INTRODUCCIÓN
Una deficiente nutrición en las primeras etapas de la vida puede conducir a daños severos e irreversibles en el crecimiento somático y el desarrollo del cerebro.1 La alimentación con leche madre exclusiva (LME) del niño durante los primeros meses de vida, asegura los nutrientes necesarios, adaptándose en cada momento según sus exigencias nutricionales, proporciona un adecuado crecimiento y fortalece su función digestiva, la maduración del sistema nervioso central e inmunológico y garantiza un desarrollo psicomotor de gran transcendencia desde los primeros días de vida como lactante, disminuyendo riesgos a padecer enfermedades crónicas.2,3,4
Resultados de investigadores en este campo han proporcionado bases científicas que demuestran que la lactancia materna beneficia al niño, a la madre y la sociedad, previene enfermedades infecciosas, especialmente respiratorias y digestivas y en la madre reduce la posibilidad de desarrollar cáncer de mama y ovario, disminuyendo el riesgo de padecer osteoporosis y diabetes.5
La UNICEF asevera que la lactancia materna es una intervención de salud fundamental que ofrece innumerables beneficios para los bebés y las madres. No solo es la primera inmunización del bebé, sino también una forma altamente efectiva y económica de salvar vidas, lo que la convierte en una prioridad indiscutible para la promoción de la salud materno-infantil.6
Ortega y col.,7 muestran en su estudio evidencias donde se avala la superioridad nutricional de la leche materna con alta biodisponibilidad de macronutrientes carbohidratos principalmente lactosa, grasa, proteínas y micronutrientes tales como, vitaminas, sodio, potasio y yodo; la leche materna aporta células vivas: linfocitos y macrófagos, enzimas digestivas, inmunomoduladores, factores de crecimiento y receptores análogos, para la alimentación del recién nacido y lactante.
La leche materna es el alimento recomendado para todos los lactantes con beneficios a corto y largo plazo, la lactancia materna reduce la morbilidad y la mortalidad infantil. favorece el vínculo madre-hijo y como se ha expresado por sus propiedades biológicas e inmunes, cubre todas las necesidades nutricionales. Cuando no es posible amamantar, la Organización Mundial de la Salud recomienda la fórmula infantil como primera opción. La segunda opción es la leche de vaca diluida, aunque conduce al riesgo de sufrir deficiencia nutricional debiendo ser vigilada y resuelta oportunamente. Cuando los bebés son alimentados con leche de vaca, corren el riesgo de sufrir deficiencias de oligoelementos, tales como el hierro y zinc, vitamina A, D, C y E, aminoácidos y ácidos grasos esenciales.3
Los efectos de la pandemia de COVID-19 han perjudicado a las mujeres al aumentar el riesgo de desempleo y con la interrupción del acceso a los servicios del apoyo prenatal, posnatal y de lactancia, tanto en la comunidad como en el sistema de salud. Es necesario actualizar las políticas públicas que apoyan los cuidados y los entornos favorables a la lactancia materna en la vida laboral.8
Estas observaciones motivaron la realización de esta investigación para describir el comportamiento de la lactancia materna exclusiva y su relación con edad, ocupación y nivel de conocimiento de la madre. Con el aporte científico sobre la capacidad para informar y orientar acciones destinadas a mejorar las prácticas de lactancia materna exclusiva y promover la salud y el bienestar de los lactantes.
MÉTODOS
Estudio observacional, descriptivo, de corte transversal en áreas de salud de los policlínicos Manuel Díaz Legrá y Julio Grave de Peralta del municipio Holguín, Cuba. Realizado entre los meses de octubre a diciembre de 2022. El diseño de muestreo empleado en este estudio fue probabilístico por cuotas, ya que se seleccionaron participantes de manera aleatoria, pero asegurando que se cumplieran criterios de inclusión y exclusión: Criterios de inclusión: desear participar en el estudio y firmar el consentimiento informado. Criterios de exclusión: madres de partos gemelares y niños o madres con alguna enfermedad que impidiera la LME durante los primeros seis meses de edad.
La población estudiada consistió en un total de 174 madres, de las cuales se seleccionó una muestra de tamaño 148 para la investigación. Dentro de esta muestra, se observó que el 77% (114 madres) tenían edades comprendidas entre los 20 y 30 años. Las madres menores de 20 años representaban el 11,5 % (17 madres), mientras que las mayores de 30 años también constituían el 11,5 % (17 madres). En cuanto a la ocupación, se encontró que el 69,6 % (103 madres) eran trabajadoras, el 26,4 % (39 madres) eran amas de casa y el 4,1 % (seis madres) eran estudiantes.
