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Varona. Revista Científico Metodológica

versión On-line ISSN 1992-8238

Varona  no.69 La Habana jul.-dic. 2019  Epub 01-Dic-2019

 

Ciencias de la Educación

Los componentes de la Educación Musical

The components of musical education

Lester Alfonso Buela Corrales1  * 

1 Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Cuba.

RESUMEN

Este artículo es de vital importancia para la formación del profesional de la educación primaria en el nivel superior, puesto que se estudia los componentes de la educación musical en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta enseñanza en el educador primario, así como su tratamiento. También se realiza una breve panorámica acerca de la educación musical en el devenir histórico en Cuba y algunos pedagogos más relevantes en esta ciencia de la educación. Contribuye a apoyar todo el trabajo que se realiza en la escuela primaria sobre la educación musical, donde el profesional de la educación debe estar enteramente preparado para enfrentar los retos y desafíos que presenta la educación cubana actual desde la escuela, la familia y comunidad. Aspecto de vital importancia en los educadores de la enseñanza de la música, son más sensibles, conocedores de los valores artísticos de las manifestaciones del arte en lo universal, nacional y local, con un sentido ético y estético de acuerdo con la aspiración de todo educador cubano de formar ciudadanos poseedores de una cultura general integral, lo que forma parte de la estrategia desde la educación estética de propiciar la apreciación de los elementos conceptuales y formarlos desde las manifestaciones artísticas.

Palabras-clave: música; componente de la educación musical

ABSTRACT

The present article provides vital importance for professional primary education at superior level because it studies the musical components around the teaching-learning proceedings of the musical education to the primary teachers as well as his treatment. Besides, it gives a brief panoramic view about historical development of music education in Cuba and some or our most important teachers about the scientific education. This article also contribute to support the whole work fulfilled at the primary school about music education where the professional educator must be fully prepared in order to confront challengers about the actual Cuban education at school, family end community. A very important aspect for the music education teachers is the sensitive acknowledgment of the artistic value in manifestations at the classroom about the universal, national and local with an ethic and esthetic sense in accordance with the aspiration to make citizens having a general and integral culture, which becomes part of the strategy from the esthetic education to provide the appreciation of the foremost elements and develop them from the artistic manifestations.

Key words: music; component of the musical education

INTRODUCCIÓN

La música es una de las manifestaciones artísticas donde el hombre, como ser social, se comunica y expresa mediante la utilización del sonido como materia prima. Mediante ella se transmiten sentimientos, emociones, estados de ánimos y formas de percibir el mundo.

Esta manifestación del arte es una parte indispensable en la vida del hombre, permite tener diferentes respuestas psicológicas conscientes e inconscientes de la experiencia sonora, que difiere de la capacidad que tenga el ejecutante para identificarse con la obra, además de armonizar con dos elementos importantes en el ser humano: la psiquis y el cuerpo.

La música es inseparable de la sociedad contemporánea, puesto que se utiliza para diferentes usos: el disfrute al escucharla, reproducirla o bailarla; con fines terapéuticos; pedagógicos, entre otros. Ella contribuye al desarrollo dela motricidad fina, gruesa, el lenguaje, los procesos psíquicos que conforman la actividad cognoscitiva, reafirma la autoconfianza, la socialización, permite adquirir normas y reglas de conducta, la formación de valores, entre otros aspectos de la personalidad, por lo que favorece a la educación ciudadana, enriqueciendo la vida y mejora el comportamiento profesional y humano.

En la formación del educador musical ha constituido un papel importante en Cuba, esto permite un mejor desarrollo artístico y estético en las instituciones educacionales, que debe favorecer a la vez en la personalidad del especialista influyendo en su sensibilidad, aptitud y preparación profesional, con una relación entre lo musical y pedagógico, debido a la capacidad de apreciar, interpretar, crear y el ajuste a las tendencias pedagógicas-musicales para poder desarrollar en el siglo xxi la musicalización ciudadana.

La Educación Musical se incluye en los planes de estudio de la enseñanza general cubana. La Educación Primaria es el nivel en el que el niño transita de primero a sexto grado, de seis a doce años de edad.

El progreso de la personalidad del niño en la etapa escolar se refleja mediante la actividad y la comunicación en sus relaciones interpersonales, contribuyendo ambas, como los agentes mediadores entre el alumno, la sociedad y la experiencia que va a asimilar. Para contribuir a su desarrollo integral el sistema educacional ha realizado un grupo de transformaciones, en función del perfeccionamiento en los diversos niveles de educación, en consecuencia, con la aspiración hacia el individuo que se desee formar de acuerdo con las exigencias de la sociedad. El escolar desarrolla sus conocimientos en diferentes materias, que le permitirá aplicarlos en los nuevos retos que se enfrentará en el mundo actual.

