Introducción
En Cuba, con la creación del Ministerio de Educación Superior en 1976, se crearon las bases para el desarrollo acelerado de la educación de posgrado y su consolidación como sistema, que involucra a todos los organismos de la administración central del Estado.1
La definición de “educación de posgrado” en el sector de la salud se concibe en dos sentidos: como el nivel que atiende las vías formales de la complementación y actualización de los recursos humanos de nivel superior propios del sector de la salud, a partir de las formas de superación profesional, y la especialización en relación con el desempeño profesional que dichos profesionales sean capaces de realizar.2
La educación médica de posgrado en Cuba garantiza la formación del residente, mediante un proceso académico que transforma y desarrolla en él la personalidad del futuro especialista, con un alto nivel científico, profesional y ético-moral, y una profunda sensibilidad humana.3
En los documentos rectores de la educación médica se denomina “residencia médica” a la forma de organizar el proceso académico para la formación de especialistas. Esta adecuación genera la utilización indistinta de residentes y/o especialistas en formación.3
El mejoramiento profesional y humano, visto desde la Teoría de la Educación Avanzada, se hace relevante para el desarrollo de la cultura organizacional, al identificar siempre al ser humano como centro de desarrollo de toda institución.4
En las ciencias médicas es clave el papel del coordinador de la especialidad médica, por lo compleja que resulta la conducción de los procesos de formación de residentes, dada la diversidad de especialidades y escenarios docentes, así como la creciente matrícula de estos profesionales.5
Sin embargo, en las visitas de control al proceso docente se denota que existen problemas en el dominio de la gestión del posgrado académico por los coordinadores de las especialidades médicas. Los comités académicos de las especialidades están incompletos o no alcanzan la categoría docente reglamentada, y el sistema de trabajo de estos no responde a los procesos de planificación, organización, dirección y control de los programas de estudios de las especialidades para garantizar la calidad de la formación.
La sistematización de la obra de autores en el área de la educación de posgrado en ciencias médicas y en ciencias pedagógicas, desde la Teoría de la Educación Avanzada; los resultados de otras investigaciones relacionadas con este tema y con sus resultados publicados; y las indagaciones realizadas por los investigadores en los diferentes escenarios docentes de la facultad, permitieron establecer que la sociedad actual exige al sector de la salud cubano contribuir a la formación de un especialista que dé respuesta a las necesidades de salud de la población. Sin embargo, no están definidos los indicadores que permitan valorar el comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas.
El estudio tuvo como objetivo diseñar los indicadores que permitan valorar el comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas en la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García”, en correspondencia con las exigencias de la sociedad actual.
Métodos
Se realizó un estudio de desarrollo, de corte educacional, en el área de posgrado, relacionado con las especialidades médicas, que se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García”, entre los meses de enero y abril de 2021.
La Facultad cuenta con un total de 45 coordinadores de especialidades médicas, de los cuales formó parte del estudio una muestra de 41 (91,1 %); la selección fue por conveniencia. Se encuestaron los 22 (100 %) directivos académicos y administrativos de los coordinadores incluidos en el estudio.
El procedimiento general de la investigación se sustentó en la dialéctica materialista, para lo cual se utilizaron métodos teóricos, empíricos y estadísticos.
Los autores se apoyaron en el proceso de parametrización utilizada por la comunidad científica de la Teoría de la Educación Avanzada propuesta por Añorga y otros.6
En el proceso de parametrización se definió como variable: el comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas, para ello se tomó como referencia la definición que ofrece la Teoría de la Educación Avanzada sobre “comportamiento humano”.
Para los autores resultaron de obligada referencia el análisis documental y los antecedentes teóricos estudiados, los que contribuyeron a la determinación de la variable, las dimensiones y los indicadores.
Los métodos teóricos y empíricos se acompañaron por un conjunto de procesos lógicos del pensamiento como: el análisis, la síntesis, la abstracción y la generalización, entre otros.
La investigación consideró los elementos éticos necesarios durante su realización.
