Introducción
En el ámbito del sistema educativo público superior, la práctica pedagógica debe ser objeto de resignificación, dado que resulta imperativo abordar las demandas sociales y la diversidad de los estudiantes que participan en ella. En un entorno dinámico y globalizado, se requiere diversificar, incluir y fomentar la participación en las estrategias educativas. (Peña, 2019)
La práctica pedagógica, se configura como el escenario en el cual el docente dispone de todos los elementos de su competencia personal y académica durante el proceso de enseñanza (Cano y Ramos, 2016). Esto abarca tanto los aspectos académicos, relacionados con el saber disciplinar, como los aspectos pedagógicos, que involucran una reflexión continua sobre los aciertos y debilidades inherentes a su quehacer.
Este análisis se complementa con las aportaciones de Larrivee (2000), quien sostiene que la reflexión en la práctica pedagógica puede manifestarse en diferentes niveles, desde un estadio pre reflexivo hasta una reflexión crítica. Este último nivel implica la capacidad del docente para reflexionar sobre los elementos morales y éticos de su práctica, así como las posibles implicancias de cada una de sus decisiones.
Por otro lado, la resignificación, se define como una modalidad de reubicar o reorientar el sentido de algo. El significado de este término ha adquirido nuevas características en un contexto específico, incluso más allá de dicho contexto. En el contexto presente, la resignificación se refiere a la práctica pedagógica. (Merellano et al., 2019)
En consecuencia, la resignificación de la práctica pedagógica se configura como un proceso reflexivo, honesto y crítico de reorientación por parte de los docentes. Este proceso emerge de una dinámica constante de construcción y deconstrucción del propósito educativo, de las concepciones en torno al aprendizaje, del entorno inmediato y próximo, de los recursos y procesos educativos. Además, aborda el proceso de toma de decisiones en la enseñanza, la metodología de planificación y su ejecución práctica, con el propósito de transformar y proporcionar nuevos horizontes a la educación, allanando el camino hacia el aprendizaje de todos en un contexto social históricamente dinámico. (Guerrero et al., 2020)
El neoliberalismo incide en que la educación y sus procesos se desarrollen distantes de los intereses de la sociedad, especialmente de los grupos de atención prioritaria y los menos favorecidos, privándolos del reconocimiento de este derecho fundamental. La crítica al neoliberalismo y su impacto en la educación debe articularse desde una perspectiva ideológica, política y organizativa alternativa al sistema actual, evitando caer en el servilismo funcional del mismo. (Cañadell, 2018)
En consecuencia, la noción del secuestro de la educación para fines capitalistas se vuelve innegable. Estos intereses conciben las instituciones educativas como centros de formación técnica orientados a satisfacer las demandas del mercado. Esto, considerando que la Constitución, en su Artículo 28, establece que la educación debe responder al interés público y no estar al servicio de intereses individuales y corporativos.(Ecuador Asamblea Nacional Constituyente, 2008)
En la actualidad, la sociedad ha experimentado un aumento en la complejidad de los problemas globales. Analizar, comprender y vivir esta realidad implica la construcción de una forma diferente de concebir lo pensado. Surge la imperante necesidad de una educación que descomponga y reformule la sabiduría y el conocimiento, ajustándose a la realidad contextual (Ricardo y Sánchez, 2017). Este enfoque busca comprender el mundo complejo y cambiante, fundamentándose en la complejidad que sustenta procesos, objetos y sujetos. Esta base se erige como el fundamento para reorganizar la educación, adoptando un enfoque transdisciplinario, sistémico y crítico. El objetivo es practicar un aprendizaje y una enseñanza que no fragmenten ni limiten el conocimiento, permitiendo, al mismo tiempo, la convivencia en entornos armoniosos y transformando el conocimiento en sabiduría. (Estrada, 2020)
El eminente pensador planetario Edgar Morin sostiene que la crisis actual que enfrenta la humanidad tiene una naturaleza existencial y cognitiva. Afirma que el actual modo de conocimiento no ha desarrollado suficientemente la aptitud para contextualizar la información e integrarla en un conjunto que le dé sentido (Paiva, 2004). Esta crisis cognitiva se origina en la incapacidad de abordar un mismo problema desde perspectivas diversas. Esto se atribuye al opulento marco de información disponible, la falta de comunicación entre el cuerpo docente y el ámbito disciplinario, la segmentación y el predominio de la hiperespecialización, que rompe el tejido complejo de lo real. Además, prevalece una inclinación hacia lo cuantificable, buscando asegurar en el sistema educativo lo que algunos denominan cientificidad a través de la medición. (Estrada, 2020)
