INTRODUCCIÓN
En los últimos años, el proceso de inserción laboral de los recién egresados de carreras universitarias, ha sido compleja. Esta situación se ha dado en gran medida por las mayores exigencias para el desempeño en el trabajo, mayor competitividad y la necesidad de contar con una serie de competencias, conocimientos y habilidades, que además cambian de acuerdo a las necesidades globales.1,2
El concepto de competencia, reconocido como conjuntos dinámicos e integrados de conocimientos, habilidades y actitudes que son propios del mundo laboral, se ha trasladado al mundo universitario, generando en los establecimientos de educación superior un proceso formativo con modelos curriculares basados en el enfoque por competencias en todo el proceso enseñanza aprendizaje.3,4
En el ámbito de la salud pública, una de las funciones esenciales establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es contar con recurso humano capacitado en salud pública que permita un adecuado funcionamiento de los sistemas de salud.5,6 En esta misma dirección, la OMS y Organización Panamericana de Salud (OPS) establecieron el Marco Regional de Competencias Esenciales en Salud Pública, en el que se definieron los conocimientos, habilidades y actitudes esenciales relacionados con este bien social, donde es fundamental la incorporación de su dominio en la naturaleza multidisciplinaria de la atención al usuario.6 A nivel internacional, diversos países han evaluado las competencias del personal de salud o de estudiantes universitarios en esta esfera, y han concluido que el nivel de competencias en salud pública es bajo.7,8
Como las realidades sanitarias en cada país son diferentes; en Chile, la Red Chilena de Instituciones Formadoras de Salud Pública ha definido las competencias básicas que debiera tener cualquier profesional de la salud egresado/a de su universidad. De modo tal, que la formación adquirida en pregrado, debiera considerar los ámbitos: i) Fundamentos en Salud Pública, ii) Seguridad Social y Sistemas de Salud, iii) Gestión en Salud, iv) Epidemiología, y v) Promoción de la salud y prevención de enfermedades 9. Lo anterior cobra vital relevancia con el contexto actual, ya que los cambios sociales y sanitarios producidos en el último tiempo, requieren profesionales con nuevas competencias y capaces de abordar eficazmente problemas de salud pública cotidianos y emergentes como lo fue la pandemia por COVID-19.
Frente a este escenario, la sociedad exige que las instituciones de educación superior ofrezcan garantía de que sus egresados de carreras del área de la salud, podrán desempeñarse acorde con las necesidades del entorno, con rigurosidad profesional, valores basados en el respeto a los usuarios e integrar la salud pública a su quehacer diario y desde las actividades prácticas en los últimos años de la carrera. En este contexto, resulta imperativo evaluar las competencias en salud pública que están recibiendo los estudiantes de las carreras de la salud, por tanto, el objetivo fue: determinar la autopercepción de las competencias en salud pública de los alumnos de carreras de la salud de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos de la Universidad del Bío-Bío, Chile.
MÉTODOS
Se llevó a cabo un estudio de tipo transversal durante el año 2021, con una población de estudiantes universitarios de los últimos años de las carreras del área de la salud (Nutrición y Dietética, Enfermería y Fonoaudiología), impartidas en la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos de la Universidad del Bío-Bío de Chile, sede Chillán. La muestra se calculó teniendo en consideración el total de estudiantes del área de la salud (340). Para el cálculo de su tamaño, considerando un nivel de confianza del 95 % y una precisión del 3 %, se consideraron 181 estudiantes, sin embargo, en total fueron 261 individuos.
Como criterios de elegibilidad se consideró: ser estudiantes regulares de la UBB, sede Chillán año 2021 de las carreras de Nutrición y Dietética, Enfermería y Fonoaudiología, que estuviesen cursando cuarto o quinto años de carrera, y que aceptaran voluntariamente participar en el estudio, firmando previamente consentimiento informado. Fueron excluidos los que hubiesen reprobado alguna de las asignaturas del área de salud pública.
Para lograr el objetivo propuesto en el diseño, se utilizaron métodos teóricos: análisis-síntesis e inducción-deducción para la fundamentación teórica de la investigación.
Como método empírico se aplicó un cuestionario electrónico -dispuesto en la plataforma Google Forms- para evaluar la autopercepción de los estudiantes con respecto a las competencias que consideran tener en el área de la salud pública. Contiene cuatro partes: i) preguntas sociodemográficas (género, lugar de residencia, ocupación del estudiante); ii) antecedentes académicos (carrera que cursa, año de la carrera, rendimiento académico, carga académica, establecimiento educativo de procedencia, y por último iii) Preguntas relativas a la autopercepción las competencias adquiridas en salud pública (competencias genéricas y específicas).
