INTRODUCCIÓN
La adolescencia ha sido estudiada desde hace décadas por numerosas especialidades por las transformaciones biológicas, sociales y psicológicas que ocurren en esta etapa del desarrollo del hombre y su importancia para el desarrollo de la personalidad que acompañará la hombre a lo largo de la vida.
Es muy difícil precisar el concepto de adolescencia ya que existen diversos puntos de vista con respecto al fenómeno “adolescencia” que van desde aquél que lo ve como una aportación o condicionamiento de la cultura, hasta el que la considera como una etapa natural en el desarrollo del ser humano.1
Etimológicamente la definición de la adolescencia deriva de "adolecer", que significa crecer y desarrollarse hacia la madurez. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un lapso de edad que va desde los 10 a los 19 años, con variaciones culturales e individuales. Según Bühler, es el periodo que empieza con la adquisición de la madurez fisiológica y termina con la madurez social, cuando se asumen los derechos y deberes sexuales, económicos, legales y sociales del adulto. Se identifican algunas fases de ese período que es antecedido por la pre adolescencia que comprende las edades entre (9 -10 años), la adolescencia temprana (11 - 14 años), la intermedia (15 a 17 años) y la adolescencia tardía (18 a 20 años).2
Aunque la adolescencia desencadena tantos cambios y problemas personales, también es una etapa maravillosa en la que se viven experiencias de gozo y satisfacción que junto con las costumbres negativas, sirven en conjunto para vivir un proceso de maduración. Además en este período muchos toman caminos equivocados, y donde el querer probar las cosas unido a la impulsividad, llevan a la persona al consumo de drogas, la delincuencia, el embarazo precoz, a cometer intento suicida, suicidio, etc. Es por esa razón que se plantea que con una orientación sabia, un apoyo perseverante y una buena educación por parte de los padres y otras instituciones, se logre que sea una de las mejores y más ricas etapas en la vida de una persona.3
Teniendo en cuenta que la adolescencia es una etapa de grandes cambios, estos pueden conllevar a la aparición de conflictos y contradicciones, que de no aparecer una orientación oportuna y certera se pueden convertir en problemas que afecten la salud mental de los adolescentes.4
Si bien la conducta suicida (suicidio e intento suicida) es un grave problema de salud pública en el ámbito mundial, continúa siendo hasta el día de hoy una de las grandes frustraciones de la condición humana, cuando sucede en la adolescencia y jóvenes todavía es más difícil de aceptar, pues este dramático evento eleva notablemente la carga social y económica de las sociedades afectadas.5
El problema de salud "suicidio" viene afectando a la humanidad de manera importante en las últimas décadas y tiene antecedentes que se remontan a la existencia misma del hombre.6 Las estadísticas oficiales y los centros de tratamientos médicos muestran un aumento de las tasas, sobre todo en los ancianos,7 y un incremento en niños y adolescentes provocado un gran interés en la actualidad en los profesionales por estudiar las causas de estas conductas.8
Las características del suicidio varían de acuerdo con la cultura y la estructura socioeconómica existente, desde las civilizaciones más antiguas, durante la edad media, y se observa con posterioridad una caída en su incidencia. De nuevo reaparece el suicidio, impetuosamente en el siglo XVIII hasta la actualidad, fenómeno que ha ocupado la atención de filósofos, médicos, sociólogos, psicólogos y educadores, entre otros.9
A través de la historia de la humanidad el médico ha estado vinculado estrechamente al fenómeno de la muerte, y especial connotación reviste el hecho de que la misma se produzca por decisión voluntaria de un ser humano únicamente.10
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio está incrementándose en los adolescentes y adulto mayor y se ubica entre las primeras causas de muerte, por cada una de ellas se producen diez tentativas y por cada suicidio consumado se realizan ocho intentos suicidas. Se considera que cada día se suicidan en el mundo al menos 1110 personas y lo intentan cientos de miles, independientemente de la geografía, cultura, etnia, religión y posición socioeconómica.11
