Introducción
Debido al aumento inesperado de casos de la enfermedad ocasionada por el SARS-Cov-2 (Covid-19) y muertes a nivel mundial, se generaron alteraciones emocionales en personas de todas las edades, el desencadenamiento incontrolado de emociones y sentimientos negativos afectaron a la salud mental de los individuos, experimentando sensaciones como el temor a la muerte, soledad, tristeza, ansiedad, estrés agudo.1,2,3
La gravedad de la enfermedad obligó al ingreso de los pacientes en terapia intensiva para lograr ser estabilizados, sin embargo, las condiciones que se experimenta en esta transición como, el aislamiento, la separación de su hogar y entorno, la incertidumbre de lo que pueda pasar, las técnicas invasivas dolorosas, los equipos, la climatización y la restricción de visitas generan múltiples emociones tanto en el paciente como en su familia.4,5
Existen diferentes investigaciones que exponen los cambios emocionales que tiene el ser humano a causa de transiciones ocasionadas por la llegada de una enfermedad temporal o condición permanente. En Reino Unido, Dunham et al.,6 apreciaron que los adultos mayores con cáncer llegan a ocultar la enfermedad tras una adaptación determinada por la vejez, justificando síntomas, niegan el dolor y tienen una visión negativa de la analgesia, intentando mantener la independencia. De manera semejante, un análisis sobre las experiencias de los pacientes hospitalizados lo elaboraron Batista et al.,7 en el que se concluyó que, dichos pacientes, desarrollaron sentimientos de miedo por estar aislados de los demás.
Asimismo, una investigación realizada en Perú por Sánchez,8 que aborda vivencias del postoperatorio mediato del paciente con cirugía de tórax, identificó que los pacientes desencadenan sentimientos de angustia, preocupación e impulso a apreciar lo más representativo para ellos, sus seres queridos. Esto refleja experiencias como el temor a la muerte, caracterizado por la sensación de una constante amenaza frente a la probabilidad de morir, es así que el hecho de estar vivo se hace relevante y se toma conciencia de su ser.
De la misma manera, un estudio realizado en Colombia por Peña et al.,9 sobre las vivencias del paciente con enfermedad cardiovascular en una unidad de cuidado intensivo, determinó que los individuos en estas salas tienen vivencias estresantes y dolorosas, caracterizadas por temor, ansiedad e incertidumbre; relacionadas con la enfermedad, equipos, técnicas utilizadas para el tratamiento y los procedimientos terapéuticos, además experiencias positivas con la atención brindada por el personal sanitario y del apoyo de familiares.
También se puede resaltar al estudio desarrollado en Australia por Tembo et al.,10 donde se describió la experiencia en cuanto a dificultades de comunicación de los individuos que permanecieron hospitalizados en una sala crítica, resaltando que se sentían como: estar en el limbo, estar preso, estar interrumpido y ser atrapado.
Antes de la pandemia ya se habían elaborado investigaciones sobre vivencias de personas con tubos endotraqueales en salas de terapia intensiva, como la desarrollada por Castro,11 donde se identificó que las personas sienten cercanía a la muerte, angustia, dolor, ahogo, soledad, tristeza, desesperación al no poder hablar, un acercamiento a Dios y alivio al quitarles el tubo. Sucedió igual cuando se estudió las manifestaciones emocionales post Covid-19 en las investigaciones de Sahoo et al.12 y Morandi et al.,13 donde se encontró que los pacientes sentían preocupaciones excesivas, irritabilidad, mal humor, frustración, angustia, aislamiento y soledad. Por lo cual, es evidente que los pacientes infectados de Covid-19, cruzan una etapa crítica, soportando niveles altos de estrés y presión psicológica, además del sufrimiento físico Morandi et al.14
A partir de la evidencia sobre investigaciones antes presentadas, es evidente que el permanecer hospitalizado en un área de alta complejidad desencadena emociones negativas, para lo cual es fundamental contar con compañía de familiares y con atención de calidad por parte del personal sanitario, ya que esto influye en su progreso y motivación.
Por lo descrito, surge el interés de explorar las experiencias de pacientes Covid-19 en su transición por cuidados intensivos en la ciudad de Santo Domingo, planteando la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las experiencias de los pacientes infectados por Covid-19 antes, del ingreso en el servicio de Cuidado Intensivo, durante y posterior a su egreso del mismo?
Por lo cual, se plantea como objetivo para la investigación explorar las experiencias de los pacientes infectados por Covid-19 antes del ingreso en el servicio de Cuidado Intensivo, durante y posterior a su egreso del mismo.