Sus ámbitos constitutivos estuvieron basados en la propuesta de la Red Chilena de Formadores en Salud Pública del dominio de salud pública: i) Fundamentos de la Salud Pública; ii) Seguridad Social y Sistemas de Salud; iii) Gestión en Salud; iv) Epidemiología y v) Promoción de la Salud y Prevención de la enfermedad.
La percepción de cada una de las competencias fue medida a nivel global y por carrera, de acuerdo a la siguiente escala:
1= No sé hacerlo, es decir no tengo esta competencia
2= Lo puedo hacer con ayuda, es decir, tengo parcialmente desarrollada esta competencia
3= Lo puedo hacer sin necesidad de ayuda, es decir, tengo esta competencia
4= Lo puedo hacer sin necesidad de ayuda e incluso podría formar a otros profesionales, es decir tengo altamente desarrollada esta competencia
Esta encuesta suma un total de 316 puntos, cuando el encuestado tiene las competencias altamente desarrolladas en todos los ítems; 237 puntos, cuando tiene la competencia; y 158, cuando tiene la competencia parcialmente desarrollada. Los puntajes fueron categorizados en: Alta autopercepción, Mediana autopercepción y Baja autopercepción.
También se utilizó el método matemático-estadístico. Se realizaron análisis estadístico de las variables con medidas de frecuencias y porcentajes con sus respectivos intervalos de confianza (IC95 %), las que también se presentan en figuras. Se usó el programa STATA 12.0.
Para el resguardo de la confidencialidad, no se solicitó identificación como nombre o Rol único tributario (RUT), pero sí su correo electrónico para obtener una base de datos y evitar doble participación. Todos los estudiantes debieron dar su consentimiento informado, el cual fue leído y comprendido por el participante.
Aspectos éticos: el estudio se desarrolló siguiendo la Declaración de Helsinki y fue aprobado por el Comité de Bioética y Bioseguridad de la Universidad del Bío-Bío.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La muestra estuvo compuesta por 261 estudiantes de ambos sexos. 7 de cada 10 estudiantes fueron mujeres. Solo el 22 % reside en zonas rurales y el 25 % estudia y trabaja. Las carreras tuvieron similares proporciones (30 %). Aproximadamente 6 de cada 10 participantes cursaban el penúltimo año de la carrera (4°año).
En relación con el rendimiento académico se observa que el 90 % de los universitarios tuvieron promedios sobre el 5,0 en las asignaturas del semestre. Con respecto a la carga académica, el 25 % tenía entre 1-3 asignaturas. Por otro lado, se reportó que 8 de cada 10 universitarios proviene de establecimientos científico-humanistas, como se observa en la Tabla 1.
En cuanto a la autopercepción global de las competencias en salud pública, se observa que el 59 % señaló tenerlas, aunque un 9 % solo parcialmente. De las tres carreras, los estudiantes de Fonoaudiología percibieron mayor proporción en la categoría “competencias altamente desarrolladas” (23 %) a diferencias de Enfermería, y Nutrición y Dietética con proporciones que no superan el 10 %. Estas dos últimas carreras presentan mayores proporciones en la categoría “Tiene la competencia”, según muestra la Figura 1.
En la Figura 2, sobre la autopercepción de las competencias según ámbitos de dominio de salud pública, se observó que las mayores proporciones de la categoría “Alta autopercepción”, se alcanzaron en Gestión en Salud (15 %), Seguridad Social y Sistemas de Salud (13 %) y Epidemiología (11 %), mientras que las autopercepciones más bajas fueron en los ámbitos de dominio promoción de la salud y prevención de enfermedades (9,2 %) y Fundamentos en Salud Pública (3,1 %). La “Mediana autopercepción” fue la categoría con mayores proporciones, superiores al 83 % en todos los ámbitos de dominio de salud pública.
