INTRODUCCIÓN
El cáncer cèrvico-uterino es un problema de salud a nivel mundial. Las tasas de mortalidad son tres veces más altas en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, lo que corrobora la existencia de enormes desigualdades en salud. En Cuba, ocupa la quinta causa de muerte y la cuarta de incidencia en la mujer, con tendencia al incremento del número de casos nuevos y a la meseta en las fallecidas.1
Según el Observatorio Mundial del Cáncer (GCO, por sus siglas en inglés), el cáncer cèrvico-uterino es el cuarto tipo de cáncer que se diagnostica con mayor frecuencia, y es, a escala mundial, la cuarta causa de muerte por cáncer en las mujeres, con un estimado en 2018 de 570 000 casos nuevos y 311 000 muertes. Aproximadamente el 90 % de las defunciones por esta enfermedad ocurren en países de bajos y medianos ingresos.1
Uno de los logros de la medicina preventiva, se puede decir, que es la detección temprana del cáncer uterino. Desde muchos años atràs, se acepta que el diagnóstico precoz de esta entidad pertenece a los problemas de importancia práctica que permiten lograr el mantenimiento de la salud y la capacidad de trabajo de la mujer. 2
Es un desafío para los profesionales de la salud el diagnóstico y tratamiento del cáncer de cuello uterino, por tratarse de una enfermedad asintomática y sin manifestaciones al examen ginecológico en estadios iniciales, pero con alto por ciento de cura cuando el diagnóstico se realiza en esos momentos. Ante esta problemática, la medicina trabaja en poner en práctica métodos de diagnóstico de la enfermedad en el estadio preinvasivo.3
En los últimos años, con la generalización de la citología exfoliativa cèrvico-vaginal, la colposcopia y las biopsias del cuello uterino, se produjeron cambios notables en la terminología y se profundiza en la etiopatogenia de las lesiones premalignas del cuello uterino, con logros importantes.3
El propòsito de este trabajo es reflexionar sobre la importancia de la colposcopia y mostrar algunos resultados de esta prueba en mujeres del municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos, Cuba.
DESARROLLO
La colposcopia en sí sola, no forma parte del proceso de pesquisa; pero constituye un elemento esencial que, unido a la citología, contribuyen al diagnóstico precoz de las lesiones del cérvix uterino. Uno de los logros de la medicina preventiva es la detección temprana del cáncer uterino. 4 Las lesiones del cérvix uterino elevan la tasa de morbimortalidad por cáncer cérvico-uterino (CCU).
La colposcopia visualiza la lesión y permite la obtención de fragmentos de tejido de las áreas afectadas más representativas para el estudio histológico, compone el tercer elemento básico en el triplete de la definición de las lesiones cervicales preinvasoras e invasivas en el cuello uterino y está incluida en los programas de rastreo para la determinación confirmativa.4
Es un examen que permite valorar las características del cuello uterino con un microscopio especial llamado colposcopio. Su importancia radica en que puede detectar cambios que podrían ser indicativos de cáncer.5
Es importante destacar que este estudio no solo es útil para detectar el cáncer cèrvico-uterino en etapas tempranas, sino que también se utiliza en el seguimiento de las mujeres con diagnóstico previo de lesiones precancerosas o cancerosas, para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar la recurrencia de la enfermedad.5
En resumen, el cáncer cervico-uterino es una enfermedad prevenible y la colposcopia desempeña un papel clave en el diagnóstico. Este estudio nos permite la detección de manera oportuna, lo que puede mejorar la tasa de supervivencia.5
Seguros de la importancia que tiene este examen para la prevención del cáncer cérvico-uterino, en Cuba se insiste mucho en que las mujeres se lo hagan. En el municipio de Cumanayagua, y como parte de la propensión preventiva de nuestra medicina, se trabaja con este principio y por tanto se tiene muy en cuenta la realización de la colposcopia. Durante el año 2022, y hasta junio de 2023, en Cumanayagua, se les realizó a 297 mujeres, con lo siguientes resultados: (Tabla 1).
Grupos de edades | Moniliasis | HPV | Cervicitis | Cáncer CU | Lesiones de bajo grado | Lesiones de alto grado | Total | |||||||
No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | No. | % | |
16 a 25 | 14 | 4,7 | 17 | 5,7 | 28 | 9,4 | - | 8 | 2,6 | - | - | 67 | 22, 5 | |
26 a 35 | 30 | 10,1 | 26 | 8,7 | 21 | 7,07 | - | 4 | 1,3 | 3 | 1,01 | 84 | 28, 2 | |
36 a 45 | 27 | 9,09 | 33 | 11,1 | 4 | 1,3 | - | 5 | 1,6 | 1 | 0,3 | 70 | 23, 5 | |
46 a 55 | 14 | 4,7 | 19 | 6,3 | 15 | 5 | 1 | 0,3 | 3 | 1,01 | 2 | 0,67 | 54 | 18,1 |
56 a 65 | 2 | 0,67 | 8 | 2,6 | 6 | 2 | - | - | - | 2 | 0,67 | 18 | 6, 06 | |
65 y más | 1 | 0,3 | - | - | 3 | 1,01 | - | - | - | - | - | 4 | 1,3 | |
2 5, 7 | 1 | 0,3 | 20 | 6,51 | 8 | 2,65 | 297 | 100 |
Llama la atención en estos resultados, el hecho de que en más del 30 % de las mujeres se detectó el virus del papiloma humano, y fundamentalmente entre las edades de 26 a 45 años, edades donde la mayoría están sexualmente activas. Además, como se sabe, esta infección constituye un factor de riesgo para padecer cáncer cérvico-uterino. De esto se desprende la necesidad de promover el uso del condón para evitar el contagio.
Se destaca, también, el hecho de que todas las mujeres presentaron alguna afectación, sobre todos en las que están desde 16 a 55 años; fueron detectadas menos afectaciones a partir de los 56 años. Otro elemento es que se detectó un caso de cáncer cérvico- uterino, en una mujer en grupo etáreo de 46 a 55 años, diferente a lo hallado por otros autores. 5Es necesario tener en cuenta que se pudieron observar ocho lesiones de alto grado, las cuales, si no se tratan a tiempo, pueden convertirse en malignas. No se observò màs de una lesiòn o afecciòn en una determinada mujer.
Es importante reflexionar en que, en su aparición, el cáncer de cuello uterino tiene una evolución lenta y silenciosa; puede tardar una década hasta dar los primeros síntomas. Esto se debe a que en la primera etapa existen las lesiones premalignas, que incluyen primero las lesiones escamosas de grado bajo (infecciones por VHP y displasia leve) y luego las lesiones de grado alto, que son la displasia moderada y la severa o carcinoma in situ. Esta primera etapa da muy pocas manifestaciones clínicas, que no permiten a la paciente darse cuenta de que está enferma; en esta etapa es cuando cumplen un rol muy importante el estudio de Papanicolaou y la colposcopia.6
Como podemos observar en lo realizado en Cumanayagua, 28 pacientes tuvieron entre lesiones de bajo grado y de alto grado, 103 estaban infestadas por el VPH, cuestiòn que merece seguimiento.
CONCLUSIONES
Sin dudas, la colposcopia tiene un importante valor como método diagnóstico de la patología premaligna del cuello uterino. Constituye, pues, un importante medio para la prevenciòn.
Nuestro sistema de salud tiene su base en la medicina social y dentro de esto, la prevenciòn. Nuestro municipio de Cumanayagua lleva a cabo esta labor, con un seguimiento constante, por la importancia que esta reviste.