Este artículo tiene como objetivo analizar los componentes de la educación musical para su tratamiento en las clases de la enseñanza primaria.

DESARROLLO

La Educación Musical como el proceso educativo de la música, presenta dos líneas de trabajo: una dirigida a la preparación del músico profesional como creador e intérprete, musicólogo o pedagogo a través de las escuelas especializadas, ingresando a las mismas los que aprueben la prueba de aptitud que comprenden la de musicalidad y la física, otra está encaminada a la musicalización de forma masiva a niños, jóvenes y adultos que contribuye a la formación integral del hombre y se denomina Educación Musical masiva.

Existen diferencias en estas líneas de trabajo ya que persiguen objetivos distintos. La primera se dedica a la formación profesional del arte, preparada en las escuelas especializadas, en conservatorios y centros pedagógicos musicales. Los estudiantes aprenden un instrumento básico y las asignaturas de la especialidad. La segunda se dedica a la formación del ciudadano, del público receptor, con estos objetivos:

  • Desarrollar la percepción auditiva.

  • Desarrollar las capacidades musicales y la creatividad.

  • Formar el gusto musical y las ideas estético-musicales.

Existe una interrelación dialéctica entre la Educación Musical especializada y la masiva, la primera proporciona, al músico, los conocimientos técnico-musicales que le permitan ejercer su desempeño profesional en la sociedad, a su vez de la masa educacional surgirá de un público sensible, los futuros profesionales de la música.

La Educación Musical masiva en Cuba se comienza en la edad preescolar, impartidas por las educadoras, en la Educación Primaria y en la Educación Especial, se imparten mediante clases de programación televisivas. En la Educación Media y Media-Superior esta tarea corresponde a los instructores de arte y en la Educación Superior a través del movimiento de artistas aficionados.

A través del estudio y análisis del desarrollo de la Educación Musical en Cuba se ha podido constatar que ha estado trabajando desde diferentes líneas directrices o contenidos, entre los cuales se encuentran la educación vocal, rítmica, perceptiva, la expresión corporal, la creación-improvisación y la lectoescritura musical.

El aprendizaje de la música tiene que ser un proceso mucho más amplio en el que se utilicen todas las expresiones sonoras de la realidad: desde los sonidos propios de la naturaleza hasta las sonoridades de los objetos, del entorno, de la calle, de los distintos tipos de trabajos, materiales diversos y del cuerpo humano, incluyendo la voz.

Se asume la concepción de la doctora Sánchez, cuando en sus investigaciones expresa los seis componentes válidos para los diferentes períodos del desarrollo humano: educación auditiva o perceptiva, rítmica, vocal, lectoescritura, improvisación-creación y expresión corporal (Sánchez, 2003: 21 y Sánchez, 2012: 26).

En el contexto escolar es imprescindible que el que dirija la Educación Musical esté debidamente preparado, con aptitudes y conocimientos musicales que le permitan dirigir y orientar desde el punto de vista didáctico los contenidos de esta ciencia de la educación, de ahí la importancia del trabajo curricular que comprende la preparación metodológica de los maestros y profesores.

La educación vocal está encaminada al aprendizaje de obras y juegos vocales e improvisaciones con la voz es de vital importancia para el desarrollo de la musicalidad, pues permite conjuntamente la percepción melódica, la asimilación de determinadas relaciones de valores, en cuanto las diferentes alturas sonoras y la reproducción musical. También está implícita en la rítmica, por lo que se desarrolla la interpretación y la sensibilidad artística.

Las posibilidades expresivas de la voz humana que es a través del canto son infinitas. Se pueden producir sonidos de alturas y timbres diferentes. Con la entonación de las vocales, consonantes, sonidos onomatopéyicos, acompañados de la gestualidad, con distinta duración, intensidad, altura, con distintas dinámicas (forte, mezzo forte, piano, pianíssimo, fortíssimo, entre otros) y tempo o aire, de forma individual y colectiva, permite la creación de múltiples expresiones musicales. Se combinan las vocales, las consonantes y los silencios para lograr diferentes estructuras, formas musicales, cambios de intensidad, aire, ostinatos rítmicos y melódicos, melodías, diseños rítmicos y polirrítmias. Se pueden aplicar además los ritmos de la música cubana como habanera, guajira y bolero, entre otros.

