Introducción
La investigación se basa en la obtención diagnóstica, acerca de la participación de los padres en la educación de sus hijos durante la pandemia generada por la COVID-19 a nivel mundial, que dio origen en Wuhan, China, el 31 de diciembre del 2019 (Rodríguez-Morales, et al. 2020). El contexto actual, marcado por la existencia de una nueva pandemia mundial, alterando de muchas formas la cotidianidad de los ecuatorianos, la situación de confinamiento forzado provocada por el virus, siendo la educación quizás una de las áreas más asoladas.
El último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2020a), menciona que, las autoridades aplicaron medidas como el cierre de las instituciones educativas para evitar la propagación del virus y mitigar su impacto y que la educación no se detenga. Dando continuidad a los estudios en este tiempo de pandemia, ya que la desigualdad socioeconómica conlleva limitaciones de acceso a recursos tecnológicos, textos y material didáctico (Dingel & Neiman, 2020).
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2020b), a mediados de mayo de 2020 más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habrían dejado las clases presenciales, en sus lugares habituales de estudio. Por otro lado, los padres influyen mucho en su aprendizaje y educación durante la pandemia, ya que esto obliga a pasar mayor tiempo de convivencia, conllevando a la dificultad de adaptación.
Un acontecimiento inesperado invadió y detuvo la cotidianidad escolar. En la práctica, el docente simuló continuar con la educación presencial, pero adaptándolo a la virtualidad como si el contexto no hubiera cambiado, para dar respuestas con rapidez y crear nuevos modos para la transmisión de contenidos. Hoy en día, en la era de la globalización, el acceso al internet se convierte en una necesidad imperiosa que prioriza el teletrabajo en todos los sectores, pero en el ámbito educativo se reduce a una estrategia didáctica beneficiando a la mayoría de los estudiantes.
Mediante el Acuerdo Ministerial No. 126-2020 de 11 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud Pública declaró el Estado de Emergencia Sanitaria y dispuso acciones preventivas para evitar la propagación del COVID-19 en todo el territorio nacional (Ecuador. Ministerio de Salud Pública, 2020). Mediante Decreto Ejecutivo No. 1017 de 16 de marzo de 2020, el señor presidente de la República Lic. Lenin Moreno declaró el estado de excepción por calamidad pública a nivel nacional con la finalidad de controlar la Emergencia Sanitaria y garantizar los derechos de las personas ante la pandemia ocasionada por el virus COVID-19 (Ecuador. Presidencia de la República, 2020a).
Con Decreto Ejecutivo No. 1074 de 15 de junio de 2020, el señor presidente de la República declaró la extensión del estado de excepción por calamidad pública en todo el territorio nacional, por la presencia de la COVID-19 en el Ecuador y por la emergencia económica sobreviviente a la emergencia sanitaria que atraviesa el Estado ecuatoriano, a fin de poder continuar con el control de la enfermedad a través de medidas excepcionales necesarias para mitigar su contagio masivo; y por otro lado, establecer mecanismos emergentes que permitan enfrentar la recesión económica así como la crisis fiscal, y generar las bases para iniciar un proceso de recuperación económica para el Estado ecuatoriano (Ecuador. Presidencia de la República, 2020b).
Como señala el Decreto Ejecutivo No. 10126 de 14 de agosto de 2020, el señor presidente de la República decreta renovar el estado de excepción por calamidad pública en todo el territorio nacional, por la presencia de la COVID-19 en el Ecuador a fin de poder continuar con el control de la enfermedad a través de medidas excepcionales necesarias para mitigar su contagio masivo en el Estado ecuatoriano (Ecuador. Presidencia de la República, 2020).
De la misma forma en concordancia, con el Decreto Ejecutivo No. 1017 de 16 de marzo de 2020, la señora Ministra de Educación, Dra. C. Monserrat Creamer, mediante Acuerdo Ministerial No. MINEDUC MINEDUC-2020-00020-A de 3 de abril de 2020, ratifica la suspensión de clases efectuada con Acuerdo Ministerial No. MINEDUC-MINEDUC-2020-00014-A del 15 de marzo de 2020, en todo el territorio nacional para todas las instituciones educativas públicas, fiscomisionales y particulares del régimen Sierra - Amazonía 2019-2020, en todas sus jornadas y modalidades (Ecuador. Ministerio de Educación, 2020).
