INTRODUCCIÓN
El kárate como deporte de combate tiene una serie de factores físicos que son imprescindibles en el proceso de dirección del entrenamiento deportivo; entre ellos: los sistemas energéticos anaeróbico aláctico, láctico y aeróbico, (Le Roux, Coetzee, Schall, & Van Rensburg, 2016) las capacidades condicionales como la flexibilidad, fuerza, velocidad y resistencia, (Spigolon, et al., 2018) y las capacidades coordinativas (orientación, ritmo, equilibrio). Atendiendo a ello, la flexibilidad en el kárate es una capacidad fundamental, dada la necesidad de conservar o incrementar el rango de movimiento de las articulaciones, permitiendo una mayor elongación y estiramiento del músculo, además de actuar en la recuperación muscular tras un esfuerzo físico intenso, (Ayala, de Baranda, & Cejudo, 2012; Morales & González , 2015; Massidda, Miyamoto, Beckley, Kikuchi, & Fuku, 2019) influyendo la ejecución de movimientos técnicos dentro de las modalidades de Kihon (movimientos básicos), en los Katas (Formas) y el Kumite (Combate).Para medir la flexibilidad, no existe un test específico en los deportes de combate, pudiéndose medir de manera estática, dinámica, activa o pasiva, dependiendo del objetivo de trabajo en un deporte determinado. (Frómeta, Barcia, Montes, Lavandero, & Valdés, 2017; Behm, 2019; Rojas, Natali, López Montalvo, Vallejo Rojas, & Chávez Cevallos, 2019). La flexibilidad como tal no es una cualidad universal del cuerpo humano, esta depende de cada articulación, teniendo diferentes grados de flexibilidad en dependencia de qué tipo de flexibilidad se evalúa. (Marban & Rodríguez, 2009) Mientras mayor sea la flexibilidad del tren inferior, la técnica en patadas será más fácil de ejecutar desde el punto de vista biomecánico y, (Valdés Cabrera, Quetglas González, Tabares Arévalos, & Ruíz Viladón, 2020; de Moraes Fernandes, Wichi, da Silva, Ladeira, & Ervilha, 2017) por ende, se podrá dar una patada más efectiva.
Los métodos tradicionales para el trabajo de la flexibilidad incluyen contenidos cuyos objetivos se relacionan con el calentamiento como parte fundamental del entrenamiento, conocidos en la actualidad como método de insistencia pasiva dinámica (Capote Lavandero, et al., 2017). En el método tradicional de calentamiento, se aplican estímulos cuando el cuerpo está totalmente frío, incluyendo estímulos de flexibilidad y movilidad articular, o sea, sin haber hecho anteriormente un calentamiento específico para que las articulaciones y grupos musculares estén preparados integralmente. En tal sentido, dichos métodos, además de forzar la elongación del músculo, intentan llegar al ángulo máximo de apertura en la articulación, para seguidamente forzar la apertura, incrementando la flexibilidad de manera forzada; esto hace que la respuesta fisiológica del organismo dé como resultado una mayor probabilidad de lesiones en músculos y tendones, afectando directamente la articulación (Gleim & McHugh, 1997). Este esfuerzo puede generar microdesgarres por contracción rápida, producidos por la forzada elongación del músculo, que pueden llegar a ser, en ciertos casos, desgarres mayores (Ayala, de Baranda, & Cejudo, 2012).
