Introducción
Durante las últimas décadas del siglo xx la medicina regenerativa (MR) y la terapia celular (TC) se han utilizado como tecnología sanitaria (TS) en enfermedades médicas y estomatológicas.
En Cuba, la Dirección de Ciencia e Innovación Tecnológica del MINSAP es responsable de proponer normas y estrategias para la innovación tecnológica, la promoción y regulación de la investigación científica en el campo de la salud, obtener los máximos beneficios y tomar decisiones para este sistema, a través de la evaluación de tecnologías sanitarias (ETS).1
El ser humano curaba con sustancias inertes y no con medicamentos vivos. El “curar con células” ha abierto paso a un cambio conceptual de paradigma. El concepto de TC incluye curar con células.2 La TC se fundamenta en el empleo de células madre, plaquetas y factores de crecimiento celular en la clínica. Considerada una de las terapias de avanzada que aportan un nuevo concepto de medicamento personalizado de origen autológo o alogénico basado en la utilización de células vivas y que ofrece avances en el tratamiento de enfermedades.3,4,5,6,7,8,9
Existen antecedentes de investigaciones en la fase experimental para la TC como TS. Los estudios básicos sobre las células se iniciaron en los años 80 del siglo xx, pero no fue hasta 1998 que se obtuvieron las primeras células embrionarias de procedencia humana, lo que abrió un nuevo campo de investigación y posibilidades de aplicación práctica.10
Existen evidencias de investigaciones11,12,13,14,15,16 experimentales con el uso de las plaquetas como TC. Los resultados positivos de estudios preclínicos y clínicos desde el 2000-2020 disponibles en las bases de datos muestran que han sido indicadas en enfermedades por más de 35 años.
La fase de introducción de la MR y la TC como TS en Cuba, en febrero 2004, marcó el inicio de las investigaciones; se evitó la amputación mayor a un paciente con insuficiencia arterial crítica. Fue tratado con células mononucleares autólogas (primer caso en el continente americano).17,18
No obstante, existe un insuficiente análisis de los referentes históricos de la aplicación de la TC en enfermedades médicas y estomatológicas, lo cual incide en la utilización de estos aportes para la evaluación y generalización de esta TS.
El objetivo de este trabajo es caracterizar los antecedentes de la aplicación de la TC como TS en enfermedades médicas y estomatológicas.
Métodos
Se realizó una búsqueda de publicaciones y revisiones sistemáticas de la literatura nacional e internacional actualizada durante los meses de julio y agosto de 2022, en las bases de datos Infomed, SciELO, PubMed/Medline y SCOPUS. Se empleó el motor de búsqueda Google Académico. Se utilizaron los términos de búsqueda “tecnología sanitaria”, “células madre”, “terapia célular”, “aplicaciones de la terapia de célular”, así como su traducción al inglés: “cellular therapy”, “stem cells”, “stem cells therapy” y “aplications of stem cells therapy”, las que fueron combinadas para la búsqueda, según el descriptor de ciencias de la salud (DeCS). Se revisó un total de 72 fuentes y se seleccionaron 39 (21 en español y 18 en inglés). El 64 % de la bibliografía consultada fue de los últimos cinco años.
Se utilizaron métodos de análisis-síntesis, sistematización, histórico lógico y revisión documental.
Análisis y síntesis de la información
Los antecedentes en el uso de la TC como TS en enfermedades médicas y estomatológicas han estado relacionados con los estudios realizados sobre las células en los últimos años y permiten tener en cuenta los siguientes hitos:
1838 se postula la teoría celular por Mathias Schleiden y Theodor Schwaann.
1916 la primera publicación por Danchakoff que utiliza el término "célula madre".
2000 en los inicios, la MR se desarrolla como un área específica del conocimiento médico.
Los acontecimientos y cambios que resultan válidos para el análisis de la evolución histórica y los aportes científicos sobre la relación entre la célula, la TC y la TS han pasado por diferentes etapas hasta llegar a la actualidad.