En el referido instrumento legal se indica también que las instituciones educativas continuarán con el cumplimiento del cronograma escolar a partir del 04 de mayo de 2020. Mediante Decreto Ejecutivo No. 1126 de 14 de agosto de 2020, el señor presidente de la República amplía el estado de excepción por calamidad pública en todo el territorio nacional, por los casos de coronavirus confirmados y número de fallecidos a causa de la COVID-19 en Ecuador. En este contexto el Ministerio de Educación tiene la responsabilidad de garantizar el cumplimiento del mandato constitucional que establece el derecho a una educación pertinente, adecuada, contextualizada, actualizada y articulada en todo el proceso educativo, en el Sistema Nacional de Educación, en sus niveles, subniveles, ofertas -ordinaria y extraordinaria- y diferentes modalidades. (Analuisa Lozano, 2020) Para este momento de emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus COVID-19 se presenta a continuación los recursos para la organización del ámbito pedagógico curricular para régimen Sierra Amazonía 2020-2021.
En la sociedad de hoy, los modelos de subsistencia han llevado a los padres a dedicar más tiempo al trabajo, dejando la responsabilidad indelegable de los padres de familia para poder cubrir las necesidades básicas que se presentan en sus hijos, la preocupación de los padres con respecto al tiempo que comparten con los hijos orientados a reflexionar en el rol de los padres y el fortalecimiento del desarrollo educativo de los hijos, que en el confinamiento ha recaído sobre los padres como responsables directos del proceso de aprendizaje de sus hijos. En muchos hogares las tecnologías digitales se utilizan cada vez más para dar lecciones a los niños desde casa. Y para muchos estudiantes, ha sido posible establecer la conexión directa con el docente, realizando sesiones de aprendizaje a distancia a través de las distintas herramientas TIC disponibles para el ámbito educativo. Pero estos avances en el aprendizaje electrónico no deben dejar atrás a los más desfavorecidos, que no cuentan con acceso a la tecnología, y es ahí donde se produce una brecha en el sistema educativo.
Márquez-Cervantes, et al. (2017), señala que “los padres constituyen un factor importante el desarrollo de competencias emocionales, y puede hacerlo actuando directamente sobre sus hijos o de manera indirecta”. Es decir que es imperiosa la necesidad de una educación emocional sana en los primeros años y el contexto familiar en concordancia con el medio. La interacción permanente del rol familiar entre cada uno de sus miembros determina el desarrollo de los estudiantes en el ambiente familiar, para potenciar el máximo desarrollo.
Casi todo lo que sentimos y vivimos al final del curso pasado con la COVID-19 ya lo sintieron y vivieron nuestros abuelos y bisabuelos con sus hijos en las sucesivas epidemias de gripe, la poliomielitis o la tuberculosis en el siglo XX. Y eso incluye no solo el temor a la desilusión escolar, sino también a las conductas de pánico social y el sobre esfuerzo de los padres. Los estudiantes del siglo XXI, antes de la pandemia, lograban ir a las escuelas a aprender presencialmente, realizar preguntas a cualquier hora, independientemente de la jornada en la que esté; los padres iban a ver a sus hijos que participaban en los programas escolares, los estudiantes se divertían con sus compañeros, aprendían y experimentaban más y de mejor manera. Los maestros daban sus clases realizando preguntas a sus estudiantes, analizaban su rendimiento académico, etc. Estaba bien de esa forma, no obstante, la pandemia cambió este estilo de vida, y debido a la situación epidémica, las clases se desarrollan de manera virtual.
La pandemia afecta considerablemente al sector de la educación, esto se ve reflejado en escuelas, colegios y universidades de nuestro cantón Santo Domingo; muchos de los padres de familia y docentes tienen preocupación en el desarrollo académico de sus hijos, dado esto, piden el retorno a los planteles educativos. Sin embargo, dicha propuesta está en análisis de evaluación y aprobación del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional y cantonales. Por ello, todo dependerá de la evolución de la pandemia, en medio de preocupaciones de los docentes y padres de familia en la calidad de la enseñanza y el conocimiento adquirido durante las clases virtuales que reciben sus hijos.
El sistema educativo enfrentó severos cambios a principio de la pandemia, el inicio de las clases virtuales, en donde, estudiantes, docentes, autoridades y padres de familia han debido afrontar serias dificultades, como son los problemas de conectividad, la falta de herramientas tecnológicas, la deserción escolar, que se mantienen en este período escolar (2020-2021). Un gran número de familias no cuentan con equipos tecnológicos, acceso al internet y un lugar adecuado para el desarrollo de las clases virtuales, convirtiendo los espacios de casa en un aula improvisada. Tanto las instituciones públicas como privadas, a partir de las autoridades docentes y estudiantes, deben estar claros que es imposible trasladar la estructura presencial a un sistema en línea o de manera virtual, de tal forma que si se pretende realizar aquello se corre el riesgo de que dicho proceso no sea significativo para estos últimos, y por tal razón fracase. Considerando que los recursos tecnológicos no reemplazarán la labor educativa, pero es posible que este proceso se pueda convertir en una herramienta sustancial para fomentar un proceso de enseñanza-aprendizaje significativo, promoviendo un escenario adecuado que aproveche la conexión entre los docentes y los estudiantes.
