Introducción
La idea de crear las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), fue sugerida por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en los días cercanos al 26 de julio de 1964, desde su creación, estuvo relacionada a la estrategia económica que llevaba adelante el Gobierno Revolucionario. Surgieron como una respuesta a la necesidad de formar y capacitar a jóvenes en diferentes áreas técnicas y se convirtieron en una herramienta clave para impulsar el desarrollo económico y social de Cuba, especialmente durante los primeros años de la Revolución.
El 28 de septiembre en el acto de clausura del VI Congreso de los CDR, el comandante Fidel Castro expresó: “Este país vivirá fundamentalmente, de sus producciones intelectuales, aunque no vivirá exclusivamente de eso, vivirá en grado creciente de sus producciones intelectuales, de su ciencia, del desarrollo de servicios…” (Castro, 2003, p.3).
A lo largo del tiempo, las Brigadas Técnicas Juveniles han evolucionado y se han adaptado a los cambios socioeconómicos del país. Han ampliado su alcance para incluir no solo áreas técnicas tradicionales, sino también sectores emergentes como la informática, las energías renovables, entre otros.
Este movimiento técnico juvenil, realiza su primera reunión el 6 de diciembre de 1964, creando la Comisión Nacional, la que se subordinaría a los estatutos de la Unión de Jóvenes Comunistas y a su dirección a todos los niveles. En el devenir histórico se ha venido fortaleciendo y constituye una eficaz herramienta de trabajo para la formación política, científico, técnica y cultural de la juventud cubana. Es expresión y baluarte del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, donde los jóvenes trabajadores de todos los sectores, dan soluciones a los diversos problemas que se presentan en su entorno laboral.
Al hacer una exploración previa acerca del desarrollo histórico de la labor científico educativa de las BTJ en el período revolucionario se constata la existencia de algunos importantes estudios parciales, pero no se halla un estudio integral del proceso histórico de la labor científico educativa de las BTJ en cada etapa. Por estas razones se propuso realizar esta investigación de corte histórico. Aunque existen informaciones de gran valor (documentos oficiales, resultados y trabajos publicados) también son limitados los aspectos o períodos específicos de este proceso y siempre insuficientes para una visión sistematizada, integradora y valorativa de la evolución.
En el propio devenir histórico las BTJ, desde su creación hasta nuestros días, ha estado a la vanguardia en el desarrollo científico técnico e innovador de nuestro país y, pese al férreo bloqueo de los Estados Unidos hacia Cuba, nuestros jóvenes han seguido por el camino de la ciencia, dando soluciones a problemáticas en todos los sectores laborales, siendo un genuino ejemplo de hombres de ciencias.
En cada etapa analizada se realiza una valoración crítica por lo que resultó necesario que en el análisis de los aspectos, puntos de vista o criterios del objeto o hecho histórico estudiado que se determinaran, y se realizaran valoraciones y propuestas que favorecen el perfeccionamiento o reforma de las ciencias en general, en la búsqueda del cambio y transformación del saber y el saber hacer, científico educativo, para lo cual el hecho histórico debe apreciarse en todo su conjunto, en un panorama que comprende varias etapas.
Un hecho histórico se refiere a un evento o suceso que ha ocurrido en el pasado y que ha dejado una huella significativa en la sociedad, la cultura, la política, la economía u otros aspectos de la vida humana. Estos hechos son objeto de estudio por parte de historiadores y otros académicos para comprender mejor el pasado y su influencia en el presente.
Al respecto Carr, E. H. (2010) planteó que: “La función del historiador no es amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominarlo y entenderlo como la llave para entender el presente” (p. 101).
Por otra parte, Breña et al., (2018) plantean que los autores de la obra Manifiesto por la historia, realizan un análisis sobre la función del historiador aseverando que:
Nunca, hasta ahora, ha sido tan vital que todos nos volvamos expertos en la visión a largo plazo, que todos regresemos a la longue durée. La renovación de la conexión entre pasado y futuro y la utilización del pasado para pensar críticamente lo que vendrá son los instrumentos que necesitamos. (p. 150)
Dentro de las obras que abordan la definición de hecho histórico destacan: "El problema del hecho histórico" (2017) de François Hartog, en este libro, e l autor explora las diferentes interpretaciones y definiciones del hecho histórico a lo largo de la historia y analiza cómo han evolucionado. Por otra parte, en el 2018 Peter Burke en “Historia y ficción en el siglo XXI” hace un análisis de la relación entre la historia y la ficción en la era digital y forma y cómo esto afecta la comprensión de los hechos históricos; sin embargo. En el 2020 Eric Hobsbawm, publica el libro: “La invención del pasado: Historia, memoria e identidad” donde analiza cómo los hechos históricos son seleccionados, interpretados y utilizados para construir narrativas sobre el pasado que influyen en nuestra identidad colectiva.