Métodos
Se realizó un estudio de enfoque cualitativo, ya que se caracteriza por analizar hechos específicos, describiendo fenómenos sociales desde la percepción de los elementos en estudio, conceptualizando sobre la realidad de la vida social Guerrero.15 Con diseño fenomenológico, puesto que permite conocer los significados de todo aquello que se dice relacionado a la experiencia vivida de un individuo a fin de comprender actitudes y valores individuales o colectivos en el presente o pasado Fuster.16
Se realizó un muestreo por conveniencia, caracterizado por elegir los participantes en lugares o circunstancias donde el investigador tiene facilidad de acceso y son seleccionadas de acuerdo a su fácil disponibilidad y criterios específicos establecidos por el investigador Pérez et al.17
La muestra se conformó por ocho pacientes infectados con Covid-19 que estuvieron hospitalizados en la unidad de Cuidado Intensivo. Los criterios de inclusión y exclusión empleados se presentan a continuación (Tabla 1).
La investigación en la salud se realiza de acuerdo a los tres principios universales, descritos en el Informe Belmont enunciados por Vázquez et al.,18 dentro de ellos se encuentra el respeto por los seres humanos, beneficencia y justicia. En el artículo se consideró el respeto por las personas, por lo cual, se obtuvo el consentimiento informado donde se garantiza que el paciente tenga la información adecuada sobre la investigación y pueda decidir de forma autónoma y voluntaria su participación.
Al considerar la naturaleza de la investigación y para poder abordar el trabajo de campo, se planificó la recolección de los datos mediante la entrevista semiestructurada y el diario de campo.
A través de la entrevista se obtuvo información del habla de los participantes sociales y esta se puede efectuar de manera individual o grupal. La entrevista semiestructurada se caracterizó por tener preguntas formuladas y además, por permitir al investigador adicionar las necesarias para obtener mayor información Trocoso y Amaya.19 Se diseñó la entrevista y se realizó una prueba piloto que posibilitó la sucesión correcta y la confianza con los sujetos antes de su aplicación, además se obtuvo datos de interés del individuo y permitió determinar las situaciones para la ejecución de la misma.
El diálogo para las entrevistas piloto se hizo en un espacio tranquilo, en el que no surgieron distracciones para los participantes, por ende, se decidió efectuar las entrevistas válidas a manera de visita domiciliaria, al lograr comodidad y privacidad del participante para cumplir con el objetivo del estudio. Para el registro de las entrevistas se efectuó una videograbación, con el propósito de obtener el discurso de los entrevistados para la transcripción de la información obtenida, logrando un mejor análisis de los resultados. Las entrevistas duraron cerca de 20 minutos.
Se utilizaron seudónimos para el cumplimiento de la privacidad y confidencialidad de las personas entrevistadas, para los cuales se designaron nombres de piedras preciosas a consideración de los autores, porque cada una de ellas representa en general la valentía y superación de miedos y obstáculos. A continuación, se detallan los seudónimos usados para los participantes en cuestión (Tabla 2).
Para el registro del diario de campo se realizó un cuaderno anillado de fácil manejo y portabilidad. Las anotaciones se realizaron de manera cronológica, lo que permitió contar con una narración de los hechos suscitados y de comentarios con las interpretaciones de los investigadores sobre las emociones y sentimientos de los participantes, además de cambios que ocurridos por presentarse alguna situación inesperada.
Para el análisis de la información, se consideraron los procesos de codificación axial, mismos que se basaron en la desintegración, examinación, comparación y en conceptualización de las respuestas, logrando así extraer los pensamientos, ideas y significados más importantes en las personas. El análisis de los discursos se desarrolló a través de la obtención de códigos y categorías de forma manual a través de la transcripción en un documento de Microsoft Word.
Resultados
Mediante el análisis de datos obtenidos en las entrevistas y a partir del glosario de términos entre las que se destacan: experiencia, sentimiento y afrontamiento, se obtuvieron las siguientes categorías: Aceptación frente al ingreso a la unidad de cuidados intensivos, Sentimientos ante la muerte, Incertidumbre por su enfermedad durante la hospitalización, Valorar la vida posterior al egreso, Sentimientos positivos al egresar de la unidad de cuidado intensivo, Sentimientos negativos al ingresar a la unidad de cuidado intensivo, Permanecer aislado de la familia, Acercamiento a Dios y a la familia y Fortalecimiento de vínculo entre enfermero-paciente, a continuación se detallará cada una de ellas (Tabla 3).
Aceptación frente al ingreso a la unidad de cuidados intensivos:
Los individuos participantes de la investigación, a pesar de ingresar a la unidad de cuidados intensivos, por su grave pronóstico y con el riesgo de contraer complicaciones, demostraron tranquilidad y confianza (Figura 1).