El tratamiento de las voces es fundamental para la formación musical de los escolares, donde se trabajan las diferentes alturas desde los registros, grave, medio y agudo; la entonación de los intervalos de acuerdo con su tesitura, giros melódicos y frases, intensidades diferentes, duraciones largas y cortas, ostinatos y diseños que se pueden aplicar a diferentes formas musicales.

Las posibilidades vocales y gestuales desde el punto de vista expresivo y sonoro tienen un gran valor de comunicación según el uso que de estas hagamos, se pueden demostrar emociones de todo tipo, tanto de forma individual como grupal.

La educación auditiva o perceptiva está presente en todos los contenidos de la Educación Musical. El desarrollo del analizador auditivo debe valorarse con una visión integral totalizadora en el proceso de percepción. Este último debe comenzar con las posibilidades sonoras del cuerpo, con sus sonidos internos y externos: el latir del corazón, la respiración, las articulaciones, las múltiples formas de percusión corporal. La autopercepción es determinante en el montaje de obras vocales e instrumentales. La percepción del entorno sonoro: áreas exteriores, calles, aulas, objetos, conversaciones, el viento, la lluvia, medios de difusión masivos, entre otros, son fuente idónea para el desarrollo del analizador auditivo y para la creación-improvisación con la utilización de los sonidos percibidos.

Los objetos pueden tener múltiples posibilidades sonoras según se manipulen. Para esto debe realizarse una observación o percepción sonora, visual, táctil y cinética.

En la percepción auditiva ocupan un lugar relevante las audiciones dirigidas de buena música: folklórica, popular profesional y de concierto, en vivo o grabada. El concepto buena música incluye la mejor de las distintas músicas del mundo, desde las de épocas pasadas hasta la contemporánea. Su inclusión en la musicalización del individuo debe ser gradual y sistemática desde las primeras edades.

En los diferentes niveles educativos se debe contemplar un sistema de percepción auditiva con actividades de percepción sonora corporal, percepción del entorno sonoro y audiciones musicales, teniendo en cuenta las particularidades de las diferentes edades, los gustos y preferencias musicales de los oyentes, así como sus necesidades estético-musicales.

Para la comprensión acerca de la concepción y estrategia a tener en cuenta en la educación auditiva de un sujeto es oportuno citar al pedagogo y compositor canadiense Schafer, que fundamenta la necesidad de romper con los tradicionales cursos de apreciación musical, en los que el estudiante adopta una “actitud de muda sumisión”, a lo que agrega: “siento que mi tarea fundamental durante este curso fue la de abrir oídos siempre traté de inducir a los estudiantes a percibir sonidos en los que antes nunca habían reparado, a escuchar como locos los sonidos de su propio ambiente y los sonidos que ellos a su vez inyectaban a su medio [...]. Este es el motivo por el que he llamado a este curso limpieza de oídos. Antes del aprendizaje auditivo debe reconocerse que es necesario una limpieza auditiva” (Schafer, 1985: 47).

Además, el compositor y pedagogo Schafer, plantea que:

“El diseño del paisaje sonoro no se hace desde arriba o afuera, sino desde adentro, y se logra a través de la estimulación de grupos cada vez más numerosos de personas que aprendan a escuchar los sonidos que les rodean con una mayor atención crítica. ¿Cuáles son los sonidos que quisiéramos conservar? ¿Cómo habría que proceder para que las características esenciales de nuestro entorno puedan ser preservadas y embellecidas?” (Schafer, 1994: 13).

Con los diversos sonidos que se perciben se establecen las relaciones interválicas y de metrorritmo, la construcción de estructuras variadas, la determinación de las cualidades de los sonidos observados, entre otros.

Los procesos de percepción y emisión de sonidos del propio cuerpo humano, de la realidad objetiva, de los instrumentos musicales y la apreciación de las diferentes músicas del mundo, componen el material sonoro idóneo para el aprendizaje de la música.

La educación rítmica es el elemento imprescindible para la existencia de la música. El ritmo se basa en la combinación de las diferentes duraciones del sonido. Se le otorga un gran valor que se manifiesta, expresivamente, en la respuesta física al ritmo en múltiples formas: el ritmo del lenguaje, la percusión corporal, palmadas, taconeo, recitado de nombres, llamadas, pregones, rimas, refranes, chiflidos, juegos de palabras, movimientos rítmicos, efectos sonoros con la voz y en la práctica instrumental con la utilización de instrumentos percutidos de afinación determinada e indeterminada. También la utilización de diversos sonidos del entorno contribuirá al trabajo rítmico.

Dalcroze plantea que la finalidad de la rítmica consiste en poder decir “yo siento”, en lugar de “yo sé” y despertar el deseo imperioso de expresarse, después de haber desarrollado en los educandos sus facultades emotivas y su imaginación creadora (Dalcroze, 1997: 42).

