Introducción
De acuerdo con la definición operacional otorgada por Organización Mundial de la Salud (OMS) en diciembre 2019, desde el inicio de la búsqueda intencional de casos de infección por SARS-CoV-2, se han notificado más de 200 174 883 casos confirmados y 4 255 892 de muertes en el mundo al 5 de agosto del 2021.1,2
Los esfuerzos de la comunidad científica desde la detección de la enfermedad han sido para poder desarrollar y distribuir la vacuna SARS-CoV-2. El primer candidato a vacuna fue la nombrada mRNA-1273, mediante el uso de ácido ribonucleico (ARN) mensajero modificado para codificar la proteína Spike del SARS-CoV-2 para provocar una respuesta inmune adecuada, resultando en la producción de anticuerpos neutralizantes.3
La respuesta inmunitaria al coronavirus es adaptativa prolongada, siendo consistente con lo reportado ante los casos de otros coronavirus como el MERS-CoV y el SARS-CoV, que provocaban una respuesta inmune hasta por 3 años después de la infección inicial.4
Tillett y otros,5 realizaron uno de los primeros reportes de caso de reinfección de SARS-CoV-2 en el mundo, de un masculino de 25 años, con resultado de laboratorio positivo en abril 2020, y una segunda prueba a finales de junio 2020, esto mediante técnica Reacción en Cadena de Polimerasa en Tiempo Real (RT-PCR).
En un estudio de casos y controles de la asociación vacunación y reinfección por SARS-CoV-2 en residentes de Kentucky, Estados Unidos de América; incluyeron 246 casos y 492 controles. El 60,6 % fueron mujeres; el 82,9 % fueron infectados durante el periodo octubre-diciembre 2020; el 20,3 % de los casos contaban con esquema completo de vacunación, comparado con 34,3 % de los controles. Los que tuvieron una infección anterior y no contaban con ningún esquema de vacunación, el riesgo de enfermarse fue de 2,34 veces más comparado con los que contaban con un esquema completo de vacunación.6
En México, Espinosa y otros,7 mediante el uso de información del sistema de notificación epidemiológica en línea para la vigilancia epidemiológica (SINOLAVE), realizaron la vigilancia de las unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado de Quintana Roo. Observaron siete casos (0,16 %) de infección posterior a la vacunación confirmada mediante el uso combinado de diagnóstico clínico por tomografía computada, prueba rápida de antígenos y PCR. El intervalo de días entre la infección por COVID-19 y la infección posterior a la vacunación fue entre 61 y 191 días.
El uso de estas vacunas se apoya en mecanismos inmunológicos inherentes del ser humano para poder generar una respuesta inmune adecuada y neutralizante sobre el virus SARS-CoV-2, pero quedando en un segundo término si el plazo que tiene la acción neutralizante es de larga duración, o si la vacuna no realiza un estímulo suficiente al sistema inmune y persiste el riesgo de infección posterior a la vacunación, especialmente en personal ocupacionalmente expuesto.8
El objetivo del estudio fue determinar la frecuencia de casos de COVID 19 en trabajadores vacunados en un hospital durante el 2021-2022.
Métodos
Estudio observacional y transversal en el cual se trabajó con una base de datos del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) de Baja California, de los casos de COVID-19 confirmados por prueba PCR en trabajadores del Hospital General de Zona No 30 (HGZ 30) del IMSS en el periodo de marzo/2021 a marzo/2022, previa autorización del Comité de Investigación. Los criterios de inclusión fueron ser trabajador del hospital HGZ 30, que haya recibido el esquema completo de vacunación contra SARS-CoV-2. Posteriormente se recabó la siguiente información por interrogatorio directo a los trabajadores: edad, sexo, servicio asignado, actividad extralaboral remunerada, esquema completo de vacunación (mostrando comprobante de esquema completo), riesgo de exposición a COVID-19 en el hospital y en una actividad extralaboral remunerada, obtenido de lineamientos de atención COVID-19 como enfermedad de trabajo del IMSS,9 manejo de la infección por COVID-19 (obtenida del interrogatorio directo y la revisión de historial clínico del sistema de atención de urgencias del IMSS) e índice de masa corporal (IMC) (el cual se interrogaba y, en caso de desconocerlo, se procedió a pesar y medir al trabajador, para posteriormente calcularlo). Se utilizó estadística descriptiva mediante el programa estadístico SPSS para Windows, versión 22.
Resultados
De un total de 1695 trabajadores, solo 141, que representan el 8,49 % presentaron infección posterior a la vacunación de COVID 19.
Las principales características de la muestra estudiada fueron: promedio de edad de 38.11 años, el sexo femenino con el 71,6 %, IMC con sobrepeso con 41,1 %, sin hipertensión arterial 81,6 %. El 22,7 % laboraba en el área de urgencias y el 19,1 % en hospitalización. De acuerdo con la fecha de aplicación de la vacuna el 16,3 % fue cinco meses previos de padecer la enfermedad por COVID-19 y el 15,6 % a los 11 meses, y el 43,3 % tuvo actividad extralaboral remunerada (tabla 1).
