INTRODUCCIÓN
En los siglos XVIII y XIX, con el desarrollo de la bioquímica comenzaron a ser identificados los componentes químicos de los cálculos y varios investigadores intentaron identificar la relación, entre la composición química de la orina y la formación de cálculos urinarios; de esta época data la primera relación, científicamente documentada, entre los hábitos dietéticos, la composición de la orina y la formación de cálculos urinarios. La prevalencia de la litiasis depende de factores geográficos, climáticos, étnicos, dietéticos y genéticos; por lo que, varía de 1 a 20 % en la población general y la recurrencia puede ser mayor al 50 %.1
La nefrolitiasis es un trastorno frecuente en países desarrollados y en desarrollo. Su prevalencia varía entre el 4 y 20 %, según diferentes series, y depende de la edad de la población analizada, de sus condiciones geográficas y socioeconómicas. La prevalencia de litiasis renal aumenta con la edad, tanto en varones como en mujeres; es más común en varones jóvenes. Una de las características de la litiasis renal es la alta recurrencia y muchas veces, la solución de los cólicos requiere de intervenciones endoscópicas u otro tratamiento urológico. Del 11 al 13 % de los varones y del 7 al 9 % de las mujeres desarrollan un cálculo renal en algún momento de sus vidas; por otra parte, aproximadamente entre 11 y 15 % de varones y, 7 y 8 % de mujeres, experimentarán síntomas sugestivos de litiasis urinaria.2,3
Los hombres experimentan cólicos renales en una proporción de 2:1 en comparación con las mujeres. El promedio de diferentes trabajos, que estudiaron la evolución natural de la enfermedad, muestra que la posibilidad de recurrencia al año del primer episodio es del 15 %, a los 5 años, 40 % y a los 10, 60 %. Tanto los factores genéticos como los medioambientales contribuyen a la formación de cálculos. Los factores genéticos explican la tendencia a la agregación familiar de la enfermedad. El rol de la herencia se presenta en algunas enfermedades como cistinuria o hiperoxalurias primarias, pero la litiasis idiopática también tiene una tendencia familiar, si bien, los genes involucrados aún se desconocen. Dentro de los factores medioambientales se destaca la dieta, o sea, determinados hábitos de ingesta de alimentos que expresan la propensión a la litogénesis que tienen algunos sujetos.1,3
En los Estados Unidos de Norteamérica, alrededor de un millón de personas con sospecha de litiasis urinaria, acuden a los servicios de emergencia, cada año. La prevalencia de los distintos trastornos metabólicos en la génesis de la litiasis varía de un país a otro, de acuerdo con variables dietéticas, étnicas y geográficas.
Debe tenerse presente, que en la orina se encuentran disueltas sustancias químicas promotoras de la cristalización como oxalato, calcio, fosfatos y sustancias inhibidoras de la cristalización, entre las que sobresale el citrato4. Todos estos factores, a su vez, están relacionados con la actividad profesional, las enfermedades sistémicas asociadas, los hábitos alimentarios, el estado nutricional, el nivel económico y aspectos genéticos, entre otros, los que determinan el riesgo individual para el desarrollo de litiasis y su recurrencia.4
La formación de un cálculo renal ocurre debido a un aumento en la concentración de una sal a nivel urinario, lo cual provoca que su solubilidad se vea excedida y dicha sal precipite. Los cálculos renales son concreciones de diferentes sales minerales incorporadas en una matriz orgánica, que se originan en el riñón o en las vías urinarias superiores. Existen diferentes tipos según su componente principal, siendo los cálcicos los de mayor prevalencia. La incidencia es mayor en hombres de edad media y tienen un alto riesgo de recurrencia. Se han descrito factores de riesgo como: el antecedente familiar y/o personal de nefrolitiasis, la obesidad, el alto consumo de proteína animal, ciertos medicamentos y el bajo consumo de agua; siendo este último uno de los más importantes.5
Cuba no es ajena al problema médico que significan las litiasis urinarias debido a las altas incidencia y prevalencia reportadas, acompañadas de un elevado costo socioeconómico. Por ello, el presente trabajo de investigación tiene como objetivo, describir la composición química de las litiasis renales y sus factores de riesgo asociados en los pacientes.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional analítico descriptivo en el servicio de Urología del Hospital Clínico Quirúrgico «Arnaldo Milián Castro» de Villa Clara, en el período comprendido de enero 2018 a enero 2021. La población fue establecida por 112 pacientes que cumplieron los siguientes criterios de inclusión:
Pacientes con tratamiento médico expulsivo y/o tratamiento quirúrgico para extracción de litiasis
Paciente que acepten participar en este estudio
Métodos de obtención de la información
Los datos se adquirieron a través de un cuestionario que incluyó preguntas como: situación geográfica, edad, sexo, cualidades dietéticas, antecedentes patológicos personales de litiasis previa o recurrentes, y antecedentes patológicos familiares de litiasis.