Este estudio también se enriquece con lo planteado por Carr (2010) con respecto a los hechos históricos, en tanto considera que:
Proceden en buena medida de testimonios personales, por lo que han sufrido otra refracción más al pasar a través de la subjetividad del testigo o transmisor original. En palabras suyas, “los hechos de la historia nunca nos llegan a nosotros en estado ´puro´, puesto que ni existen ni pueden existir en una forma pura: siempre hay una refracción al pasar por la mente de quien los recoge. (p.103)
De ahí procedía la definición de historia de Carr (2010) tantas veces repetida: “un proceso continuo de interacción entre el historiador y los hechos, un diálogo sin fin entre el presente y el pasado” (p. 105)
Es por ello que, este artículo tiene como objetivo revela el desarrollo histórico de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) en Cuba en el período de 1964-2021.
Materiales y métodos
Para la consecución de esta investigación se empleó el dialéctico materialista, como método general de la ciencia que posibilita apreciar la historicidad y el enfoque de sistemas de los hechos educativos que son objeto de estudio y, a su vez, permite conocer la multidimensionalidad de los hechos o fenómenos que se estudian, así como su carácter global, para poder establecer la relación entre el todo y las partes; de este particular resulta la complejidad de todo fenómeno o proceso histórico-social que se investigue y, por último, se pueden revelar las regularidades internas esenciales que permitan arribar a las generalizaciones.
Desde sus esencias se seleccionaron los métodos de investigación del nivel teórico: histórico-lógico, análisis-síntesis, inducción-deducción, sistematización, generalización. En particular el histórico-lógico permitió evidenciar las etapas principales por las que ha transitado el fenómeno objeto de estudio con sus correspondientes relaciones, al revelar de esa manera su esencia. Entre los métodos de nivel empírico destacan la entrevista y el testimonio y se trabajaron las técnicas de fichado bibliográfico y análisis de contenido.
Se utilizó la periodización como proceder metodológico revelando los hitos en la labor científico educativa de las BTJ. En cada etapa estudiada se hizo referencia a las consideraciones sobre el contexto económico, político, social e ideal educativo; se analizaron las conferencias de trabajo de las brigadas; se realizó un análisis del fundamento legal de los reglamentos se abordó el pensamiento científico educativo de José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro Ruz. Se identificaron, además, los enfoques pedagógicos predominantes en cada período.
El fundamento teórico general se ha centrado en la corriente historiográfica marxista que aprecia los hechos históricos en su objetividad, ya que aunque estos han ocurrido en el pasado, se proyectan en los documentos (fuentes) utilizados, sin desconocer la mayor o menor carga de subjetividad que le imprime el historiador, y que poseen dichos documentos y la necesaria crítica interna y externa de ellos, para conferirle al hecho o proceso que se describe, explica y valora una mayor objetividad.
Desde el enfoque metodológico asociado a los bosquejos histórico de las ideas educativas se desarrolló el estudio histórico teniendo en cuenta los principios de periodización, con carácter científico, sin discriminar los diversos enfoques.
En ese sentido, se diseñó la guía temática para la valoración como una línea orientadora que permitió recoger la información necesaria como una línea orientadora que permitió recoger la información necesaria, la cual se precisa en:
Consideraciones cronológicas de la juventud y el movimiento juvenil cubano en el período de 1959-2021.
Surgimiento y consolidación de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba (1964-1974).
Desarrollo y crecimiento de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba (1975-1989).
Reorganización y recuperación de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba (1990-1999).
Fortalecimiento y afianzamiento de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba (2000-2021).
