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Introducción
En la educación superior, y particularmente en la educación médica, el trabajo independiente de los estudiantes constituye un pilar esencial en su proceso de formación como profesionales. El actual plan de estudio E de la carrera de medicina hace énfasis especial en su valor en la formación del médico, por lo que corresponde a las diferentes disciplinas y asignaturas planificar, organizar, orientar y controlar dicha actividad, tanto para el desarrollo de las clases como para la autopreparación del estudiante.1)
Son numerosas las investigaciones que han abordado la tarea docente como un elemento esencial para la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades en estudiantes de diferentes niveles de formación y, de manera particular, en el universitario. La mayoría de los autores consultados se destacan por su valor para orientar, dirigir y controlar las actividades que el estudiante desarrolle de forma independiente con el objeto de estudio para lograr determinado objetivo de aprendizaje.2)
Mayoritariamente, la tarea docente se considera el núcleo del trabajo independiente de los estudiantes, ya que permite su organización en sistema y la activación del proceso de enseñanza aprendizaje, garantiza conocimientos más sólidos y duraderos, y aporta métodos para su adquisición y aplicación; además de contribuir con el desarrollo de la independencia cognoscitiva. A su vez, el trabajo independiente permite al estudiante la apropiación y el desarrollo de conocimientos y habilidades para resolver las tareas que se le asignan.3,4 Por todo ello, su diseño, selección y utilización constituyen tema relevante en el ejercicio docente, por lo cual estos y otros aspectos vinculados con ellas han sido objeto de estudio desde diferentes perspectivas por diversos autores.5,6
En concordancia con lo anterior, tradicionalmente en las clases prácticas, talleres y guías de orientación del trabajo independiente del estudiante, correspondientes a las asignaturas comprendidas dentro de las CBB, y en particular las que incluyen contenidos histológicos vinculados a la estructura microscópica de los diferentes componentes del organismo humano sano, se han utilizado preguntas, ejercicios y actividades o tareas para orientar el trabajo independiente del estudiante y de esta forma dirigir su aprendizaje.
A pesar de que los criterios alrededor de la concepción y las características de la tarea docente como elemento esencial para el aprendizaje del estudiante se han venido sistematizando desde hace muchos años, existen naturalmente diferentes enfoques al respecto en dependencia del nivel de enseñanza, sus contenidos y otros aspectos. Esto hace necesario analizar los principales elementos y las experiencias acumuladas a través del tiempo para determinar los rasgos que debe cumplir una tarea docente dentro del proceso de enseñanza aprendizaje de las CBB y, particularmente, de los contenidos histológicos en la carrera de medicina.
El presente artículo tuvo como objetivo determinar los principales referentes que permitan el diseño de un sistema de tareas docentes de contenidos histológicos para el proceso de enseñanza aprendizaje de las CBB en la carrera de medicina.
Desarrollo
Existe acuerdo mayoritario en considerar la tarea docente como un elemento de gran valor didáctico que se debe insertar armónicamente dentro del diseño de un proceso de enseñanza aprendizaje en cualquier nivel de enseñanza y en todas las materias integrantes de un currículo de formación. Al respecto, Álvarez de Zayas7 considera:
El proceso docente se desarrolla de tarea en tarea hasta alcanzar el objetivo, es decir, hasta que el estudiante se comporte del modo esperado, de forma que todo el proceso docente estará dado por una serie sucesiva de situaciones, las que poseerán como núcleo el desarrollo de una tarea.
Concepto de “tarea docente”
El término “tarea” se ha definido de diferentes formas en dependencia de la época y el campo del conocimiento al que se refiera. Se reconoce el origen árabe de la palabra, la cual proviene del vocablo tariha y significa “trabajo u obra”; por tanto, consiste en un “hacer” que demanda esfuerzo y, generalmente, tiene un tiempo para su realización.8
En el campo de la pedagogía y la didáctica se utilizan varios términos para hacer referencia a las actividades que un estudiante realiza con vistas a su aprendizaje. Entre ellos se encuentran “tarea docente”, “tarea de aprendizaje”, “tarea instructiva”, “tarea cognoscitiva”, “actividad de aprendizaje”, “deber escolar” y, con frecuencia, simplemente “tarea”, de acuerdo con los intereses de cada investigador y el contexto específico donde se empleen. En el presente trabajo se utilizan los términos “tarea docente” y “tarea”, pues de esta forma es factible hacer corresponder sus principales características con las particularidades del proceso formativo de un estudiante de medicina en los contenidos propios de las CBB.
