Introducción
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se ha propuesto eliminar todas las formas de trabajo infantil para el año 2025 (ODS 8.7), pero la situación económica mundial muestra que la comunidad internacional se encuentra profundamente lejos de esta meta.1,2 Para el año 2020, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó 160 millones de niños trabajadores a nivel mundial, de los cuales 86,6 millones se ubicaban en el África subsahariana.1 En Latinoamérica el trabajo infantil es un problema conocido y cuantificado, el organismo estatal de estadística de Brasil reportó en 2019 que 1,8 millones de niños brasileros entre 5 y 17 años se encontraban en diferentes modalidades de trabajo, incluyendo trabajos clasificados como peligrosos;3 y en Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reportó en 2012 que el 15,8 % de los niños entre 6 y 17 años trabajaba, 10,2 % tenía empleos en el sector formal o informal, y 5,6 % de ellos realizaba labores domésticas (≥ 15 horas/semana) con o sin remuneración.4
La OIT reconoce como niño a toda persona menor de 18 años, según lo establece el Convenio sobre las peores formas de trabajo, 1999 (núm. 182). Para esta organización, el trabajo infantil corresponde a las actividades laborales que los niños son demasiado jóvenes para realizar o aquel cuya naturaleza o circunstancias, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moral de los niños.1 Aunque la mayoría de los países han adoptado los convenios OIT, la edad mínima para trabajar es diferente según el marco jurídico nacional, lo que permite emplear adolescentes y niños en edad escolar en diferentes sectores de la economía sin que sea considerado un delito.
La agricultura es el sector que más niños emplea en todos los continentes,1 pero varios subsectores de las actividades de servicios también tienen altas tasas de trabajo infantil, entre ellos están: la hotelería y los restaurantes, el comercio, el mantenimiento y reparación de vehículos de motor, entre otros. Por su parte, en el sector industrial son la construcción, la minería y la manufactura las actividades económicas que más niños ocupan.2
En este contexto, los niños y adolescentes que trabajan son sometidos a un amplio número de factores de riesgo ocupacional (físicos, químicos, de seguridad, biomecánicos y psicosociales) con la desventaja que impone no haber completado el desarrollo de sus capacidades físicas, mentales y psicológicas. Esta situación conduce a una afectación en la maduración física y mental de los niños trabajadores que tendrá consecuencias negativas en la edad adulta: mayor carga de enfermedades crónicas, mortalidad prematura, problemas de salud mental y adicciones.5,6
El trabajo infantil es un fenómeno profundamente complejo donde intervienen factores individuales, familiares y socioculturales como la pobreza, el nivel socioeconómico, el nivel educativo de los niños, sus padres y cuidadores, el género, las condiciones de violencia intrafamiliar y la desigualdad social.1,6,7 En Latinoamérica, el trabajo infantil responde a dinámicas culturales que aceptan la participación de los niños en el trabajo doméstico, el trabajo sexual y el trabajo en sectores de la agricultura. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),8 ha publicado un reporte sobre los rasgos comunes que tiene el trabajo infantil en los países de la región, estos son:
Trabajo en el sector agricultura. Aunque son mayores los porcentajes para el área andina (62 %) y Mesoamérica (43 %), gran parte de los niños latinoamericanos que trabajan se desempeñan en alguna actividad del sector de la agricultura.
Informalidad. Los niños y adolescentes que se encuentran ocupados se desempeñan en varios empleos del sector informal, especialmente en el trabajo familiar no remunerado.
Diferencia de género. Los niños y adolescentes presentan tasas de trabajo más altas y se desempeñan más frecuentemente en actividades productivas fuera del hogar (agricultura, silvicultura, ganadería, etc.), mientras que las niñas y adolescentes se emplean más frecuentemente en trabajos domésticos y labores de cuidado.
El trabajo infantil es mayor en pueblos indígenas y afrodescendientes. De acuerdo con reportes citados por la CEPAL, en Bolivia casi la mitad de los niños trabajadores pertenecen a poblaciones indígenas, y en Brasil, el 64 % de los niños y adolescentes que trabajan son afrodescendientes.