Según la UNICEF solo el 37% de los hogares en Ecuador tiene conexión a internet, lo que significa que 6 de cada 10 niños no pueden continuar sus estudios a través de estas modalidades. La situación es más grave para los niños de zonas rurales, donde solo 16% de los hogares tiene conectividad o acceso a recursos tecnológicos (Espada, et al., 2020).
Acosta & Venegas (2010), definen al clima escolar como el conjunto de propiedades del entorno de trabajo, percibidas directa o indirectamente por el personal que realizan la actividad educativa, que admite que es una fuerza importante, lo cual influyen en la productividad y satisfacción de la organización.
El estrés que se presenta en los estudiantes durante la pandemia se incrementa, ya que la metodología, muestra una disminución en lo que se refiere a la motivación y el rendimiento académico, ansiedad, y dificultades familiares, especialmente en momentos que todos atravesamos escasos recursos económicos, y los retos que enfrentamos en un futuro inmediato (Cobo-Rendon, et al., 2020).
El clima escolar como el reflejo de la capacidad instalada en las instituciones educativas, y admite que, para que exista un correcto y adecuado clima educativo es necesario la colaboración entre directivos y docentes, en la que participan las familias y los estudiantes es decir todos quienes están inmersos en la comunidad educativa (Acosta & Venegas, 2010).
Un adecuado clima escolar implica, que los estudiantes tengan la percepción acerca de su contexto escolar, y la percepción de los profesores con respecto al entorno laboral, es decir que el proceso de interacción implica estar inmersos en el clima escolar, brindando la oportunidad de formar personas para una sociedad auténticamente humana, siendo partícipe del logro de un clima escolar adecuado.
Los padres no optan por la educación en casa, porque es una gran responsabilidad, ya que para que la educación sea óptima, los padres deben ser constantes y claros al momento de acompañar el proceso de enseñanza-aprendizaje, con conocimientos mínimos de orientación pedagógica y adaptación al entorno.
La educación no debe ser un tema extraño, ya que en la antigüedad las familias educaban a sus hijos en el seno del hogar, pero debemos ser conscientes que en la actualidad los padres no pueden acogerse a esta modalidad debido a que hoy en día los padres comparten el tiempo, con el trabajo, estudios, y la educación de sus hijos en el mismo tiempo. Siempre la familia ha sido y sigue siendo el núcleo de la sociedad, en la historia de la educación la familia desarrolla un papel fundamental en las funciones esenciales en la educación de cada uno de los miembros, que integra su núcleo familiar como proyecto de futuro que potencia a la familia en su dimensión educadora.
Navas, (2010) sostiene que el epicentro educativo donde la sociedad se forma es la familia. De esas épocas anteriores hasta nuestros días, una serie de transformaciones han surgido, las actividades educativas, se desarrollan dentro de la esfera del ámbito social, por tal razón se afirma que es indispensable el núcleo familiar para el desenvolvimiento de la persona. En donde la familia incentiva a forjar el carácter y la personalidad de cada individuo, de manera que cada ser humano evoluciona diferente.
Es decir que los estudiantes son afectados severamente porque dejan de asistir a sus aulas habituales de clase, y la forma de enseñanza cambia radicalmente, ya que los estudiantes estaban acostumbrados a ser guiados por un docente de manera presencial, y los padres cumplen con otras actividades habituales, Así que los estudiantes han dejado de ver a sus docentes y compañeros de clase que eran sus amigos y compartían un gran espacio de tiempo generando una crisis emocional, y los más afectados son los niños que enfrentan una situación extraña y desconocida.
El escenario dónde se llevan a cabo las clases presenciales sufrió un cambio brusco de las clases presenciales en los centros educativos que son implementados para la actividad educativa a las clases online o virtuales en los hogares, llevando la actividad en lugares improvisados, lo que implica que el compromiso de los padres de familia sea mayor, ya que se debía proveer de los implementos necesarios para desarrollar las actividades escolares. Llevando como consecuencia que debido a la pandemia se influye en los hogares, escuelas y en la vida de los docentes, y de manera frontal en el desempeño académico de cada estudiante, que requiere el apoyo y supervisión de los padres de manera continua, ya que esta modalidad de aprendizaje requiere que los padres de familia deben dar un continuo seguimiento de los hijos, siguiendo los parámetros como son: la conexión para llevar a cabo la clase sincrónica en el horario establecido por la institución en la que se encuentre, proveer de los materiales necesarios hacia el normal desarrollo de la actividad educativa, para que el estudiante pueda desarrollar un trabajo independiente, para guiar el desarrollo de las tareas académicas, ya que si no hay ayuda de estos últimos, se puede desencadenar en desinterés, bajo rendimiento, desmotivación y finalmente con la deserción escolar.