Resultados
Para hablar de los indicadores que permiten valorar el comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas, los autores se remontaron a los principales momentos del desarrollo de las especialidades médicas en el país, específicamente de la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García”, por ser esta institución la iniciadora del posgrado en ciencias médicas. Estas fueron sistematizadas por Acosta y otros7 y Acosta,8 al considerar necesario, a la luz de las necesidades económicas y sociales actuales, añadir una nueva etapa de implementación de las transformaciones necesarias en el Sistema de Salud Pública hasta la actualidad.
En este sentido, los autores tuvieron en cuenta lo siguiente:
Las etapas que describen.
Las principales bases legales para el desarrollo de las especialidades médicas.
La institucionalización del posgrado.
El surgimiento de las especialidades.
La identificación del momento en que aparece la figura del coordinador de las especialidades médicas.
A partir de la sistematización realizada, los autores identificaron regularidades sobre las funciones de los coordinadores de las especialidades médicas: se realiza un primer taller de reflexión crítica con la participación de los Jefes de Departamento docentes, metodólogos de posgrado, coordinadores de especialidades médicas, miembros del Consejo Científico y Consejo de Dirección en la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García”, con el objetivo de valorar las funciones de los coordinadores de las especialidades médicas que revelen su perfeccionamiento para la introducción en la práctica académica.
Luego del análisis detallado de las sugerencias y recomendaciones para el perfeccionamiento de la propuesta, esta se reelaboró y se hizo un segundo taller de consenso.8
En la investigación se asumió la tecnología de la parametrización para la determinación de problemas que proponía la Teoría de la Educación Avanzada, al plantear: “Parametrizar es derivar el análisis del objeto y/o campo de estudio en la investigación con elementos medibles u observables que permitan la valoración o emisión de juicios de valor acerca del estado, nivel o desarrollo del fenómeno o proceso investigado.8
La categoría de comportamiento humano y su mejoramiento se asume, a partir de la sistematización a diferentes autores, que han profundizado en la temática desde la Teoría de la Educación Avanzada, como un proceso continuo y dinámico, determinado por factores sociales objetivos y subjetivos. Sus extremos serían el comportamiento satisfactorio desde lo pedagógico, lo organizacional y lo personal para el desarrollo de la educación de posgrado desde la educación en el trabajo y el comportamiento no satisfactorio, el cual puede estar sometido a sucesivas transformaciones positivas y duraderas, y se manifiesta en la calidad de la formación de los residentes.7,8
El comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas se consideró como variable única de estudio, al ser dinámica y adquirir su expresión en los comportamientos humanos en diferentes áreas, que se convierten en dimensiones: pedagógica, organizativa y personal.
Estas tres dimensiones se encontraron de forma implícita en la variable y, aunque eran abarcadoras, permitieron medir de forma objetiva su comportamiento en la práctica.
Los rasgos esenciales de cada dimensión se ofrecen a continuación:
Dimensión I. Pedagógica: proceso que muestra el dominio para el trabajo pedagógico en el posgrado académico para la formación de residentes en el servicio, desde la aplicación de los documentos rectores que permiten el control del proceso docente educativo, a partir del dominio de los elementos que integran el programa de formación de la especialidad, la lógica del plan de estudio y de cumplir con las orientaciones dadas para el trabajo pedagógico en los Centros de Educación Médica Superior (CEMS) y los trabajos de terminación de los residentes. Esto facilita la preparación metodológica de los profesores sobre el sistema de evaluación en el régimen de residencia, el dominio de metodología de la investigación y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en la conducción de los trabajos de terminación de la especialidad, que propicia la habilidad investigativa para la participación en los eventos y jornadas científicas, y el desarrollo de cursos, estancias y rotaciones, para el cumplimiento del programa de formación, elementos que aparecen en el expediente académico del residente.
Dimensión II. Organizacional: proceso que muestra dominio por el coordinador de la especialidad de la gestión del currículo desde la coordinación del proceso educativo y el trabajo en equipo en la toma de decisiones ante situaciones de contingencias, debido a que implementa un sistema de trabajo con los residentes; y controla el cumplimiento del trabajo asistencial, la asignación de tutores para la formación y de profesores para conformar los tribunales de examen de promoción y graduación, lo que permite cumplir las tareas asignadas, a partir de la optimización del tiempo y su dedicación al trabajo.
