Introducción
El Tercer perfeccionamiento de la educación en Cuba tiene como objetivo, brindar una etapa superior de desarrollo sostenible. Lo antedicho demanda de la profesionalización como proceso que contribuya a aportar solución a problemáticas, como la necesaria influencia del contenido de la historia como asignatura escolar en los sentidos históricos de los escolares, su repercusión en la memoria histórica y la identidad. Ello presupone el empoderamiento pedagógico-didáctico en la formación de vivencias históricas en el vínculo necesario entre estas vivencias y la formación del pensamiento histórico como parte del modo de actuación.
Se entiende por sentidos históricos la condición necesaria que acompaña el accionar del profesor de historia en su mediación pedagógico-didáctica en la formación del pensamiento histórico, que apoyado en la interrelación de emociones, sentimientos, imágenes y símbolos-conforman las representaciones factuales que se integran a la conciencia histórica y a su expresión concreta, el pensamiento histórico. (Espinosa y Reyes, 2020)
La profesionalización integrada a la formación continua ha sido analizada desde diferentes ángulos, que concuerdan en su capacidad para el desarrollo de transformaciones estables en el modo de actuación.
El modo de actuación adquiere significativa correspondencia en el desarrollo de habilidades y capacidades, si se tiene en cuenta que es el que incluye, aquellos conocimientos y habilidades generalizadoras que se concretan en cada disciplina, la lógica con la cual actúa cada profesional y que caracteriza su personalidad. (Addine y García, 2004; Arancibia, Soto y Casanova, 2017 citados por Roque, Espinosa y Justis 2023, p. 172)
Diversas investigaciones han abordo las perspectivas del pensamiento histórico y modos de desarrollarlo (Santisteban, 2010; Duquette, 2011; Belanger ,2011; Seixas y Morton, 2013; Chávez y Pagès, 2019, 2020 citados por Chávez, 2021, p. 6) a través de categorías, componentes y dimensiones que abarcan la narrativa, empatía, temporalidad, metacognición y problematización.
Desde otras perspectivas el pensamiento histórico se ha abordado mediante el enfoque interdisciplinario, de género, descolonizador y el desarrollo de habilidades cognitivas a partir de los conocimientos de primer orden (conceptos y contenidos históricos) y de segundo orden (herramientas necesarias para el estudio del pasado y la construcción histórica) para comprender el tiempo histórico, razonar causalmente valorar e interpretar críticamente las fuentes de información histórica. (Palacios, Chaves y Martin, 2020)
Entre los rasgos que apuntan a su caracterización se destaca la capacidad para comprender el presente en vínculo con el pasado. Se asumen el tiempo y el espacio como construcciones sociales para analizar los cambios y continuidad, la comprensión del presente y la proyección al futuro como consecuencia de la narrativa histórica y consecuentemente con la formación ciudadana, la memoria e identidad histórica. (Pages y Santiesteban, 2010; Rϋsen, 2016 citado por Barrabí, 2019, p. 42).
Igualmente, los autores defienden el criterio de que el pensamiento histórico integra un conjunto de habilidades propias del método histórico, que permite a los sujetos indagar, razonar, criticar de manera independiente el pasado histórico, base de una conciencia histórica para interpretar el presente y proyectar el futuro.
Los referentes anteriormente analizados apuntan sobre la importancia de la reconstrucción de los hechos, teniendo en cuenta el análisis de la temporalidad en su relación diacrónica y sincrónica, así como la necesidad de establecer la recreación o imaginación histórica conjuntamente con los símbolos en su estrecha relación con las emociones y los sentimientos. Sin embargo, no se profundiza en cómo lograr las relaciones que incidan en la influencia e incidencia de las vivencias históricas con sus componentes simbólicos y emocionales en la formación del pensamiento histórico y su papel en el reforzamiento de las huellas que perduran en la memoria histórica.
Lo anteriormente expresado destaca como objetivo el diseño de una estrategia para el empoderamiento en la formación de vivencias históricas por el profesor de historia de preuniversitario para la formación del pensamiento histórico desde el puesto de trabajo, entendido este último como los contextos en que este profesional desarrolla las funciones docente-metodológica, la educativa y la de investigación-superación.