Con el fin de que los docentes den cumplimiento a la actividad educativa, se optó la modalidad de teletrabajo para poder dar continuidad a la formación constante de los estudiantes mediante varias plataformas al inicio eran gratuitas por un determinado tiempo, pero luego las instituciones educativas adquirieron dichas plataformas como Microsoft Teams, Zoom, Edmodo, etc. para poder tener el tiempo requerido para el desarrollo de las actividades y su posterior retroalimentación, adicional a esto se utilizó la aplicación de WhatsApp, para que tanto padres de familia y docentes se mantuvieran en constante comunicación acerca de las tareas.
Moncada & Romero (2008), consideran que el interés en la enseñanza de los estudiantes de nivel básico, se sienten respaldados al ver que sus padres muestran interés en las actividades que realizan, evidenciando la parte emocional, y motivacional, lo cual se evidencia en los resultados positivos en el rendimiento de sus hijos, esto conlleva a generar una confianza en el comportamiento y una actitud positiva hacia la escuela, y se fomenta el crecimiento exitoso en la vida.
La familia debe ser partícipe en la educación de los hijos de manera permanente y activa, impulsando a sus hijos a ser mejores cada día, los padres deben estar atentos en la educación de sus hijos, parámetros que permite tener conocimiento de lo que sucede a su alrededor, de tal forma que, si un niño tiene alguna dificultad, los padres buscarán inmediatamente la forma de ayudarlo, de este modo el niño sentirá el apoyo por parte de su familia proporcionándole mayor seguridad.
“Si los adultos conocen como van evolucionando los niños, entonces tendrán la capacidad de ir adecuando su interacción proporcionándoles guía y apoyo necesario, a fin de propiciar el desarrollo pleno de sus capacidades” (López & Guaimaro, 2016). La educación es un campo muy importante para dejarla sólo en manos de los docentes. Por lo que los padres deben ser agentes más activos ante el proceso educativo de sus hijos. Comprender que la dinámica educativa nos incluye a todos, es una actividad permanente que integra a los hijos, a los docentes, a los padres y a toda la comunidad educativa en su conjunto.
Es decir, que el rol que desempeña la familia no es solo dar amor, y cosas materiales, también un rol importante es educarlos para un futuro que les permita enfrentarse a la sociedad de forma adecuada, ya que en el desarrollo de su vida encontrarán infinidad de obstáculos, pero estarán en la capacidad de enfrentar de mejor manera, ya que educarles en el seno familiar direccionando en el plano académico, emocional de comunicación y valores para conseguir un pleno desarrollo educativo.
Morales, et al. (2020), sostienen que, en tiempo de crisis, como se está viviendo actualmente la pandemia de la COVID-19, es importante que las familias se mantengan unidas, acompañando a sus hijos, considerando que son tiempos de comienzos y oportunidades para educar a sus hijos de forma integral. Ya que en esta situación siempre encontraremos circunstancias negativas dentro del hogar, por lo que es pertinente buscar alternativas de cómo conversar con los hijos. De tal manera que los padres deben buscar opciones para proteger y brindar tranquilidad a los hijos para enfrentar situaciones de crisis como la que estamos viviendo debido a la pandemia generada por la COVID-19.
Los niños, en época de crisis son los afectados, ya que no pueden asimilar lo que está sucediendo, en su medio habitual, por ello es relevante que los padres siempre tengan una estrecha comunicación con sus hijos de una forma clara y precisa y poder enfrentar la situación porque quedarse en casa todo el día, no poder salir a las actividades habituales, no poder tener contacto social con sus amigos y para colmo, estar expuestos al contagio, puede provocar en los más pequeños un sentimiento de estrés y ansiedad.
La educación en la actualidad se está llevando de una manera obligada desde casa, ya que las medidas que se han generado por la pandemia de la COVID-19, está establecida por el currículo de educación y guiada por los docentes que imparten el aprendizaje de manera virtual, y para los docentes que se encuentra en teletrabajo. El Ecuador a través del Ministerio de Educación elaboró un plan de contingencia dando apertura a un portal web para que la educación no se detenga, pese a los difíciles momentos de crisis que está atravesando el país y el mundo entero.