Resultados
Desde el análisis cronológico y epocal realizado y los procedimientos concebidos fue necesario precisar lo relacionado a la identificación del enfoque pedagógico de la labor científico educativa de las BTJ, no de derecho, sino como hecho que se precisa en la identificación del conjunto de los puntos de vista y de las orientaciones científico-teórico educativas que la han fundamentado a lo largo de su historia y que determinan la forma de concebir la concepción, estructuración, organización e implementación en la práctica de modo que se favorezca el cumplimento del fin: el perfeccionamiento de las prácticas científicas en la búsqueda del cambio y transformación. El saber y el saber hacer científico educativo.
Lo que permitió favorecer el análisis de las regularidades que se valoran en la evolución histórica del fenómeno, teniendo en cuenta las exigencias y los resultados de la guía temática en cada etapa.
La investigación realizada permitió determinar, a partir de la periodización asumida de base, la periodización del desarrollo histórico de la labor científico educativa de las BTJ en el período comprendido de 1964 hasta el 2021, en la que determinaron cuatro etapas:
Surgimiento y consolidación (1964 a 1974)
Desarrollo y crecimiento (1974 a 1990)
Reorganización y recuperación (1991 a 1999)
Fortalecimiento y afianzamiento (2000 a 2021)
Estudio del surgimiento y consolidación de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba.
Etapa histórica de diez años, que estuvo marcada por acontecimientos de gran relevancia desde el punto de vista político, económico y social, que constituyeron hitos en el surgimiento de las BTJ, entre los que destacan el triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959, en el que toman el poder político las fuerzas más democráticas y se inicia la fase democrático-popular, agraria y antimperialista, pues es el pueblo quien participa y se beneficia con las medidas que se conciben. Se manifiesta la oposición al imperialismo causante de los acontecimientos que vivía el país.
En 1961 se llevó a cabo la Campaña Nacional de Alfabetización, que alcanzó una dimensión epopéyica, marcando un hito en la historia educacional de Cuba y de América Latina.
En el año 1964, se comienza a formular la estructura y objetivo de trabajo de las BTJ, cuyo objetivo fundamental estuvo dirigido a estimular que sus miembros continuaran su desarrollo técnico y se impulsaron círculos de interés científicos técnicos, se convirtieron en un mecanismo de trabajo político de la UJC.
En esta etapa se desarrollan tres conferencias nacionales, en las que se debatieron temes medulares relacionados con la organización y funcionamiento de la brigada, se desarrolló un proceso orgánico de asambleas y se realizó el análisis y evaluación de la organización y el contenido de trabajo del movimiento, respectivamente.
En 1965, se logra establecer el primer reglamento, que planteó esencialmente que solo se podrían crear brigadas en los centros que tuvieran como mínimo diez jóvenes y que se podrían agrupar en células a nivel de región y pueblo. En estos inicios se determinó que al frente de la brigada debía estar un militante de la UJC, además integraría la dirección de la misma un responsable para la superación técnica y otro para la divulgación. Desde el trabajo de las BTJ, sus objetivos y fines declarados, se le atribuye especial importancia a la labor científico educativa en la que ha estado presente desde su creación el pensamiento de José Martí, el Che y Fidel.
El enfoque pedagógico que se consolidaba en la organización se basaba en la filosofía marxista-leninista sin negar la tradición más legítima del pensamiento cubano y, sobre todo, el martiano, el del Che y el de Fidel. Desde el pensamiento previsor de José Martí, se planteaba la importancia del desarrollo de la ciencia en tanto desde su época planteó: "Que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la educación pública". (Martí, 1975, p. 278)
En 1967, a pesar de las tareas que se planteaban y los esfuerzos realizados por la dirección nacional el movimiento comenzó a declinar, pues se concibe una nueva tendencia estructuralista que intenta sustituir los objetivos y fines a través de las brigadas de trabajo.
Estudio del desarrollo y crecimiento de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba
Esta etapa se orientó al cumplimiento de los postulados de las Tesis y Resoluciones emanadas del Primer Congreso (1975) y el Segundo Congreso (1980) del PCC, se definió con gran precisión y rigor científico la naturaleza y el fin de la educación en Cuba.
En medio de la labor de los jóvenes brigadistas se da inicio al del derrumbe del campo socialista y la desintegración de la URSS, se produce un recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba. En 1990 se manifiestan problemas en la economía cubana que repercuten en el orden educacional y de la cultura. Esta etapa se caracterizó por la rectificación de errores y tendencias negativas.
