Introducción
Las cabras fueron de los primeros rumiantes domesticados por el hombre hace más de diez mil años, lo que justifica su frecuente presencia en textos litúrgicos y documentos históricos de épocas antiguas. Desde el siglo XVI habitan en Las Américas, al ser introducidas en las islas del Mar Caribe como en el resto del mundo. Ha sido una de las especies más útiles a los humanos, sobre todo como proveedora de leche (Bidot y Muñoz, 2016).
Su importancia como especie doméstica, con un gran potencial productivo y reproductivo (Robles-Rebollo et al., 2020), ofrece enormes perspectivas de desarrollo, principalmente en lo que a producción de leche y carne se refiere para los llamados países en vías de desarrollo. En las últimas décadas, un cambio que favorece al Sur con respecto al Norte es el incremento del empleo de las cabras en la producción de alimento en lugar de otras funciones a las que antes se destinaban (Miranda-Miranda et al., 2023).
En 2021, se disponía de una masa de 1 millón 443 mil ovinos aproximadamente, y solo 707 mil caprinos (MINAG, 2021) que se encontraban dispersos en las diferentes formas productivas existentes, con el predominio de la producción no estatal, donde hay menor atención cultural.
El rebaño caprino cubano es poco productivo y con alto grado de consanguinidad. Su desarrollo se realiza en condiciones rústicas. La base alimentaria es poco eficiente, debido a la calidad de los pastos e infestación de los potreros. En estas condiciones, se limita la producción de leche y sus derivados (MINAG, 2021).
El incremento de la producción de leche y carne en Cuba forma parte de las políticas del Estado cubano, definidas en el Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista (MINAG, 2021) y en la Ley de Soberanía Alimentaria, Seguridad Alimentaria y Nutricional (MINJUS, 2022). En este contexto, es de especial importancia la ganadería menor por la posibilidad de lograr mayor incremento productivo, en menor tiempo y con mejor aprovechamiento del área.
En el contexto internacional, la raza Murciano-Granadina tiene amplia distribución, por su bien definido biotipo lechero, adaptabilidad, rusticidad, prolificidad, productividad y calidad de la leche, entre otros indicadores (Saavedra et al,.2023).
Mediante el proyecto Programa de Apoyo a una Agricultura Sostenible (PAAS), en agosto de 2022, el Centro de Investigaciones en Plantas Proteicas y Productos Bionaturales (CIPB) comenzó a trabajar con el primer núcleo genético de cabras Murciano-Granadina introducido en Cuba, con el propósito de incrementar la producción lechera, pues en los últimos años a la leche de cabra y sus productos se les presta gran atención en varios países del mundo (Pal et al., 2017; Pérez-Sánchez et al., 2020). El objetivo de esta investigación fue caracterizar el comportamiento productivo de cabras de la raza Murciano-Granadina en condiciones de poscuarentena en el occidente de Cuba.
Materiales y Métodos
Localización. La caracterización se desarrolló en condiciones de poscuarentena en un hato de cabras de la raza Murciano-Granadina (27 hembras y 12 sementales) en áreas pertenecientes a la Unidad Básica de Producción (UBP) Futuro Lechero del CIPB, ubicada en el municipio Playa, provincia La Habana, Cuba.
Animales. Los animales que conformaron el hato, procedentes de Murcia, España, presentaron color negro, pelaje delgado y corto y piel fina y pigmentada, de cabeza pequeña, provista de cuernos que se extienden hacia atrás y arriba. Las orejas son pequeñas o medianas, erguidas y en posición horizontal, sus patas son cortas y fuertes. Para la colecta de las muestras, se seleccionaron 10 hembras y la producción de los primeros 30 días de lactancia. Las cabras presentaban estadios de lactancia superiores a los 30 días. Se encontraban clínicamente sanas, con peso vivo que varió entre 36 y 38 kg y adecuada condición corporal, que se correspondió con la categoría 4, en la escala de 1-4 (Urrutia-Morales y Gámez-Vázquez, 2006).