En la actualidad la conducta suicida en adolescentes se ha incrementado, hasta ubicarse entre las primeras causas de muerte según estadísticas foráneas. Cuba no está exenta de esta problemática y como fenómeno complejo ha despertado gran interés en los profesionales de la salud, psicólogos, psiquiatras, maestros, padres, entre otros especialistas por estudiar las causas de estas conductas, dedicándole especial atención a estos grupos de riesgo, incorporándolos a actividades grupales y círculos de adolescentes de forma preventiva.12
La doctora Rodríguez (2005) define la conducta suicida como el acto humano de autolesionarse con la intención de acabar con la propia existencia, e implica una variedad de estados y motivaciones, que a veces pueden ser conscientes o inconscientes. A la hora de hablar sobre el tema es conveniente conocer y diferenciar algunos conceptos como son:
Riesgo de suicidio es la posibilidad de una persona de atentar deliberadamente contra su vida. Suicidio consumado: Es el acto suicida que se ha llevado a cabo con éxito y la persona acaba con su vida. Suicidio frustrado: Acto suicida que no ha conseguido el objetivo por alguna circunstancia imprevista. Simulación suicida: Es el acto suicida que no cumple su objetivo, porque ha y fingimiento o presentación de algo como real, cuando no existía una auténtica intención de consumar el acto.
Intento de suicidio: Se engloban aquellos actos autos lesivos deliberados con diferente grado de intención de morir y de lesiones que no tienen un final letal. Se ha afirmado que el intento de suicidio es el predictor del suicidio, ya que entre un 10% y un 14% de las personas que realizan un intento de suicidio, cometerán suicidio posteriormente. De ahí se deduce que cualquier persona que haya realizado un intento de suicidio tiene un riesgo de suicidio unas 100 veces mayor que la población general, durante el año siguiente al intento.
Ideación suicida: Son aquellos pensamientos intrusivos y repetitivos sobre la muerte auto infringido, sobre las formas deseadas de morir y sobre los objetos, circunstancias y condiciones en que se propone morir, es decir, son los pensamientos y planes para llevar a cabo un acto suicida.13
Además se plantea que las ideas suicidas consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes formas de presentación: Idea suicida sin un método específico, pues el sujeto tiene deseos de matarse, pero al preguntarle cómo lo va a llevar a efecto, responde: “no sé cómo, pero lo voy a hacer”.
Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado en la que el individuo expone sus deseos de matarse y al preguntarle cómo ha de hacerlo, usualmente responde: “De cualquier forma, ahorcándome, quemándome, pegándome un balazo.”
Idea suicida con un método específico no planificado, en la cual el sujeto desea suicidarse y ha elegido un método determinado para llevarlo a cabo, pero aún no ha ideado cuándo lo va a ejecutar, en qué preciso lugar, ni tampoco ha tenido en consideración las debidas precauciones que ha de tomar para no ser descubierto y cumplir con sus propósitos de autodestruirse.
El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo desea suicidarse, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir.14
Aunque es difícil predecir quiénes van a suicidarse o llevar a cabo un intento suicida serio, la literatura científica arroja varios factores que han sido consistentemente asociados con la conducta e ideación suicida y uno de ellos es la depresión.15
Por ello en Cuba uno de los pocos pioneros en el mundo que cuenta con un Programa Nacional de Prevención del Suicidio vigente desde 1989 y que tiene como objetivos fundamentales evitar el primer intento suicida, su repetición y el suicidio consumado, lo que ha permitido una sensible reducción de la mortalidad por esta causa.3
El conocimiento actual de la conducta suicida obliga a promover una mayor investigación en el contexto sociocultural y psicosocial para una identificación más precisa de grupos de riesgo y mejor aplicación de medidas preventivas y terapéuticas, y constituye uno de los problemas más difíciles en la práctica clínica. Si se identificara el riesgo de intentar el suicidio, este podría ser evitado en un número importante de casos.16
Este tema de investigación resultó relevante por su alta incidencia en el municipio Camagüey, por lo que se procedió a la caracterización psicológica de los adolescentes con conducta suicida (ideación suicida) del área Pirre, Finlay y Norte, atendidos en la consulta de Psicología del Centro Comunitario de Salud Mental “Joaquín de Agüero” en Camagüey. Por ello el objetivo del presente trabajo está dirigido a exponer los principales resultados del proceso de investigación mencionado.