Desarrollo
La problemática relacionada con el modo de actuación para incidir sobre los sentidos históricos apunta hacia los elementos que toman en cuenta la mediación en la reconstrucción de los hechos, fenómenos y procesos históricos que comportan una cultura histórico-profesional integrada a los recursos y herramientas que poseen para la formación de vivencias históricas en el pensamiento histórico. (Palacios, Chaves y Martin, 2020; Chávez, 2021, Padilla, 2022)
Los criterios sistematizados puntean el lugar y papel de las fuentes históricas, así como el desarrollo de la empatía histórica (Bestard, 2018; Ciriza, 2021; San Martín y Ortega, 2020), aunque en la indagación realizada no se han encontrado resultados que aborden el empoderamiento cultural para mediar entre la formación de vivencias históricas y el pensamiento histórico incidentes en las limitantes que presentan los sentidos históricos.
El análisis de las relaciones entre la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico se valora a partir de la teoría del conocimiento dialéctico-materialista, se asume como pares concatenados la relación entre lo concreto sensible (representaciones históricas) a lo concreto pensado (pensamiento histórico) que parte de la necesaria relación entre lo simbólico y lo emocional para la formación de vivencias históricas. (Engels y Marx, 1890 citados por Barrabí, 2019, p. 16)
Por vivencias históricas se considera la cualidad humana para desarrollar emociones y sentimientos unidos a símbolos históricos que permiten sentir, comprender, actuar, ponderar e incidir en las huellas para la comprensión del presente y la proyección del futuro. (Espinosa y Reyes, 2020)
La formación de vivencias históricas en el ejercicio de la profesión valora la importancia de la temporalidad con un sistema de principios donde los sentidos y significados de la tridimensionalidad se expresan desde contextos diferentes, fuera de la realidad presente, pero sirven a la comprensión de manera sentida significativa y útil, conjuntamente con la proyección del futuro. Comporta una relación más estrecha con los hechos históricos, el contexto espacial y sus protagonistas con una visión que incluye la posibilidad de la reflexión histórica sobre la vida en el pasado desde la imagen y símbolos propios de dicho pasado.
En las relaciones que se establecen en el concepto anterior, las representaciones históricas constituyen parte integrante del pensamiento histórico, en tanto son formas de conocimientos, construcciones simbólicas que se crean y recrean mediante las interacciones con las fuentes que dotan de sentido a lo desconocido, transformándolo en conocido y vivido.
El papel que juega la formación de vivencias históricas sustenta su lugar en todo pensamiento histórico, ponderadas en los fundamentos de la inteligencia emocional que han connotado, aún más el estudio de las emociones, los sentimientos y la relación con la conducta (Damasio, 2018), elementos a tomar en cuenta en la formación del pensamiento histórico. Esta última estará más acentuada según el grado de emotividad, veracidad, validez y fuerza argumentativa.
Para el análisis de las vivencias históricas en su reconstrucción factual hay que valorar su conceptualización. Las vivencias como categorías han sido abordadas por diferentes teorías de aprendizajes. Pueden asociarse en cierto sentido al aprendizaje significativo vinculado a la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información y permite desarrollar un conocimiento personalizado, a partir de que esta actividad se convierta en experiencia vivida influyente en las emociones y sentimientos que sustentan el pensamiento histórico. (Espinosa-Rodríguez, et al., 2020)
A partir de este criterio se asume la transposición teórica desde la sociología a la lógica de la ciencia pedagógica y la didáctica, en tanto el empoderamiento cultural constituye el conjunto de recursos integrados en su modo de actuación para la mediación en la formación del pensamiento histórico.
Dicho concepto permite concretarlo como cualidad inherente no solo al fortalecimiento de las habilidades y capacidades profesionales integradas en el modo de actuación, sino a la confianza, visión y protagonismo para impulsar cambios en la toma de decisiones pedagógicas y didácticas según el contexto.
Además de ser analizada la cultura que empodera en la formación de vivencias históricas como valor y consecuentemente como orientación que le otorga al profesor un rol de colaborador, facilitador y sujeto que proporciona recursos, por lo que concibe su participación activa e innovadora.
La reflexión lleva a considerar que la teoría del empoderamiento converge con el enfoque personológico, aunque este último no aporta todos los elementos a la relación entre el proceso de asunción de cualidades personales y el papel del contexto socio-profesional como impulsor y co-creador.
Se asume de la teoría del empoderamiento, su accionar como colaboradores que entre otras cosas aprenden. Permite integrar el proceso en un contexto (Rappaport, 1981 citado por Ferre, 2015, p. 11) como espacio de encuentro entre las personas con la acción de expertos (Martínez y Guach, 2019), reconocen que tanto la cultura como el contexto dan sentido al conocimiento.