A pesar de las circunstancias descritas las BTJ logran realizar simposios Científico Pedagógicos, se realizan exposiciones internacionales en países del campo socialista y se firman convenios de cooperación internacional. Tienen lugar tres conferencias nacionales en las que se debatieron temas relacionados con el ahorro, uso eficiente y racional de la energía, combustibles, aceites y lubricantes, así como otros dirigidos al uso de la energía no convencional y al aprovechamiento de la energía secundaria, la formación vocacional y la orientación profesional de los niños y jóvenes, los que estuvieron fundamentados en sectores como: la salud, desarrollo agropecuario, industria azucarera, educación, rama mecánica, sustitución de importaciones, economía de material, información científico técnica y divulgación de resultados, medio ambiente, construcción y sus materiales, biotecnología e ingeniería genética.
En esta etapa se refuerza el enfoque marxista, martiano, fidelista y del Che de la educación y los postulados de la pedagogía socialista, pero sin desestimar los aportes científicos que en materia educativa tuvieran lugar en el mundo capitalista, principalmente en el área latinoamericana. Se logra un enfoque pedagógico participativo integrador de buenas prácticas, desde una concepción, no solo desde el utilitarismo pragmático o el saber hacer desde la praxis, sino que refleja al ser, al hombre como agente de cambio atendiendo a sus intereses y necesidades. Es por ello que se refleja como fin la formación de un hombre positivo. Se da un enfoque desde la construcción activa del conocimiento.
Desde esta perspectiva las BTJ, venían dando cumplimiento a lo planteado en 1960 por Fidel Castro Ruz, en el discurso pronunciado en el acto por el XX Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, cuando planteó:
El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencias, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando, lo que estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia, ya que una parte considerable de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura, ni a la ciencia. (Castro, 1960, p. 232)
Estudio de la reorganización y recuperación de la labor científico educativa de las BTJ en Cuba en condiciones especiales
Esta etapa considerada también “período especial en tiempos de paz” a partir de 1990, tienen lugar dos congresos de la UJC en los que se analizaron temas como el enfrentamiento al delito, el perfeccionamiento de la enseñanza, el papel de las BTJ, el plan alimentario, el turismo y el cumplimiento de los plañes económicos en los centros de producción y servicios. En la etapa se realizan tres exposiciones nacionales Forjadores del Futuro. Las BTJ favorecen desde su encargo la participación de los jóvenes técnicos y científicos en otras tareas sociales. Se comienza el proceso de recuperación de la economía entre 1995-1999 y se celebra el V congreso del Partido Comunista de Cuba.
En la etapa se efectuaron dos conferencias nacionales en las que se analizaron y discutieron dos cuestiones principales como: la atención priorizada de las BTJ a la Ciencia y la Técnica y los principales programas de desarrollo. Se enfatizó en el funcionamiento y control de las tareas asignadas a las BTJ, de motivar e incentivar en los jóvenes la aplicación y generalización de las innovaciones tecnológicas, racionalizaciones e investigaciones científicas, los círculos de Pioneros Creadores, la enseñanza media con las sociedades científicas, el importante papel y vínculo con la ANIR, el sindicato y las demás organizaciones del centro, la revitalización del movimiento y el proceso de crecimiento.
Se introducen modificaciones al reglamento en el que se define la integración y estructura de la brigada y se dirigen en todos los niveles por la UJC. La estructura directiva de la brigada estaría conformada por un presidente y dos activistas y se concretan los grupos temáticos como estructuras auxiliares, con el objetivo de encauzar la investigación científica y la búsqueda de soluciones a problemas técnicos en programas estratégicos para la nación. Se determinan reuniones de la brigada con carácter bimensual. Las conferencias municipales cada dos años y las nacionales cada cinco años y se establecen los eventos más importantes que deben realizar las brigadas: Exposición Forjadores del Futuro, los concursos científicos técnicos juveniles y los eventos temáticos de las BTJ.
Se consolida un sistema de ideas, puntos de vistas, reflexiones, acciones prácticas, experiencias, tacto pedagógico y creativo en cada uno de sus contextos, agencias o instituciones profesionales, lo que se constata desde el enfoque pedagógico hacia la labor científico educativa que se materializa, favorece y deviene en una orientación consciente hacia determinados fines del movimiento.