El recurso humano en salud pública es esencial para proteger la salud de la comunidad, es así como la OMS y OPS, en la 69 sesión del Comité Regional de la OMS para las Américas, aprobaron la propuesta de estrategia de recursos humanos para la salud universal, destinada a proponer líneas e intervenciones que sirvan para el desarrollo de políticas y planes de formación, considerando su disponibilidad, accesibilidad, pertinencia, relevancia y competencias para alcanzar los objetivos para el desarrollo sostenible 203010 . Por otro lado, la nuevas Funciones esenciales de la salud pública (FESP) en Las Américas, establecen en la FESP N° 6, el desarrollo de recursos humanos para la salud,5 que propone garantizar, en todo el proceso formativo del personal de salud, el desarrollo de competencias actualizadas y pertinentes a su quehacer, haciendo hincapié en definiciones de estándares y criterios de calidad en la educación de pregrado y postgrado.
En este sentido, en la última década algunos países han identificado las competencias y contenidos básicos de salud pública en sus carreras y la necesidad de contar con sistemas de salud que permitan la participación de profesionales adecuadamente formados. En España, con el fin de promover una reflexión sobre la singularidad de la profesión de salud pública, desde la mirada de las diferentes profesiones, se analizó el discurso de profesionales de la salud que participaron en grupos focales y entrevistas en profundidad, los que determinaron como temas prioritarios: la formación, empleabilidad y carrera profesional.11
Otro estudio12 que tuvo por objetivo consensuar las competencias profesionales y contenidos básicos en salud pública para la carrera de Nutrición Humana y Dietética, propuso seis áreas: Fundamentos de la salud pública, Epidemiología nutricional, Problemas de salud y estrategias de alimentación y nutrición, Seguridad alimentaria, Salud en todas las políticas, y Promoción y educación para la salud; materias incluidas en el cuestionario de la presente investigación
Por otro lado, un estudio realizado en Noruega con enfermeras de salud pública13 obtuvo como resultado 10 áreas de competencias en salud pública: Promoción de la salud y prevención de enfermedades, Competencia en salud y desarrollo de niños y jóvenes, pensamiento holístico, Competencia cultural, Competencia ética, Práctica basada en la evidencia, Habilidades de comunicación, Competencia relacional, Competencia de colaboración, y Competencia gerencial y organizacional. Estas son más amplias que las analizadas en el presente estudio y principalmente se basan en conocimientos. Por ello, es necesario incluir dentro de las competencias evaluadas en Chile, otras que contengan competencias del ámbito relacional con el entorno y liderazgo.
En América Latina también existen otras iniciativas tendentes a evaluar las competencias en salud pública; en Colombia se evaluaron los contenidos curriculares y la percepción de las competencias de estudiantes de último nivel, y programas profesionales de Nutrición, Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Bacteriología, Psicología, Odontología y los programas técnicos de Auxiliar de Enfermería. Se destaca en los resultados que el 7 % afirmó ser poco competentes para realizar actividades de coordinación intersectorial, vigilancia epidemiológica o investigación en salud pública.14 Este porcentaje es mayor a lo obtenido en el presente estudio, donde la baja autopercepción de competencias en salud pública, alcanzó un 6 % en la temática Gestión en Salud, mientras que en Epidemiología solo el 3 %. Las mayores proporciones se alcanzaron en la categoría de “Mediana autopercepción”, con cifras que superan el 80 %.
Las materias con mejor autopercepción en las competencias en salud pública fueron: Gestión en Salud, Seguridad Social y Epidemiología, lo que puede estar relacionado con la emergencia mundial que existió por COVID-19, por la necesidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en estas materias.
Se señala como limitación del estudio que debido a su naturaleza de corte transversal, no se puede establecer causalidad.
Dentro de las principales fortalezas se menciona la identificación de las competencias en el ámbito de la salud pública de estudiantes de una universidad del sector público, lo cual aporta un sustento para implementar mejoras en la formación y potenciar el desarrollo de esta área en los/as estudiantes; constituyó un trabajo pionero en su tipo en Chile, considerando que las investigaciones que tienen como propósito evaluar las competencias en salud pública, de estudiantes universitarios y profesionales del área de la salud, aún son insuficientes.
Aporte científico
La investigación aporta resultados que permiten un acercamiento a la problemática para que las instituciones formadoras de salud puedan realizar mejoras en los planes de estudio y programas de asignaturas vinculados a la salud pública en los distintos niveles académicos, para elevar la calidad de la formación y las competencias en aras del desempeño futuro de los profesionales de la salud.
CONCLUSIONES
Este estudio determinó la autopercepción de las competencias en salud pública de los alumnos de carreras de la salud de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos de la Universidad del Bío-Bío, Chile; se destaca una alta autopercepción en materias básicas de salud pública, aunque aún falta mayor dominio en el ámbito de la Gestión en Salud.