MÉTODO
Se realizó un estudio descriptivo transversal cuanti-cualitativo, con la metodología de Sampiere 17, con el objetivo de caracterizar psicológicamente a los adolescentes que tenían ideación suicida, atendido en la consulta de Psicología del Centro Comunitario de Salud Mental “Joaquín de Agüero” del área Pirre, Finlay y Norte, en el período correspondiente desde enero hasta diciembre de 2016 en Camagüey.
El universo lo constituyeron todos los adolescentes (16) que tenían ideación suicida, pertenecientes al área Pirre, Finlay y Norte, durante el año 2016.
Se utilizó un muestreo intencional puro (no probabilístico), con la totalidad de los adolescentes que tenían ideación suicida durante el año 2016 y se partió de los criterios de inclusión y exclusión fijados en la investigación.
El criterio de inclusión consideró los siguientes elementos:
Estar de acuerdo a colaborar en la investigación tanto la familia como los adolescentes.
Adolescentes con ideación suicida, de las áreas Finlay, Pirre y Norte, correspondiente al período desde enero hasta diciembre de 2016.
Pacientes que no se encontraban presentes en el momento de la investigación.
Voluntariedad de abandono de la investigación.
Adolescentes con trastornos mentales de nivel psicótico.
A partir de los anteriores aspectos, la muestra quedó conformada por 13 adolescentes con ideación suicida, en el período desde enero hasta diciembre de 2016, pertenecientes al área de salud Finlay, Pirre y Norte del Centro Comunitario de Salud Mental ¨Joaquín de Agüero¨ en Camagüey.
Se utilizaron métodos de nivel teóricos y empíricos con el objetivo de procesar información, determinar características, resultados, establecer nexos internos, en orden lógico y aspectos esenciales de los adolescentes con ideación suicida; para analizar las tendencias históricas de los adolescentes, en la que se revelan las características básicas lo cual contribuye a la fundamentación del problema, así como establecer generalizaciones que constituyen el sustento teórico y reflejan la lógica objetiva de los fenómenos, procesos de la realidad y el papel de la inducción, la deducción en los resultados de la investigación. También cumplió un papel fundamental la guía de observación creada en la investigación, con el objetivo de conocer al sujeto en la actividad, puso de relieve sus características, motivos eficientes y brindó información muy valiosa de cada adolescente, de las conductas en el momento de la investigación y sus estados emocionales.18
Además se empleó la entrevista psicológica por ser el método de más altos niveles en la exploración psicológica con el objetivo de obtener información de cada uno de los adolescentes estudiados y caracterizar algunos aspectos de la esfera familiar, personal, interpersonal, así como sus motivaciones y necesidades, lo cual aportó a la investigación gran cantidad de datos que ayudó en el diagnóstico final de los mismos.19
El análisis de los documentos (Historia Clínica) se empleó con el fin de obtener información sobre los contenidos y documentos referidos al comportamiento psicológico de los adolescentes con ideación suicida.20
Se aplicaron los Test de percepción del funcionamiento familiar (FF-SIL) para evaluar de manera individual la funcionabilidad de las familias de los adolescentes con ideación suicida.21
IDAREN (Ansiedad) para evaluar el nivel de ansiedad estado - rasgo de los adolescentes que tenían conducta suicida, es decir ideación.19
IDEREN (Depresión) para explorar el nivel de depresión estado-rasgo en los adolescentes con ideación suicida.19
Inventario autoestima de Coopersmith para medir nivel de autoestima en los adolescentes que tenían ideación suicida.19
Para el procesamiento de los datos obtenidos en los instrumentos aplicados, se realizó una calificación cuantitativa-cualitativa de forma exhaustiva de cada protocolo, para valorar la caracterización psicológica de los adolescentes con ideación suicida, atendido en la consulta de Psicología del Centro Comunitario de Salud Mental “Joaquín de Agüero” del área Pirre, Finlay y Norte. Los resultados se procesaron mediante la estadística descriptiva utilizándose la frecuencia absoluta y relativa y se mostraron en gráficos con la utilización del programa de tabulación Microsoft Office Excel.