El 96,5 % de los trabajadores estudiados presentaron un cuadro clínico leve por COVID-19 y el 3,5 % fueron asintomáticos.
El promedio meses transcurridos a partir de la segunda dosis de vacuna SARS-CoV-2 y el evento de presentar COVID-19 fue de 7,03 meses, con un valor mínimo de ≤ 1 mes y un valor máximo de 12 meses.
Hombre | 40 | 28,4 |
Mujer | 101 | 71,6 |
IMC | ||
Normal | 34 | 24,1 |
Sobrepeso | 58 | 41,1 |
Obesidad | 49 | 34,8 |
Hipertensión Arterial | ||
Sí | 26 | 18,4 |
No | 115 | 81,6 |
Áreas laborales | ||
Urgencias | 32 | 22,7 |
Hospitalización | 27 | 19,1 |
Quirófano | 17 | 12,1 |
Consulta Externa | 26 | 18,4 |
Unidad de Cuidados Intensivos | 2 | 1,4 |
Laboratorio y Radiología | 12 | 8,5 |
Área COVID | 9 | 6,4 |
Administrativos | 8 | 5,7 |
Servicios Generales | 8 | 5,7 |
Meses transcurridos desde esquema completo de vacunación | ||
≤ 1 | 1 | 0,7 |
2 | 7 | 5,0 |
3 | 8 | 5,7 |
4 | 12 | 8,5 |
5 | 23 | 16,3 |
6 | 18 | 12,8 |
7 | 8 | 5,7 |
8 | 13 | 9,2 |
9 | 16 | 11,3 |
10 | 10 | 7,1 |
11 | 22 | 15,6 |
12 | 3 | 2,1 |
Actividad Extralaboral Remunerada | ||
Sí | 57 | 43,3 |
No | 84 | 56,7 |
Fuente: Base de datos de la investigación.
En la tabla 2 se observa que, de acuerdo con su área de trabajo 133 trabajadores (94,32 %) tuvieron riesgo muy alto de exposición y 8 (5,6 %) riesgo alto. De los trabajadores que contaban con actividad extralaboral remunerada el 94,74 % tuvieron riesgo muy alto, al tratarse de personal con atención al público (casos confirmados o sospechosos de la enfermedad) (tabla 2).
Discusión
La frecuencia de trabajadores infectados posterior a la aplicación de la vacuna preventiva para SARS-CoV-2 durante el periodo del estudio fue de 8,49 %, menor a lo observado por Contreras,10) en su estudio de un área hospitalaria de características similares, siendo esto previo al inicio de la inmunización del personal de salud. No se encontraron estudios donde se analice infección posterior a la vacunación del personal de salud a nivel nacional o internacional.
Se encontró que las mujeres presentaban un mayor porcentaje de la población infectada posterior a la vacunación, lo cual es similar a lo observado por Sherma y otros11 en Mumbai, India.
El promedio de edad fue de 38 años, similar a lo reportado por otros autores, debido a las edades laborales en México, así como la ausencia del personal hospitalario que se encontraban en edades de alto riesgo los cuales fueron enviados a aislamiento desde el inicio del aumento de casos.12,13
En un estudio de primoinfección por COVID-19 en trabajadores de un hospital del IMSS, se observa una distribución similar en ciertas áreas de atención, como en el personal de servicios generales y personal de laboratorio.14
Durante el año de análisis de esta información se observaron dos picos de aumento de casos de reinfección, siendo el primero a los cinco y seis meses posterior a la vacunación, así como a los 11 meses posteriores, tomando en cuenta que gran parte del personal recibió su esquema completo al inicio del estudio (entre los meses de febrero-marzo 2021), estos dos picos de casos corresponden con la tercera y cuarta ola de casos COVID-19 en México, donde a nivel nacional existió un pico de casos en general, así como la demanda de atención médica hospitalaria de estos pacientes, aumentando el riesgo de los trabajadores de contacto con el virus, e incluso se observa la disminución paulatina posterior a estas olas de casos.15
Al realizar la actividad extralaboral remunerada la mayoría de estos trabajadores mantuvieron el riesgo muy alto de contagio por COVID-19, debido a que realizaban funciones similares a las realizadas en la institución. No hay estudios similares a nivel nacional e internacional que incluyan la actividad extralaboral como variable.
La determinación de la actividad extralaboral remunerada nos ayuda a comprender que si existe un mayor riesgo de infección posterior a la vacunación.
Una limitación del estudio fue la dificultad para contactar algunos trabajadores por los medios institucionales, teniendo la necesidad de realizar revisión del historial clínico, así como de la evaluación inicial en el servicio de urgencias institucional en lugar de la entrevista directa.
Conclusiones
La proporción de los trabajadores infectados por COVID-19 posterior a la vacunación fue baja, mostrando que los esquemas de vacunación son una opción viable para el control de la propagación. No se tiene evidencia de otros estudios similares dentro de la literatura regional o internacional, siendo de vital importancia para lograr entender el comportamiento de la infección posterior al recibir un esquema completo, así como ayudar a determinar las áreas de oportunidad para la prevención de infección dentro de las áreas hospitalarias.