La composición química de las litiasis obtenidas de los pacientes en el estudio, se analizaron en el Laboratorio Clínico Provincial, mediante el método de Espectrofotometría Absorción Atómica.
Variables:
-Grupo de edad
-Sexo
-Color de piel
-Ocupación
-Nivel de escolaridad
-Procedencia
-Fuente de abasto agua
Antecedentes patológicos personales
-Antecedentes patológicos familiares de litiasis renal
-Consumo diario de agua
-Consumo de fármacos con riesgo de provocar litiasis renal
-Composición química de las litiasis
Métodos de procesamiento y análisis
Se organizó la información en una base de datos automatizada y fueron procesados mediante el paquete estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS), versión 20.0 para Windows, según el tipo de variable.
Se empleó el análisis de las historias clínicas individuales y la estadística descriptiva. Se manejó como medida de resumen de la información, números absolutos y porcentajes. Además, se aplicó la prueba de independencia de Ji Cuadrado. Se fijó un nivel de confianza del 95 % para el cual, cuando la significación estadística del estadígrafo Ji cuadrado (X2) “p” fue menor que α=0,05. Se presentaron los resultados en tablas y gráficos.
Consideraciones éticas:
Se solicitó el consentimiento informado a todos los pacientes que participaron en la investigación durante la recogida de la información, a través de un cuestionario que garantizó el cumplimiento de los requerimientos éticos en la ejecución de este trabajo.
RESULTADOS
En la tabla siguiente se muestra un predominio del grupo de edad entre los 41-50 años, con 37 pacientes (33,03 %), seguido del grupo entre 51-60 años, con 25 (22,32 %). El sexo masculino prevaleció, con 62 (55,35 %) con respecto al femenino, con 50 pacientes (44,64 %). (Tabla 1)
En cuanto al color de la piel, se observaron 93 pacientes blancos (83,03 %) con respecto a 19 no blancos (16,96 %). El nivel de escolaridad se encontró mayor en el nivel del preuniversitario con 41 pacientes (36,60 %), seguido de los de secundaria con 30 (26,78 %). (Tabla 2)
Se refleja un predominio de los pacientes procedentes de zona urbana con 58 personas (51,78 %) y de zona rural con 54 (48,21 %). Sobre la fuente de abasto de agua sobresalió el consumo de agua de pozo, con 53 personas (47,32 %), seguido de agua de acueducto, con 23 (20,53 %). El riesgo de los pacientes de zona urbana que consumían agua de pozo fue del 24,10 %. (Tabla 3)
De los 112 pacientes estudiados, la composición química de las litiasis fue de calcio (72 pacientes; 62,5 %) y de magnesio (22 pacientes17,85 %). En menor proporción se observaron las de estruvita (7; 6,25 %), oxalato (65,35 %) y ácido úrico (5; 4,46 %). (Gráfico 1)
La hipertensión arterial estuvo presente en 73 pacientes (65,17 %), seguido de la diabetes mellitus tipo II, 15 (13,39 %) y la infección del trato urinario recurrente, 14 pacientes (12,5 %). Los pacientes con hipertensión arterial tienen más riesgo de formación de litiasis. (Gráfico 2)
DISCUSIÓN
El estudio realizado reflejó un predominio del grupo de edad entre 41- 50 años y el sexo masculino; ello concuerda con otros estudios consultados.
Arias y otros,6 afirman que la litiasis se desarrolla en mayor frecuencia entre la cuarta y sexta décadas; es decir, el grupo etario de 45-64 años registra la mayor concentración de enfermos con litiasis, con una edad media situada en los 39 años. Waldo Taype-Huamaní y colaboradores,7 en su estudio plantean que, el 55 % de los atendidos fueron del sexo masculino, con edad promedio de 48 años (rango entre 14 y 92 años).