En la investigación se emplearon técnicas de recopilación de datos como encuestas y revisión documental de las historias clínicas de los lactantes en los consultorios del Médico de Familia. Como instrumento de recolección de información, se utilizó un cuestionario diseñado específicamente para investigar diversas variables, incluyendo aspectos sociodemográficos, el conocimiento sobre lactancia materna, la duración de la lactancia materna exclusiva y las razones que motivaron el abandono de la misma y el formulario para registrar datos de las historias clínicas. Los datos recopilados se almacenaron en una base de datos elaborada en Excel y posteriormente se analizaron utilizando el software estadístico SPSS versión 25.0. Para analizar la relación de las variables sobre el conocimiento sobre lactancia materna y la duración de la misma se utilizó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney.
El proceso de investigación se desarrolló en varias etapas. En septiembre de 2023, se llevó a cabo la fase inicial de diseño del estudio, en la que se identificaron la problemática a abordar, las variables relevantes y las técnicas de investigación a emplear. La segunda fase, que consistió en la aplicación de las técnicas y el procesamiento de los resultados, se llevó a cabo en diciembre de 2023. Finalmente, en marzo de 2024, se ejecutó la última fase del estudio, que consistió en el análisis detallado de los resultados obtenidos y la elaboración del informe final de investigación.
Este estudio se realiza previa autorización de los órganos científicos competentes, se mantuvo la confidencialidad de los datos. Se aplican los principios éticos para las investigaciones en ciencias médicas en seres humanos, según la Declaración de Helsinki,9 para proteger su salud y sus derechos individuales.
RESULTADOS
En este estudio se pudo evidenciar una visión general de la duración de la lactancia materna exclusiva en la población estudiada, figura 1.
Los resultados reflejaron que el 38 % (57) de las madres analizadas mantuvo la lactancia materna exclusiva entre uno y tres meses, un 27,0 % (40) hasta los seis meses, el 26 % (38) suspende este tipo de alimentación entre los cuatro y cinco meses y un nueve % (13) de las madres interrumpieron la lactancia materna exclusiva en el primer mes.
En la valoración de la edad de la madre y el tiempo que lactaron a sus hijos de forma exclusiva, las comprendidas entre los 20 y 30 años resultaron las más representativas en un 77 % (114) del total y predominó el período de LME de uno a tres meses con un 39 % (57), seguido por la lactancia mayor a seis meses en un 27 % (40) de. Ninguna de las madres menores de 20 años abandonó esta forma de alimentación para sus bebés en el primer mes, tabla 1.
Meses de Lactancia Materna Exclusiva | Edad de la madre | ||||||||
Menos de 20 años | % | De 20 a 30 años | % | De 30 años o más | % | Total | % | ||
Menos de un mes | 0 | 0 | 10 | 9 | 3 | 18 | 13 | 9 | |
De uno a tres meses | 9 | 53 | 41 | 36 | 7 | 41 | 57 | 39 | |
De cuatro a cinco meses | 4 | 24 | 32 | 28 | 2 | 12 | 38 | 26 | |
Mayor a seis meses | 4 | 24 | 31 | 27 | 5 | 29 | 40 | 27 | |
Total | 17 | 100 | 114 | 100 | 17 | 100 | 148 | 100 |
Fuente: Autores
La duración de la lactancia materna exclusiva varió según la edad de la madre. En madres menores de 20 años, el 52 % practicó la lactancia exclusiva de uno a tres meses, el 24 % lo hizo entre cuatro a cinco meses y mayores a seis meses, respectivamente. En madres de 20 a 30 años, el 36 % aplicó de uno a tres meses, el 28 % entre cuatro a cinco meses y mayores a seis meses el 27 %. Solo el nueve % lo hizo en el primer mes. En madres de 30 años o más, el 41 % practicó de uno a tres meses, el 29 % superaron los seis meses, el 18 % lo aplicaron de cuatro a cinco meses y el 12 % de cuatro a cinco meses. Estos resultados indican que la lactancia materna exclusiva fue más prolongada en madres entre 20 y 30 años.
La duración de la lactancia materna exclusiva varía según la ocupación de la madre, con diferencias en la proporción de madres que mantienen la lactancia materna exclusiva durante diferentes períodos de tiempo en cada grupo ocupacional, tabla 2.