Trabajo no remunerado o con salarios inferiores al salario mínimo. La mayoría de los niños en trabajo infantil no reciben remuneración y aquellos que perciben salario, corresponde a remuneraciones económicas por debajo de los niveles legalmente establecidos en los países de la región.
Métodos
Este artículo se construyó a partir de una revisión temática en dos bases de datos de reconocida importancia en el área de la salud: PubMed y Embase. Se propuso realizar una búsqueda que incluyera publicaciones de los últimos 5 años y, para aumentar el volumen de resultados, se utilizó como palabra clave única: trabajo infantil, y en los motores de búsqueda se utilizó el tesauro MeSH respectivo: “child labor”. Los criterios de inclusión de la investigación fueron los siguientes: artículos relacionados con la temática desarrollada, tipo de publicación: artículo original y artículo de revisión, fecha de publicación en los últimos cinco años (2017-2022), y documentos publicados en inglés y español. Las búsquedas se realizaron el 22 y 25 de julio del 2022 y generaron 287 resultados (PubMed = 99; Embase = 188). Se realizó una selección de artículos mediante la lectura de títulos y resúmenes/abstracts, se eliminaron los duplicados y finalmente se incluyeron para la investigación 12 artículos de PubMed y 18 de Embase, todos en inglés (figura 1).
La información se organizó de manera estructurada y fue agrupada según ejes temáticos para su análisis y posterior redacción del artículo de investigación. De acuerdo con los resultados obtenidos en la búsqueda, a consecuencia del trabajo infantil se identificaron efectos en la salud por exposición a los siguientes riesgos ocupacionales: químico, biomecánico, psicosocial, y de seguridad, los cuales corresponden al eje central de análisis del presente artículo.
Resultados
Se incluyeron 30 artículos publicados entre el 2017 y 2022, tres fueron revisiones sistemáticas,9,10,11 dos revisiones narrativas12,13 y el número restante corresponde a artículos originales de diferente construcción metodológica entre longitudinales y transversales. En términos geográficos, las investigaciones asiáticas y americanas fueron mayoritarias con 12 estudios en cada región, para el caso del continente americano las investigaciones correspondieron a Estados Unidos (9 estudios), Brasil (2) y México (1); 4 investigaciones se realizaron en África, y Europa y Oceanía tuvieron un estudio en cada región.
Respecto a los riesgos ocupacionales, algunas investigaciones evaluaron los efectos en salud por un riesgo en particular, pero en otros casos se evaluó la exposición a varios riesgos en el ambiente de trabajo de los niños. El riesgo psicosocial fue motivo de estudio, de forma directa o indirecta, en la mayoría (n = 18), seguido de los riesgos biomecánicos (n = 9), químicos (n = 9) y de seguridad (n = 6). Destacan los seis estudios publicados por un grupo de investigadores en Carolina del Norte, Estados Unidos con niños latinos empleados en granjas de cultivo,19,26,27,28,33,45 y los tres estudios liderados por Habib y otros, con más de 4 mil niños sirios, trabajadores y refugiados en el Líbano, donde se estudió la exposición ocupacional y los efectos en salud de estos niños migrantes.25,34,43
Efectos en la salud por exposición a sustancias químicas
Las sustancias químicas forman parte de los ambientes de trabajo en numerosas ocupaciones y la relación entre la exposición a estas sustancias y el cáncer se encuentra ampliamente documentada en la literatura y existen relaciones de causalidad específicas, tales como: benceno y leucemia, asbesto y mesotelioma maligno, y cloruro de vinilo y hepatocarcinoma. El diagnóstico de cáncer ocupacional es infrecuente en la infancia o adolescencia porque los tumores tienen largos periodos de latencia y el diagnóstico suele ocurrir hasta la etapa adulta,14,15 pero el tránsito de los químicos por los sistemas corporales puede generar consecuencias tempranas en la salud de los niños y evidenciarse en el examen físico o en exámenes de laboratorio.
