Introducción
El cáncer colorrectal (CCR) es un problema de salud importante con más de un millón de casos nuevos al año y una media de mortalidad de 50 % en el mundo. Representa una de las neoplasias más comunes en paÃses desarrollados. A escala mundial constituye la tercera causa en incidencia y la cuarta de muerte por tumores malignos en hombres, después del de pulmón, el de próstata y estómago, asà como la tercera en mujeres, posterior al cáncer de mama y el de cérvix.1
Cabe destacar que entre los factores de riesgo más importantes asociados al CCR se encuentran: trastornos hereditarios, enfermedad inflamatoria intestinal, fármacos, trastornos endocrinos, colecistectomÃa, tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, obesidad, dietas poco saludables y factores ambientales.2,3
La mayorÃa de las neoplasias de colon se desarrollan a través de la secuencia adenoma-carcinoma, lo que propicia oportunidades para prevenirlas, al eliminar sus lesiones precursoras e identificar dicha neoplasia en sus etapas más tempranas y curables.4
Por la gran prevalencia del CCR en Cuba, para su prevención se dispone de una prueba rápida, denominada SUMASOHF, que tiene el objetivo de mejorar las acciones para el diagnóstico temprano de lesiones colorrectales en pacientes con riesgo y asintomáticos.5
Los marcadores tumorales más empleados son el antÃgeno carcinoembrionario (CEA) y el CA 19-9. Estos marcadores no son pruebas valiosas para la detección selectiva del cáncer colorrectal, debido a que arroja un gran número de resultados positivos falsos y negativos falsos, por lo que es importante para el seguimiento de los pacientes diagnosticados.6
En Cuba el cáncer de colon ocupa la quinta causa de incidencia y la tercera de mortalidad para ambos sexos. Al respecto, en el Anuario EstadÃstico de Salud cubano se refiere que en el 2018 fallecieron 2412 personas por tumores de intestino, excepto del recto; 2386 murieron en el 2019 y 2548 en el 2020. Los fallecidos por tumores en el recto, sigmoides y ano fueron 385 en el 2018, 382 en el 2019 y 385 en el 2020.7,8
Ahora bien, en España, en el 2020, según datos del Instituto Nacional de EstadÃstica, el CCR causó 15 125 muertes, lo que representó 13,4 % del total. Asimismo, la Sociedad Española de OncologÃa Médica pronostica que serán diagnosticados 43 370 nuevos pacientes.9
En Estados Unidos, el Colegio Americano de GastroenterologÃa recomendó que a partir del 2021 no se realizara el tamizaje desde los 50 años de edad, sino a los 45 años. Este cambio se efectuó debido al incremento de la incidencia del CCR en pacientes jóvenes.10
Si bien las tasas de mayor incidencia ocurren en regiones más desarrolladas como América del Norte, Australia y Europa occidental; en América del Sur y el Caribe se ha registrado un aumento progresivo de esta entidad y se carece de programas de pesquisa en el sector público.11
La COVID-19 provocó un colapso hospitalario por la pandemia, lo que ha afectado los programas de detección precoz de cáncer, entre ellos el colorrectal, debido a la disminución de la asistencia de pacientes a la pesquisa y a la detección de esta entidad cuando se presentan sÃntomas. El CCR requiere un enfoque multidisciplinario en el que intervienen especialidades tales como oncologÃa, cirugÃa, gastroenterologÃa, proctologÃa e imagenologÃa. Este tratamiento multidisciplinario ha demostrado mayor beneficio clÃnico y supervivencia en dichos pacientes.
Se pronostica que para el 2030 aumentarán los pacientes diagnosticados y más de 1,6 millones de personas morirán por cáncer a escala global, debido a los cambios demográficos y a una mayor exposición a los factores de riesgo; de estas de muertes, 1,1 millón serán por cáncer de colon.
Sobre la base de todo lo expuesto previamente, se decidió llevar a cabo esta investigación en pacientes con cáncer colorrectal de la provincia de Guantánamo.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal y retrospectivo, de 110 pacientes con cáncer colorrectal, atendidos en el Servicio de GastroenterologÃa del Hospital Dr. Agostinho Neto de la provincia de Guantánamo, en el periodo 2018-2020, a fin de caracterizarles según variables clÃnicas, epidemiológicas e histológicas de interés.
El universo de estudio estuvo constituido por los pacientes con este diagnóstico de acuerdo con el registro de cáncer del hospital. Se revisaron las historias clÃnicas de los afectados y se llenó una planilla de tipo encuesta, confeccionada según los elementos abordados en las variables objeto de estudio. Fueron excluidos los pacientes con historias clÃnicas incompletas.
Esta investigación se ajustó a la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial y se cumplió con los principios del Código Internacional de Ética Médica y del modelo cubano; además, se garantizó la confidencialidad de la información obtenida. Los datos recopilados se introdujeron en una base de datos en Microsoft Excel. Los resultados fueron presentados en tablas con números absolutos y porcentajes.
Resultados
En la serie (tabla 1) predominaron los pacientes del grupo etario de 70-79 años (39, para 35,4 %), seguido del grupo de 60-69 (29, para 26,3 %), asà como las féminas (62, para 56,4 %).
En la tabla 2 se observa que la forma de presentación predominante de esta enfermedad fue la hemorragia baja, con 60 pacientes, para 54,7 %, seguida del cambio en el hábito intestinal, con 20 pacientes, para 18,1 %.
Como se muestra en la tabla 3, la localización que prevaleció fue el rectosigmoide con 72 pacientes, para 65,7 %.