Sistema de alimentación y manejo. Se estableció un sistema de producción semiintensivo (estabulado-pastoreo controlado). Los animales pastorearon de tres a cuatro horas, de forma controlada, en el horario de la mañana, en un pastizal de Urochloa híbrido cv. BR02/1752 (yacaré) con composición florística de 85 %, asociado a Moringa oleifera (Lam) para ramoneo. Además, se ofertó a cada cabra 1,2 kg de forraje de Cenchrus purpureus (Schumach.) Morrone cv. OM-22, 1 kg de forraje de Cratylia argentea (Desv.) O. Kuntze, 0,7 kg de concentrado y heno a voluntad. La alimentación de los cabritos se basó en amamantamiento restringido, dos horas al día y heno a voluntad.
Evaluaciones en el rebaño. Durante el período experimental, se evaluaron las variables de comportamiento del rebaño: índice de mortalidad de adultos y de crías, parición (partos sencillos o dobles), equilibrio sexual, ganancia de peso de los cabritos y producción de leche/día.
Calidad físico-química de la leche. Se realizó la caracterización de los indicadores de la calidad físico-química de la leche de cabra, colectada en la muestra de 10 hembras en lactación, cada 15 días en el ordeño a las 7:00 a.m. Se determinó la densidad (g/ml) con un lactodensímetro de Quevenne y la lectura se realizó con la leche a 15 ± 2 °C, según procedimiento establecido en la norma cubana NC 119-2006 (INN y ONN, 2006). En cuanto a la determinación de acidez, se empleó el método colorimétrico de cuantificación del ácido láctico, que establece que no debe superar los 0,02 g de ácido láctico/100 mL de la muestra para expresar la óptima calidad NC ISO 2446-2003; NC 71-2000 (INN y ONN, 2000; 2003). Se estimó la grasa por el método de Gerber, correspondiente a la cantidad de grasa en peso por 100 mL de leche. El porcentaje de sólidos no grasos se obtuvo al restar el contenido de materia grasa de la leche a los sólidos totales NC ISO 6731-2001 (INN y ONN, 2001) y mediante el procedimiento descrito por Carrisoza-Urbina (2022). Se determinó la reductasa según el procedimiento descrito por CANILEC (2011). Todos los análisis se desarrollaron en el laboratorio especializado en lácteos del Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria (IIIA).
Análisis estadístico. Los análisis estadísticos se realizaron a las determinaciones de las medias, con intervalos de confianza del 95 % y la correspondiente desviación estándar. Los estadígrafos específicos se muestran en las tablas y figuras donde se exponen los resultados.
Resultados y Discusión
La adaptabilidad de este primer grupo genético de cabras de la raza Murciano-Granadina a las condiciones cubanas se manifestó en una tasa de supervivencia del 97,4 %, sin pérdidas debido a enfermedades. En términos de productividad, se produjo 1,2 cabritos por parto, lo que está cerca de la media esperada de 1,5 para los primeros partos en las condiciones ambientales de su entorno original, caracterizado por un ciclo reproductivo anual (Ovigen, 2020). Además, se registró alto índice de fecundidad (12 cabritos por cada 100 partos), con 40 % de gemelos y balance sexual de 50 %. Los recién nacidos pesaron como promedio 1,7 kg, mientras que su crecimiento diario alcanzó los 0,08 kg (figura 1).
La cabra de raza Murciano-Granadina es un animal poliéstrico continuo y presenta escasa estacionalidad reproductiva a diferencia de otras razas centroeuropeas (Teichert et al., 2020). Esta cualidad reproductiva le confiere una producción lechera homogénea en el transcurso del año, lo que es realmente muy apreciado y permite, a su vez, valorizar más la actividad ganadera con esta cabra, considerada actualmente como una de las razas lecheras caprinas más importantes del mundo.
El comportamiento de la producción lechera de este rebaño Murciano-Granadina en los primeros 30 días de lactancia se muestra en la figura 2.