En específico, el término “tarea docente” se presenta en la literatura desde distintas aristas y ha sido definido conceptualmente por gran cantidad de autores a través del tiempo. Por ello importa analizar varias definiciones y caracterizaciones realizadas por diferentes autores para identificar elementos importantes que permitan una mejor utilización de ese recurso didáctico en la enseñanza y el aprendizaje de diversas materias.
Así, Martínez y otros,9) en su trabajo sobre la tarea docente en el tratamiento de contenidos biológicos, realizan una valoración de uno de los conceptos más invocados en la literatura sobre el tema, dado por M. Silvestre y J. Zilberstein, quienes la consideran como aquella actividad orientada para que el alumno la realice en clases o fuera de esta, lo que implica la búsqueda y adquisición de conocimientos, y el desarrollo de habilidades; así como favorece la formación integral de su personalidad. Como se aprecia, en esta definición quedan explícitamente delimitadas las funciones de los profesores en el diseño y la orientación de las actividades y las de los estudiantes en su ejecución, aspectos de gran significación con los que se coincide.
Entre los elementos esenciales sobre tarea docente se encuentra su vínculo con la actividad del estudiante, sobre lo cual Rodríguez y otros3 destacan que es el núcleo de la actividad independiente del estudiante, punto de partida de su proceso cognoscitivo y medio pedagógico específico para su organización y dirección, razones por las cuales determina en gran medida la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje. Por su parte, Pascual y otros10 coinciden con los elementos anteriores, y agregan que la tarea docente es portadora de las acciones y operaciones para propiciar la instrumentación del método y el uso de los medios con vistas a garantizar el movimiento del contenido y alcanzar el objetivo.
De forma similar, Fuentes y otros5 hace un análisis de diferentes definiciones y caracterizaciones realizadas por diversos autores, a partir de lo cual resalta su valor metodológico, así como su característica esencial de propiciar la participación del estudiante en su ejecución y, por tanto, en su aprendizaje; además de constituir no solo el medio para que el profesor dirija el proceso, sino también para que el estudiante domine los conocimientos y las habilidades previstas.
Resulta de gran valor el criterio de Rodríguez y otros,11 quienes consideran a la tarea docente como un arma eficaz para trasmitir conocimientos, habilidades y valores, a la vez que permite fomentar la creatividad de los estudiantes. De igual manera, es importante tener presente el trabajo de Ramos,12 quien le atribuye a la tarea un papel fundamental como unidad estructural para crear diversas situaciones de enseñanza aprendizaje.
Independientemente de la importancia de los elementos anteriores, los autores del presente trabajo reconocen como de gran significación para el diseño y empleo de tareas docentes los criterios de Álvarez de Zayas,7 quien las considera como “célula del proceso docente educativo”, al estar presente en ellas todos sus componentes y leyes, y no poder descomponerse en subsistemas de orden menor sin perder su esencia. Este autor sostiene que la tarea incluye el aspecto intencional o inductor (objetivo) y el operacional o ejecutor (forma y métodos para realizarla); además, enfatiza en la existencia en ella de “un conocimiento a asimilar, una habilidad a desarrollar y un valor a formar”. Precisa que en ella está presente la contradicción fundamental del proceso docente, la que se produce entre los conocimientos del estudiante cuando la enfrenta y los requeridos para ejecutarla.
A partir de lo analizado hasta aquí, se asumen las siguientes regularidades sobre tarea docente, como referentes para el diseño de un sistema de ellas en CBB:
Constituye un eslabón del proceso de enseñanza aprendizaje, siendo dentro de él un elemento básico.
Persigue objetivos determinados y en ella están presentes todos los componentes del proceso de enseñanza aprendizaje.
Contiene la contradicción fundamental del proceso docente educativo, originada entre los conocimientos y habilidades alcanzados por el estudiante y los requeridos para ejecutarla.
Es una unidad de actuación en el proceso, llevando implícita esencialmente la actividad del estudiante como parte de su aprendizaje.
Abarca también la actividad del profesor en su diseño, planificación, orientación, utilización, control y evaluación.
Representa un recurso didáctico que permite la organización, dirección y control de la actividad independiente del estudiante dentro de su proceso formativo, constituyendo un punto de partida de su actividad cognoscitiva.