Primera etapa (1838-1915)
Tiene sus antecedentes en el siglo xvii, año 1665, con la publicación del libro Micrographia de Robert Hooke en el cual se describe la célula como entidad biológica y, durante más de ciento cincuenta años, se identifican células de distinto tipo que contribuyen a enriquecer el conocimiento microscópico en seres vivos.19
El investigador Campos,19 en su publicación, plantea que los estudios de Matthias Schleiden en 1838 y de Theodor Schwann en 1839, con sus aportaciones científicas, fundamentaron la teoría celular como unificadora, generalizadora y como la más importante en la historia de la biología la cual se completó con contribuciones de otros investigadores.19)
Fue necesaria la continua mejoría de las TS, instrumentos, microscopios, técnicas histológicas e histoquímicas, los que en el campo de las ciencias básicas fueron concluyentes.
Segunda etapa (1916-1999)
En los inicios del siglo xx varios científicos plantearon la existencia de una célula precursora capaz de dar origen a todas las células de la sangre. En la literatura publicada existen desacuerdos respecto a la primera vez que se empleó el término células madre. Para esta investigación se asume lo informado por Acevedo Toro,20 que fue en 1916 cuando Danchakoff público los resultados sobre sus estudios de la biología de las células madre y describió la presencia en la médula ósea de ciertas células precursoras de otras, lo que fue confirmado por Maximow en sus hallazgos.20,21
Según Ruiz-Navarro22) el término “medicina regenerativa” es relativamente nuevo. El primer escrito científico en el cual se habla de la regeneración es La generación de los animales de Aristóteles.
En 1992 se publica el texto considerado el primer documento en el que se usó el término: “Una nueva rama de la medicina que busca cambiar el curso de enfermedades crónicas se desarrollará, así se podrán regenerar órganos y sistemas agotados”.23
La hipótesis de Cohnheim en 1967 es el primer acercamiento claro a la TC, que hoy en día es probablemente el campo más activo y con más futuro en la MR. Esta hipótesis describe que cierto tipo de células tienen potenciales reparadores. (24
En los años 50 se inician trabajos relacionados con factores de crecimiento nervioso y la descripción del factor de crecimiento epidérmico, tratamiento clave en terapias reparativas en la práctica clínica. Otro grupo de investigadores, en la década de los 90, centraron sus investigaciones en las plaquetas y encuentran diversos tipos de factores de crecimiento celular.
El uso de concentrados de plaquetas para acelerar el proceso de cicatrización fue descrito por primera vez en 1997. En 1999 se propone utilizar el plasma rico en factores de crecimiento porque tiene propiedades como la migración celular dirigida, la quimiotaxis, la proliferación y la diferenciación celular. Todos estos procesos son considerados clave en la reparación y regeneración tisular.25
En Cuba, en 1954, el estomatólogo García Gutiérrez realizó en un paciente el trasplante exitoso del folículo dentario del tercer molar al sitio de extracción de un primer molar. Se desarrolló con todas las características del molar extraído. Fue una sorpresa y no había información sobre la existencia de las células dentales. La práctica mencionada no se sistematizó. (26
Tercera etapa (2000-actualidad)
Los intensos trabajos de diferentes grupos biomédicos alrededor del mundo, a principios del siglo xxi iniciaron la popularización del término “medicina regenerativa” como un área específica del conocimiento médico.22
Nuevos conocimientos y evidencias científicas documentadas sobre los mecanismos de acción regenerativos de las CM hematopoyéticas, plaquetas y factores de crecimiento contribuyeron a la consolidación de la MR y TC. A principios del siglo xxi se inicia el enfoque transformador y se propone un nuevo tipo de TC que revoluciona los tratamientos de enfermos sin mejores opciones terapéuticas, teniendo en cuenta las posibilidades regenerativas.27,28
El descubrimiento realizado por los investigadores John B. Gurdon y Shinya Yamanaka sobre las células maduras que pueden ser reprogramadas para convertirse en pluripotentes, capaces de desarrollarse en todos los tejidos del cuerpo, revolucionó el conocimiento sobre el desarrollo de células y organismos, lo que contribuyó al desarrollo de nuevas herramientas para el diagnóstico y la terapia de enfermedades. (29
