INTRODUCCIÓN
La importancia del aprendizaje de segundos idiomas trasciende a los distintos perfiles profesionales y se convierte en un principio universal de la formación universitaria. La relevancia del inglés, en particular, es generalmente reconocida en el ámbito de las relaciones internacionales y los diferentes contextos de desarrollo económico de los países desarrollados y en vías de desarrollo.1) Lo anterior no resulta ajeno a la formación de los futuros profesionales del sector de la salud, el cual, debido a su naturaleza requiere el ejercicio profesional en cualquier ámbito geográfico y sociocultural, con el objetivo de: “… lograr la satisfacción de los pacientes, familiares y otras partes interesadas en la calidad de los servicios que se ofrecen; lo que debe constituir una preocupación permanente para las administraciones en el sentido de desarrollar la capacidad de lograr esos efectos esperados, o lo que es lo mismo, ser eficaces”.2
El proceso enseñanza aprendizaje del inglés resulta vital para garantizar la formación integral del futuro especialista de la salud, donde se vincula la investigación con la docencia en pos de desarrollar habilidades de pensamiento científico y crítico, cuya comunidad científica mayormente se comunica en ese idioma.3
El curso es una de las formas organizativas de la superación profesional que más se utiliza en ciencias médicas. Se caracteriza por un alto rigor en la actualización de los conocimientos y habilidades profesionales en correspondencia con los avances y el desarrollo científico- técnico y responde a las exigencias del desarrollo del Sistema Nacional de Salud, así como también a las necesidades sociales vigentes, tanto nacionales como internacionales.4
El proceso formativo del profesional de las ciencias médicas se sustenta en un modelo pedagógico para la formación de un profesional de perfil amplio con una profunda formación básica que le permita resolver, con independencia y creatividad los problemas más generales y frecuentes que se presentan en su objeto de trabajo, le corresponde un papel significativo al dominio del idioma inglés que contribuya a la actualización científico-técnica-cultural y al desempeño profesional y social en cualquier escenario donde esta lengua sea el medio de comunicación.5
En las universidades de ciencias médicas se prioriza la enseñanza y aprendizaje del idioma inglés y lograr la integralidad de los egresados para intercambios científicos y cumplir con colaboraciones de trabajo en países anglófonos.6) Específicamente en el ámbito de los servicios de salud, las demandas del mercado laboral son fundamentales, lo que tiene connotaciones desde el ámbito de las políticas públicas hasta el desempeño de las instituciones universitarias y de servicios.7
En la Facultad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, aunque desde la enseñanza de posgrado se ha enfatizado en el desarrollo de las habilidades del idioma inglés, aún existen profesionales que tienen dificultades en su dominio por lo que se hizo necesario capacitarlos a través de cursos básicos que les posibiliten obtener toda la información que necesitan para su superación, en aras de una adecuada competencia y desempeño con vistas al continuo desarrollo científico y tecnológico.
La mayoría de los textos a consultar para dicha superación posgraduada está en materiales científico-técnicos en idioma inglés, por lo cual se diseñan cursos de perfeccionamiento de su competencia lingüística para facilitar la comunicación en países anglófonos, como parte de la política de colaboración médica existente en Cuba, y que sustenta el desarrollo económico del país.
Los cursos de capacitación idiomática para profesionales de la salud comenzaron en el año 2017; se han realizado un total de ocho con una duración de tres meses. En julio de 2019 culminó la octava edición para especialistas de Medicina General Integral (MGI), el que respondió a una prioridad del Departamento de Posgrado de la Facultad de Medicina y del Departamento de Idioma Inglés, teniendo en cuenta la importancia de dicho idioma como lengua de comunicación internacional en todas las esferas de la actividad humana y específicamente, en el lenguaje médico.
El enfoque comunicativo en la enseñanza de una lengua extranjera se sustenta en la teoría del lenguaje como comunicación. El objetivo de los profesores que la enseñan es lograr la competencia comunicativa con el desarrollo e interacción de las cuatro habilidades básicas: expresión oral, comprensión auditiva, comprensión de lectura y escritura. En este sentido, pueden aprovecharse cada vez más las ventajas que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones.8
Como parte de la función investigativa del médico general y en el contexto de esta actividad de superación, en intercambios realizados con docentes y directivos del curso, los autores de la investigación se percataron de que a pesar de estar en su octava edición, estar concebido como una de las actividades planificadas por la dirección de posgrado para dar respuesta a las indicaciones del Ministerio de Salud y teniendo en cuenta el principio solidario de la medicina para contribuir al cumplimiento y sostenibilidad de los planes de colaboración, no se han realizado estudios que permitan conocer si las expectativas de los cursistas fueron cumplidas, cómo se sienten los participantes con la capacitación recibida, lo que se considera oportuno ya que podría proporcionar, además, información que permita valorar la calidad de esta estrategia para la superación de los profesionales.