La creación-improvisación se desenvuelve con los sonidos del entorno, del cuerpo humano, de diferentes materiales y objetos sonoros y de instrumentos musicales. En las actividades improvisadoras influyen el medio ambiente y los patrones internos adquiridos por el individuo.

Es posible desarrollar las habilidades para la creación-improvisación, lo que exige una profunda y adecuada preparación en la que el educando se tiene que apropiar de determinados patrones internos. En esto desempeña un papel determinante el conocimiento, la búsqueda de sonidos, la experimentación con materiales sonoros diversos y las posibilidades de expresión del cuerpo.

En este contenido se dan dos procesos. en el primero la aprehensión del objeto musical externo y en el segundo se expresa lo interno asimilado e interiorizado. El hombre proyecta su interpretación sonora recreada de la realidad. Interactúan los procesos de interpretación y libre expresión.

Con la creación-improvisación en la Educación Musical no se pretende la obtención de un producto terminal acabado, sino lograr en el educando una actitud creativa ante la vida y estimular su capacidad creadora tanto en la esfera profesional como en la humana, por lo que este componente es un medio idóneo para el aprendizaje de la música.

La musicalización del educando se debe planificar, otorgándole un lugar destacado a la improvisación-creación como parte del proceso de aprendizaje en relación con los demás componentes y también con la función de eje central en el diseño y ejecución de las diferentes actividades relacionadas con el aprendizaje de la música, teniendo en cuenta las características de los dos momentos: improvisación y creación.

El primero se refiere a “la expresión espontánea, libre, gobernada por las emociones e imágenes directas, inmediatamente sentidas […] improvisar no siempre equivale a producir algo nuevo” (Stokoe y Sirkin, 1996: 27-28). El segundo momento es más meditado, intervienen las operaciones mentales junto a la afectividad, la relación contenido forma, entre otros aspectos. La creación no niega la improvisación, esta última favorece la “asociación de imágenes, de su multiplicación y variación” (Stokoe y Sirkin, 1996: 27-28) es un paso de investigación y descubrimiento.

En la expresión corporal existe una interrelación entre la música y la expresividad del cuerpo en movimiento y en reposo, con la voz, con la música, con los gestos, con los sonidos del entorno, entre otros elementos. Es un medio para manifestar o corporizar la música, reflejar sus detalles rítmicos y melódicos: manifestación personal de las vivencias rítmicas, melódicas y rítmico-melódicas, pulso, acento, melodías, carácter, aire, dinámica, silencios, fraseo, cualidades del sonido, armonía, entre otros.

El trabajo rítmico corporal según Dalcroze y Laban debe partir de los movimientos fisiológicos del cuerpo: caminar, correr, el latir del corazón, la respiración, entre otros. La esencia es la percepción consciente del ritmo interno de la persona como base para fortalecer el sentido rítmico y expresarse corporalmente.

Patricia Stokoe crea el movimiento de expresión corporal en Argentina, que pasa más tarde a otros países de América Latina, sobre la base de la creatividad y la utilización de la música en el trabajo corporal y los aportes de Laban en relación con el movimiento y los principios de la danza moderna. La concepción de la expresión corporal puede resumirse en esta frase de la propia Stokoe de “traducir esas experiencias internas en movimientos, gestos y actitudes, es lo que llamamos nuestra particular manera de danzar” (Stokoe, 1991: 15).

¿Por qué se ha incluido la expresión corporal en el proceso de musicalización y en la formación de docentes en Cuba?

Primero debido a sus fundamentos teóricos, explicados antes. Por la vinculación de la música con el lenguaje corporal o danza creativa. Es una aplicación consecuente de los métodos de Emile Jacques Dalcroze y de Patricia Stokoe. Responde a las características rítmicas bailadoras propias de nuestro folclore nacional.

La vinculación música-danza garantiza la corporización de la música, la interiorización-expresión de los elementos musicales, esencialmente las relacionadas con el ritmo; los que servirán de patrones internos para futuras improvisaciones y análisis de temáticas más conceptuales o abstractas.

Con esta actividad se desarrolla el sentido rítmico y la musicalidad en general, aspecto predominante en la etapa de musicalización del individuo.

Desde la vivencia musical el educando aprende los patrones y conceptos técnicos musicales, mediante los movimientos naturales de locomoción y técnico-analíticos, las cualidades de movimiento, direcciones, niveles y otros contenidos; los interioriza, los hacen suyos y los aplica posteriormente a otros contextos o crea a partir de ellos.