Estimula la búsqueda, asimilación, consolidación y aplicación de conocimientos; el desarrollo de habilidades y el fomento de valores positivos en el estudiante.
En ella convergen estilos, estrategias, métodos y formas de enseñar del profesor y de aprender del estudiante.
En su ejecución, el proceso pedagógico se puede individualizar, ya que cada estudiante la puede desarrollar en correspondencia con sus necesidades y motivaciones.
Posee un estado inicial, condiciones determinadas para su ejecución y un estado final o resultado tangible.
Posibilita tener una retroalimentación, un control y una evaluación precisa y sistemática sobre la marcha del proceso de aprendizaje del estudiante y el logro de los objetivos previstos.
Con todos los referentes reflejados anteriormente junto al resto de la información obtenida de la revisión de la literatura publicada sobre el tema, se asume el siguiente concepto de “tarea docente de CBB”:
Eslabón del proceso de enseñanza aprendizaje de las CBB que actúa como un recurso didáctico para planificar, organizar, regular y controlar la actividad del estudiante en las diferentes formas de organización de la enseñanza, con vistas a la adquisición de los conocimientos previstos en los programas de estudio sobre la estructura y la función normal del organismo, al entrenamiento de habilidades y a fomentar valores vinculados todos a su futura actuación profesional a la vez que desarrolla una creciente independencia cognoscitiva.
Cuando los contenidos de la tarea corresponden a la organización histológica normal de células, tejidos y órganos, entonces se conceptúa como “Tarea docente de contenidos histológicos”.
Caracterización de una tarea docente
Diversos autores en sus investigaciones sobre tarea docente han empleado diferentes elementos para analizarlas y caracterizarlas. Zabalza13) plantea tres criterios para ello:
Validez: “si son congruentes con los objetivos formativos que nos hemos propuesto; esto es, si resulta previsible que, a través de esa actividad, consigamos lo que estamos intentando conseguir”.
Significación: “si la actividad en sí misma es relevante, si tiene interés y merece la pena hacer lo que en ella se pide”.
Funcionalidad: “si es realizable desde la perspectiva de la situación y las condiciones en que debe ser realizada y si es compatible con los componentes del proceso didáctico”.
Los autores de este trabajo asumen estos tres criterios como de gran valor para la caracterización de una tarea docente de CBB, en particular de contenidos histológicos, y su empleo en la formación del médico. De esta manera, se considera válida cuando se corresponde con los objetivos del programa de la asignatura, en cuyo proceso de enseñanza aprendizaje se emplee y se puede prever que facilita el logro de estos.
Igualmente, la posición de los autores es considerar una tarea docente como significativa, cuando permita al estudiante apropiarse no solo de los contenidos particulares correspondientes a la estructura y la función del organismo humano sano, en específico los aspectos histológicos, sino también estimular el desarrollo de su independencia cognoscitiva a partir del trabajo con elementos generalizadores o invariantes que le faciliten incorporar métodos para adquirir nuevos conocimientos y además estén vinculadas a los modos de actuación de su futura profesión; todo lo cual la hace trascendente o relevante dentro de su proceso formativo como estudiante de medicina, lo que promueve un aprendizaje significativo. Finalmente, se valora como funcional o viable cuando se puede emplear de forma coherente como parte de un proceso de enseñanza aprendizaje, en el contexto y condiciones donde este se desarrolla.
Además de los criterios citados antes, otros autores en sus investigaciones han trabajado teniendo en cuenta también características que consideran deben cumplirse cuando se utiliza un conjunto de tareas docentes de diferentes índoles para el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje de determinado contenido.14,15 De forma sintética en sus opiniones se refleja que las tareas docentes también deben ser:
Variadas, principalmente de acuerdo a sus niveles de exigencia para que provoquen un esfuerzo intelectual creciente en el estudiante, con demandas cognitivas conducentes a la aplicación del conocimiento en situaciones conocidas y en situaciones nuevas.
Suficientes, para asegurar la ejercitación necesaria y permitir la asimilación del conocimiento y el desarrollo de las habilidades previstas.
Diferenciadas, para permitir la atención a las características individuales de los estudiantes, a partir de considerar como elementos importantes su preparación previa y sus potencialidades.
Contextualizadas, es decir relacionadas con situaciones vinculadas con el proceso de formación del estudiante y con su futura práctica profesional.
Flexibles, para que admitan modificaciones o cambios según la necesidad de cada situación particular.