El Ministerio de Educación siempre tratando de velar por los estudiantes durante la época de crisis que se está viviendo actualmente en Ecuador, por esto han realizado varios métodos para que a las personas no se le quite el derecho a una educación de calidad, dio a conocer el proyecto “Plan educativo: aprendamos juntos en casa”, este proyecto consta de todas las instrucciones que deben cumplir los docentes, padres de familia y estudiantes mientras dura esta emergencia sanitaria que fue generada por el COVID-19. Dentro de esta guía se encuentran las ofertas educativas por niveles, ya sea desde inicial hasta el bachillerato, también este plan educativo propone consejos de las actividades que se debe realizar según corresponda la edad del niño, indicando sobre cómo debe ser el apoyo de los docentes y familias en el desarrollo integral de los niños, y adolescentes.
Para el Plan Educativo Aprendemos Juntos en Casa, 2020 - 2021, según el artículo 344 de la Constitución de la República establece que “el sistema nacional de educación comprenderá las instituciones, programas, políticas, recursos y actores del proceso educativo, así como acciones en los niveles de educación inicial, básica y bachillerato, y estará articulado con el sistema de educación superior”. (Ecuador. Asamblea Nacional Constituyente, 2008)
El Estado ejercerá la rectoría del sistema a través de la autoridad educativa nacional, que formulará la política nacional de educación; asimismo regulará y controlará las actividades relacionadas con la educación, así como el funcionamiento de las entidades del sistema. La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) en el artículo 2, establece como uno de los principios de la educación el acceso y permanencia en el que “se garantiza el derecho a la educación en cualquier etapa o ciclo de la vida de las personas, así como su acceso, permanencia, movilidad y egreso sin discriminación alguna.” El artículo 19 de la misma ley, establece que “es un objetivo de la Autoridad Educativa Nacional diseñar y asegurar la aplicación obligatoria de un currículo nacional, tanto en las instituciones públicas, municipales, privadas y fiscomisionales, en sus diversos niveles: inicial, básico y bachillerato, y modalidades: presencial, semipresencial y a distancia”. (Ecuador. Asamblea Nacional, 2011)
El Currículo podrá ser complementado de acuerdo con las especificidades culturales y peculiaridades propias de la región, provincia, cantón o comunidad de las diversas Instituciones Educativas que son parte del Sistema Nacional de Educación”. El Reglamento General a la LOEI, en su artículo 185 establece que el propósito principal de la educación es “valorar los aprendizajes en su progreso y resultados; por ello, debe ser formativa en el proceso, sumativa en el producto y orientarse a: a. Reconocer y valorar las potencialidades del estudiante como individuo y como actor dentro de grupos y equipos de trabajo; b. Registrar cualitativa y cuantitativamente el logro de los aprendizajes y los avances en el desarrollo integral del estudiante; c. Retroalimentar la gestión estudiantil para mejorar los resultados de aprendizaje evidenciados durante un periodo académico; y d. Estimular la participación de los estudiantes en las actividades de aprendizaje”. (Ecuador. Asamblea Nacional, 2011)
Para comprender la estructura del currículo es pertinente diferenciar los aprendizajes básicos imprescindibles y los aprendizajes deseables que forman parte del Currículo Nacional en el año 2016. Los aprendizajes básicos imprescindibles son considerados como los aprendizajes que es preciso adquirir, al término de la escolaridad y aseguran el nivel de logro de los estándares de calidad educativa. A su vez, los aprendizajes deseables son aquellos que, aun contribuyendo de forma significativa y destacada al desarrollo personal y social de los estudiantes, no comportan los riesgos ni tienen las implicaciones negativas de los anteriores en caso de no alcanzarse en los niveles educativos de referencia; además, son aprendizajes que pueden lograrse o “recuperarse” con relativa facilidad en momentos posteriores. Asegurar la calidad de los aprendizajes a través de los niveles de los Estándares de Calidad Educativa en este momento, representa una ventaja para la toma de decisiones asertivas con respecto a los contenidos orientados al cuidado, protección y el desarrollo de aprendizajes relevantes y pertinentes. Es por ello que surge la necesidad de seleccionar únicamente las destrezas con criterios de desempeño imprescindibles (esenciales) de las diferentes asignaturas por subniveles y nivel educativo para la propuesta curricular priorizada.
En el servicio educativo extraordinarios de Nivelación y Aceleración Pedagógica - NAP, el proceso de enseñanza y aprendizaje, durante la emergencia, se desarrollará a partir de los Lineamientos Curriculares propios de este servicio, los cuales han sido elaborados a partir del Currículo Nacional; además, los docentes NAP deberán implementar las metodologías de enseñanza y evaluación descritas en el presente documento, mediante las fichas de evaluación diagnóstica y aprendizaje que los docentes elaboran específicamente para las necesidades y contexto de los estudiantes de este servicio.