El trabajo rítmico corporal no está limitado a los primeros momentos de la iniciación musical, es un magnífico auxiliar para solucionar dificultades rítmicas presentes en obras determinadas y es una vía constante para improvisar y crear, en cualquier etapa del aprendizaje de la música.

La expresión corporal provoca una actitud investigativa y creativa en el individuo, de ahí su papel en la formación de docentes. Es imprescindible la vivencia corporal como parte del aprendizaje musical inicial y es necesaria la inclusión de la danza folclórica a fin de vivenciar los ritmos de los complejos genéricos de la música cubana y latinoamericana como conocimiento de nuestra música, parte de la cultura e identidad nacional.

Sánchez, plantea que la lectoescritura musical es un componente más de la Educación Musical, atribuyéndole la misma importancia que a los demás, planteando que “Colocar la lectoescritura musical como un componente más, como consecuencia material concreta de la realidad musical que nos rodea, como fenómeno sonoro que facilita una vivencia musical más completa” (Sánchez, 2002: 35) y expresa además, cómo aplicarlo para obtener el resultado deseado: “Para su aplicación se puede emplear la notación tradicionalmente utilizada o formas no convencionales, pero siempre llegar al resultado a través de sus propias vivencias ya sea de forma visual, oral, corporal, por giros melódicos sencillos u obras conocidas, todo este proceso permite la entrada a una primera etapa de conocimientos musicales donde los educandos comienzan a desarrollar el canto, la entonación de giros melódicos sencillos y el solfeo por imitación” (Sánchez, 2002: 36).

En una segunda etapa del proceso se origina un análisis mental, es decir, se comienza a interiorizar los contenidos técnico-musicales y la entonación de intervalos, melodías y el solfeo se produce después en una reflexión en plano teórico. Ya en una fase más elevada puede llegar conscientemente por diferentes vías a la expresión sonora del canto, la ejecución de polirrítmias y el solfeo a través de las relaciones interválicas.

Mediante esto se amplían, reafirman y solidifican los conocimientos musicales que se pueden obtener a partir de las propias vivencias musicales del medio sonoro que rodea al alumno. La integración de estos componentes se pone de manifiesto a través de su ejecución.

La lectoescritura está presente en la formación de este educador desde el tercero y cuarto año de la carrera. Es precisamente a través de ella que los alumnos interactúan con el material sonoro, el análisis auditivo de las melodías y comienzan a representar de forma gráfica los sonidos, además de interactuar con diferentes signos musicales como: clave, pentagrama, figuras de notas y silencios, signos de repetición, de prolongación del sonido, entre otros. Se emplean distintos términos como compás simple y compuesto, armadura de clave, triadas, entre otros.

La lectoescritura para todo educador que imparte la Educación Musical en la escuela primaria es importante que conozca las principales obras del repertorio escolar y universal que han llegado hasta la actualidad a través de partituras y escritos musicales, porque es necesario que desde su formación maneje a la perfección este componente. Es por ello que la lectura y escritura musical no se pueden ver separadas del resto de los componentes. Se considera que la misma apoya el trabajo del resto y mediante esto se logra un mayor desarrollo de la educación vocal auditiva, rítmica, corporal y creativa que posibilita al escolar la interacción de formas más activas con los sonidos musicales.

Se hace necesario que los educadores primarios dominen la lectura y escritura de los diferentes géneros, lo cual permite que los escolares avancen venciendo poco a poco las dificultades, apropiándose de una metodología para la lectura de la música cubana.

CONCLUSIONES

El estudio de esta investigación sustenta los conocimientos necesarios que permite caracterizar el trabajo detallado de los componentes de la educación musical desde un enfoque didáctico, tomando como punto de partida las concepciones teóricas y metodológicas de los pedagogos musicales del siglo xix y xx que le sirve al educador primario y lo prepara en su formación profesional para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical. Partiendo de las condiciones socioculturales de cada país merece especial relevancia con mucha mesura para que cada ciudadano adquiera los conocimientos necesarios que le permitan vivenciar el fenómeno sonoro musical y dar criterio acerca del hecho musical.

La Educación Musical masiva como proceso es muy amplio en el cual va encaminada a la musicalización del ciudadano, ya que interactúan todas las expresiones de la realidad desde los sonidos propios de la naturaleza, el entorno sonoro en que vivimos, desde la percepción de los sonidos con el cuerpo humano, de los instrumentos musicales y la apreciación de los diferentes géneros de la música nacional e universal que constituyen el material sonoro necesario para el aprendizaje de la música.

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Recibido: 01 de Mayo de 2019; Aprobado: 01 de Junio de 2019

*Autor para la correspondencia: lesterabc@ucpejv.edu.cu

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