En el marco del proceso de profesionalización y transformación del modo de actuación, el empoderamiento de los profesores de historia toma en cuenta la teoría potenciadora del cambio, esencialmente del modo de actuación en la función docente-metodológica y su repercusión en las demás funciones, manifestada no solo en la cultura profesional sino en la trasformación de sus creencias, compromisos y acciones en tanto prácticas pedagógico- didácticas.
El modo de actuación deberá enriquecerse, por una parte, con el dominio del accionar respecto al análisis de las fuentes históricas y/u otras que tengan un rol formativo. Por otra parte, con el ejercicio problematizador respecto a las relaciones diacrónicas y sincrónicas, retrospectivo y perspectivo que comporta las situaciones de aprendizaje denominadas situaciones de comunicación históricas.
Son situaciones de comunicación históricas el conjunto de elementos que intervienen en el acto comunicativo: que permiten la indagación o búsqueda en el pasado desde el propio pasado, con la recreación de imágenes y símbolos históricos mediante la retrospectiva histórica, a fin de la interpretación de las acciones de los protagonistas en su contexto histórico.
Para lograr construir dichas situaciones de comunicación se propicia la indagación problematizadora entre el texto, el autor de la fuente o fuentes, el contexto histórico y el educando (lector) para colocarlo en condiciones de comunicación, que permitan mediante la reconstrucción de lo históricamente vivido (formación de vivencias históricas), el desarrollo de las habilidades que forman parte del pensamiento histórico (generalización, abstracción, argumentación, explicación, demostración)con el modo de actuación del profesor de historia.
El empoderamiento en tanto transformación del modo de actuación, se valora a nivel personal en cada uno de los profesores de historia por la autogestión necesaria en el uso de la diversidad de fuentes y en la construcción de situaciones de comunicación históricas. Se connota la relación que ambos elementos tienen para la formación de imágenes, símbolos, emociones y sentimientos en la formación del pensamiento histórico que revierta la situación del proceso de enseñanza-aprendizaje respecto a los sentidos históricos como contexto de la función docente-metodológica.
En tal sentido, los profesores de historia muestran carencias de una formación pedagógica y didáctica para solucionar las debilidades que van desde acciones formativas generalizadas en habilidades y operaciones con el contenido histórico hasta los métodos, procedimientos y medios de enseñanza que contribuyan a formar vivencias históricas que incidan en la formación del pensamiento histórico como parte de su modo de actuación.
La estrategia para el empoderamiento en la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico por el profesor de historia de preuniversitario consta de objetivo general, objetivos específicos por etapas y sistema de acciones en cada una de ellas.
El objetivo general es perfeccionar la profesionalización para la formación de vivencias históricas en la formación del pensamiento histórico mediante el empoderamiento cultural del profesor de historia en preuniversitario.
La estrategia está compuesta por etapas, las que se complementan, al constituir una organización secuencial de las acciones pedagógico-didácticas que al interior de la misma se derivan.
Se utilizan dos fases en la etapa de ejecución a fin de revelar el movimiento metodológico ascendente de las acciones en la práctica.
Primera Etapa. Diagnóstico y sensibilización.
Etapa de Ejecución:
Fase 1. Orientación histórico-significativa para el empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico
Fase 2. Sistematización procedimental del empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico.
Tercera Etapa. Evaluación.
Primera Etapa
Objetivo. Diagnosticar las necesidades internas y externas de los profesores de historia para la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico.
En esta etapa se procede a diagnosticar y sensibilizar a los sujetos (profesores de historia) objetos de profesionalización a fin de lograr la concientización de la necesidad del proceso de profesionalización. Constituye el punto de partida para la aplicación de la estrategia.
Acción No. 1. Diagnosticar los factores externos e internos que influyen en la gestión del profesor de historia para establecer la necesaria relación entre formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico.
Acción No. 2 Sensibilizar a los profesores en la necesidad de perfeccionar su modo de actuación en las relaciones entre la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico influyentes en los sentidos históricos.
Acción No. 3. Concientizar en la importancia de la cultura histórica para el empoderamiento en las dimensiones tempo-espaciales y su lugar en la memoria, identidad histórica.
Acción No. 4. Caracterización del contexto social, en las problemáticas de la gestión para la formación de vivencias históricas en relación con el pensamiento histórico.