La curva de lactancia comienza con una producción ligeramente superior a la informada por León et al. (2007) y también difiere en su trayectoria, que debe ascender más rápidamente que en este caso. Ello indica la necesidad de caracterizar este aspecto en posteriores lactancias, con mayor número de animales y mayor grado de adaptación al medio. La curva fue similar a la informada por Martínez et al. (2018) con esta raza de cabras en Argentina, aunque con las mismas tendencias. Los resultados superiores a 1,4 kg/cabra demostraron que los rendimientos de esta raza en las condiciones de Cuba fueron similares a los que se obtienen en su lugar de origen para la primera lactancia (Martínez et al., 2018).
Los rendimientos lecheros experimentan un incremento constante desde la primera hasta la cuarta lactación. Este aumento se debe principalmente al crecimiento de la glándula mamaria, cuyo tamaño es directamente proporcional a la ganancia de peso vivo del animal, así como a la mejora en la capacidad del rumen y la eficiencia de consumo de alimentos. Además, el desarrollo progresivo de los alveolos mamarios con cada lactancia también juega un papel crucial en el ascenso de la producción de leche (López et al., 2021).
La raza Murciano-Granadina no es tan exigente en la alimentación como la Saanen o Alpina (Rodríguez-Carías et al.,2020; Cedeño et al., 2022), ya que la rusticidad y capacidad de adaptación de sus animales les permite alimentarse en condiciones en las que otros no son capaces de hacerlo.
Como el propósito de la introducción de la raza Murciano-Granadina en Cuba es la producción de leche, se consideró importante realizar una valoración preliminar de su calidad (tabla 1), sometida a las condiciones de hábitat y alimentación antes descritas (Baquero-Saldarriaga y Chacón-Villalobos , 2022).
Variable | Valor |
---|---|
Densidad, g/mL | 1,025 |
Grasa, % | 3,0 |
Sólidos no grasos, % | 7,0 |
Acidez, oD | 15,0 |
Reductasa, horas | 2,50 |
Los resultados del indicador densidad en esta investigación se acercan a los valores reconocidos de densidad de la leche, que varían entre 1,030 y 1,033 como promedio (INN y ONN, 2006; Miranda et al., 2021), a pesar de los bajos valores de grasa y de sólidos no grasos que la leche mostró (Miranda-Miranda et al., 2021). En sentido general, las cifras de los indicadores de calidad se corresponden con los de una leche cruda de buena calidad (Arrieta et al., 2019).
En la densidad de la leche influyen las variables ambientales. De ellas, la temperatura es determinante (Rodríguez-Rodríguez et al., 2014). La densidad de la leche no es constante, sino que depende de dos factores opuestos: la concentración de sólidos no grasos disueltos y en suspensión y la proporción de materia grasa. La densidad de la leche aumenta en proporción a los primeros, y disminuye en proporción a los segundos, ya que la grasa tiene una densidad menor al agua (Álvarez-Figueroa et al., 2022).
En la actualidad, la leche de cabra y sus productos reciben gran atención en varios países del mundo (Muñoz-Alférez et al., 2020), ya que son útiles como alimentos funcionales (Robles-Rebollo et al., 2020) para el mantenimiento de la nutrición y la salud de personas jóvenes y longevas, especialmente para aquellas que padecen de alergias a la leche de vaca (Álvarez-Figueroa et al., 2022).
La leche de la raza Murciano-Granadina tiene una densidad y composición cualitativa media (5,5-5,8 % de grasa; 3,6-3,8 % de proteína; 4,5 % de lactosa y 14,1 % de extracto seco), lo que influye en los excelentes rendimientos para la obtención de quesos.
Los resultados podrían augurar la inserción de esta raza en el modelo de cadena de valor de ganado caprino con enfoque agroecológico propuesto por Pérez-Lamas et al. (2023) y además, contribuir a mejorar la producción de leche caprina en Cuba y a desarrollar productos lácteos de alta calidad e incursionar en el comercio local con pequeños productores (Chacón-Villalobos y Mora-Valverde, 2019).