Por esta razón, el pensamiento complejo se erige como un paradigma epistémico que propone una estrategia denominada reforma del pensamiento. Esta estrategia concibe la realidad como un sistema en permanente cambio, desarrollo y emergencia. Reconoce al todo como la suma de sus partes y valora la especificidad de las partes en relación con el todo. La propuesta de reforma del pensamiento de Morin busca superar la simplificación del pensamiento, siendo un principio que opera a partir de una lógica disyuntora-reductora, contrapuesta a la explicación racional del mundo instaurada por el pensamiento científico-clásico.(Arce, 2020)
La UNESCO sugiere en 1999 un conjunto de saberes como propuesta a orientar la educación hacia una comprensión más completa y contextualizada del conocimiento y la realidad. Estos saberes derivan del paradigma complejo aplicado a la educación: primer saber: las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión; segundo saber: los principios de un conocimiento pertinente; tercer saber: enseñar de manera general la condición humana; cuarto saber: enseñar sobre la identidad terrenal; quinto saber: enfrentar las incertidumbres; sexto saber: enseñar la comprensión; séptimo saber: la ética del género humano; octavo saber: la historia y el tiempo. (Oliveros et al., 2023)
Estos saberes se presentan como una invitación para rescatar una episteme que permita al ser humano reencontrarse en su condición biop-psico-socio-cultural-espiritual y conectarse con el prójimo desde una ética profunda, liberada de ideologías que distorsionan la esencia humana (Gomero, 2019). Contextualizando con Ecuador, existe una cosmovisión andina que está en consonancia con esta epistemología compleja.
La cosmovisión andina se arraiga en los poblados antiguos de los Andes. En este entorno diverso no solo existe una variedad de animales, plantas y atmósfera, sino también una pluralidad de poblaciones, cada una con sus propias formas y tradiciones de relacionarse con la madre naturaleza. La cosmovisión es la forma de entender el mundo y construir una nueva sociedad donde todos gocen de los mismos derechos, expresando la libertad, la diversidad y la equidad mediante la justicia y la democracia. Busca lograr una sostenibilidad entre el ser humano y la Pacha Mama, explorando alternativas en una reconstrucción social que permita alcanzar la tan anhelada paz y una vida en armonía, donde se re-humanice la sociedad. (Salinas, 2019)
La cosmovisión andina tiene como propósito el buen vivir, siendo la Vida en Plenitud su máxima expresión. Esto orienta la reconstrucción de un nuevo perfil de coexistencia cívica o modelo de vida en Ecuador, en diversidad y amistad con la naturaleza y con los demás seres humanos, según lo establece la nueva Constitución de la República del Ecuador, aprobada por el sufragio y respaldada por un gran número de ecuatorianos en septiembre de 2008. (Polo y Piñeiro, 2020)
En tal sentido, el presente estudio tiene como objetivo explorar la viabilidad de integrar los principios de la cosmovisión andina y los saberes propuestos por Morin en la educación ecuatoriana. Se busca examinar cómo estos elementos pueden ser incorporados de manera efectiva en los programas educativos, considerando la diversidad cultural y las particularidades del contexto nacional. El análisis se enfoca en la identificación de posibles puntos de convergencia entre los saberes de Morin y los principios de la cosmovisión andina, con la intención de diseñar estrategias pedagógicas que promuevan una educación más integral y contextualizada.
Materiales y métodos
Este artículo constituye una revisión descriptiva enmarcada en la investigación cualitativa, empleando la técnica de fenomenología como un discurso para proporcionar fundamentos y legitimar el conocimiento, trascendiendo el ámbito meramente metodológico. Desde la perspectiva epistemológica, se aborda como un estudio del conocimiento fundamentado. Ante los cambios paradigmáticos, se busca generar discursos que legitimen saberes y prácticas derivadas de metodologías que no necesariamente provienen de enfoques centrados en las ciencias físico-naturales. En este sentido, se identifican racionalidades y lógicas distintas a las desarrolladas en la modernidad.