El estudio complementario (tabla 4) que mostró un mayor número de pacientes diagnosticados fue la colonoscopia (98, para 89,0 %), seguido de la rectosigmoidescopia (72, para 65,4 %).
El tipo histológico encontrado con mayor frecuencia fue el adenocarcinoma bien diferenciado, con 68 pacientes, para 61,9 % (tabla 5).
Discusión
El envejecimiento es un factor de riesgo importante para el desarrollo del cáncer; periodo donde existe un incremento de la morbilidad por enfermedades crónicas no transmisibles. De hecho, en algunos estudios4,5 se ha descrito que la edad tiene una gran incidencia en la presentación de neoplasias en los ancianos. Al envejecer, aumentan las condiciones predisponentes, como el estilo de vida y los riesgos ambientales, que afectan los procesos celulares.
Al respecto, en esta serie prevaleció el grupo etario de 70-79 años (35,4 %). Este resultado coincide con el de otros autores, como Guibert et al,12 quienes encontraron un predominio de pacientes con estas edades, y Fernández et al,13 los cuales hallaron que 34,2 % de su casuÃstica pertenecÃa a dicho grupo etario.
En un estudio realizado en Camagüey por Trujillo et al,14) se demostró una mayor incidencia del grupo etario de 60-69 años, con 41,7 % de los pacientes estudiados. Del mismo modo, en una investigación desarrollada en Colombia por Agudelo et al15 se encontró una edad promedio de 67 años; sin embargo, Cuevas16 halló un predominio de pacientes con aproximadamente 60 años de edad. Resulta importante señalar que no se detectó gran predominio del CCR en edades más jóvenes.
Por otra parte, en la casuÃstica existió supremacÃa del sexo femenino, lo cual concordó con lo obtenido por algunos autores12,13,14,17 sobre una mayor incidencia de la enfermedad en las féminas. Lo anterior puede deberse a que las mujeres asisten más usualmente a consultas, donde son diagnosticadas con mayor prontitud que los hombres, asà como al control de los factores de riesgo. En cambio, las investigaciones efectuadas por Cuevas16 y Umpiérrez et al18 revelaron que 52,5 y 41,4 %, respectivamente, correspondieron al sexo masculino; resultados que difieren de los mencionados previamente y de lo hallado en este estudio.
Con relación a la presentación clÃnica, en esta casuÃstica predominó el sangrado bajo. Esto se debe a que en el mayor número de pacientes estudiados la localización del tumor fue en el rectosigmoide, donde el sangrado resultó ser el signo más frecuente, puesto que en esta zona se evidencian las manifestaciones clÃnicas más rápidamente y se puede presentar un mayor número de complicaciones; pero como el diagnóstico se establece tempranamente, el pronóstico es más favorable, lo cual se corresponde con lo encontrado por otros autores.12,14,17,19 No obstante, en los pacientes estudiados por Cuevas,16 en Paraguay, la presentación clÃnica que primó fue el dolor abdominal (33,0 %).
De igual manera, la localización es muy importante para el diagnóstico y el pronóstico de pacientes con esta entidad, puesto que mientras más distal se localice, más sÃntomas y complicaciones pueden presentarse, lo cual permite diagnosticar con mayor rapidez, a diferencia de las localizaciones proximales. En la bibliografÃa consultada12,14,16,17 siempre se ha informado un predominio de la localización del CCR izquierdo respecto al derecho. Como es sabido, en este estudio los tumores primaron en el rectosigmoide, que también resultó la localización más frecuente señalada por otros autores,16,18 aunque algunos12,14 mencionan el colon izquierdo en general. Por el contrario, Fernández et al13 refieren que en el mayor número de pacientes predominó la ubicación en el colon ascendente, con 37,4 %.
En cuanto a los estudios complementarios, la rectosigmoidescopia mostró mayor diagnóstico de pacientes con CCR en la localización rectosigmoide, debido a que por su localización distal, los sÃntomas y signos aparecen con mayor rapidez y, además, este es un estudio más asequible por el número de pacientes que se pueden atender en una sesión de trabajo. Mediante la colonoscopia se revisó completamente el colon en los pacientes con cáncer de rectosigmoide en busca de un tumor sincrónico y también se estudiaron otros que no presentaban sangrado rectal. En dichos pacientes también se detectaron lesiones en otras zonas del colon, lo cual concordó con los hallazgos de Estrada et al.19
Es necesario resaltar que a todos los pacientes intervenidos quirúrgicamente por presentar CCR debe realizársele un estudio completo del colon, preferentemente a través de una colonoscopia. El fundamento de este estudio se debe a la posibilidad de encontrar un tumor sincrónico de colon (1-5 %) y/o pólipos adenomatosos que determinen un cambio en el procedimiento quirúrgico (30-50 %) a los pacientes.
Según la variedad histológica, en este estudio el adenocarcinoma tuvo mayor incidencia; resultado que se correspondió con los de otros autores;14,16,17 asimismo, sobresalió el diagnóstico de adenocarcinoma bien diferenciado, lo cual también coincidió con lo descrito en otras investigaciones;12,14,20 sin embargo, en las series de Fernández et al13 y Agudelo et al15 predominó el adenocarcinoma moderadamente diferenciado.
Por la gran morbilidad y mortalidad del cáncer colorrectal es importante su prevención mediante el tamizaje en la atención primaria de salud, puesto que es prevenible y con grandes posibilidades de curación cuando se realiza un diagnóstico precoz de su principal lesión precursora, que es el adenoma.
Se recomienda no descartar la posible existencia de un cáncer colorrectal en pacientes mayores de 60 años de edad con manifestaciones de sangrado bajo, ya que es necesaria la realización de rectosigmoidescopia y/o colonoscopia en ellos.