Entre las investigaciones incluidas para la revisión (tabla 1), dos estudios evaluaron los efectos en la salud por exposición a metales, uno tuvo como objetivo la exposición a solventes orgánicos y dos se enfocaron en los efectos por exposición a pesticidas. Adicionalmente, en esta sección se reportan los hallazgos de una revisión sistemática que estudió las consecuencias de la exposición ocupacional a sustancias químicas en niños de países con bajos ingresos.10
Autor, Ciudad, País, Año | Actividad económica | Agente químico | Edad de los participantes | Muestraa |
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Industrial: fabricación de cuero e instrumentos quirúrgicos. | Metales pesados (Cr, Cu, Cd, Fe, Mn, Ni, Pb y Zn).b | 8 - 18 años |
Grupo expuestos: 60 niños Grupo control: 15 niños |
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Industrial: reciclaje de baterías. | Plomo. | 10 - 14 años |
Grupo expuestos: 30 niños Grupo control: 30 niños |
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Industrial: fabricación de zapatos. | Benceno. | 6 - 12 años | 41 niños |
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Agricultura: tabaco, tomates, papas, pimientos, entre otros. | Pesticidas: insecticidas, fungicidas y herbicidas. | 10 - 17 años |
Año 2018: 173 niños Año 2019: 156 niños |
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Agricultura: cultivos de tabaco. | Pesticidas, cotinina. | < 18 años | 99 niños |
aTodos los estudios incluyeron trabajadores de sexo femenino y masculino.
bCr: cromo, Cu: cobre, Cd: cadmio, Fe: hierro, Mn: magnesio, Ni: níquel, Pb: plomo, Zn: zinc.
cEstudio de tipo longitudinal, en el seguimiento muestra disminuye por pérdida de casos.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Respecto a los estudios clínicos, Junaid y otros, estudiaron exposición metales pesados en niños que trabajaban en ambientes industriales en Pakistán y encontraron que las exposiciones a algunos agentes carcinógenos pueden ser hasta 200 veces superiores a las permitidas por los organismos internacionales, y reportaron altos niveles de estrés oxidativo, medidos con la actividad de la enzima óxido nítrico sintasa sérica,16Arif y otros, encontraron que niños expuestos a plomo en labores de reciclaje de baterías tenían marcadores de estrés oxidativo celular elevados (malondialdehído, carbonilo proteico y glutatión reducido) y mayor daño oxidativo del ADN que los niños en el grupo control,17Dundar y otros, (citados por Scott y Pocock), reportaron que el plomo reduce la función de la tiroides, incluso cuando la exposición ocurre a dosis bajas.10
Pérez-Herrera y otros, estudiaron las consecuencias en la salud de niños mexicanos expuestos a benceno durante la confección de zapatos, un 22 % de los niños tuvo niveles de ácido t, trans-mucónico (tt-MA) urinario, biomarcador utilizado para medir la exposición al benceno, superiores al valor límite de exposición establecido por la American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH) (> 0,5 mg/g Cr), y en las muestras de orina analizadas, se identificaron marcadores de daño renal temprano como albuminuria y α1-microglobulina.18 En otra investigación con niños libaneses expuestos a benceno y tolueno, se encontraron alteraciones neuroconductuales significativas, tales como: disminución en la velocidad de reacción y destreza motora, disminución de la concentración y alteraciones en la memoria.10
En cuanto a la exposición a pesticidas, una investigación con más de 150 niños granjeros pudo identificar la exposición ocupacional a 70 pesticidas o sus productos de desecho en cultivos de alimentos.19 Los niños estuvieron expuestos como promedio a cuatro químicos diferentes por jornada de trabajo, pero en algunos casos la exposición alcanzó 22 químicos por jornada.19Fassa y otros, reportaron intoxicación por pesticidas en 3,5 % de los niños participantes en su estudio en cultivos de tabaco, pero un 24 % de ellos reportó haber presentado intoxicación por nicotina (enfermedad del tabaco verde), un cuadro clínico que ocurre por la manipulación de las plantas de tabaco y se caracteriza por náuseas, vómitos, mareos y cefalea.20
Efectos en la salud por exposición a factores de riesgo biomecánico
La exposición al riesgo biomecánico ocurre en trabajos de todos los sectores económicos y los niños que trabajan no están exentos de ello. Las posturas inadecuadas y prolongadas, los movimientos repetitivos y la manipulación de cargas son factores que imponen carga física al cuerpo y pueden originar diferentes lesiones en el sistema osteomioarticular, las cuales se han agrupado bajo el término desórdenes musculoesqueléticos (DME).21,22,23) La cronicidad requerida para la aparición de los DME dificulta emitir un diagnóstico en la infancia o la adolescencia de patologías como el síndrome del manguito rotador o el síndrome del túnel del carpo, pero los DME se expresan precozmente con dolor articular, dolor muscular o parestesias23,24 y estos síntomas se convierten en el objeto de estudio de las investigaciones que evalúan los efectos del trabajo en la salud osteomioarticular.
