Introducción
Dentro de los métodos de diagnóstico en hematología, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) constituye una poderosa herramienta para el diagnóstico inicial y el seguimiento de los pacientes.1,2,3,4 La estratificación de los enfermos en diferentes grupos de riesgo y el estudio de la enfermedad mínima residual para supervisar la respuesta al tratamiento resultan posibles gracias a la sensibilidad de esta técnica.4,5,6,7,8
Para el estudio de biomarcadores oncohematológicos específicos, como las traslocaciones, se extrae de la muestra biológica el ácido desoxirribonucleico (ARN), el cual se convierte mediante la PCR con reverso transcripción (RT-PCR) a ADN complementario (ADNc) y se utiliza en la PCR convencional para amplificar el transcrito de fusión. Se deben realizar varios procedimientos y controles para garantizar la eficacia del estudio. Un paso crítico resulta la reverso transcripción. El ARN se degrada con facilidad durante la manipulación por ser un material muy sensible; en consecuencia, cuando finaliza el proceso de reverso transcripción se debe controlar la calidad para identificar la efectividad del proceso y verificar si se generó el ADNc, requerido para el siguiente paso.9
Tradicionalmente se comprueba mediante la PCR de un gen normal, que se interpreta mediante la electroforesis en gel de agarosa o capilar. El receptor de ácido retinoico (RAR) constituye uno de los genes más utilizados como referencia dentro del estudio molecular. Este gen codifica para un tipo de receptor nuclear que se activa por las formas trans y la forma 9-cis del ácido retinoico.10
Por dificultades en la importación de reactivos se propuso sustituir este paso por la identificación de un biomarcador de la leucemia mieloide aguda. El gen FLT3 codifica para una proteína de igual nombre, presente en células precursoras; pero en la leucemia mieloide aguda se afecta por una duplicación interna en tándem (FLT3-ITD). Esto implica un mal pronóstico al paciente.11,12
En condiciones normales la amplificación por PCR del biomarcador FLT3-ITD revela una banda simple en la electroforesis; sin embargo, cuando se duplica de manera patológica se constatan dos bandas: una correspondiente al alelo mutado y otra al alelo sano. Basados en esa dualidad del biomarcador, se decidió sustituir el paso de control de la reverso transcripción con la amplificación del RAR normal por la del biomarcador FLT3-ITD.11,12) El objetivo del presente artículo fue evaluar la utilidad del biomarcador FLT3-ITD como control del proceso de reverso transcripción dentro de la técnica de PCR para los estudios moleculares.
Métodos
Se evaluaron 235 muestras de pacientes con enfermedades oncohematológicas en el laboratorio de biología molecular del Instituto de Hematología e Inmunología desde junio de 2017 hasta mayo de 2019. Se extrajeron entre 2 y 7 ml de aspirado de médula ósea en un frasco nuevo, estéril, con ácido etilendiamino tetraacético como anticoagulante.
Se obtuvo y se purificó el ARN con los KITs de extracción. La cuantificación se hizo en un espectrofotómetro de volumen múltiple. Se utilizaron 2µL de muestra de ARN en la plataforma Take3. Los datos se procesaron con el software Gen5TM. Se leyó la densidad óptica a 260 y 280 nm, para medir ácidos nucleicos y proteínas, respectivamente, según las recomendaciones de los fabricantes.
Confirmada la funcionalidad del ARN extraído, se procedió a la técnica de RT-PCR para la obtención del ADNc.9 Para comprobar el éxito del proceso anterior y optimizar los recursos del laboratorio, se sustituyó la amplificación del gen RAR normal por la FLT3-ITD13) y se procedió a la interpretación mediante la electroferesis capilar de acuerdo con el sistema QIAxcel ® Advanced.14
Los datos para la investigación se obtuvieron del libro registro y la libreta de trabajo del laboratorio. La información se recogió y almacenó en una base de datos computarizada. Este estudio pertenece al proyecto “Comportamiento de biomarcadores oncohematológicos en pacientes cubanos”, aprobado por el Consejo Científico y el Comité de Ética de la investigación del Instituto de Hematología e Inmunología.
Resultados
Presentaron solo una banda en la electroforesis capilar 201 muestras (85,53 %), correspondiente al alelo salvaje, y 34 (14,47 %) mostraron la banda normal y la del alelo mutado. Se comprobó la existencia de ADNc y el éxito de la reverso transcripción. A partir de este paso se completaron las PCR con los cebadores diseñados para los biomarcadores específicos, de acuerdo con el protocolo internacional BIOMED-1 y el diagnóstico inicial de cada paciente. Se validó y se protocolizó el empleo de la FLT3-ITD para el control de la reverso transcripción, como parte de los métodos del laboratorio de biología molecular del centro en el diagnóstico de pacientes oncohematológicos del país.