Sentimientos ante la muerte:
En esta categoría, las personas entrevistadas exponen que a lo largo de su estancia en la unidad de cuidados intensivos aumenta el temor a la muerte, ya que está ligada a la condición de peligro en la que se encuentran cursando (Figura 2).
Incertidumbre por su enfermedad durante la hospitalización:
Durante su estadía en el área crítica, los informantes señalaron en esta categoría que sienten inquietud por lo que pueda suceder mientras toleran el proceso de su enfermedad, ocasionando incertidumbre sobre su condición futura (Figura 3).
Valorar la vida posterior al egreso:
Los participantes refirieron que, a su salida de la unidad de cuidado intensivo tuvieron otra oportunidad para vivir, ya que atravesaron por una situación compleja en la que el hecho sustancial de morir era probable. Se percibe como valoran aún más la vida, generando en ellos gratitud por un nuevo resurgimiento (Figura 4).
Sentimientos positivos al egresar de la unidad de cuidado intensivo:
En esta categoría los individuos manifestaron alegría al salir de la unidad de cuidado intensivo, ya que lograron superar la adversidad de su enfermedad saliendo victoriosos y apreciando más la nueva oportunidad de vida (Figura 5).
Sentimientos negativos al ingresar a la unidad de cuidado intensivo:
En esta categoría se determinó como los participantes presentaron sentimientos negativos al ingresar a la unidad de cuidado crítico, ya que es un área desconocida para ellos, en donde surgen opiniones desfavorables, relacionadas directamente con la muerte (Figura 6).
Permanecer aislado de la familia:
La pandemia por el Covid-19 causó restricción de visitas, afectando a las familias y sobre todo a las personas que estuvieron ingresadas en la terapia intensiva, desencadenando preocupación y angustia por permanecer aislados de sus seres queridos (Figura 7).
Acercamiento a Dios y a la familia:
En esta categoría, los individuos describieron a la familia como la base primordial para su recuperación, considerándolos como un mecanismo de afrontamiento para superar su enfermedad; así mismo, sintieron la necesidad de buscar de Dios para sobrellevar esta experiencia, considerándolo como un apoyo importante ante las situaciones negativas, de esta forma fortalecieron su esperanza para recuperarse y seguir adelante (Figura 8).
Fortalecimiento de vínculo entre enfermero-paciente:
Los individuos en esta investigación describieron al personal de salud, resaltando el trabajo de enfermería, como una fuente importante de afrontamiento ante las adversidades en la unidad de cuidado crítico, se sentían como miembros de una familia y esto les ayudaba para seguir luchando por su vida y no desistir, creando de esta forma un ambiente de confianza (Figura 9).
Discusión
La experiencia de los pacientes con Covid-19 en su transición por la unidad de cuidados intensivos, es considerada como una situación difícil, ya que estos presentan sentimientos negativos ante la noticia de su ingreso, así como incertidumbre por su condición de salud, lo que les hace relacionar con la cercanía a la muerte. Esto concuerda con el estudio realizado por Peña et al.,9 en el que se identificó temor y ansiedad en individuos con enfermedad cardiovascular que permanecieron en un área crítica, todo esto desencadenado por los efectos propios de la enfermedad, procedimientos y equipos usados para su tratamiento.
Asimismo, por la condición grave del estado de salud de los pacientes, surgen sentimientos ante la muerte durante su hospitalización, lo cual se contrasta de forma directa con un estudio desarrollado por Vicensi,23 que destaca a la unidad de cuidados intensivos como el lugar que acoge personas en situaciones graves, sin embargo, la muerte es una probabilidad real que en algunos casos no se puede evitar, generando sentimientos e impresiones desfavorables en los individuos.
También se determinó que, los individuos participantes de la investigación, a pesar de ingresar a la unidad de cuidados intensivos por su grave pronóstico y con el riesgo de contraer complicaciones, demostraban tranquilidad y confianza. Esto difiere de otro estudio elaborado por Martínez et al.,22 donde se determina que el ingreso de individuos a dicha unidad provoca un giro radical, ya que genera cambios en sus rutinas o actividades diarias, ocasionando de esta forma estrés traumático y síntomas depresivos.