RESULTADOS
Se realizó un análisis exhaustivo de las variables sociodemográficas y las pruebas psicológicas aplicadas de manera cuanti-cualitativo de los adolescentes con ideación suicida arrojaron los siguientes resultados:
Al analizar la distribución por grupo etáreo prevaleció una mayor incidencia en los adolescentes con edades comprendidas entre 13 y 15 años para un 69,2 %, es decir la adolescencia media como una nueva etapa del desarrollo. Los resultados obtenidos en este estudio son similares en muchos aspectos a los de la literatura revisada a nivel internacional.
Al compararlos con trabajos anteriores realizados en Chile para analizar la incidencia de las ideas suicidas de los adolescentes, se observó que la mayor prevalencia de ideación suicida ocurre de 12 a 15 años (59,7%) para luego disminuir proporcionalmente y aumentar en la adolescencia tardía hacia el intento suicida con una prevalencia de (18,8%) 22) .Otros estudios realizados sobre el comportamiento suicida en adolescentes uno canadiense 23 y otro norteamericano 24 destacan que las ideaciones suicidas prevalecen más en adolescentes entre 12 y 14 años con un 33% y 24%. Otra investigación revisada sobre la problemática suicida en población escolar en adolescentes de la ciudad de México, se pudo observar una prevalencia en cuanto a la edad entre los 12 y 15 años25
Hubo coincidencia con otras investigaciones como los de Orizondo Bargas O, S, Galbán LP, Rodríguez LC, De la Cruz MP, Arencibia TG, Álvarez MG.26 y lo descrito en la literatura de Domínguez García L.27 Se plantea que se cometen más intentos suicidas en las edades más tempranas de la vida, es decir que el riesgo suicida aumenta con la edad, y a medida que progresan los años disminuyen los intentos suicidas y aumenta el suicidio. También puede estar relacionado con las dificultades en las relaciones interpersonales entre los cohetáneos, la familia, la escuela y la participación social, así como las complicaciones de la vida emocional.28
En la variable sexo se evidenció una mayor prevalencia en el femenino con un 61,5%. Existe una coincidencia con lo descrito a nivel internacional y otros estudios realizados en Cuba, lo que demuestran que en relación con el género las mujeres presentan tasas más altas de conductas e ideación suicida que los hombres: Se plantea que la cultura y la tradición se debe de tener en cuenta, ya que es debido a un fenómeno sociocultural y de género, en las féminas son más débil e incurren mayormente en este acto que el sexo masculino, y son más vulnerables a las frustraciones, presentan escasos mecanismos para darle solución a los problemas y pocos recursos personológicos, así como tendencia a la evasión que tuvo relación con los mecanismos de afrontamiento.29
Desde el punto de vista internacional al compararlos con trabajos anteriores realizados en Chile en cuanto a la diferencia por sexo, se observó que las mujeres presentaban una prevalencia de vida de ideación suicida de 71% mientras que los hombres un 49%.22 Otra investigación revisada sobre la problemática suicida en población escolar en adolescentes de la ciudad de México, se pudo observar que la frecuencia fue más elevada en las mujeres (más de tres mujeres por cada varón). En cuanto a la edad entre los 12 y 15 años. 25
Prevaleció en los adolescentes el estado civil soltero con un 92,3%, y solamente un casado para un 7,6 %. Las estadísticas plantean la existencia de mayor cantidad de intentos suicidas en pacientes jóvenes, mayoritariamente solteros, lo que refieren como predictores de riesgo dado el aislamiento que experimentan ante la ausencia de soporte emocional frente a la sensación de frustración, tristeza o desesperación.19 Esto significa que los mismos por la poca edad que presentan aún, no han adquirido la madurez necesaria para tener un vínculo matrimonial estable, aunque en algunos casos la ideación suicida o el intento suicida está relacionado por conflictos amorosos, es decir por no tener los mecanismos de afrontamientos necesarios para darle solución a las dificultades de la vida.