Este trabajo se presenta como un estudio bibliográfico en el cual se recopila, analiza, sintetiza y discute la información publicada acerca de la práctica docente, la resignificación, el pensamiento complejo de Morin y el buen vivir ecuatoriano. Este proceso permite desarrollar una apreciación e interpretación personal. Este tipo de revisiones tiene como objetivo crear espacios de reflexión que, de alguna manera, rompan con el statu quo y posibiliten la reflexión y análisis de nuevas formas de abordar las necesidades sociales en un mundo en constante cambio. Además, busca servir como referencia para aquellos interesados en el ámbito educativo. La recolección de la información se lleva a cabo en fuentes primarias u originales, es decir, obras de autores dedicados a la reflexión crítica e investigación sobre la temática en cuestión.
Resultados
En el marco del buen vivir, se gestionan epistemológicamente tres corrientes claramente distinguibles en su definición: la indigenista, la ecologista y la socialista, las cuales se detallan en la Tabla 1.
Criterio | ¿Qué se entiende por Buen Vivir? |
Socialista | Buen Vivir se entiende como (vivir a plenitud, vida plena) como florecimiento y expansión, en armonía y paz, con las oportunidades, libertades, potencialidades y capacidades de las personas de manera que les permita alcanzar aquello que lo valoran y lo consideran como un justo y deseable, objetivo de vida y construir un porvenir en comunidad. Propone el socialismo del Sumak Kawsay, biosocialismo republicano, bioigualistarismo ciudadano. |
Indigenista | Interpreta el Sumak Kawsay como la vida plena o en su máxima expresión, atribuyendo especial importancia a su dimensión espiritual. Argumenta que la concepción del Buen Vivir ha descuidado la dimensión espiritual y se inclina más hacia la expresión kichwa " |
Ecologista | El Buen Vivir se conceptualiza como un término utópico en constante reconstrucción, extendiéndose incluso más allá del concepto de desarrollo. Se enfoca en la vida de todos los seres vivos y sintientes (biocentrismo), aspirando a lograr armonía con la naturaleza. Busca mejorar la gestión de la vida en comunidades y personas, respetando la dignidad humana y fomentando la coexistencia positiva a través de diversos convivires o formas de vivir beneficiosas. |
Fuente: (Vásquez et al., 2021)
En la Tabla 1, se realiza una distinción entre las concepciones del Buen Vivir, destacando cómo cada corriente interpreta su propósito. La perspectiva indigenista se enfoca en lograr la vida en plenitud a partir de dimensiones tradicionales y espirituales. Por otro lado, la corriente socialista dirige su atención hacia la gestión política del Estado en relación con el Buen Vivir. Sin embargo, se observa que esta corriente prioriza elementos que garantizan la equidad social, relegando a un segundo plano las cuestiones ambientales, culturales e identitarias.
La mayoría de los pensadores ecologistas posdesarrollistas conciben el Buen Vivir como una propuesta que debe construirse de manera participativa, integrando aportes intelectuales de diversos marcos referenciales. Estos marcos incluyen las tradiciones ancestrales indígenas, consideradas premodernas, el socialismo neomarxista como paradigma moderno, y el feminismo posmoderno o el ecologismo profundo de las corrientes posmodernistas. De esta manera, se busca una construcción ecléctica que admita de manera discrecional la comprensión del tiempo y del espacio, estableciendo un marco virtual para la creación de significados.
Por otro lado, y de acuerdo a la concepción indígena, la Tabla 2 resalta las dimensiones clave y principios del Buen Vivir. Se observa un cierto "acuerdo" en torno a tres conceptos epistémicos fundamentales: la armonía interna o individual, la armonía entre comunidades y la armonía con la naturaleza. Dentro de la corriente indigenista, se destaca especialmente la dimensión bien definida de la espiritualidad del Buen Vivir, la visión ontológica de los pueblos indígenas.
Por su parte, la corriente ecológica adopta una perspectiva fundamentada en el biocentrismo. Esta postura implica colocar a la naturaleza como el centro de consideración ética, reconociendo su valor intrínseco independientemente de su utilidad para los seres humanos. Desde esta óptica, se busca establecer una armonía y equilibrio con el entorno natural, evitando la explotación desmedida de los recursos y promoviendo la preservación de la biodiversidad.