Acción No. 5. Caracterizar las potencialidades de la asignatura Historia de Cuba y su proceso de enseñanza-aprendizaje como contexto de la función docente-metodológica.
Acción No. 6. Indagar en las causas que limitan el modo de actuación del profesor de historia con incidencia en los sentidos históricos.
Etapa de ejecución.
Profesionalización para el empoderamiento cultural de la gestión histórico-vivencial y proyección procedimental. Compuesta por 2 fases
Objetivo: Propiciar la profesionalización en la formación de vivencias históricas con diversidad de fuentes y situaciones de comunicación histórica que permitan la formación de imágenes, símbolos, emociones y sentimientos en la formación del pensamiento histórico.
Fase 1. Orientación histórico-significativa para el empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico
Sus acciones pedagógico-didácticas se caracterizan por el logro del empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas del profesor de historia de preuniversitario en relación con el pensamiento histórico, con la mediación directa del proceso formativo profesionalizador.
Acciones de la primera fase:
Está formado por las diferentes acciones que se concretan en procesos integrados de la función docente-metodológica en su vínculo con la función educativa y de investigación superación para alcanzar el empoderamiento cultural que permitirá adquirir autonomía y autodeterminación en el modo de actuación.
Las acciones comportan la orientación histórico-significativa con la reflexión problematizadora respecto al uso de fuentes diversas que tengan como centro la formación histórica. Así mismo, comporta resaltar la importancia, vías y procedimientos para propiciar la desconstrucción de los conocimientos previos y la reconstrucción de los nuevos mediante situaciones de aprendizaje, a fin de promover imágenes, símbolos influyentes en las emociones y sentimientos que profundicen los sentidos históricos en la formación del pensamiento histórico.
Posibilidad de análisis de la información contenida en fuentes diversas a partir de la intención del autor con respecto al lector, su relación con el contexto histórico, preparación cultural, filiación político-ideológica, posición filosófica si tuviese declarada.
La mediación prepara al profesionalizado culturalmente a través de la orientación mediante un proceso problematizador reflexivo que establezca el vínculo entre el autor, contexto histórico y texto a analizar a partir de las situaciones de comunicación.
Complementación de la información con las fuentes necesarias para el logro de mayor acercamiento a los hechos históricos, personalidades, espacio histórico geográfico en diferentes tipos de soportes según demanden los objetivos del programa.
Posibilidad de contrastar la información de estas fuentes con otras.
Posibilidades de diseñar situaciones de comunicación histórica que permitan la retrospectiva y la proyección de generalizaciones históricas según las exigencias declaradas en las diferentes funciones, específicamente la docente-metodológica.
Sistema de acciones.
Acción No. 1. Presentación del contenido de la profesionalización y de las categorías fundamentales para el empoderamiento cultural en la gestión histórico-vivencial.
Acción No. 2. Orientar a los profesores en la cultura para el empoderamiento de la formación de vivencias históricas mediante diversas fuentes y la construcción de situaciones de comunicación históricas.
Esta acción contiene:
El análisis de las representaciones o nociones previas del pasado para determinar la significatividad alcanzada y proyectar tanto la desconstrucción como reconstrucción del contenido histórico mediante situaciones de comunicación.
Reflexión psicopedagógica a tener en cuenta para vincular los recursos históricos a utilizar con el nivel de independencia cognoscitiva de los educandos y su interés por la asignatura.
Características de las habilidades socio-emocionales y la influencia en los posibles resultados.
Reflexión sobre la necesidad del dominio de la empatía histórica como habilidad socio-emocional para proyectar la utilización de las diversas fuentes y las situaciones de comunicación históricas.
Acción No. 3. Reflexión sobre los métodos, procedimientos, medios de enseñanza de la historia y rol de las fuentes en la indagación y problematización para la formación de vivencias históricas.
- Orientación del contenido de las fuentes en la proyección de situaciones de aprendizajes o de comunicación histórica, a fin de establecer la relación imágenes, símbolo-emoción-sentimiento-cognición en diferentes secuencias de aprendizaje.
Acción No. 4. Proyección de situaciones de comunicación histórica con sustentación en los niveles de empatía histórica por los profesores, según las características y diferencias individuales para propiciar sistemas de ayudas necesarias a su la mediación.
5) Proyección y concreción de los elementos necesarios para el empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas, a fin de orientar la búsqueda y profundización en las fuentes según las diferentes formas de organización docente (clases, clases prácticas y seminarios).