Currículo priorizado, corresponde al documento curricular general que delimita los aprendizajes básicos que los estudiantes desarrollan cumpliendo el nivel de logro de los estándares de calidad educativa. Este currículo fue construido considerando el Currículo Nacional 2016 y en el que se presenta la organización de las destrezas con criterios de desempeño imprescindibles que contribuyen al abordaje de conceptos esenciales, desarrollo de habilidades, formación en valores y la aplicación de lo comprendido por los estudiantes en nuevos contextos. El currículo priorizado permite que el proceso de aprendizaje se cumpla en todas las áreas de conocimiento, tanto de manera disciplinaria como de manera interdisciplinaria. La visión interdisciplinar y multidisciplinar del conocimiento resalta las conexiones entre diferentes áreas y el aporte, de cada una de ellas, en la comprensión global de los fenómenos estudiados.
El currículo priorizado para la emergencia nace del currículo priorizado. Se organiza a través de objetivos de aprendizaje vinculados a los objetivos integradores de cada nivel. Además, desarrolla las destrezas con criterios de desempeño expresado en conceptos esenciales, habilidades de pensamiento, procedimientos, valores y la contención emocional tan necesaria en esta época.
El currículo priorizado para la emergencia es un aporte para que las instituciones educativas atiendan prioritariamente la búsqueda, retención y permanencia de niños y adolescentes en el sistema educativo, reduciendo los niveles de exclusión y manteniendo la equidad de los aprendizajes a lo largo del territorio nacional. De la misma manera, ha sido formulado para vincular a la comunidad educativa (padres de familia, directivos, docentes y estudiantes) en la toma de decisiones acerca de los aprendizajes de sus hijos en el contexto de la pandemia. Es posible que algunas instituciones educativas presenten limitaciones para lograr el cumplimiento del currículo priorizado en su totalidad. En este momento de emergencia donde la mediación de las y los docentes dentro del proceso de aprendizaje puede ser limitada, se ha considerado desde el Nivel Central proponer un currículo específico para este tiempo de emergencia, este es el currículo priorizado para la emergencia.
El currículo priorizado para la emergencia tiene como objetivo fundamental promover la comprensión, se orienta por objetivos de aprendizaje y se desarrolla a través de conceptos esenciales para cada nivel de Educación General Básica y nivel de Bachillerato General Unificado en Ciencias. Con la aplicación de este currículo se espera que los estudiantes desarrollen la autonomía, la lectoescritura, las competencias comunicativas y lógica matemática, y pongan en práctica las habilidades para la vida, conozcan la capacidad de adaptación frente a la incertidumbre, desarrollen su pensamiento crítico y trabajen colaborativamente. Adicionalmente, el abordaje curricular destaca la importancia de la experiencia educativa sustentada para la formación en valores y aporta indirectamente en la contención emocional de los estudiantes y de sus familias.
Esta organización de los aprendizajes a manera de un currículo priorizado para la emergencia contempla criterios que aseguran el derecho a una educación de calidad en contextos de “normalidad”, emergencia o post emergencia, esta premisa es fundamental. En el caso ecuatoriano, la Autoridad Educativa Nacional ha desarrollado estas propuestas curriculares, como una respuesta específica para el contexto actual.
En cuanto se refiere a la metodología, considerando las definiciones curriculares expresadas en los párrafos anteriores, las metodologías que se propone utilizar en las diferentes ofertas educativas deben ser activas, es decir, aquellas en las que el estudiante es el centro de los aprendizajes. Las metodologías activas motivan además la curiosidad, la investigación, la generosidad intelectual y mejoran la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa. Es fundamental fortalecer la interdisciplinariedad, la comprensión de fenómenos y acciones, el estudio de problemáticas y soluciones desde diferentes ámbitos a través de los conceptos esenciales que los sustentan.
En este sentido, la autonomía del estudiante y, la mediación y acompañamiento del docente son imprescindibles para aclarar y profundizar los aprendizajes. De la misma manera, las instituciones educativas desarrollarán estrategias que tengan en cuenta los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje de los estudiantes, favoreciendo su autonomía, la capacidad de aprender por sí mismos y promoviendo el trabajo cooperativo cuando sea posible.
La investigación se justifica debido a que se realiza un nuevo cambio en la realidad educativa que afecta la forma de estudio en los estudiantes especialmente de la educación básica regular, que hoy en día los padres de familia se ven forzados en la ayuda y guía del desarrollo del proceso escolar, los resultados de la investigación permitirán medir el impacto de este cambio, desde la educación regular a la educación virtual para tomar medidas preventivas, de relevancia teórica, es decir que explora la participación y acompañamiento de los padres en las actividades escolares de sus hijos durante el confinamiento provocado por la pandemia.
