estudiante, realizando críticas y sugerencias constructivas que contribuyan a su formación profesional.
Aporte de las prácticas a la formación profesional: a partir de la aplicación en estos espacios de los conocimientos teóricos y metodológicos, las prácticas tienen una función integradora donde el estudiante adquiere las competencias y habilidades necesarias para su futuro desempeño como profesional; además, estos encuentros posibilitan la formación de valores profesionales, con referencia en el código de ética del psicólogo, aspecto medular para esta ciencia.
Actualización de las prácticas con el contexto: los temas abordados deben tratar aspectos actuales de la sociedad y responder a demandas reales de los diferentes campos de actuación del psicólogo.
Satisfacción general con las prácticas: cumplimiento de las expectativas de los estudiantes con respecto a las prácticas preprofesionales, a partir de los indicadores anteriormente explicados.
El cuestionario elaborado presenta afirmaciones positivas de cada uno de los indicadores, a partir de las cuales los estudiantes deben responder en una escala tipo Likert de cinco anclajes, donde: 1 (Totalmente en desacuerdo), 2 (En desacuerdo), 3 (Medianamente de acuerdo), 4 (De acuerdo) y 5 (Totalmente de acuerdo). Las evaluaciones que oscilan entre 4 y 5 indican valoraciones favorables acerca de los ítems y las evaluaciones entre 1 y 2 apuntan a valoraciones desfavorables.
También indaga sobre datos de interés, como el año académico, la disciplina que orienta las prácticas, el tutor, el proyecto al que se inscribe, el lugar donde se desarrolla, así como posibles recomendaciones para el perfeccionamiento de las prácticas y la evaluación integral de las mismas.
Se aplicó a estudiantes de la Facultad de Psicología desde el curso 2014-2015 hasta 2017-2018, seleccionando muestras representativas de los cinco años académicos para obtener información sobre la valoración de todas las prácticas de la carrera. La muestra total corresponde a la cifra de 633 estudiantes. El valor de la media de respuesta obtenida en cada uno de los indicadores fue muy favorable, indicando que la mayoría de los estudiantes presentan una percepción positiva de las prácticas.
Los resultados globales son los siguientes: claridad de los objetivos (4.18), respaldo teórico metodológico (4.10), correspondencia entre las asignaturas y las prácticas (4.01), atención de los centros que supervisan las prácticas (3.99), atención del tutor (4.14), programa de actividades sistemáticas (4.11), supervisiones periódicas (4.07), aporte de las supervisiones (4.07), aporte de las prácticas a la formación profesional (4.25), actualización de las prácticas con el contexto (4.26).
A partir de la integración de estos indicadores, los estudiantes debían realizar una evaluación integral de las prácticas, indicando su respuesta en una escala de tres anclajes, donde: 1 (mala), 2 (regular), 3 (buena). La media de respuesta de los encuestados fue de 2.70, lo cual expresa su satisfacción con estos espacios.
Estos datos muestran una valoración muy favorable del impacto de las prácticas preprofesionales en la formación de los estudiantes, aun cuando se pueden seguir perfeccionando en la atención y preparación de los tutores de los centros receptores, así como en la integración entre las asignaturas del semestre académico.
Conclusiones
La disciplina «Prácticas Preprofesionales» de la carrera de Psicología constituye la disciplina integradora, a través de la cual se canaliza el vínculo estudio-trabajo, universidad-sociedad, teoría-práctica. Esta permite una mayor aprehensión de las competencias desarrolladas en la carrera, pues coloca a los estudiantes en contacto directo con la solución de múltiples problemas que se le plantean a la profesión en su futuro desempeño laboral.
A su vez, permite la contribución de la ciencia psicológica a la transformación de la sociedad en las múltiples esferas de actuación de la psicología: las instituciones educativas, las instituciones de servicio a la salud, las organizaciones laborales y las instituciones sociales formales o informales. Así se contribuye a la búsqueda de mayores niveles de bienestar de la población y a una ampliación del perfil profesional de la psicología como imaginario social.
Como principal beneficio de estas prácticas se forma en los estudiantes competencias del saber hacer de la psicología, relacionadas con la prevención y la promoción, el diagnóstico y la evaluación, la orientación y asesoría, la investigación, la intervención y la formación y el entrenamiento de otros, sostenidas en valores profundamente martianos como el humanismo, el respeto a la dignidad, el compromiso social y el patriotismo, la ética profesional, la responsabilidad y el trabajo en equipo. De esta forma, se contribuye a una formación más integral del futuro profesional de la psicología, pues como enunciaba Martí: «Los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho y las lágrimas en los ojos; y les haga el supremo bien de sentirse generosos» (Martí, 2016, p. 124).
Las evaluaciones realizadas por los estudiantes a las prácticas preprofesionales muestran también la valoración positiva que ellos atribuyen a la contribución de las mismas en su formación profesional.