Tres estudios en el sector de la agricultura, una investigación con niños en el sector industrial y un estudio con más de 4 mil niños empleados en diferentes sectores económicos, estudiaron la aparición de síntomas osteomioarticulares en el tronco y las extremidades (tabla 2). La revisión sistemática realizada por Ibrahim y otros9 sobre trabajo infantil en países en vías de desarrollo también encontró reportes sobre DME y sintomatología osteomioarticular.
Autor, Ciudad, País, Año | Actividad económica | Edad de los participantes | Muestraa | Sintomatología osteomioarticular |
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Industrial: fabricación de ladrillos. | 9 - 16 años |
Grupo expuestos: 112 niños Grupo control: 120 niñosb |
Dolor en extremidad superior (mano, muñeca, codo y hombro), inferior (pie, tobillo y rodilla) y espalda (baja y alta) |
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Agricultura, construcción, mecánica y lavado de carros, recolección de basura, entre otros. | 8 - 18 años | 4 090 niños | Dolor articular, dolor en extremidad superior (mano, muñeca, codo y hombro) e inferior (pie y rodilla) y espalda. |
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Agricultura: tabaco, tomates, papas, pimientos, entre otros. | 10 - 17 años | 202 niños | Dolor en muñeca, hombro, tobillo o rodilla. |
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Agricultura: tomate, tabaco, bayas y papa. | 11 - 19 años | 145 niños | Dolor en extremidad superior (codo y hombro), inferior (tobillo y rodilla) y espalda baja. |
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Agricultura: tabaco. | < 18 años | 99 niños | Cervicalgia, dorsalgia y lumbago. |
aTodos los estudios incluyeron trabajadores de sexo femenino y masculino.
bGrupo de expuestos estuvo integrado por niños trabajadores en sector de servicios.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Habib y otros realizaron un estudio con 4090 niños sirios empleados en agricultura, construcción, mecánica y recolección de basuras. Los investigadores identificaron seis condiciones de riesgo biomecánico en este grupo de trabajadores:
movimientos repetitivos de flexo-extensión del codo > 1 hora/día.
movimientos de la muñeca y los dedos > 4 hora/día.
posturas en cuclillas o de rodillas > 1 hora/día.
trabajar con las manos por encima del hombro > 1 hora/día.
manipulación manual de cargas > 25 kg.
subir y bajar escaleras > 30 veces/día.
Los síntomas reportados con más frecuencia en esta investigación fueron: dolor en espalda (102 niños), dolor en los pies (75) y dolor articular no especificado (60).25
Investigaciones en Estados Unidos sobre condiciones de trabajo de niños latinos empleados en granjas de cultivo encontraron tasas de prevalencia de DME entre 29 y 42,6 %, siendo las regiones más afectadas: hombro (26,2 %), rodilla (15,4 %), espalda baja (10,3 %) y codo (9,7 %).26,27 El mismo grupo investigador evaluó la carga física de 18 tareas realizadas por los niños durante las labores de cultivo, encontrando factores de riesgo como posturas inadecuadas, movimientos repetitivos y trabajo con esfuerzo físico intenso; al encuestar a los niños, respondieron que las actividades más frecuentes durante la jornada de trabajo eran: realizar tareas de forma repetitiva con los miembros superiores, caminar durante largos periodos de tiempo, y estar de pie durante largos periodos de tiempo.28 Estas investigaciones demuestran la relación entre la carga física y la expresión de síntomas osteomioarticulares regionales en los trabajadores pediátricos del sector agrícola. Por su parte, un estudio brasilero con niños en cultivos de tabaco investigó sintomatología en la columna vertebral y encontró que el lumbago (29,3 %) y la dorsalgia (26,3 %) fueron los síntomas más frecuentes.20
En el sector industrial, Das condujo un estudio con niños que fabricaban ladrillos, la muestra estuvo conformada por 112 en el grupo de expuestos y 120 en el grupo control. En el grupo de expuestos, 97,3 % reportó dolor en espalda, 87,5 % en los hombros y 82,1 % en las manos; cifras que fueron significativamente mayores que en el grupo control.29 De igual forma, investigaciones citadas por Ibrahim et al, encontraron que los niños empleados en la industria manufacturera tienen mayor riesgo de presentar dolor osteomioarticular en el tronco y las extremidades que los niños que no trabajan, y factores como el trabajo monótono y las posturas inadecuadas se asocian con dolor de espalda.9