El objetivo de la investigación consistió en identificar el nivel de satisfacción de los médicos especialistas de MGI con el curso de superación idiomática de inglés.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo correlacional y transversal en la facultad preparatoria idiomática de inglés de Santiago de Cuba, en el periodo enero-julio de 2019. La población de estudio estuvo conformada por los 50 especialistas de I Grado en MGI, y dos profesores de inglés que participaron en el proceso docente educativo, seleccionados a partir de los siguientes criterios de inclusión: voluntariedad de participar en la investigación y estar en el aula de nivel A1 según sus habilidades comunicativas en inglés.
Se aplicaron métodos teóricos:
Histórico-lógico, analítico-sintético e inductivo-deductivo: para el análisis de los conceptos teóricos, la progresión en el tratamiento del tema y la fundamentación de la investigación.
Métodos empíricos:
Cuestionario a los cursistas: permitió constatar su satisfacción en relación con el desarrollo del curso recibido, con el fin de contribuir a la mejora de la calidad de la formación profesional en el idioma inglés; los items solicitados fueron valorados por criterios de especialistas.
El cuestionario aplicado incluyó 15 ítems, cuyas respuestas se valoraron por una escala numérica del 0 al 1, donde 0= insatisfecho, y 1= satisfecho.
Ítems 1-5: evaluaban la labor docente.
Ítems 6-10: evaluaban la motivación del estudiante.
Ítems 11-15: evaluaban la infraestructura de la unidad.
Una vez sumadas las cifras obtenidas en todos los ítems, se consideró satisfecho con el curso si obtuvo una puntuación entre 12 y 15; medianamente satisfechos, entre 8 y 11; e insatisfecho, menos de 8.
Desde el inicio hasta su culminación se preservó el respeto a la dignidad y bienestar de los cursistas, se protegió su privacidad y la confidencialidad de la información, así como la libertad de participar en el estudio mediante el consentimiento informado.
Matemático-estadísticos: para la captura de la información se utilizó el paquete estadístico Statistical Package For the Social Sciencies (SPSS) versión .22, y para el análisis de los datos, estadísticos descriptivos e inferenciales.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Como se puede apreciar en la Tabla 1, la valoración de los profesionales sobre la labor docente del profesor fue buena, pues más del 90 % consideraron que fueron presentados los objetivos, temas y sistema de evaluación como parte del programa del curso, los contenidos estaban actualizados, se orientó un adecuado soporte bibliográfico para su profundización, en las actividades evaluativas se propició el trabajo en equipos, lo cual facilitó el intercambio y mejoras en el aprendizaje; según ellos, el tipo de evaluación desarrollada se ajustó a la adquisición de contenidos y habilidades trabajados durante el curso, el docente logró el vínculo del contenido con el manejo de los problemas propios de la profesión y de manera general, demostraron dominio de su disciplina, buena preparación pedagógica y experiencia docente.
La colaboración médica cubana en países de diversos continentes ha obligado a perfeccionar el dominio del idioma inglés entre aquellos profesionales de la salud que cumplen estas misiones, específicamente en lugares donde la lengua oficial sea la inglesa; por ello, la metodología que se utiliza para impartir la docencia en esta disciplina debe introducir nuevos métodos y alternativas que enriquezcan el proceso enseñanza aprendizaje y lo hagan más eficiente, proporcionando herramientas útiles al futuro egresado para su desempeño profesional y su propia superación.8
El rol del docente, sus estrategias pedagógicas y métodos didácticos para propiciar el aprendizaje significativo es ampliamente reconocido, especialmente la preparación que tenga para enfrentar los retos de la educación contemporánea, como fue demostrado en el estudio de Ayala;9 quien destaca, además, la necesidad de ser innovador y propender al aprendizaje colaborativo en espacios amplios, especialmente utilizando las tecnologías de la información y las comunicaciones.
