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La ciencia abierta y la inteligencia artificial (IA) son dos campos que están transformando el modo en que se realiza la investigación científica. La primera busca hacer que la investigación científica sea más accesible y transparente para todos, mientras que la segunda está revolucionando la forma en que se procesan y analizan los datos.
La ciencia abierta ha llevado a un cambio en la forma en que se publican los artículos de investigación. Estos, ahora, están en línea de forma gratuita y sin restricción. Además, los datos y el código utilizados en la investigación pueden estar disponibles para quienes deseen verificar y replicar los resultados. Esto ha llevado a un aumento en la transparencia y la accesibilidad de la investigación científica.
La IA, por su parte, también ha tenido un gran impacto en la investigación científica. En particular, ha revolucionado el procesamiento y análisis de los datos. Puede analizar grandes cantidades de datos de manera rápida y eficiente, lo que permite a los investigadores obtener información valiosa de los mismos. Además, ayuda a identificar patrones y tendencias en los datos, que pueden no ser evidentes para los humanos.
La combinación de la ciencia abierta y la IA tiene implicaciones significativas para las revistas científicas. En primer lugar, puede ayudar a mejorar la calidad de los artículos de investigación: mientras la IA identifica errores y problemas en los datos, la ciencia abierta garantiza que los datos utilizados en la investigación estén disponibles.
En segundo lugar, puede ayudar a acelerar el proceso de revisión por pares. Este es importante para garantizar la calidad de los artículos de investigación, pero puede ser lento y costoso. La IA puede ayudar a automatizar partes del proceso de revisión por pares, lo que puede acelerar el proceso y reducir los costos.
En tercer lugar, la ciencia abierta y la IA pueden ayudar a mejorar la forma en que se mide el impacto de los artículos de investigación. Por ejemplo, las métricas alternativas (altmetrics) proporcionan una visión más completa del impacto de los artículos de investigación, y con la ayuda de la IA se pueden analizar estos datos de una manera más eficiente.
En línea con lo anterior, la Revista Médica Electrónica promueve la apertura de los datos de investigación, y desde hace un año invita a los autores a colocar públicamente y referenciar los datos que empleen, para que puedan ser compartidos y reutilizados, lo cual favorece la transparencia y credibilidad de la ciencia. En adición, el artículo original y la comunicación breve pueden acompañarse de la base de datos analizada, la cual se podrá subir como material complementario -en formato modificable- en Excel (.xlsx o .xls) o SPSS (.sav), a solicitud del editor científico de la revista.
Recientemente, se añadió la posibilidad de que los datos sean depositados previamente en SciELO Data, un repositorio de datos abiertos que, en casos específicos (como datos patentados o datos sensibles), le permite restringir el acceso a archivos seleccionados. Al hacerlo, no se podrá acceder al archivo ni descargarlo, pero los metadatos serán visibles. Para obtener información sobre cómo preparar los datos para el depósito, se debe consultar la “Guía de preparación de datos de investigación”.1
La Revista Médica Electrónica comienza, a partir de este 2024, a utilizar la lista de chequeo WAME (siglas en inglés de Consejo de Editores de Revistas Médicas).2 Esta es una herramienta útil para los autores que desean enviar manuscritos a revistas científicas, y resulta de cumplimiento obligatorio el subirla como un documento complementario a cada artículo, firmada por los autores del mismo. Al seguir la lista de verificación, los autores pueden asegurarse de que su manuscrito esté completo y cumpla con los estándares de las revistas científicas, lo que aumenta las posibilidades de que su trabajo sea aceptado para su publicación.
En el propio documento se especificará si se utilizó un sistema basado en IA para alguna parte del trabajo, en qué parte y si las secciones generadas fueron revisadas por los autores que se responsabilizan con lo expresado en el texto. Aclaramos que los sistemas de detección de plagio utilizados por Médica sugieren si los autores han usado IA en la confección de su trabajo.
Las revistas científicas siguen siendo fuentes de consulta para la comunidad investigadora. Son como especies vivas que se crean y desaparecen, y que han evolucionado para adaptarse a las nuevas tendencias y tecnologías.3 Los cambios en ellas son inevitables, y es importante que los autores comprendan y se adapten a los mismos.