Referente al grado de escolaridad predominó el nivel secundario en curso, con un predominio de 9no grado para un 53,8 % y un 23,07% respectivamente de 7mo y 8vo grado. Estos datos coinciden también con lo descrito en la literatura por Pérez14 y en las investigaciones de Pérez y Valier,4 los estudios realizados por Turiño y Castro,30 que hacen referencia a que la totalidad de los sujetos eran estudiantes para un 100 %, con predominio en todas las investigaciones del nivel secundario; lo que demuestra con este resultado la presencia de la adolescencia media, o sea, individuos que utilizan el intento suicida o la ideación suicida como única salida para darle solución a las dificultades, para llamar la atención y obtener una ganancia secundaria a través de esta conducta manipulando a la familia.
Al realizar el análisis de la Tipología Familiar se constató un predominio de familias nucleares monoparental y reesambladas con un 30,7% y familias extensas con un 23,7%. Estos resultados coinciden con un estudio realizado a nivel internacional en la universidad de Guadalajara en México por Valadez, Figueroa, Quintanilla, Montoya, González y Gallegos,31 donde se observó que poco más de la quinta parte de los adolescentes (23%) reportan que sus padres no viven juntos, lo cual tiene como causa principal la separación o el divorcio (10.20%). Además hubo un predominio de familias reconstituida, el padrastro o madrasta en una posición marginal comparados con los padres biológicos, son el elemento nuevo en la experiencia de vivir junto con los hijos, que trae un aumento significativo en las situaciones de conflictos y de tensión, lo que puede dificultar la interacción y de alguna forma incide en la conducta suicida.31
Se constató un predominio de familias moderadamente disfuncionales con un 53,8%, seguido de las disfuncionales con un 30,7% ya que en un medio familiar donde exista todo un ambiente de desconfianza, incomprensión e inestabilidad, repercutirá de manera negativa en el desarrollo socio-psicológico del adolescente. Ello causa un acto propicio para la conducta suicida (intento suicida), debido a que constituye un factor en el manejo inadecuado de la adolescencia, conflictos en la familia, carencia de estrategias de afrontamientos y la falta de comunicación entre los miembros familiares.
Se comprobó al analizar el protocolo de los estados emocionales que predominó niveles altos de ansiedad como estado para un 46,1% como rasgo 69,2%.) Esto traduce que en los adolescentes de la muestra se encontraba alterada la triada afectiva (pérdidas, fracasos y frustración), sus mecanismos de afrontamientos para darle solución a las dificultades que presentaron en la vida estaban dañados, utilizaron la autodestrucción para llamar la atención y darle solución a sus dificultades.
Respecto a los niveles de depresión se observó alto como estado con un 53,8% y bajo como rasgo para un 46,1%. Como se plantea en la literatura el hecho que una persona afronte una vida llena de acontecimientos no debe ser motivo para que su vida sea segada por él mismo, el cual debe convertirse en experto de su propia existencia. De esta manera, el adolescente deprimido siente que no es deseado y que no se le quiere, tiene un sentimiento doloroso de abandono que expresa por medio del aislamiento, sin presentar mecanismo de afrontamiento para darle solución a las dificultades de la vida conllevándolo a la autodestrucción.32
Al realizar el análisis de los niveles de autoestima se pudo constatar que predominó el nivel bajo de con un 46.1% de los pacientes. En esta etapa del desarrollo en los adolescentes la autoestima se encuentra influenciada por la satisfacción e insatisfacción de las necesidades psicológicas carenciales o deficitarias, por sus conflictos y frustración.