Basado en lo anterior, los métodos tradicionales, desde el punto de vista fisiológico, no son los más adecuados por ser causantes de heridas musculares, aunque sea un método priorizado en muchos deportes; (Eras, et al., 2020) mientras tanto el método de contracción maximal pudiera ser el idóneo para el trabajo de flexibilidad, consiguiendo mejoras adicionales por la respuesta fisiológica que tiene este método en el organismo (Fox, Bowers, & Foss, 1998; Kapandji, 2010). Este método produce una contracción maximal en el ángulo máximo de apertura de la articulación, siendo la respuesta del organismo a esa contracción una relajación del músculo antagonista, pero al estar en el ángulo máximo de la articulación; esa respuesta de relajación se traduce en un aumento de la flexibilidad en la articulación. Esto es un producto de la elongación del músculo como respuesta fisiológica (Fox, Bowers, & Foss, 1998). Adicionalmente, el método de contracción maximal posee salidas en ciencias como la fisioterapia, aportando en la relajación muscular cuando se producen calambres. Este método ayuda en la recuperación de los micros-desgarres y potenciando la movilidad de las articulaciones en edades avanzadas (Kapandji, 2010; Mercedes, Álvarez, Guallichico, Chávez, & Romero, 2017).
La flexibilidad es una capacidad física marcada por la edad del sujeto, siendo un factor significativo entrenarla desde edades tempranas, (Ma & Qu, 2017). Entrenar la flexibilidad en kárate implica dividir el estímulo físico en preparación general y específica. Dentro de la general, se debe aplicar flexibilidad en las articulaciones más generales que actúan en el movimiento integral, potenciando la amplitud articular, fuerza muscular y la prevención de lesiones. Dentro de la específica se estimula la musculatura especializada en cada movimiento técnico propio del deporte, superponiéndose a las exigencias del mismo (Marban & Rodríguez, 2009).
La articulación coxofemoral dentro del kárate es una de las más importantes para el éxito motriz, pues se utiliza continuamente con técnicas que requieren una gran apertura angular de piernas (Kata y Kumite). (Molinaro, Taborri, Montecchiani, & Rossi, 2020; Nickytha, Fitri, & Sultoni, 2019). Por ello, en dicha articulación se enfoca muchos estímulos y tiempo de trabajo para potenciarla, entre ellos se destaca la aplicación intensiva de estímulos basados en la flexibilidad. Por ello, contar con una excelente flexibilidad, tanto en el Split frontal como el lateral, permite mejorar el rendimiento deportivo específico y general.
Sin embargo, independientemente de las ventajas y limitaciones que suelen tener diferentes modelos de entrenamiento deportivo, no siempre el método de entrenamiento más adecuado es el que permite alcanzar un máximo rendimiento deportivo, (Calero., 2019; Morales., 2018) por lo que surgen dudas sobre cuál de los dos métodos de entrenamiento de la flexibilidad potencia mejor la capacidad física mencionada.
En tal sentido, el propósito del presente estudio es comparar el método de insistencia pasiva dinámica y el de contracción maximal, valorando cómo inciden en la flexibilidad de la articulación coxofemoral en karateca, determinando qué método es más efectivo para incrementar la flexibilidad en el split frontal y lateral.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación experimental de corte correlacional, realizada en la Academia Formativa Fortaleza kárate Club, realizada en la matriz (Chillogallo) y en la sucursal (ciudadela Ibarra). Todos los deportistas fueron considerados sanos, sin ningún régimen de entrenamiento adicional al resto, no presentaron patologías previas ni lesiones que impidieran la aplicación del estudio.
Treinta y seis deportistas fueron estudiados en total (14-15 años; masculinos), donde 18 sujetos entrenan en la matriz del Club Fortaleza (grupo experimental) y los otros 18 deportistas entrenan en la sucursal del mismo club (grupo control); todos los deportistas entrenan la capacidad de flexibilidad tres veces por semana durante cinco mesociclos, además de sus respectivas competiciones. Los modelos de entrenamiento deportivo aplicados a ambos grupos independientes fueron idénticos, exceptuando los estímulos físicos relacionados con la capacidad de flexibilidad, donde al grupo de control se le aplicó el método de insistencia pasiva dinámica (Mipd) y al grupo experimental, el método de contracción maximal (MCM).
La aplicación del método de Insistencia pasiva dinámica consistió en alcanzar el ángulo máximo de extensión de la articulación coxofemoral para, posteriormente, forzar dicho ángulo máximo entre 3 a 4°, manteniendo esa apertura por diez segundos. Posteriormente, se descansa por 20 segundos para volver a realizar el mismo procedimiento. Para el grupo de control, se realizaron cuatro series de cinco repeticiones.