Fase 2. Sistematización procedimental del empoderamiento cultural en la formación de vivencias históricas y del pensamiento histórico.
La sistematización procedimental contiene el proceso indagatorio y reflexivo para la planeación sobre las características y potencialidades de las fuentes que contribuyan a la formación histórica según el contenido que exige el programa y la toma de decisiones sobre su selección.
Se tomará en cuenta el uso de las nuevas tecnologías, los códigos, emociones, sentimientos que transmite el contenido, qué fuentes patrimoniales pueden servir. Todas ellas para estimular la formación de vivencias históricas que contribuyan con el pensamiento histórico.
Acción No. 1. Valoración sobre las fuentes diversas del conocimiento histórico, sus características y potencialidades para desarrollar nuevos sentidos históricos a partir de una nueva articulación de las imágenes, los símbolos influyentes en las emociones y sentimientos.
Acción No. 2. Selección de los procedimientos descriptivos y narrativos, así como anecdóticos que connoten nuevas imágenes, símbolos y significados para estimular emociones y sentimientos a partir de la relación métodos, procedimientos y medios que contribuyan a la formación de vivencias históricas según la caracterización psicopedagógica y el nivel de empatía por la historia del grupo-clase.
Acción No. 3. Análisis, interpretación y selección colectiva de las mejores prácticas para ser ponderadas en el colectivo pedagógico de los profesores en profesionalización.
Acción No. 4. Valoración de las experiencias pedagógicas con las fuentes necesarias al contenido para desarrollar nuevos sentidos y movilizar las representaciones históricas previas, con mayor nivel de profundidad.
Etapa de evaluación
Objetivo: Evaluar el cumplimiento de la finalidad de la estrategia para el empoderamiento en la formación de vivencias históricas por el profesor de historia de preuniversitario para la formación del pensamiento histórico
Características de la tercera etapa:
Se concibió la valoración como proceso y resultado que toma en cuenta los propios objetivos de las etapas anteriores con carácter de sistema y permitió la valoración individual y colectiva de cada una de las acciones diseñadas en ellas.
Fueron utilizadas como vías, la evaluación que se produjo mediante la evaluación, coevaluación y heteroevaluación.
Acción No. 1. Comprobación del impacto de la presentación, estructura y ejecución de la estrategia propuesta.
Para el desarrollo de esta acción se determinaron indicadores que guardan relación con las dimensiones que fueron objeto de diagnóstico:
Dominio del empoderamiento cultural en la formación de vivencias y del pensamiento histórico alcanzada por los profesores.
Nivel de transformación alcanzado en el modo de actuación.
Este proceso se llevó a cabo en un primer momento a partir de la consulta a especialistas y el desarrollo de talleres de opinión crítica y construcción colectiva, con especialistas, metodólogos y profesores de dicha educación los que se triangularon.
Como parte de la etapa de ejecución, dirigida a la exposición, demostración y justificación de sus prácticas, se tomaron en consideración las mejores experiencias demostradas así como los niveles de ayuda establecidos a través de acompañamientos compartidos, cooperados, colaborativos, reflexivos y auto-reflexivos entre profesores, especialistas y directivos donde se diagnosticaron, problematizaron e intercambiaron prácticas pedagógicas, tomaron decisiones, construyeron proyectos de clases a partir de la modelación personalizada y colectiva.
Su impacto reveló la transformación paulatina que se fue alcanzando en el modo de actuación acorde con los retos actuales del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación.
Se mostraron mejores resultados respecto al diagnóstico a partir del empoderamiento cultural alcanzado con la sistematización procedimental, lo que contribuyó a establecer las relaciones para formar vivencias históricas y consecuentemente del pensamiento histórico con la autodeterminación pertinente en sus modos de actuación.
Se evidenció un grado mayor de concientización en su preparación incorporada a la modelación personalizada y planeación con la diversidad de métodos incluyendo los problémicos, procedimientos, medios y diversas fuentes históricas, así como actividades de aprendizajes teniendo en cuenta las características de sus grupos/clases.
Conclusiones
La elaboración e implementación de la estrategia fue aceptada y reconocida por el colectivo de profesores como instrumento de transformación de la práctica y los contextos, valorada de pertinente y adecuada por profesores de historia, directivos y metodólogos. Los criterios valorativos permitieron confirmar su viabilidad y aplicación en el proceso formativo en la relación innovadora teoría-práctica que sustenta el empoderamiento cultural para la formación del pensamiento histórico.