En cuanto al color de la piel predominaron los pacientes de piel blanca, trabajadores de oficina y amas de casa; predominó el nivel de escolaridad preuniversitario, que coinciden con resultados de otras investigaciones. Estos factores también contribuyen a los estilos de vida, ya que estas ocupaciones requieren de largas estadías en pie o sentados, y baja ingesta de líquidos. Es más frecuente en pacientes de piel blanca, con una incidencia máxima de la cuarta a la sexta décadas de vida, sobre todo, en habitantes de lugares con climas cálidos, áridos o secos.8
Los pacientes procedentes de zona urbana y consumidores de agua de pozo fueron los más frecuentes, esto incide directamente en los hábitos alimenticios y estilos de vida de los individuos, lo que repercute en la incidencia de la litiasis y su composición. Lorduy Gómez8 refiere, que la mayoría de los pacientes fueron de procedencia urbana (82,3 %).
Con respecto a la cantidad de litros de agua que se ingieren a diario, no hay una diferencia significativa. La baja ingesta de líquidos se asocia a mayor riesgo litiásico. El tipo de fluido ingerido podría ser importante en la génesis de algunas piedras, aunque los datos son contradictorios.
Lorduy Gómez,9 en su estudio plantea, que el sobrepeso y la hipertensión arterial constituyen factores de riesgo para la recurrencia de la litiasis renal; esta se ve aumentada por hábitos alimenticios como el consumo de cítricos, lácteos y el abuso de fármacos.
Los pacientes masculinos que tienen un familiar de primer grado con litiasis renal, son más vulnerables a padecer esta enfermedad; mientras, las mujeres con esta misma condición son menos frecuentes.
Sánchez y colaboradores,10 en su estudio, con una muestra de 649 pacientes, reflejó un predominio del sexo masculino a razón 2,16:1; el promedio de edad, 45 años, y la composición más frecuente fue el oxalato de calcio monohidratado, en 294 pacientes, seguido de la composición mixta en 186.
Los fármacos litogénicos frecuentes, consumidos por los pacientes, fueron ciprofloxacino y furosemida. Aun así, no existe una relación directa entre el consumo de los fármacos y la aparición de litiasis en la muestra estudiada. Otras causas predisponentes son las infecciones urinarias frecuentes, y el uso de medicamentos que pueden cristalizar en la orina como indinavir, aciclovir, sulfadiazina, ciprofloxacino y triamtireno; a esta lista se ha agregado la efedrina.
En la dieta habitual de los pacientes, antes de presentar el evento, prevalecía el consumo de lácteos. Méndez y otros,11 plantean que el riesgo de recurrencia de las composiciones de los cálculos varía según los factores de riesgo y las conductas alimentarias de la población (consumo de cítricos, café y lácteos), lo que aumenta el riesgo, tanto de aparición como de su recurrencia.
Los pacientes con antecedentes patológicos familiares de litiasis fueron mínimos y dentro de los antecedentes patológicos personales más frecuentes, se encuentran la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, datos que concuerdan con la literatura consultada. La diabetes mellitus es un factor de riesgo que tiene una relación directa con la aparición de un evento litiásico; también, el antecedente familiar de nefrolitiasis es un factor de riesgo. Otros factores asociados a esta enfermedad, como la dieta inadecuada, se presenta en pacientes más jóvenes, principalmente, la obesidad y la diabetes mellitus; los estilos de vida poco saludables y enfermedades concomitantes como hipertensión arterial y diabetes pueden incrementar el riesgo de aparición y recurrencia de la misma.12
La mayor frecuencia de nefrolitiasis se observa en pacientes obesos, hipertensos, diabéticos y con artritis gotosa. Lorduy Gómez,9 en su estudio plantea, que el 24,6 % de los pacientes presentó -al menos- una comorbilidad; predominaron la hipertensión arterial (19,4 %) y las infecciones urinarias (60 %). Las personas que practican ejercicios físicos intensos aumentan el riesgo, por el exceso de sudoración y la eliminación de orina concentrada. Otro grupo de riesgo, debido a la misma razón, son las personas que desarrollan su actividad laboral en ambientes muy caldeados (fogoneros, maquinistas, cocineros). La mayor frecuencia actual de nefrolitiasis en mujeres ha sido atribuida a la obesidad y a los cambios en estilo de vida. Una orina persistentemente ácida favorece la precipitación de cristales de ácido úrico; esta situación se ve en diarreas crónicas por pérdida intestinal de bicarbonato y agua (acidosis metabólica, que además, causa hipocitraturia) o en otros estados dismetabólicos como la gota, la obesidad, la diabetes o la resistencia a la insulina.13)
Según la composición química de la litiasis, predominaron las de calcio, magnesio y estruvita. Este hecho experimental está en concordancia con los resultados obtenidos por Bacallao Méndez,14 en su artículo “Composición de las urolitiasis en pacientes cubanos por sexo”, donde expone: “Se puede concluir que los cálculos cálcicos, sobre todo de oxalato de calcio monohidratado, son los más frecuentes en la población litiásica estudiada, seguidos por los de ácido úrico, fosfato de calcio y estruvita”. Además, son comunes las litiasis mixtas de oxalato y fosfato de calcio. Las litiasis de oxalato de calcio y ácido úrico son más frecuentes entre los hombres, mientras las de estruvita y fosfato de calcio, entre las mujeres. Este patrón de composición identificado puede resultar útil para la implementación de estrategias poblacionales de prevención de las litiasis urinarias, así como, en la planificación del tratamiento y la adquisición de tecnología.