La valoración del desempeño docente desde la percepción de los cursistas resulta esencial en el logro de la calidad del proceso enseñanza aprendizaje, teniendo en cuenta que ellos son observadores permanentes de la actuación de su profesor. Su opinión es válida para fomentar el perfeccionamiento continuo e identificar el grado de satisfacción con la docencia que reciben.
En la actualidad no solo se acepta de manera unánime que el “Inglés para fines específicos” (IFE) forme parte del marco teórico de la enseñanza de una lengua extranjera, sino que el perfil del estudiante y sus necesidades se han modificado de forma sustancial debido, sobre todo, al aumento de movilidad (por razones de estudio, turismo, programas de intercambio, pasantías, etc.) y al desarrollo de las tecnologías de la información, que están afectando el proceso enseñanza aprendizaje del inglés como lengua extranjera (por ejemplo, se ha producido un aumento espectacular de los métodos interactivos para el aprendizaje de idiomas). Respecto a la consolidación del IFE, es obvio que se trata de una especialización totalmente reconocida e integrada como rama de la filología inglesa, ya que el peso y relevancia de las publicaciones, congresos, tesis doctorales y programas universitarios validan su rigor y relevancia.10
La evaluación del desempeño docente por estudiantes tiene como objetivo valorar las fortalezas y dificultades de las actividades docentes en el trabajo formativo. Se concuerda con el estudio realizado por Texidor Pellón et al.10 donde se plantea que la opinión de los estudiantes constituye una herramienta que proporciona información útil para adecuar las estrategias institucionales de capacitación y desarrollo de competencias de los profesores.
El progresivo dominio de habilidades, conocimientos y actitudes que un docente tiene que desarrollar para ejercer bien su trabajo es un factor de primer orden en su satisfacción profesional. Su ejercicio le permite mantener la autoestima y la valoración de sus estudiantes y la seguridad de ser capaz de enfrentarse a las situaciones imprevistas que surgen en la enseñanza. Como se aprecia en la Tabla 2, la mayoría de los cursistas se sintieron satisfechos con la motivación lograda; sin embargo, el 32 % manifestaron insatisfacción con algunos métodos de participación conjunta que entorpecían la motivación entre participantes y el intercambio con el profesor.
Los docentes deben ser muy cuidadosos en la selección de la metodología para garantizar una participación activa de los estudiantes, y con ello disminuir en gran medida, la aparición del desinterés y la pérdida de confianza, tanto en el ámbito personal, como profesional.11,12
El diseño del programa del curso tuvo en cuenta la identificación de las necesidades de aprendizaje como elemento clave en la calidad de los programas, al constituir un paso esencial para la derivación de los contenidos educativos e instructivos, lo que favorece la identificación de las debilidades y los problemas particulares que se deben solucionar, coincidiendo con los criterios emitidos por Chang Chávez,13) en su estudio.
Varios autores14 aconsejan que la enseñanza práctica del inglés debería apuntar al estudiante y no al profesor, contar con docentes que conozcan y apliquen técnicas didácticas que incluyan simulaciones de escenarios clínicos o académicos a los que quizá el estudiante tenga que exponerse en el futuro. La disciplina inglés debe dirigir sus esfuerzos hacia la propuesta de acciones coherentes que les permitan a los estudiantes adoptar una actitud responsable y eficiente en su formación a favor de los modos profesionales de actuación del médico general.
En la Tabla 3 se constata que la mayoría de los participantes se sintieron satisfechos con la infraestructura de la instalación, aunque el 32 % manifestó insatisfacción por las condiciones de las aulas: refirieron su poca ventilación, iluminación y hacinamiento.
Las condiciones de estudio condicionan en gran medida el aprendizaje. Las características del centro, las aulas y otras instalaciones también influyen en los planes, expectativas y satisfacción de los estudiantes.
De forma general, como se aprecia en la Figura 1, la mayoría de los cursistas manifestó estar satisfechos con el curso, como se ha analizado, las principales insatisfacciones estuvieron en el uso de algunos métodos de participación conjunta que resultaron improductivos y las condiciones de las aulas.
CONCLUSIONES
El estudio realizado permitió identificar buenos resultados en la impartición del curso recibido, según la percepción de los cursistas; se evidenciaron algunas insatisfacciones sobre las que se debe accionar, ya que el punto de partida de toda gestión de calidad en el proceso formativo consiste en captar las exigencias de los destinatarios, como los principales actores del proceso enseñanza aprendizaje, para ofrecer soluciones que respondan a sus necesidades.