DISCUSIÓN
Se ha puesto de manifiesto que, según lo expresado por Pérez, cuatro de cada diez adolescentes en algún momento se han sentido tan tristes que han llorado y han deseado alejarse de todo y de todos. En el transcurso de esta etapa uno de cada cinco adolescentes piensa que la vida no merece la pena vivirla, es decir manifiesta una ideación suicida. Estos frecuentes sentimientos pueden dar lugar a un estado depresivo que puede no ser evidente para los demás.33
Asimismo, Wilburn y Smith proponen en otro estudio que una baja autoestima predispone al adolescente a la depresión y por ende a las ideas suicidas. La falta de consenso encontrada en la literatura especializada en torno a la relación entre autoestima e ideación suicida, podría encontrar explicación en los resultados obtenidos en una investigación, realizada por Sánchez-Sosa et al. (2011) en donde se plantearon tres modelos explicativos de ideación suicida (uno general y dos en base a sexo).34
Con la caracterización desarrollada se pudo constatar que en el municipio Camagüey, durante el período observado, en cuanto a la ideación suicida, predominó el grupo etáreo comprendido entre los 13 a 15 años del sexo femenino, con grado de escolaridad secundario y con estado civil soltero. Al respecto, MsC. Olga María Blandón Cuesta; Dr. C. Jaime Alberto Carmona Parra; Dra. Mayra Zulian Mendoza Orozco; Dr. C. Óscar Adolfo Medina Pérez reconoce que la ideación suicidad es más frecuente en jóvenes.35
La mayor incidencia de la situación ocurrió en las familias nucleares monoparentales y reensambladas. El poco tiempo a compartir con los hijos, conflictos frecuentes entre los padres y poca comunicación es un factor de riesgo importante en el funcionamiento familiar, con un predominio de moderadamente disfuncional. Resultados que coinciden con lo constatado por MsC. Olga María Blandón Cuesta; Dr. C. Jaime Alberto Carmona Parra; Dra. Mayra Zulian Mendoza Orozco; Dr. C. Óscar Adolfo Medina Pérez en su estudio sobre Ideación suicida y factores asociados en jóvenes universitarios de la ciudad de Medellín.35
La ansiedad como estado y rasgo se comportó a niveles altos y la depresión como estado alto y como rasgo a niveles bajos, se encontraron dañadas la tríada afectiva (pérdidas, fracasos y frustraciones); similar situación reportan Marta de la Torre Martí en el protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida - Guía desarrollada por el CPA (UAM), 36 así como Juan Carlos Sánchez, María Elena Villarreal y Gonzalo Musitu en la revisión bibliográfica sobre este tema.37. También se muestran estos resultados en la investigación titulada Ideación suicida y factores de riesgo de suicidio en pacientes de atención primaria con trastornos de ansiedad de los autores: Jessica Bomyeaa, Ariel J. Langb C, Michelle G. Crasked, Denise Chavirab, Cathy D. Sherbournee, Raphael D. Rosed, Daniela Golinellie, Laura Campbell-Sillsb, Stacy S. Welchf, Greer Sullivane,g,h, Alexander Bystritskyi, Peter Roy-Byrnef, Murray B. Steinb.38
Prevaleció en los adolescentes una baja autoestima, con carencia afectiva, sentimientos de soledad, falta de apoyo y poco tolerante a las frustraciones, estados similares a los encontrados por Marta de la Torre Martí en en el protocolo para la detección y manejo inicial de la ideación suicida - Guía desarrollada por el CPA (UAM); así como Juan Carlos Sánchez, María Elena Villarreal y Gonzalo Musitu en la revisión bibliográfica sobre este tema. También se muestran estos resultados en la investigación titulada Ideación suicida y factores de riesgo de suicidio en pacientes de atención primaria con trastornos de ansiedad de los autores: Jessica Bomyeaa, Ariel J. Langb C, Michelle G. Crasked, Denise Chavirab, Cathy D. Sherbournee, Raphael D. Rosed, Daniela Golinellie, Laura Campbell-Sillsb, Stacy S. Welchf, Greer Sullivane,g,h, Alexander Bystritskyi, Peter Roy-Byrnef, Murray B. Steinb,j.
Este análisis y discusión de resultados demuestran la necesidad de diagnosticar precozmente en la atención primaria de salud junto a las instituciones educacionales las personas con riesgo de desarrollar ideaciones suicidas con la finalidad de prevenir intentos suicidas.