Materiales y métodos
Se determinó la realidad objetiva en la investigación acerca de la participación de los padres en la educación de los hijos durante la pandemia provocada por la COVID-19, El presente trabajo investigativo presenta un enfoque cuali-cuantitativo, ya que se van dando situaciones de búsqueda de alternativas en los procesos de enseñanza aprendizaje, por medio de encuesta a padres de familia, mediante la aplicación de Google Drive, la cual permitió analizar mediante datos estadísticos, la implicación de la educación de sus hijos, librando continuamente diferentes propuestas.
El diseño no experimental se divide tomando en cuenta el tiempo durante se recolectan los datos, estos son: diseño Transversal, donde se recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único, su propósito es describir variables y su incidencia de interrelación en un momento dado, debido a que los datos se recolectaron en el mismo tiempo, ya que Google Drive es una aplicación de almacenamiento de archivos de hasta 15 GB, aplicación que permite crear el formulario de preguntas, publicar la encuesta, obtener el enlace del formulario, en la que me permite enviar el enlace a la encuesta a través de correo electrónico. Y luego obtener respuestas mediante un archivo XLS, que es una hoja de cálculo con la que se puede analizar los datos obtenidos.
El tipo de investigación en función del propósito es básica, pura o teórica. Puesto que tiene como principal objetivo la obtención de conocimientos sin tener en cuenta su aplicabilidad, gracias a los cuales pueden establecerse otro tipo de investigaciones.
Del trabajo investigativo se toma una porción de elementos que representan a la población objeto de estudio. Al determinar el tamaño de la muestra se seleccionó a un grupo de 50 padres de familia, conformados por familiares, amigos y vecinos, quienes fueron encuestados a través del link que se envió al correo de Google Drive, la cual se obtuvo 40 respuestas de padres de familia que completaron la encuesta, debido a que estas permitieron obtener información de manera ágil y eficiente. El cuestionario preparado se basó en 20 preguntas a padres de familia de diferentes edades a través de Google Drive. Instrumento realizado para la aplicación de la encuesta.
Resultados y discusión
Dada la importancia del rol de participación que cumplen los padres en la educación de los hijos, ya que son los encargados de asumir el compromiso que demanda las actividades escolares, de la nueva modalidad virtual, supervisando y orientando el uso de las herramientas digitales debido al confinamiento generado por la pandemia, manteniendo interacciones de buscar métodos para todos quienes conforman la comunidad educativa como son las autoridades, docentes, padres de familia y estudiantes.
En el trabajo investigativo es relevante mencionar la edad de los padres de familia, que son relativamente jóvenes, ya que oscilan en edades entre los 30 y 50 años, y tienen que compartir actividades de trabajo, estudios, tareas del hogar, y la responsabilidad de acompañamiento de las actividades escolares de los hijos. Sin embargo, un número de madres de familia asumen solas las responsabilidades, desempeñando el rol de padre y madre.
Es importante mencionar que un gran número de padres de familia cuentan con instrucción superior, pero no es suficiente para guiar y orientar las tareas de sus hijos, además mencionan que los padres no se han involucrado desde que los hijos iniciaron los estudios, debido a que son el sustento económico dejando la responsabilidad a terceros, razón por la cual enfatizan la compleja y sacrificada tarea de los docentes. Los espacios que cuentan en el hogar no son los adecuados para el desarrollo de las clases causando estrés y aburrimiento en los niños, ya que no tiempo espacios para la práctica del deporte y la distracción.
Por consiguiente, los docentes se adaptaron de manera eficaz e inmediata al sistema de educación virtual, buscando alternativas para direccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje con el único propósito de vencer las dificultades. Guiando el proceso con vocación y estimule al estudiante a construir su aprendizaje, ya que un docente marca la vida de un estudiante. En definitiva, los padres de familia valoran la loable labor del docente.
El objetivo de la investigación es realizar un diagnóstico de la participación de los padres en la educación de los hijos durante la emergencia sanitaria generada por la COVID-19. La edad de los padres inmersos el proceso investigativo oscila entre los 30 a 50 años, los resultados de esta investigación mencionan que esta actividad es muy compleja, porque deben alternar con las actividades de trabajo y ayudar con las tareas de sus hijos que en algunos casos son dos o tres hijos que deben ayudar a cumplir con las responsabilidades escolares.
La interacción escolar durante la pandemia entre docentes y estudiantes mediante las clases virtuales, mencionan que sus hijos no se sienten motivados, ya que los docentes tratan de realizar actividades, pero no es suficiente, puesto que el lugar para recibir clases no es el adecuado, no sienten la compañía de los compañeros, no tienen espacios de receso para poder compartir.