En contraste, la corriente socialista dirige su enfoque hacia los aspectos de ser, estar, sentir y tener. Este planteamiento implica una consideración integral del individuo en su entorno social. El "ser" aborda la identidad y esencia del ser humano, el "estar" se refiere a su participación activa en la sociedad, el "sentir" contempla las dimensiones emocionales y afectivas, y el "tener" incluye los recursos y bienes materiales.
Ambas corrientes, aunque divergentes en sus énfasis, convergen en la búsqueda de un modelo de vida que promueva la armonía, la equidad y el respeto, ya sea desde la perspectiva intrínseca de la naturaleza o desde la consideración integral del individuo en su contexto social. Este debate conceptual refleja la complejidad y la riqueza de las visiones entorno al Buen Vivir, contribuyendo a la diversidad de perspectivas en la construcción de alternativas para una convivencia más justa y sostenible.
Criterio | Dimensiones del Buen Vivir | Principios |
Socialista | El goce de bienes relacionales y la búsqueda de la felicidad (eudaimonía), la armonía con la naturaleza, el respeto a la diversidad, la ética basada en el pacto de convivencia, la equidad social con justicia intergeneracional y la distribución equitativa de los beneficios del desarrollo son fundamentales en la concepción del Buen Vivir. Según la Constitución del Ecuador, se destaca la importancia de ser, sentir y estar, sin dar prioridad exclusiva a la posesión material. | Igualdad, Equidad social, Reciprocidad compartida, Redistribución, Sostenibilidad, Participación, Libertad, Democracia. |
Indigenista | La convivencia entre los pueblos se promueve en una propuesta de un estado plurinacional. Esto se logra a través de la gestión de una economía comunitaria y el respaldo de las instituciones ancestrales para alcanzar la armonía con la naturaleza. Se busca la armonía tanto con la sociedad como con las comunidades, fomentando la diversidad social con respeto (holismo). En un plano de igualdad, se aspira a lograr la participación política ciudadana mediante el consenso. Para lograr este propósito, se enfatiza en procesos ontológicos que visibilizan a los pueblos ancestrales. |
Reciprocidad (ranti-ranti; que orientan las relaciones comunitarias de asistencia mutua. Integralidad (pura; que guía el pensamiento holístico de los indígenas). Complementariedad (yananti; que concibe a los opuestos no como elementos enfrentados sino como elementos complementarios). Relacionalidad (tinkuy; que guía las decisiones hacia el consenso. |
Ecologista | Alcanzar la armonía con uno mismo, Alcanzar la armonía con la sociedad y la comunidad, y Armonía con la naturaleza mediante la sustentabilidad medioambiental y respeto al biocentrismo. | Igualdad, Solidaridad, Redistribución, Equidad social, Reciprocidad, Democracia, Participación, Sustentabilidad/sostenibilidad ambiental, Libertad. |
Fuente: (Vásquez et al., 2021)
Por otra parte, la corriente indigenista, en sus principios fundamentados en la cruz indígena o chakana, se caracteriza por la noción de complementariedad. Este concepto refleja la interconexión y armonía entre diferentes aspectos de la vida, reconociendo la importancia de la relación simbiótica entre los seres humanos y la naturaleza. La chakana, como símbolo ancestral, representa la intersección de dimensiones cósmicas y terrenales, enfatizando la interdependencia de todos los elementos.
En contraposición, las otras dos corrientes, la ecologista y la socialista, basan sus principios en la igualdad, equidad social, redistribución, sostenibilidad, libertad, democracia y participación, evidenciando influencias de corrientes más cercanas al neoliberalismo. La igualdad y equidad social buscan mitigar las disparidades socioeconómicas, la redistribución apunta a repartir de manera más justa los recursos y beneficios, la sostenibilidad se orienta hacia prácticas que no comprometan el equilibrio ecológico, mientras que la libertad, democracia y participación se alinean con principios propios de sistemas políticos más abiertos y participativos.