Meses de Lactancia Materna Exclusiva | Ocupación | ||||||||
Ama de casa | % | Trabajadora | % | Estudiante | % | Total | % | ||
Menos de un mes | 3 | 8 | 10 | 10 | 0 | 0 | 13 | 9 | |
De uno a tres meses | 17 | 44 | 37 | 36 | 3 | 50 | 57 | 39 | |
De cuatro a cinco meses | 10 | 26 | 28 | 27 | 0 | 0 | 38 | 26 | |
Mayor a seis meses | 9 | 23 | 28 | 27 | 3 | 50 | 40 | 27 | |
Total | 39 | 100 | 103 | 100 | 6 | 100 | 148 | 100 |
Fuente: Autores
El estudio reveló que la duración de la lactancia materna exclusiva varía según la ocupación de las madres. De las amas de casa, el 44 % mantuvo la lactancia exclusiva de uno a tres meses, el 26 % de cuatro a cinco meses, y solo el 8 % abandonó esta práctica en el primer mes. En las madres trabajadoras, el 36 % amamantó de uno a tres meses, el 27 % entre cuatro a cinco meses y más de seis meses, respectivamente, con un 10 % que dejó la práctica en el primer mes. En cuanto a las madres estudiantes, el 50 % mantuvo la lactancia materna exclusiva entre uno y tres meses, con una proporción similar para períodos mayores a seis meses. Estos datos ofrecen una visión completa de la duración de la lactancia materna exclusiva en función de la ocupación materna.
En relación a los conocimientos sobre lactancia materna exclusiva se observó como positivo que el 91 % (134) de las participantes en la investigación sí conocían sus beneficios, mientras que un 9 % (14) planteó que no tenía conocimientos sobre la misma, figura 2.
Estos datos nos brindan una visión general del nivel de conocimiento en la población estudiada sobre la importancia y prácticas relacionadas con la lactancia materna. Para determinar la relación entre el conocimiento y el período de aplicación de la lactancia materna exclusiva se aplicó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney resultando que no existe relación significativa entre estas variables para p≤0,05.
Los motivos planteados por las madres que conllevaron a dejar de usar como única forma de alimentar a sus bebés la leche materna durante el período analizado, incorporando otras formas de ablactación se reflejan en la figura 3.
La hipogalactia fue la razón principal del abandono precoz de la lactancia materna exclusiva con un 55 % (81), seguido de la necesidad de incorporación al trabajo/escuela 23 % (34), representó un 10 % (15) el criterio de insuficiente ganancia de peso. Otras razones menos frecuentes incluyeron el miedo a que no comiera otros alimentos representados en un siete % (10), enfermedades de la madre en un 4,1 % (seis) y la enfermedad presentada por el lactante en 1,4 % (dos), respectivamente.
DISCUSIÓN
La buena nutrición tiene un efecto positivo desde los primeros días de nacimiento para el infante. La lactancia materna es la fórmula óptima de alimentar a los bebés, ofreciéndoles los nutrientes que necesitan en el equilibrio adecuado, así como protección contra las enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, y después introducir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con la lactancia materna hasta los dos años de edad o más. En 2012, la Asamblea Mundial de la Salud (WHA) aprobó el objetivo global de nutrición de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de edad al menos al 50 % para el año 2025.1
Esta investigación se llevó a cabo con el objetivo de entender cómo las madres aplican la lactancia materna exclusiva (LME) durante los primeros seis meses de vida de sus hijos, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados mostraron que solamente el 27 % de las madres estudiadas cumplieron con este estándar, lo cual es significativamente más bajo de lo esperado según las directrices de la OMS. Resultando una brecha importante entre la práctica actual y las recomendaciones de salud internacionales en cuanto a la alimentación de los recién nacidos.