El 70 % de las madres de familia son las que asumen el cuidado de los hijos. A pesar de que las responsabilidades, tanto de los padres o madres de familia, deben ser garantes de la crianza y educación de los hijos. A pesar de que en este tiempo de confinamiento permanecían en casa con teletrabajo, son las madres las encargadas del cuidado de los hijos y del hogar. En un porcentaje del 30% de madres que viven solas al cuidado de sus hijos asumiendo dicha responsabilidad. (Analuiza, 2020).
El 90% de padres de familia menciona que, a pesar de tener una profesión, y con la guía de los docentes, los primeros tienen que crear estrategias para poder orientar las tareas de sus hijos; siendo un ejercicio para los padres que demanda de mucho tiempo y paciencia. En donde dan una relevancia al trabajo que los docentes realizan con sus hijos (Bolívar, 2006). El 70% de los estudiantes que asisten a las diferentes instituciones privadas, evidencian mejores resultados, toda vez que dichos centros educativos han cumplido con un mayor número de horas durante la semana, con un nivel elevado de manejo y conocimiento de herramientas tecnológicas sumado a un acompañamiento personalizado de los docentes debido a al reducido número de estudiantes por aulas, distinto a la realidad que se experimenta en las instituciones públicas.
El 65% de familias no cuentan con espacios adecuados y espacios verdes en casa, ya que, en el tiempo de confinamiento, ha causado estrés, no hay espacios para disfrutar, generando inseguridad y aburrimiento. El 25% manifiestan que tienen espacios verdes, donde tienen la oportunidad de distraerse y que el confinamiento sea más llevadero, teniendo la oportunidad de la práctica deportiva.
El 50% de los padres manifiestan que no se sienten con la preparación adecuada para enfrentar y guiar la educación de sus hijos, debido a que no se han involucrado en la educación de estos, desde cuando iniciaron los estudios, en muchos de los casos se han encargado sólo de la parte económica. Por lo cual no se han preocupado del acompañamiento de las tareas escolares. La educación debe ser compromiso de responsabilidad simultánea entre docentes y padres de familia, ya que la mayoría de los padres de familia no están inmersos debido a la situación económica, que en muchos casos deben trabajar papá y mamá dejando la responsabilidad a terceros.
El 90% de padres de familia menciona que se les ha facilitado recibir y enviar actividades por medio de WhatsApp, debido a que es una herramienta de contacto directo y rápido, pero los docentes mencionan que es un medio poco oportuno, ya que los padres de familia escriben a cada momento, y preguntando qué actividades tienen que realizar a último momento, irrespetando el espacio familiar del docente.
El 95% de los docentes se adaptaron inmediatamente al sistema de educación virtual, buscando alternativas de actividades para presentar a los estudiantes en clase, convirtiendo los hogares en un aula para impartir clases para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado. Durante la pandemia los padres de familia han evidenciado y valoran la labor docente, manifestando que el padre de familia no remplazará a un docente. Por tal motivo el docente no es el encargado sólo de brindar información, guiando el proceso con afecto y cariño y comprensión, es decir que un docente marca la vida de un estudiante.
Conclusiones
En este artículo se ha analizado acerca de la necesidad imperiosa de fomentar la participación de los padres en la educación de sus hijos, vinculando a la familia con la escuela, siendo las familias un actor estratégico. Ampliando las características de la educación virtual en base a los siguientes parámetros, en la cual requiere de paciencia, predisposición, creatividad, motivación y tiempo para llevar de manera adecuada el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En definitiva, la familia es el pilar fundamental en la educación de los hijos, de modo similar siendo la primera escuela en la formación de principios, valores como son: la autoestima, la generosidad, el respeto la justicia, responsabilidad, la lealtad, la alegría, aprendizajes que marcan la personalidad a lo largo de su vida. En síntesis, las instituciones educativas y los padres de familia en el trascurso del tiempo han trabajo de forma separada, debido a que los padres de familia trabajan para buscar el sustento económico, pero, en todo caso debido a la crisis sanitaria, los padres de familia se ven forzados a participar en la educación de sus hijos, compartiendo actividades con los docentes para el desarrollo integral de los estudiantes.
Finalmente, es trascendental que los padres de familia acompañen a sus hijos desde el principio del proceso educativo, para obtener una educación positiva, haciéndolos sentir a los niños que sean personas seguras y autónomas. La actualización constante en tecnología es esencial para brindar mejores oportunidades de aprendizaje, ya que los decentes trabajan con seres humanos, tarea compleja, y más aún en tiempos de pandemia, por lo que la sociedad debe reconocer la ardua labor docente.