En esta etapa se aprecia cierto enciclopedismo que se acrecienta por el enfoque inductivista en la selección de las acciones pedagógicas que desde las BTJ se favorecen en el proceso educativo, que se desarrolla en las instituciones educativas. El fundamento filosófico-sociológico y pedagógico continúa siendo el marxismo y las ideas martianas sobre educación, pero desde una óptica más abierta, alejándose sensiblemente de ciertos rasgos de dogmatismo.
Estudio de la consolidación y afianzamiento de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba desde la Batalla por la Educación y la Cultura
Esta etapa se caracteriza por las transformaciones en la sociedad cubana, con la aplicación de los programas de la Revolución en la Batalla de Ideas. En el año 2000 el imperialismo yanqui refuerza su hegemonismo militar en el mundo y amenaza a la Revolución cubana con nuevas agresiones. Se da la lucha del pueblo cubano por su devolución del niño Elián González.
La Revolución Educacional y Cultural, se constituye en corazón de la Batalla de Ideas y núcleo estratégico del desarrollo económico de Cuba, se identificó por la ampliación, preparación, profundización y sistematización de la educación, como una revolución dentro de la propia revolución, expresada en los programas sociales. Tienen lugar cuatro congresos de la UJC en los que se debatieron aspectos como la revitalización de los movimientos juveniles, organización y funcionamiento de las BTJ, motivar e incentivar en los jóvenes a introducirse en el mundo de las investigaciones científicas.
Se realizaron tres congresos del PCC: VI (abril de 2010); VII (abril de 2016) y VIII (abril de 2021) en los que en sentido general se diseñó la estrategia política, económica y social del país. A pesar de las dificultades por las que atravesaba el país, por el férreo bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba, la juventud y las BTJ, continuaron desarrollando iniciativas y búsqueda de soluciones a los problemas desde la ciencia. Se desarrollaron 9 exposiciones nacionales de las BTJ y los concursos científico juvenil.
Con relación al reglamento se introdujeron modificaciones tales como que aparece en la dirección de la brigada el cargo de vicepresidente, se incorporan los deberes y derechos de los brigadistas y se aprueban los convenios de trabajo de las BTJ. Se aprobó otorgar premios especiales en categorías como creatividad, impacto medioambiental, económico o social, rigor científico y calidad e incluir la posibilidad de que los estudiantes universitarios opten por el sello Forjadores del futuro a partir de tercer año. El actual reglamento aprobado en 2017 mantiene las esencias por las que fue creado el movimiento y entre sus objetivos está fortalecer el compromiso social de las nuevas generaciones en función del desarrollo de un socialismo próspero y sostenible, promover y encauzar los intereses de superación de niños, adolescentes, jóvenes estudiantes, trabajadores y combatientes. Se retrocede al establecer que la conferencia nacional solo cuando el consejo nacional lo decida, hasta este momento, se establecía su realización cada 5 años.
Esta organización desde su creación, ha contribuido a visibilizar los logros alcanzados por el esfuerzo de jóvenes técnicos y profesionales en la solución a problemas concretos de sus centros de trabajo, independientemente de que esas soluciones tuvieran la posibilidad de generalización o no.
Las BTJ han tenido presente entre sus objetivos la promoción y divulgación de los resultados científico-técnicos obtenidos por los jóvenes, y las actividades propias del movimiento en las que se involucran, es una meta constante; así como la conciliación para facilitar la introducción y generalización de los resultados científico-técnicos obtenidos por los jóvenes, a través de los convenios de trabajo establecidos con la administración
Casi a finales de la etapa hubo que enfrentar la pandemia de la COVID-19, donde los jóvenes brigadistas jugaron un papel importante en el apoyo y enfrentamiento a la misma. Los resultados de la ciencia en este tiempo referente a las vacunas contra la enfermedad estuvieron marcados por la presencia de los brigadistas desde sus puestos laborales, siendo actores en cada uno de los procesos para la obtención. No hubo frente en el país donde no estuvieran los brigadistas, desde la producción de alimentos, la atención a enfermos en centros de aislamientos y hospitales, hasta la atención social de la población.