En la bibliografía revisada sobre este tema se reportan diferentes resultados en cuanto al uso de esta práctica de vital importancia y donde se observa factores que influyen en el apego de esta práctica. En Cuba en el año 2016 encontraron que LME hasta los seis meses de edad representó un 48,6 %, resultados inferiores a las recomendaciones del sistema nacional de salud, identificándose factores y sugiriendo la necesidad de incrementar acciones de salud relacionadas con la información sobre el tema.10 Este hallazgo es consistente con estudios que han encontrado el uso de lactancia materna exclusiva en un 65 % de madres que amamantaron a sus hijos hasta los seis meses.11
En México, la prevalencia nacional de lactancia materna exclusiva entre los menores de seis meses reportadas en diferentes estudios reflejan resultados bajos entre un 30,8 % y 33, 6 % de niños hasta los seis meses recibieron lactancia materna exclusiva.12,13
Las prácticas de alimentación infantil en México deben ser promovidas en los entornos laborales, sociales y políticos, para que madres, padres adquieren el conocimiento necesario para adoptar prácticas de lactancia y alimentación complementaria adecuadas en el niño. Otro estudio más reciente refiere que 83,1 % de las madres dan leche materna exclusiva a su hijo menor a seis meses de nacimiento y estos resultados los asociaron a una adecuada actitud de la madre hacia la lactancia materna desde los primero seis meses del nacimiento.14
En Etiopía se han observado altos niveles de la práctica de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad superiores al ochenta por ciento, relacionada con el nivel educativo de la madre, la atención prenatal y posnatal de control, recomendando la necesidad de fomentar las visitas de control por el personal de salud, promover el parto institucional y prestar especial atención del conocimiento de la madre sobre el beneficio de la práctica de lactancia.15,16
En estudio realizado en Brasil por Rimes y col.,17) se constató una prevalencia de un 50 % de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad del lactante, por lo que concluyeron que estos resultados se asocian con las madres trabajadoras que se acogen a licencia de maternidad. Se mostraron una prevalencia de lactancia materna exclusiva por debajo de los valores recomendados por la OMS y UNICEF en estudio realizado en Cabo Verde por Duarte y cols.18
La edad de la madre es un factor que influye en el apego a LME, siendo el grupo más representativo las comprendidas entre los 20 y 30 años. Es importante señalar que ninguna de las madres menores de 20 años abandonó la lactancia materna exclusiva antes del mes. Además, se constató que independientemente de los grupos de edades los mayores porcientos en cuanto a la duración de la lactancia se encontraron entre uno y tres meses, o sea, que el destete fue precoz con independencia de la edad materna.
Según el estudio de Guerra y col.,11 realizado en 2020 sobre los factores maternos asociados a prácticas alimentarias con lactancia materna exclusiva, consideran el apego a la LME de la madre, según su edad y otros factores tales como, escolaridad, ocupación, paridad, procedencia, conocimientos sobre lactancia materna y prácticas alimentarias con lactancia materna exclusiva reflejan el predominio de la edad materna entre 20 y 34 años de edad, nivel de escolaridad preuniversitario, trabajadoras, constar con un solo hijo, de procedencia rural, con conocimientos adecuados sobre lactancia materna.
La indagación de Guerra E y col.,11 reflejó que el 65 % de las madres ofreció a sus hijos LME en los primeros seis meses de vida y los factores maternos que se asociaron al abandono de la práctica antes de los seis meses fueron: edad (madres adolescentes o añosas), bajo nivel de escolaridad, primiparidad y bajo nivel de conocimiento sobre lactancia materna. Otros factores asociados recogidos en la bibliografía revisada mencionan como el consumo de tabaco, el ámbito rural de la madre, el uso de episiotomía, factores asociados al sexo del recién nacido y la presencia de complicaciones se han relacionado con la reducción de las tasas de LME.19
Los resultados obtenidos donde se relaciona la duración de la lactancia materna exclusiva según la ocupación de la madre, se apreciaron que predominaron las madres trabajadoras en un sesenta y siete por ciento. Estos hallazgos están en línea con investigaciones anteriores, donde las amas de casa evidencian ser el grupo más representativo en amamantar a sus hijos hasta los seis meses, este comportamiento está influenciado ya que son las que están más tiempo en la casa y por tanto las que más tiempo dedican a sus hijos generalmente, resultados semejantes han sido descrito en otros estudios.7
Según el estudio de Flores y col.,20) realizado Ecuador, se manifestó que el abandono de la LME ocurre en los primeros tres meses, asociada a madres primíparas, convivientes y que su actividad laboral es fuera del hogar.
El nivel de conocimiento que tengan las madres sobre lactancia materna es un factor importante para mantener este método de alimentación en los primeros meses de vida del lactante, el apego a esta práctica está influenciada por la familia, la cultura y las condiciones socioeconómicas que decide en gran medida su éxito en la lactancia que favorece la salud del niño y de la madre.13)
La causa principal del abandono de la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de edad del lactante se corresponde a la hipogalactia, porque las madres trabajan o estudian e insuficiente ganancia de peso del lactante. Coinciden estas observaciones con las planteadas por otros autores se relacionan con el inicio de actividades de la madre, que el niño no queda con hambre durante este período y enfermedades del lactante o la madre que justifican la supresión de la lactancia materna.11