Efectos en la salud mental por exposición al riesgo psicosocial
El trabajo afecta la salud mental de los niños al exponerlos a situaciones de maltrato y abusos (físicos, sexuales y psicológicos( durante la jornada laboral. En la revisión sistemática realizada por Ibrahim y otros, 24 de 25 estudios reportaron asociación entre el trabajo y trastornos mentales o del comportamiento,9 y Ahad y otros, en una revisión sobre trabajadores infantiles maltratados (9 estudios, 6247 niños) encontraron que las tasas de abuso emocional son 3 veces más altas que las de abuso físico, con una tasa promedio de abuso sexual de 16,82 %.30
Dos estudios de casos y controles con niños entre 7 y 18 años empleados en la fabricación de ladrillos estudiaron la presencia de emociones negativas (rumiación, tristeza, ira y miedo) como determinantes de depresión.31,32 Los investigadores encontraron más emociones negativas en los expuestos y dentro de este grupo, las niñas presentaron más emociones negativas y mayor depresión que los niños, lo que estuvo relacionado a que juegan menos y tienen menos amigos.31 Emociones negativas como el miedo y el acoso también fueron reportadas en una investigación cualitativa con niños en labores de agricultura, las cuales se presentaron en contextos de alta demanda psicológica (supervisión estricta, estrés laboral, inestabilidad laboral y miedo al despido).33
En el sector agrícola, 67,5 % de los niños en una investigación libanesa refirieron sentimientos de soledad y solo 59 % reportó tener satisfacción con la vida,34 mientras que Iqbal y otros, reportaron 28,3 y 19 %, respectivamente, de violencia sexual y emocional en trabajadores infantiles pakistaníes ocupados en este sector.35 Por otro lado, en una investigación con niños empleados en subsectores de servicios, 7 de cada 10 reportaron formas de abuso psicológico, tales como: humillaciones, amenazas, insultos y ser forzados a robar o mentir.36Fanton d’Andon y otros, evaluaron el bienestar psicológico de 1311 niños etíopes empleados en formas de trabajo ilegal o trabajos peligrosos. Los resultados de la investigación mostraron que la violencia y los peligros del trabajo se relacionaron con peor autoimagen y mayor estrés laboral en los niños empleados en estas actividades de riesgo.37
La relación entre trabajo infantil y diagnósticos psiquiátricos se ha establecido en varios estudios. Dhakal y otros, aplicaron test psicológicos como el Juvenile Victimisation Questionnaire (JVQ) y el Youth Inventory-4R a niños que fueron explotados laboralmente, encontrando asociación significativa con el trastorno de ansiedad generalizado, el TEPT y la depresión mayor.38Pandey y otros, estudiaron la prevalencia de enfermedades psiquiátricas en niños trabajadores de empresas públicas y privadas en la India y 8 de cada 10 niños tuvo criterios para uno o más trastornos psiquiátricos, siendo los más prevalentes: las fobias específicas (41,6 %), los trastornos de la conducta (33,3 %) y la fobia social (30,3 %).39 Por su parte, Musizvingoza y otros, encontraron psicoagresión (56,9 %), ansiedad (5,1 %) y depresión (0,9 %) en su estudio sobre condiciones de trabajo doméstico en Zimbabwe.40
Los niños que realizan trabajos domésticos también presentan altas cifras de abuso, Thi y otros, encontraron tasas de prevalencia para violencia emocional que alcanzaban el 92 % y violencia sexual hasta un 62 %, lo cual resulta particularmente preocupante ya que el trabajo doméstico suele ocurrir en ambientes familiares.11 En contraste, para el caso de los niños empleados como soldados, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es la patología que se diagnostica con más frecuencia.13 Como reflejo de la magnitud del problema, la salud mental y los riesgos psicosociales fueron el objeto de estudio del mayor número de investigaciones en esta revisión, las características y el enfoque de estos artículos se presentan en la tabla 3.