Motivadoras para los estudiantes, de forma que despierten el interés por su aprendizaje además de por los contenidos de las tareas en sí.
Desarrolladoras, o sea favorecedoras del desarrollo integral de la personalidad de los estudiantes.
Todos los criterios anteriormente enumerados se asumen por los autores en la presente investigación, al considerarlos de utilidad para realizar un diagnóstico y una caracterización de las tareas docentes de CBB, particularmente, de contenidos histológicos; así como para valorar la forma en que se utilizan como recurso didáctico en el proceso de enseñanza aprendizaje de los contenidos correspondientes.
Clasificación de las tareas docentes
Para la conformación de un sistema de tareas docentes es importante tener en cuenta los tipos de tareas incluidas a partir de diferentes bases o criterios de clasificación. En las indagaciones realizadas al respecto, en la literatura publicada se han podido precisar diversas bases y formas de clasificarlas. Independientemente de la utilidad práctica de todas las clasificaciones, los autores del presente trabajo asumen como esencial la que se basa en la estructura de la actividad cognoscitiva y la relación con los niveles de asimilación de los contenidos por parte de los estudiantes. De acuerdo con ello, las tareas docentes pueden ser:16,17
De familiarización, cuando permiten al estudiante reconocer e identificar el contenido a trabajar brindándosele toda la información necesaria para ejecutarla.
Reproductivas, en las que el estudiante recibe una información general sobre la manera de realizar la actividad debiéndola adaptar al procedimiento concreto de solución de la tarea a partir de conocimientos y habilidades ya adquiridos. Este tipo de tarea permite la ejercitación mediante la repetición de las acciones y operaciones en situaciones conocidas.
Productivas caracterizadas porque el estudiante, al utilizar como instrumento conocimientos precedentes obtiene nueva información sobre el objeto de estudio por lo que es de gran utilidad para ganar experiencia en la búsqueda de nueva información. Permite la ejercitación de las acciones y operaciones ya entrenadas, pero en situaciones nuevas en relación con el objeto de estudio.
Creativas, con una complejidad superior en las cuales el estudiante aplica sus conocimientos y habilidades en situaciones nuevas, y para ello es imprescindible la búsqueda independiente de otros conocimientos, pues no pueden solucionarse con los que posee hasta el momento. Esto requiere el desarrollo de su creatividad para hacer sus propios razonamientos y elaborar los procedimientos para la acción. En este tipo de tarea se logra el más alto nivel de independencia en la ejecución de su solución como una vía indispensable para desarrollar sus capacidades en la solución de problemas que en la práctica profesional se le pueden presentar.
En opinión de los autores, el empleo en sistema de estos cuatro tipos de tareas docentes en la enseñanza aprendizaje de contenidos histológicos dentro de las CBB permite, además de una adecuada asimilación de los contenidos previstos, el cumplimiento de objetivos de gran valor como el desarrollo progresivo de la independencia cognoscitiva.
Unido a lo anterior, otra clasificación asumida como válida para los objetivos del trabajo se refiere al momento y contexto o escenario del proceso de enseñanza aprendizaje en el que se empleen; de acuerdo con lo cual pueden ser “de estudio”, cuando se trabaja fuera del contexto del aula, es decir, como parte de la autopreparación extradocente del estudiante; y “de clase”, cuando se utiliza total o parcialmente en el marco de una actividad docente concebida en un determinado escenario destinado a ello.18 En la práctica, muchas veces una tarea docente es a la vez de estudio y de clase, porque su resultado se alcanza de la suma del trabajo desarrollado por el estudiante en los dos momentos del proceso.
Una tercera forma de clasificar las tareas docentes encontrada en la literatura está basada en el contenido o la materia de estudio correspondiente a esta; pueden citarse innumerables grupos o tipos, entre ellos tareas “de Matemática”, “de Física”, “de Biología”, “de CBB”, “de contenidos histológicos”, etcétera. Es importante destacar la existencia y el valor de las llamadas “tareas docentes integradoras” e “interdisciplinarias”, en las cuales se trabajan contenidos correspondientes a diferentes asignaturas, disciplinas o materias.