Es esencial destacar que, aunque las corrientes indigenistas, ecologistas y socialistas difieren en sus fundamentos, todas comparten el objetivo de crear modelos de convivencia más equitativos y sostenibles. El análisis de sus principios revela la diversidad de enfoques y perspectivas en la construcción de propuestas para un Buen Vivir, ofreciendo una riqueza conceptual que puede enriquecer el debate sobre alternativas de desarrollo más inclusivas y respetuosas del entorno.
Concordancias entre el Paradigma Complejo y el Buen Vivir
Desde el enfoque paradigmático complejo, se llevan a cabo las correspondencias mediante el análisis de los saberes sugeridos por Morin para la educación del futuro, así como de las definiciones, dimensiones y principios asociados al buen vivir. Tabla 3.
Saberes de Morin | Comprensión-Complejidad | Comprensión-Buen Vivir |
Saber III: Enseñar La Condición Humana | La naturaleza humana es intrínsecamente diversa, abarcando aspectos físicos, biológicos, psíquicos, culturales, sociales e históricos. Se trata de una unidad indisociable que fusiona materia física y espíritu, incorporando razón, afectividad e impulsos. La complejidad humana va más allá de una simple unidad cerebral, manifestándose también a nivel mental, psíquico, afectivo e intelectual. La esencia humana radica en comprender su unidad en medio de la diversidad, y viceversa. La naturaleza humana es inherentemente compleja, albergando en sí misma caracteres antagónicos como lo racional y lo delirante, lo trabajador y lo lúdico, lo empírico e imaginador, lo económico y dilapidador, así como lo prosaico y poético. | Desde la perspectiva indigenista, el concepto de |
Saber VI: Enseñar la Comprensión |
La educación tiene la misión espiritual de cultivar la comprensión humana, fomentando la solidaridad moral e intelectual entre las personas. La comprensión implica un proceso que incluye empatía, identificación y proyección, siendo fundamentalmente intersubjetiva. La falta de comprensión hacia los demás se origina en la falta de comprensión de uno mismo, al encubrir debilidades y carencias, lo cual puede llevar a la falta de compasión hacia los demás. El etnocentrismo y el egocentrismo alimentan actitudes xenófobas y racistas, despojando al extranjero de su humanidad. La verdadera comprensión exige no reducir a un ser humano a sus errores o crímenes, incluso si ha cometido varios. En el marco democrático, se ordena respetar la expresión de ideas divergentes. La enajenación por creencias absolutas puede obstaculizar la comprensión de otras ideas y personas. Los desafíos para la comprensión incluyen el egocentrismo y la autojustificación, que constituyen un bucle dificultoso. La ética de la comprensión se convierte en un arte de vivir que requiere comprender de manera desinteresada. La compasión hacia todos los marginados se erige como la verdadera comprensión. En el contexto democrático, la justicia se nutre de opiniones divergentes, y el principio democrático implica respetar la expresión de ideas antagónicas. La comprensión, siendo a la vez medio y fin, se presenta como esencial para la comunicación humana. |
El reconocimiento de que las personas no existen de forma aislada, sino que son seres interdependientes que requieren de otros individuos en su búsqueda de bienestar y autonomía para reproducirse socialmente, constituye un aspecto fundamental. El desarrollo de habilidades emocionales e intelectuales se lleva a cabo en entornos sociales, institucionales y familiares, donde se reciben cuidados relacionados con el bienestar emocional, material e intelectual a lo largo de toda la vida, destacando la importancia de las etapas cruciales de la vejez y la niñez. En este contexto, la reciprocidad ( |
Saber VII: La Ética Del Género Humano |
El individuo, la sociedad y la especie no solo son inseparables, sino que actúan como co-productores en la interrelación mutua. Cualquier concepción de lo humano implica un desarrollo tanto comunitario como de las autonomías individuales, promoviendo la participación en la comunidad y el sentido de pertenencia a la especie humana. Este enfoque busca alcanzar la unidad planetaria a partir de la diversidad, destacando la importancia de respetar al otro, la identidad propia y la diferencia con los demás. La democracia, como sistema político complejo, facilita la rica y compleja relación entre individuos en la sociedad, donde tienen la capacidad de ayudarse mutuamente, regularse, desarrollarse y controlarse. Su origen radica en el consenso de la mayoría de los ciudadanos y el respeto por las normas democráticas. La democracia se configura como un sistema político que prospera en medio de competencias, pluralidades y antagonismos, manteniéndose como una comunidad cohesionada. |