Por otro lado, el egreso de la terapia intensiva fue considerado por los participantes del estudio como una nueva oportunidad de vida, generando en ellos sentimientos positivos, logrando superar de esta forma la adversidad por la que atravesaron. Esto concuerda con lo obtenido en la investigación desarrollada por Sánchez,8 donde se menciona que, el ser humano siempre busca el sentido de la vida, lo que le brinda plenitud a su existencia y le hace posible sobrellevar situaciones externas, imponiendo de esta forma la supervivencia y proyectándose al futuro. Del mismo modo, el ser humano al cursar por una enfermedad crítica, esta se convierte en una experiencia que le da un cambio drástico en su vida, lo que le facilita progresar en cuanto a autoconocimiento Landman et al.24
De la misma manera, se evidenció que, desde el enfoque espiritual, la figura de un ser supremo, en este caso Dios, fue una base fundamental para aceptar y superar la circunstancia en la que se encontraban los pacientes por su enfermedad, convirtiéndose en su fortaleza para afrontar y lograr su recuperación. Sucede igual en el estudio de Fonseca,25 en el que se determina que, durante los últimos años, la espiritualidad y la religión son consideradas como factores que predominan de forma favorable en la evolución de una enfermedad y en la mejora de la calidad de vida en los pacientes. De igual manera lo expone la investigación de Peña et al.,9 donde se determina que la fe en Dios fue un mecanismo de afrontamiento necesario para aumentar las ganas de salir adelante, la oportunidad de vivir y de superar su enfermedad.
Como opinión de los investigadores, es importante reconocer también que durante el tiempo que permanecieron los individuos en la unidad de terapia intensiva, se restringieron las visitas como medida hospitalaria por la pandemia, afectando a las personas que estuvieron hospitalizadas, desencadenando en ellos preocupación y angustia por permanecer aislados de su familia, sin embargo, de forma sorprendente, este escenario logró conectar aún más con sus seres queridos, evidenciando situaciones de apoyo constante, de presencia externa pero simbólica para los pacientes, construyendo un apoyo importante ante las situaciones negativas. De esta forma fortalecieron su esperanza para recuperarse y seguir adelante.
Además, los resultados antes descritos se pueden contrastar en la investigación elaborada por Santiago,26 donde se reflejó que la familia es considerada como un apoyo primordial para el individuo, más cuando este se encuentra en una situación difícil, lo que constituye un cimiento emocional continuo durante su hospitalización, ya que la mayoría del tiempo sienten la necesidad de estar en contacto con otras personas para combatir la soledad y sentimientos desfavorables por la condición de salud en la que se encuentran.
Los individuos hospitalizados resaltaron el trabajo de enfermería, como una base fundamental de afrontamiento ante las adversidades en la terapia intensiva, se sentían integrantes de la familia que conforman los profesionales de dicha área y esto les ayudaba para seguir combatiendo contra su enfermedad, buscar su oportunidad de vida y no desistir, esto se relaciona con el pensamiento de Watson planteado en la investigación de Riegel et al.,27) quien resalta que la labor de enfermería busca el cuidado humanizado, enfocado en valores con el objetivo de fomentar y preservar la salud, así como lograr la recuperación de la enfermedad, construyendo una relación de confianza entre el enfermero y paciente.
De forma similar la investigación elaborada por Naranjo y Ricaurte,28 manifestó que para garantizar el cuidado de enfermería es necesario construir un vínculo de ayuda y seguridad con el paciente, considerándolo como un ser humano preciado que necesita calidad de cuidado, con la finalidad de conseguir su confort tanto físico, mental y social.
Conclusiones
El ingreso a un área crítica es considerado una situación difícil para los pacientes, al generar sentimientos como tristeza y miedo, sin embargo, otros se sentían tranquilos y confiaban en que todo iba a salir bien, convirtiéndose de esta forma en una experiencia significativa en la que el futuro de su vida era incierto.
Durante la hospitalización en la unidad de cuidados intensivos, se resaltan sentimientos que presentaron los pacientes como temor a la muerte e incertidumbre por su enfermedad, desencadenados por la circunstancia de riesgo en la que se encontraban, ya que esta es una enfermedad nueva, poco estudiada y letal, además de ello no contaron con la presencia de sus seres queridos por el hecho de estar aislados, sin embargo, surgieron factores para poder afrontar estos acontecimientos como, el vínculo entre enfermero-paciente y la confianza en sus creencias religiosas, que brindó la fuerza para sobrellevar la enfermedad, asimismo, mencionaron a la familia como la base primordial, su fuerza y aliento.
Al egreso de la unidad de cuidados intensivos, los pacientes reflejaron sentimientos positivos, entre los que destacan alegría y felicidad por el hecho de haber superado el hecho sustancial de la muerte, superando las adversidades presentadas y valorando una nueva oportunidad de vida, concibiéndolo como un nuevo comienzo y un cambio general como persona.