El pensamiento educativo de José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro Ruz desde las BTJ podemos decir que, en esta etapa, como en las etapas precedentes, el trabajo de las BTJ ha estado permeado por las ideas de Martí, el Che y Fidel, los que de manera previsora supieron vislumbrar el papel de las nuevas generaciones en el desarrollo de la ciencia y la técnica para el progreso del país. Las brigadas han tenido presente el pensamiento de estos grandes defensores de la independencia y el socialismo como una unidad para dar continuidad al proyecto social que defendemos y que se convierten a su vez en argumentos y reflexiones que tienen un valor universal y que se han visto presente también en las universidades cubanas desde la actividad científica.
Las actividades científicas en las universidades cubanas han sido activa y se consideran una parte fundamental de la educación superior en el país, cuentan con una amplia variedad de programas de investigación en diferentes áreas del conocimiento, que van desde las ciencias naturales y la medicina hasta las ciencias sociales y humanidades, han favorecido la la investigación científica a través de la creación de centros de investigación, laboratorios y grupos de trabajo especializados. Estos centros y grupos están formados por profesores e investigadores altamente capacitados, quienes realizan investigaciones originales y contribuyen al avance del conocimiento en sus respectivas disciplinas.
Además, las universidades cubanas fomentan la participación activa de los estudiantes en proyectos de investigación, tanto a nivel de pregrado como de posgrado. Los estudiantes tienen la oportunidad de trabajar junto a profesores e investigadores en proyectos científicos, lo que les permite adquirir experiencia práctica y desarrollar habilidades investigativas.
En resumen, la actividad científica en las universidades cubanas es intensa y diversa, abarcando diferentes áreas del conocimiento. Las universidades promueven la investigación científica como parte integral de su labor educativa, fomentando la participación activa tanto de profesores como estudiantes.
En esta última reflexión se expresa la visión de las brigadas en las universidades:
La realidad no es un simple producto de estructuras o sistemas, sino mucho más: es la construcción que de ella se hace día a día. Desde dicha concepción, el modelo de sociedad se construye continuamente en base a la interacción de los individuos que la componen. (Borroto, 2015, p. 32)
Discusión
En el estudio, se asumió el enfoque metodológico del investigador Justo A. Chávez Rodríguez (1937-2020), materializado en: Bosquejo histórico de las ideas educativas en Cuba (1996), que permite el estudio de un hecho o un proceso educativo en su doble carácter diacrónico y sincrónico, en interrelación dialéctica. Abarcó los aportes de otros investigadores: Buenavilla, R. (1995); Ferrán, H. (1991, 1996); Pérez, L. (2001-2021); Pereira, J. (2018); Stuart, C. (2020); Sotolongo, (2020); Pedroso, (2021); Legón, (2019); Palomares (2019); López, (2020); Álvarez, A. (2022); para obtener una propuesta de la periodización relacionada con el objeto de estudio.
En cada etapa analizada se realiza una valoración crítica por lo que se asume como estudio histórico crítico lo planteado por Batista (2021), al considerar que es:
El análisis de los aspectos, puntos de vista o criterios del objeto o hecho histórico que se estudia, de modo que se determinan, disponen y se hacen valoraciones y propuestas que favorecen y tienen como finalidad el perfeccionamiento de las ciencias en general, en la búsqueda del cambio y transformación del saber y el saber hacer, científico educativo. (p. 8)
La investigadora Aylín Álvarez (2022) con relación a las investigaciones de corte histórico expresó:
La historia enlaza y vertebra una serie de componentes que tienen que apreciarse de conjunto para poder conocer el hecho histórico deseado. No es fácil disponerse a enfrentar una investigación de corte histórico, en una ciencia humanística y en un panorama que comprende varios períodos (p. 12)
La periodización realizada tomó en cuenta lo señalado por los investigadores Stuart et al. (2020) en el estudio histórico crítico necesario acerca de la inspección escolar y el trabajo metodológico en Cuba, los cuales plantearon que:
Para el estudio histórico se ha contado con una serie de principios que no pueden faltar en toda investigación de esta naturaleza, entre ellos está la periodización, y que ha permitido enfrentar a lo largo de toda la historia de Cuba: Colonia, República mediatizada y Revolución socialista, el desarrollo de estos importantes métodos de la dirección educacional., que ha pasado de mera intuición a poseer un carácter científico, aunque, con enfoques diferentes. (2020, p. 9)