Más adelante Japón lideró las investigaciones relacionadas con el uso médico de las células madres pluripotentes inducidas (iPS) y se convirtió en el primer país en usar plaquetas derivadas de células madre inducidas con el primer ensayo clínico en humanos, sobre la transferencia de plaquetas sanguíneas derivadas de células madre pluripotentes inducidas, aprobado por la Agencia de Medicamentos y Dispositivos Médicos de Japón.30
Cuba fue uno de los primeros países de América Latina que institucionalizó las investigaciones en MR con la estandarización de un método de obtención y procesamiento de sangre periférica en el Instituto de Hematología e Inmunología. En este procedimiento se vinculan elementos de movilización de progenitores hematopoyéticos, un factor estimulador de colonias granulocíticas, como agente movilizador, la autodonación de sangre y el procesamiento manual. Se aplicó al conjunto de células mononucleares de sangre periférica (CMN-SP) a partir de su composición heterogénea, se utilizó un “cóctel celular” y se realizaron diversas aplicaciones preclínicas y clínicas en casi todos los sitios del organismo que han resultado de interés para la investigación.31,32,33
La estandarización de los métodos de obtención de CMN-SP y PRP, a partir de la autodonación de sangre y el procesamiento manual en un sistema cerrado de bolsas colectoras, son métodos muy similares a los de obtención de hemoderivados; que facilitaron la generalización de estos procedimientos para la TC en bancos de sangre y diferentes centros de salud del país.34
Las primeras aplicaciones clínicas documentadas de plaquetas con fines regenerativos se realizaron en el 2004 y en el 2008 comenzó la generalización a todo el país debido a que su obtención es fácil, rápida, económica y no requiere movilización, ni procesamiento especial; el uso tanto de plaquetas autólogas como alogénicas y sus preparaciones, el plasma rico en plaquetas (PRP) y el lisado plaquetario (LP) son en la actualidad terapias indicadas en múltiples enfermedades médicas y estomatológicas.
La TC se utiliza en odontología, cirugía oral, maxilofacial, medicina deportiva, ginecología, andrología, traumatología, cirugía ortopédica, oftalmología, cicatrización de heridas, dermatología, cirugía plástica, y otras.29,35
Para el desarrollo de la MR y la TC en Santiago de Cuba, en el Banco de Sangre Provincial, se realizó un proyecto de innovación tecnológica que permitió la aplicación de la TC. Se creó el nuevo Servicio Ambulatorio de Medicina Regenerativa (SAMERSAC) denominado Servicio Científico Técnico, para la obtención de medicamentos, hemocomponentes, CMN-SP y PRP.36 Participaron cinco instituciones de salud para la evaluación de la efectividad con ensayos clínicos en enfermedades de once especialidades médicas y dos estomatológicas con la aplicación de la TC como alternativa terapéutica, con evidencias científicas publicadas.37,38,39
Los resultados de este proyecto han potenciado la innovación tecnológica respecto al empleo de la TC y han evidenciado la necesidad de desarrollar los procesos de evaluación del impacto social.1
Consideraciones finales
En el análisis de los aportes de las fuentes se revelan las tendencias al avance del uso de la TC como TS desde el conocimiento de la existencia de la CM hematopoyética y del PRP con propósitos regenerativos en humanos desde hace más de 35 años. Existen evidencias acerca de los resultados de la aplicación en enfermedades médicas y estomatológicas diversas, degenerativas, inflamatorias, inmunológicas,21,26,27,28,35) lo cual coincide con lo publicado por García-Arranz.40
Las investigaciones sobre la aplicación de la TC como TS en Santiago de Cuba han alcanzado su mayor hito en la actualidad y superan las fases de ensayos clínicos en una colaboración entre instituciones de salud, en coincidencia con otros resultados.36,37,38,39,40
Las aplicaciones exitosas de la TC y los diversos beneficios que brinda han podido demostrar cómo esta alternativa puede ser más eficaz en comparación con otras terapias convencionales.41) El futuro de la TC como TS tiene un futuro muy prometedor tanto en las investigaciones de ciencias básicas, clínicas y quirúrgicas como para la evaluación y generalización de esta tecnología sanitaria.
En conclusión, se ha realizado la caracterización de los antecedentes de la aplicación de la TC en enfermedades médicas y estomatológicas como proceso continuo de desarrollo sistematizado desde su surgimiento hasta la actualidad. La TC constituye un elemento que permite la comprensión desde el origen del referido proceso, el cual debe tener un carácter transformador que integre y potencie los aportes de las ciencias básicas, clínicas y quirúrgicas.