Por otra parte, diversas clasificaciones de tareas docentes toman como base la función didáctica o finalidad general para la que se utilicen dentro del proceso de enseñanza aprendizaje, ya sea para desarrollar un determinado contenido o en una actividad docente específica, al existir estrechos vínculos entre las distintas tipologías así establecidas por diferentes autores.19,20,21 Resulta complejo determinar una clasificación generalizadora vinculada a los referidos aspectos, debido a la gran diversidad de grupos y tipos asumidos por diferentes autores. No obstante, como resultado del análisis realizado se ha considerado oportuno agrupar las tareas docentes, de acuerdo con su función didáctica general, de la siguiente forma:
Tareas docentes para la adquisición u obtención de la información, que abarcan las que tienen como finalidad orientar, motivar y organizar la búsqueda de la información necesaria al estudiante para el aprendizaje de nuevos contenidos, y lo familiariza con ellos e inicia su proceso de comprensión.
Tareas docentes para el procesamiento o elaboración de la información, incluyendo aquellas cuya función general esencial está dirigida a la consolidación y asimilación de los contenidos mediante actividades con el objeto de estudio que promuevan la comprensión, sistematización y generalización necesarias para su aplicación. Dentro de este grupo se encuentran las dirigidas a la reproducción de los contenidos, aquellas cuya finalidad es la aplicación de los mismos en situaciones diferentes a las conocidas y las encaminadas a estimular la creatividad cada vez con una mayor independencia cognoscitiva.
La posición de los autores en ese sentido toma en cuenta también que de esa forma resulta factible asociar coherentemente las tareas al empleo consciente de diferentes estrategias de aprendizaje por parte del estudiante.
Inserción de las tareas docentes en el proceso de enseñanza aprendizaje
A partir del gran valor de la actividad que el propio estudiante realice con vistas a su aprendizaje, se han asumido diversas variantes, modalidades o enfoques en relación con la incorporación de tareas docentes a dicho proceso teniendo en cuenta diferentes posiciones. Así, aunque para algunos la selección y utilización de tareas forma parte del método de enseñanza utilizado por el profesor en cada actividad docente, la variante más comúnmente empleada es la inclusión de estas como un elemento dentro de la organización propia del proceso de enseñanza aprendizaje de una asignatura, la que ha sido llamada por algunos autores como “trabajo por tareas” o “aprendizaje por tareas”, y definida como una metodología activa para facilitar al docente centrarse en el propio alumno y en sus necesidades específicas.22
Otra modalidad reportada es la llamada “aprendizaje basado en tareas” y “enfoque basado en tareas” o “enfoque por tareas”, considerado uno de los modelos pedagógicos que logra transformar la enseñanza basada en el profesor en una enseñanza basada en el estudiante.23,24
La posición de los autores de este trabajo es considerar las tareas docentes de CBB, en particular las de contenidos histológicos dentro de ellas, como un eslabón del proceso de enseñanza aprendizaje en el que convergen objetivos, contenidos, métodos, medios y evaluación, que se pueden emplear en las diferentes formas de enseñanza. Además, se coincide en que la tarea docente integra la actividad del profesor y del estudiante, y representa un valioso recurso didáctico para facilitar el aprendizaje de los contenidos previstos en los programas por parte de los estudiantes. Esto tiene en cuenta también las características del modelo cubano de formación de médicos y de su diseño curricular, así como los elementos reflejados en el programa de la disciplina Bases biológicas de la medicina, donde se incluyen los contenidos de CBB dentro del plan de estudio E de la carrera de medicina.
En el documento citado antes se concibe el trabajo independiente como la forma organizativa que facilita la participación activa del estudiante en la construcción de sus conocimientos y habilidades, por lo que debe planificarse y organizarse por el profesor, con objetivos bien definidos y siempre respaldado por guías contentivas de las tareas y orientaciones suficientes para su realización con autonomía. Debe emplearse para el trabajo individual y colectivo, este último sobre todo cuando se aplica en momentos en los cuales es importante generar debates e intercambios de diferentes puntos de vista entre estudiantes para la solución de las tareas docentes de mayor complejidad.
Conclusiones
A partir de la revisión de publicaciones de diferentes autores sobre tarea docente, fue posible determinar referentes esenciales de valor para el diseño y la utilización de ese recurso didáctico en el proceso de enseñanza aprendizaje de las CBB y, particularmente, de los contenidos histológicos dentro de estas.
Se definió un concepto de “tarea docente” de contenidos histológicos como recurso didáctico para facilitar el aprendizaje de los conocimientos necesarios al estudiante de medicina sobre la estructura histológica del organismo humano normal junto al entrenamiento de habilidades.