Dimensión III. Personal: proceso que muestra las cualidades de los coordinadores de las especialidades médicas en la dirección académica y los propios de su especialidad, a partir de la constancia y el entusiasmo con que da los argumentos para la dirección del proceso de formación de las especialidades, lo que propicia la atención de las sugerencias y quejas como expresión de la flexibilidad y con independencia en la toma de decisiones. De este modo, se logra influir en el colectivo que dirige con exigencia, a partir de exigir el cumplimiento a los demás y el suyo propio, con sensibilidad ante los problemas humanos y sociales, lo que permite su solución y muestra satisfacción personal por la actividad que realiza.
El término “indicador” proviene del latín “indicio” y significa “lo que sirve para indicar”; es sinónimo de guía, señal y demostrador. Los indicadores resultan variables de carácter empírico, instrumental y operacional, que pueden clasificarse como cualitativos y cuantitativos, ofrecen información relevante en las investigaciones y están asociados a otras variables más complejas, en correspondencia con las concepciones teóricas asumidas previamente por los investigadores.
La determinación de los indicadores está precedida por una valoración teórica del objeto de estudio, en cuanto a sus particularidades, y de las investigaciones realizadas anteriormente. Por tanto, solo a partir de la teoría pueden precisarse los indicadores idóneos para investigar el objeto, y su precisión debe contener la fundamentación correspondiente de su conveniencia, de lo contrario no habría rigor científico en su selección en cuanto a su pertinencia, eficacia y eficiencia.6
Al valorar las relaciones entre dimensiones e indicadores se puede considerar que ambos se derivan del mismo concepto (variable) y cada dimensión está compuesta por un conjunto de indicadores.6
La parametrización posibilitó que se realizara la desintegración de la variable en dimensiones, lo cual permite su estudio integral y, a su vez, aporta una posibilidad real de abarcar el objeto de investigación desde una concepción sistémica y determinar los indicadores correspondientes a cada una (cuadro).
Discusión
La calidad de los futuros profesionales depende en gran medida de la calidad del claustro de profesores que participa en su formación. Por tanto, de la formación y el desarrollo que tengan los profesores dependerá la calidad con que ejecuten su trabajo e impactará positivamente en la formación de los profesionales que matriculan en las diferentes actividades de pregrado y posgrado.9
Los indicadores son herramientas para clarificar y definir, de forma precisa, objetivos e impactos; medidas verificables de cambio o de resultado diseñadas para contrastar con un estándar con el cual evaluar, estimar o demostrar el progreso con respecto a las metas establecidas. Un indicador se mide dentro de un tiempo determinado, para poder comparar los distintos períodos, lo que permite ver la evolución en el tiempo y estudiar tendencias acerca de la situación medida, al adquirir un gran valor como herramienta en los procesos de evaluación y toma de decisiones.10
Los autores coinciden con Ortiz,11 al plantear que valorar es emitir juicios para identificar logros y errores, para lo cual se dispone de un conjunto de métodos, técnicas e instrumentos, que permiten operacionalizar las variables (sus indicadores y parámetros), tanto cuantitativas como cualitativas, para expresarlas en un lenguaje estadístico que facilite su análisis. Los juicios de valor se establecen con el propósito de aportar información que reducen la incertidumbre, y aclara las ventajas y desventajas de la toma de decisiones para el proceso.
Los profesores coordinadores de la especialidades en la gestión del comité académico tienen que cumplir con las funciones declaradas en el Manual para la Gestión del Posgrado, anexo a la Instrucción 01/2020.12
Resulta un criterio de los autores que los indicadores propuestos facilitan el hallazgo de los referentes empíricos acerca del comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas y constituyen una vía que permite identificar sus fortalezas y debilidades.
Finalmente, la tecnología para la determinación de problemas que propone la Teoría de la Educación Avanzada y dentro de esta el proceso de parametrización del objeto de estudio posibilitó diseñar indicadores que permiten valorar el comportamiento humano de los coordinadores de las especialidades médicas, en la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García”, en correspondencia con las exigencias de la sociedad actual.