Autor, Ciudad, País, Año | Actividad económica | Edad de los participantes | Muestraa | Enfoque |
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Agricultura: tabaco, bayas y tomates. | 10 - 17 años | 30 niños | Modelo demanda-control-apoyo social. |
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Servicios: trabajo doméstico, hoteles y entretenimiento. Industrial: fábricas y construcción |
12 - 18 años | 103 niños | Enfermedades psiquiátricas. |
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Trabajo doméstico y empresas en el sector público y privado (Tiendas, hoteles, carpinterías, ladrilleras, entre otros). | 12 - 18 años | 132 niños | Enfermedades psiquiátricas. |
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Agricultura, recolección de basura, construcción, mecánica, entre otros. | 8 - 18 años | 4 090 niños | Dimensión social (capital social, cohesión social y apoyo vecinal) y bienestar emocional. |
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Agricultura, manufactura y servicios (hoteles, restaurantes y trabajo doméstico) | 5 - 14 años | 634 niños | Violencia y abuso emocional, físico y sexual |
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Servicios, trabajo en casa e industria. | < 18 años | 250 niños | Maltrato y abuso (físico, psicológico y sexual) |
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Industrial: fabricación de ladrillos. | 11 - 18 años |
Grupo expuestos: 915 niños Grupo control: 638 niños |
Emociones negativas, maltrato y percepción de seguridad |
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Industrial: fabricación de ladrillos. | 7 - 17 años |
Grupo expuestos: 450 niños Grupo control: 486 niños |
Emociones negativas, maltrato y percepción de seguridad. |
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Servicios: venta de bebidas alcohólicas y bares. | 13 - 15 años | 14 niñas | Formas de violencia sexual. |
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Trabajos peligrosos y trabajos ilegales. | 13 - 17 años | 1 311 niños | Bienestar psicosocial (emocionalidad, agencia propia, autoestima relacionada con el trabajo, estrés laboral y supervisión) |
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Trabajo doméstico. | 5 - 19 años | 15 023 niños | Funciones cognitivas, ansiedad y depresión. |
aEl estudio de Aborisade41) solo incluyó trabajadores de sexo femenino, el resto de las investigaciones incluyó trabajadores de ambos sexos.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Accidentes de trabajo y lesiones por riesgos de seguridad
Los accidentes de trabajo (AT) son sucesos repentinos que ocurren por causa o en ocasión del trabajo y producen en el trabajador una lesión orgánica, funcional o psiquiátrica, una invalidez o la muerte.42 Los niños que trabajan están en riesgo de sufrir AT en casi todos los ambientes de trabajo, pero especialmente en aquellas labores clasificadas como peligrosas. Investigaciones citadas por Ibrahim y otros, encontraron que existe correlación positiva entre el número de horas trabajadas y el reporte de accidentes o lesiones en ambientes de trabajo infantil.9
Fueron pocos los estudios que revisaron estadísticas de accidentalidad en el contexto del trabajo infantil. En este grupo, aparecen con las muestras más grandes una investigación libanesa que incluyó 4090 niños y una egipcia con 7485, empleados en todos los sectores económicos, las tasas de AT en estas investigaciones fueron de 31,4 % (n = 1283 niños) y 24,1 % (n = 1803), respectivamente.43,44 En la mayoría de las investigaciones revisadas, los niños y adolescentes varones estuvieron involucrados en más AT que las hembras, lo que se debe a que los trabajadores hombres suelen ser asignados a tareas más peligrosas.12,27,43,44
En el caso de AT fatales, una revisión sistemática sobre trabajo infantil en sectores rurales de Australia encontró que durante el período 2001-2019 se produjeron 222 muertes infantiles en labores de agricultura, siendo el ahogamiento la causa de muerte más frecuente.12 En Estados Unidos, de acuerdo con reportes del Centro Nacional Infantil para la Salud y Seguridad Rural y Agrícola, un niño muere cada tres días en accidentes relacionados a trabajos de agricultura y al menos 33 niños se lesionan cada día en ese país.45 Una investigación publicada por Nour y otros, reportó que solo en trabajos de manipulación de estiércol hubo 76 incidentes durante el período 1975-2019 y murieron 57 niños en estos eventos, 21 de los cuales eran menores de cinco años. Las causas de muerte reportadas en este estudio fueron asfixia, ahogamiento, accidentes de tránsito y caídas.46