Al relacionar las variables con la composición química de las litiasis, se obtuvo, que la procedencia, la edad, el sexo, el consumo del agua, el color de la piel y la dieta tuvieran efecto en su composición. De ellas, las más significativas fueron el consumo del agua y la procedencia; una vez más, se confirma la importancia de ingerir agua de calidad y llevar estilos de vida saludables que permitan un correcto funcionamiento del organismo.
Según Matos Rubio,15 entre los factores asociados a la incidencia de la litiasis del tracto urinario resultaron significativos: la edad (menor de 60 años), el sexo masculino, el color de piel blanca. De los factores de riesgo, las dietas inadecuadas, y de las formas clínicas, el cólico nefrítico.
En un estudio transversal en la provincia de Ciego de Ávila en 140 pacientes; predominó el sexo femenino (50,8 %), los de piel blanca (85,8 %), los mayores de 40 años (68,5 %) y con historia familiar de litiasis (80,7 %). Se constataron altos niveles de fósforo en sangre (70,7 %), de ácido úrico (34,3 %) y de calcio (27,1 %).16
En Costa Rica se realizó una investigación en 291 pacientes con litiasis renal cuyas muestras fueron estudiadas según la composición de la litiasis y se observó una mayor prevalencia de litiasis renal en hombres (62 %), la mediana de presentación fue de 45 años y se presentó en la quinta década de edad en hombres y en la cuarta década en las mujeres. Los compuestos de oxalato de calcio en 95 (33,3 %), carbonato de apatita en 84 (29,5 %) y ácido úrico en 15 (5,3 %) casos fueron los más frecuente en litiasis renal.17
En Colombia se estudiaron 49 pacientes con diagnóstico de urolitiasis y mostro como resultados que el 53,1 % de los participantes eran hombres. Las medianas de edad y de índice de masa corporal (IMC) fueron 58 años y 26,4 kg/m2, respectivamente. Algunas de las comorbilidades identificadas fueron, en orden de frecuencia, hipertensión arterial (69,4 %), enfermedad renal crónica (36,7 %), infección de vías urinarias recurrente (24,5 %), hiperuricemia (44,9 %), hipercalcemia (16,3 %) e hiperfosfatemia (12,2 %). Los tipos de cristal encontrados fueron oxalato (20,4 %), urato (12,2 %), mezcla de oxalato y urato (4,1 %), fosfato (4,1 %), hipercalciuria e hiperoxaluria (38,8 %), hiperuricosuria e hipocalciuria (18,4 %) y hipofosfaturia o hipofosfaturia (4,1 %).18
La diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, la hipercalcemia, el hipertiroidismo, la gota, las enfermedades malabsortivas y las renales aumentan el riesgo de litiasis renal.19
En México se estudiaron 120 pacientes con litiasis renal y prevaleció el sexo femenino con 88 (73,33 %), la edad promedio fue de 52,29 ± 14,66 años. La causa de litiasis renal que predominó fue la hipocitraturia (39,34 %), seguido de hipercalciuria (21,31 %).20
CONCLUSIONES
En el estudio se evidenció el predominio del grupo de edades entre 41 y 50 años, el sexo masculino y los pacientes de piel blanca. Las dietas lácteas, la procedencia urbana y la fuente de abasto del agua de pozo fueron los factores de riesgo más destacados. Fueron más frecuentes, las litiasis de composición de calcio. Se evidenció además, relación entre la procedencia, el tipo de agua para el consumo y el trabajo físico, con la composición de las litiasis renales.