Los principios y valores fundamentales de la corriente indigenista se centran en la armonía, con manifestaciones concretas en actividades cotidianas como beber, comer y el acto amoroso. Además, resaltan la importancia de la solidaridad, la compasión, la ayuda mutua, la generosidad y la observancia de principios como la prohibición de mentir, ser perezoso o ladrón. La trilogía andina enfatiza valores éticos esenciales para la convivencia. En contraste, los principios del Buen Vivir se conceptualizan de manera diferente en las tres corrientes de pensamiento. La corriente indigenista destaca los principios de integralidad, reciprocidad, complementariedad y relacionalidad, propuestos por la |
Saber VIII: Historia y temporalidad | Promover el pensamiento crítico y cultivar la capacidad de reflexionar sobre las realidades del mundo actual, basándose en el estudio de la historia y sus diferentes dimensiones. Es fundamental que las personas comprendan sus raíces y su historia nacional, integrándola en un contexto más amplio que abarque la historia continental. Este enfoque no solo busca transmitir información histórica, sino fomentar habilidades analíticas que permitan a la gente cuestionar, interpretar y contextualizar los eventos pasados y presentes. La enseñanza de la historia se convierte así en una herramienta poderosa para desarrollar el pensamiento crítico y la comprensión profunda de la realidad. | El presente es el fruto de lo vivido, y aprendido, teniendo como valor fundamental la cultura, tradiciones, valores arraigados en cada uno, a través de los ancestros. Por tanto, la historia es riqueza cultural e identitaria, de pertenencia a un lugar, que servirían para transmitirla y nunca perderla. |
Fuente: (León, 2015)
Estas correspondencias posibilitan una reconsideración del propósito y significado social de la educación, así como de la ejecución de la práctica docente, contribuyendo seguramente a la validación del buen vivir ecuatoriano como un paradigma de convivencia.
Con base en la información proporcionada, se identifican afinidades, según la apreciación de los autores, entre los cuatro saberes de Morin (Enseñar La Condición Humana, Enseñar la Comprensión, La Ética Del Género Humano e Historia y Tiempo) y las definiciones, dimensiones y principios del buen vivir indigenista.
En relación al saber "Enseñar La Condición Humana" y el buen vivir indigenista, se establecen coincidencias en:
La consideración del ser humano en sus dimensiones bio-psico-socio-cultural-histórico, además de espiritual.
La concepción de que el ser humano es complejo y lleva consigo de manera polarizada los caracteres antagónicos.
La comprensión de lo humano implica reconocer su unidad en la diversidad, destacando la norma de convivencia basada en la valoración de la diversidad como una fuente de riqueza para el fortalecimiento (holístico).
Entre el saber "Enseñar la Comprensión" y el buen vivir indigenista, se identifican coincidencias en los siguientes puntos:
Enseñar a las personas la comprensión como garantía y condición de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.
Reconocimiento de que los seres humanos requieren cuidados a lo largo de toda su vida, con especial énfasis en las etapas fundamentales de la vejez y la niñez.
Principios fundamentales de reciprocidad, relacionalidad y complementariedad como fundamentos para la convivencia.
En cuanto al saber "La Ética Del Género Humano" y el buen vivir indigenista, se encuentran acuerdos en los siguientes aspectos:
Buscar la unidad planetaria en la diversidad y respetar tanto la diferencia como la identidad consigo mismo.
Destacar valores como la solidaridad, la compasión, la ayuda, la generosidad y otros principios de la trilogía andina, que contribuyen al desarrollo del sentido de pertenencia de la especie humana.
Reconocimiento de que la democracia permite una relación rica y compleja entre individuo y sociedad, donde los individuos y la sociedad pueden ayudarse mutuamente, regularse, desarrollarse y controlarse.
Por último, entre el saber "Historia y Temporalidad" y el buen vivir indigenista, se identifican puntos de coincidencia en:
La importancia de pensar desde la historia y con la historia, considerando las realidades del mundo actual y permitiendo a las personas conocer sus raíces y la historia nacional, integrada en un contexto más amplio como la historia continental.