La guía temática concebida reveló coherencia con las exigencias de Stuart et al., 2020:
En este caso, a pesar de que el hecho histórico aparece alejado en el tiempo, resulta que mantiene su objetividad por medio de las fuentes que se emplean para ello, y de la gestión que se haga de estos, como de la información y la del conocimiento, que propicia la formación de principios, y conceptos que resultan la base del conocimiento, aunque siempre, el hecho histórico pasa por la subjetividad del sujeto que lo estudia; la historicidad, en este caso, se aprecia como fundamental, el proceso de desarrollo histórico del fenómeno que se estudia, y en este caso, por tratarse de una investigación histórica, pues resulta el principio esencial a tener en cuenta; el enfoque en sistema -la relación del todo y las partes-, todo fenómeno o proceso que se estudie tiene que ser analizado en su unidad y diversidad; y la multilateralidad de los procesos y fenómenos. (p.2)
La cronología elaborada constituye una base teórica y orientadora dentro de los hechos y las consideraciones más relevantes protagonizadas por la juventud y el Movimiento Juvenil Cubano en el período de 1959 hasta el 2021, dadas en los elementos y hechos históricos. La periodización, por su parte, permitió orientar el estudio a partir de un largo proceso de investigación, que posibilitó que se pudieran sistematizar críticamente los aspectos seleccionados: el contexto económico, político, social e ideal educativo; análisis de las conferencias de trabajo de las brigadas; análisis del fundamento legal de los reglamentos establecidos para las brigadas; análisis del pensamiento científico-educativo de José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro Ruz; identificación de los enfoques pedagógicos que se manifiestan en labor científico educativa de las brigadas en cada etapa histórica.
El accionar y tránsito histórico de las BTJ se contextualiza en ideas esenciales coherentes con las condiciones económicas, políticas y sociales actuales que enfrenta Cuba. Al respecto, se destaca que, Díaz-Canel et al. (2020) plantearon que “existen importantes antecedentes que demuestran que el diálogo interactivo entre los científicos y el gobierno puede dejar saldos muy importantes. La actuación de Fidel como fundador e impulsor de la ciencia nacional revolucionaria dejó muy buenas experiencias al respecto” (p.4). Tal aspiración se manifestó y se reconoció por Díaz-Canel Bermúdez y Núñez Jover (2020) en los estudios asociados al enfrentamiento a la COVID 19, etapa que marcó un hito en el accionar de los jóvenes cubanos en el siglo XXI.
El análisis acerca de la labor científico educativa de las Brigadas Técnicas Juveniles en Cuba en el período de 1964 hasta 2021 en la educación y la formación general cubana a partir de 1959, muestra que ha estado estrechamente vinculado al desarrollo de la historia del país, así como al de las ideas educativas. Los resultados que hoy puede exhibir el movimiento de las BTJ están presentes en los esfuerzos que han materializado todos los miembros que la han integrado, por elevar su eficiencia y su aporte a la sociedad; por el saldo dejado en la formación de las generaciones que han pasado por sus filas en estos 58 años.
Este movimiento se consolidó con el decursar del tiempo y su existencia misma es el fruto genuino del Moncada, el Granma, de la Sierra, de estos 64 años del triunfo revolucionario de enero, de Girón, del enfrentamiento constante al bloqueo, las agresiones imperialistas y de la construcción del socialismo en nuestra patria. Es el fruto de la convocatoria social al combate y a la victoria en cada uno de los momentos cruciales de la historia, del creador de las Brigadas Técnicas Juveniles, de su guía y constante inspirador, el Comandante en Jefe Fidel Castro, de las ideas de José Martí y las de Ernesto Che Guevara.
Sin lugar a dudas las BTJ, desde su creación, revelan un ejemplo genuino de la juventud cubana que actualmente manifiesta su gallardía al responder a las demandas de transformación de la sociedad cubana actual con el desarrollo local como bandera, con la resistencia creativa como reto y con la mira en un país cada vez mejor, contribuyendo a dar respuesta y buscar soluciones a las problemáticas desde la ciencia, la técnica y el avance tecnológico alcanzado y promovido. El gran número de jóvenes emprendedores y los que actualmente enriquecen con sus aportes innovadores en la Asociación Nacional de Innovadores y racionalizadores (ANIR) manifiestan la continuidad de este movimiento juvenil cubano. Ese tránsito, bien merece otros estudios.