El trabajo en el sector agrícola es peligroso para los niños por el gran número de peligros de seguridad a los que están expuestos, entre ellos están: herramientas manuales, maquinarias y vehículos, condiciones del terreno, animales, entre otros. La revisión sistemática realizada por Adams y otros sobre AT y niños en labores de agricultura identificó como responsables del 75 % de los AT los siguientes peligros de seguridad: cuerpos de agua, vehículos (tractores, camionetas, carros, motocicletas y cuatrimotos) y transporte en caballos.12 Adicionalmente, varios autores reportan que la falta de conocimiento sobre riesgos laborales, la poca o ausente dotación de elementos de seguridad, y la falta de entrenamiento y supervisión de los niños en tareas de alto riesgo son factores que se asocian con mayor ocurrencia de AT en niños.44,46,47
Respecto a los AT no fatales, solo se encontraron cifras en investigaciones del sector de la agricultura, las cuales se agruparon en cuatro categorías: heridas, lesiones oculares, quemaduras y traumas o caídas (tabla 4 ). Las lesiones más frecuentes fueron las heridas de la piel, con rangos entre 21,1 y 44,9 %,27,43,44 seguidas por los traumas o caídas y las quemaduras con 44 y 40,5 %, respectivamente.47 Aunque las lesiones oculares fueron las menos frecuentes, no deben ser subestimadas ya que terminan teniendo secuelas mayores para la integridad y desarrollo de los niños por afectación del sentido de la visión.
Autor, Año | Heridas | Lesiones oculares | Quemaduras | Traumaa o caídas | ||||
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n | % | n | % | n | % | n | % | |
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47 | 23,3 | 4 | 2,0 | 7 | 3,5 | 2 | 1,0 |
|
- | - | - | - | 47 | 40,5 | 51 | 44,0 |
|
955 | 44,9 | 206 | 9,7 | 184 | 8,7 | 644 | 30,3 |
|
1586 | 21,1 | 64 | 4,2 | 47 | 2,4 | 106 | 6,0 |
aTipos de trauma: trauma en cráneo, trauma con herramienta manual, accidente de tránsito, fracturas y luxaciones.
Fuente: Base de datos de la investigación.
Conclusiones
Para cumplir el objetivo de erradicar el trabajo infantil en el mundo es necesario hacer mayor investigación y divulgación de las condiciones de trabajo y las consecuencias en la salud que el rol laboral tiene para los niños. La mayoría de los estudios muestran la realidad en Asia y África y son pocos los estudios realizados en Latinoamérica, por lo que se requieren líneas de investigación para determinar las dimensiones del problema en la región.
A nivel mundial el porcentaje de niños ocupados es mayoritario en el sector agricultura, las investigaciones reflejan esta realidad ocupacional y muestran cómo el trabajo en este sector expone a los niños a múltiples riesgos laborales y tiene consecuencias en su salud física y mental. El trabajo agrícola es peligroso, las cifras de AT mortales en niños deben obligar a la toma de decisiones sociales, económicas y políticas para cambiar esta realidad que atenta contra la dignidad e integridad de los niños.
Las investigaciones han demostrado que el trabajo infantil tiene un efecto negativo, precoz y progresivo en la salud física de los niños, causando consecuencias de salud en la adultez. Los efectos en la salud mental parecen presentarse de forma más inmediata y desencadenar la aparición de patologías como depresión, ansiedad y TEPT en la infancia y la adolescencia, y relacionarse con trastornos a largo plazo en adultos. Los organismos internacionales, las entidades regulatorias nacionales, los padres y tutores infantiles, y las organizaciones empresariales, teniendo en cuenta las graves consecuencias del trabajo sobre la salud física y mental de los niños, deben comprometerse con la erradicación del trabajo infantil en todos los sectores económicos y todos los países del mundo.