La idea de desarrollar un sentido de pertenencia e identidad a través de las generaciones, con la aspiración de construir nuevas y mejores realidades.
Discusión
La educación superior desempeña un papel fundamental como agente de cambio social y, por ende, asume el compromiso de formar profesionales capaces de gestionar sus vidas y demostrar que ser pacifistas implica involucrarse activamente en la construcción de la paz. Este compromiso es esencial para edificar sociedades más justas, donde la educación tenga como objetivo la aceptación mutua y la complementación, buscando el bienestar de todos.
En el contexto de una educación orientada al Buen Vivir, los estudiantes universitarios deben recibir una formación interdisciplinaria y transdisciplinaria que fomente un pensamiento y acción comunitaria. Este enfoque resulta crucial en su desarrollo académico, ya que la sociedad actual presenta una diversidad de problemas que requieren soluciones complejas y eficaces. En este sentido, se comparte la perspectiva de Agazzi (2002), quien señala que esta formación implica la dificultad quizá más seria del trabajo interdisciplinario, en cuanto que requiere que se alcance una cierta familiaridad con campos de conocimiento diferentes al propio.
Es relevante subrayar que el pensamiento complejo se configura como un paradigma que posee un estilo, un método y una vía que facilita la aproximación a la realidad. En el contexto del método, se concibe no solo como un medio para adquirir conocimiento, sino también como un proceso de aprendizaje. Este método, de ninguna manera, precede a la experiencia; más bien, surge durante el transcurso de la experiencia, representando un modelo paradigmático arraigado en la experiencia occidental.
En el rol de investigadores, se encuentra una constante exploración de principios éticos universales, es decir, aquellos que pueden ser aceptables para toda la humanidad, prescindiendo de doctrinas, creencias y visiones de mundos particulares. En este contexto dinámico, mantener esta conciencia planetaria conduce a la comprensión de que, de manera similar a como la biodiversidad es esencial para la sostenibilidad de la vida en el planeta, la diversidad social, étnica, política, económica y cultural es fundamental para un desarrollo completo del mundo. La Complejidad propone la construcción de una sociedad complementaria, reconociendo que todo está interconectado, y aunque cada individuo tenga un futuro propio, es imperativo reconocer una historia común desde diversas perspectivas y una temporalidad que, más allá de cómo se mida e interprete, es compartida. Asimismo, se comparte una ética comunitaria o del género humano, que permite comprender que todos son diferentes pero que es una necesidad ser complementarios.
Son estos principios, una vez descubiertos e incorporados por el ser humano, los que otorgarán un verdadero significado a la educación, que debe fomentar la aptitud natural del pensamiento para entender, plantear y resolver problemas complejos. La labor del docente inicia con el compromiso de ser agente activo de cambio en una sociedad donde los educandos cada vez demandan con mayor fuerza formar parte de esta integridad en una verdadera era planetaria.
Conclusiones
Las conclusiones del estudio destacan la intersección entre el paradigma complejo propuesto por Morin y las definiciones, dimensiones y principios del Buen Vivir indigenista. Se evidencian concordancias significativas entre los saberes de Morin, como Enseñar la Condición Humana, Enseñar la Comprensión, La Ética del Género Humano, e Historia y Tiempo, con los fundamentos del Buen Vivir indigenista. En este sentido, se establecen relaciones en aspectos vinculados a la humanización, la comprensión del ser humano, la aceptación de la diversidad, la convivencia democrática y la necesidad de una coexistencia armoniosa en y para la comunidad. Estas convergencias sugieren la pertinencia del paradigma complejo de Morin en la comprensión y promoción de los principios fundamentales del Buen Vivir indigenista, ofreciendo una base teórica sólida para la práctica docente y la educación centrada en el desarrollo integral de individuos y comunidades. En el ámbito de la práctica pedagógica, se destaca la imperatividad de una resignificación, donde el educador asuma el rol de agente activo de cambio, actuando con libertad en su pensamiento y acción. Este enfoque busca que el docente, sin inhibiciones, instruya a estudiantes diversos, fomentando en ellos habilidades críticas, reflexivas y respetuosas, capacitándolos para coexistir en armonía, respetando las diferencias, pero orientados hacia el bien común.