La aplicación del método de contracción maximal consistió en lograr que se llegue al ángulo máximo de extensión de la articulación coxofemoral, sin forzar el incremento de ese ángulo. Para cumplimentar este método, se debe tener una fuerza externa (sujeto que realiza fuerza contraria para impedir la flexión de la articulación) que impedirá la flexión de la articulación para que en este punto el sujeto realice una contracción. Con ello, se pretende buscar una contracción maximal del músculo, con la intención de realizar una flexión de la articulación. Esta contracción se realiza durante diez segundos; tras esta operación, se realiza una relajación del músculo por diez segundos. Para el grupo experimental, se realizó cuatro series de cinco repeticiones.
Para comprobar los resultados en ambos métodos de entrenamiento, se aplican las siguientes pruebas de valoración del rendimiento (test), comprobando la amplitud de la articulación coxofemoral:
Test de split lateral: se realiza utilizando un punto de referencia denominado punto cero, en el cual se coloca el pie derecho y se procede a realizar el split lateral hasta donde el sujeto a estudiar pueda separar sus piernas lateralmente. Para la valoración, se tiene una escala numérica en centímetros que va desde el punto cero (que tiene como referencia cero centímetros) y se mide hasta el punto máximo de apertura.
Test de split frontal: se realiza utilizando un punto de referencia denominado punto cero, en el cual se coloca el empeine junto con la rodilla izquierda al piso. En este caso, los dedos de los pies están en el punto de referencia y se procede a realizar el Split frontal hasta donde el sujeto pueda abrir sus piernas frontalmente. Para la valoración, se tiene una escala numérica en centímetros que va desde el punto cero (que tiene como referencia cero centímetros) y se mide hasta el punto máximo de apertura.
Para la presente investigación, solo se mostrarán los datos finales recolectados al concluir el quinto mesociclo de entrenamiento, evidenciándose la amplitud (A) o incremento en centímetros con respecto a la primera prueba aplicada en el mesociclo uno. Para la valoración de los test funcionales, se utilizaron los siguientes instrumentos:
Cinta métrica.
Cinta para marcación de puntos.
Computador Lenovo I7.
Software de procesamiento estadístico (Microsoft Office 2016, SPSS v25).
Al aplicar la prueba de Shapiro-Wilk en los datos obtenidos con el test de split lateral, se evidencia una distribución normal de los datos, aplicando la prueba t para muestras independientes (p≤0.05), mientras que la prueba de Shapiro-Wilk evidenció la no existencia de una distribución normal de los datos en el test de split frontal, aplicando la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney (p≤0.05).
RESULTADOS
En la tabla 1, se muestran los resultados obtenidos por los karatecas pertenecientes a los dos grupos independientes (Tabla 1).
No | Edad | Grupo Experimental | Grupo Control | ||
1 | 11 | 5 | |||
2 | 9 | 3 | 3 | ||
3 | 7 | 4 | 8 | ||
4 | 8 | 3 | 1 | ||
5 | 7 | 8 | -1 | ||
6 | 4 | 4 | 1 | ||
7 | 4 | 2 | 3 | ||
8 | 7 | 4 | 0 | ||
9 | 14 | 59 | 2 | ||
10 | 9 | 3 | -2 | ||
11 | 7 | 0 | 0 | ||
12 | 4 | 11 | -2 | ||
13 | 4 | 8 | 0 | ||
14 | 11 | 9 | 3 | ||
15 | 0 | 5 | -5 | ||
16 | 5 | 5 | 6 | ||
17 | 8 | 0 | 0 | ||
18 | 0 | 6 | 2 | ||
| 14,44 | 6,61 | 7,72 | 2,72 | 1,06 |
Me | 14 | 7 | 4,5 | 3 | 0,5 |
La media o promedio en la mejora, en el split lateral (grupo experimental) fue de 6,61 cm., mientras que en el grupo control se alcanzó 2.72 cm. (+3.89 cm.), las diferencias evidenciadas en las medias, en ambos grupos independientes, denotan una diferencia a favor del método de contracción maximal (grupo experimental), siendo significativamente diferente (p=0.002).
Para el caso de los datos obtenidos con el test de split frontal, la media obtenida en el grupo experimental fue de 7.72 cm. y en el grupo control de 1.06 cm. (+6.66 cm.). Al igual que la prueba anterior, el grupo experimental donde se aplicó el método de contracción maximal obtuvo un mejor rango promedio (24.50) que el grupo control (12.50), evidenciándose a través de la prueba U de Mann-Whitney, lo que resulta significativamente diferente (p=0.000).
Visualmente, en las figuras 1 y 2, se aprecian las líneas de tendencia en ambos grupos independientes, siendo el grupo experimental el de mayor incremento de la flexibilidad en el split frontal (Figura 1) y lateral (Figura 2) en comparación con el grupo control.
DISCUSIÓN
Para la presente investigación, primordialmente se detectó que en el método de insistencia pasiva dinámica algunos deportistas aumentaron su flexibilidad y en otros casos, algunos deportistas disminuían su flexibilidad, dado que, al realizar presión y forzar las articulaciones y músculos implicados en el split frontal y lateral; estos tienden a contraerse debido al estrés o presión en que están sometidos por parte del instructor deportivo o por el otro compañero de equipo que apoya activamente la elongación. La contracción de los músculos llega a tal punto que evita un mejor desarrollo de la flexibilidad, además, con este método, se puede perjudicar y exponer a los deportistas a lesiones deportivas (Gleim & McHugh, 1997; Bernal, 2009).
En cuanto al método de contracción maximal (MCM), se obtuvieron resultados mejores en los dos split ya que, sin excepción alguna, todos los deportistas aumentaron su amplitud en el split frontal y lateral y, por ende, la flexibilidad mejoró a nivel significativo, obteniéndose un caso destacado que aumentó su amplitud 14 cm. en relación con las mediciones preliminares. En la aplicación del método MCM, no se detecta la disminución de la flexibilidad como en estudios anteriores a este; esto sucede debido a que el método consiste en tener la apertura al ángulo máximo de las piernas, sin forzar el incremento de ese ángulo; se debe tener una fuerza externa que evitará realizar la flexión de la articulación y como efecto se obtiene la relajación del músculo lo que mejora en mayor medida la flexibilidad (Fox, Bowers, & Foss, 1998).
Si bien es cierto que el aumento de la flexibilidad también depende de la edad y el género, (Gallego, Sánchez, Vacas, & Zagalaz, 2016); entonces, la flexibilidad en los deportistas tendrá un desarrollo más rápido entre más jóvenes sean y más lentos al incrementarse la edad. Sobre esta última idea, sería útil aplicar la presente investigación en otros rangos etarios para establecer las comparaciones pertinentes, demostrando si existen variaciones significativas, según el género y la edad del sujeto.
Por otra parte, hay casos en que los deportistas con menor edad poseen un nivel máximo de flexibilidad, debido a que poseen una completa apertura de las piernas; en estos casos, utilizando el método de contracción maximal, solo mantiene su elasticidad muscular en sentido general, lo que permite mantener óptimas condiciones para la realización correcta de las posiciones y gestos técnicos del kárate-Do.
CONCLUSIONES
De forma conclusiva, se plantea que, si bien el método de insistencia pasiva dinámica incrementa el nivel de flexibilidad, se determinó que el método de contracción maximal es el idóneo para un óptimo desarrollo de la flexibilidad coxofemoral en karatekas, obteniéndose mejores progresos en la apertura de las piernas en split frontal y lateral.
Agradecimientos
Al grupo de investigación AFIDESA (Actividad Física, Deporte y Salud) de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE por la asesoría e implementación de la propuesta de intervención.