La educación de posgrado garantiza la superación permanente de los graduados universitarios y se estructura en superación profesional, formación académica y doctorado. En el Reglamento de la Educación de Posgrado de la República de Cuba se plantea que el objetivo de la superación profesional es contribuir a la educación permanente y la actualización sistemática de los graduados universitarios, el perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural.
En el caso de la formación académica, su propósito es la educación posgraduada con una alta competencia profesional y avanzadas capacidades para el desempeño especializado, la investigación, el desarrollo, la innovación y la creación artística, lo que se reconoce con un título académico o un grado científico.1
Un aspecto clave en las instituciones de educación superior es la internacionalización universitaria porque alcanzar una educación de calidad en todos sus niveles requiere de una mayor interrelación entre las instituciones de educación superior, tanto en lo interno de cada país, como a nivel internacional, sobre la base de la defensa de la identidad de cada nación. La universidad solo podrá alcanzar su máximo desarrollo y su esencia de universalidad si se inserta plenamente en el proceso contemporáneo de internacionalización de la educación superior, el cual a su vez, es una parte consustancial de la globalización cultural científica y académica que transcurre de manera objetiva a escala mundial.2
Una de las políticas, tanto del Ministerio de Educación Superior (MES) como del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) para las universidades cubanas, lo constituye la internacionalización y puede ser entendida como las “acciones que conllevan a la realización de contactos nacionales e internacionales que permitan mediante planes de acción, lograr las metas estratégicas de una institución; su fundamento se basa en acciones encaminadas a la difusión, promoción, divulgación y apropiación por parte de la comunidad académica de las oportunidades que brinda la internacionalización para aumentar la capacidad de mejoramiento continuo en la docencia, la investigación y la proyección social.3
Se considera que una institución debe internacionalizarse porque contribuye al incremento de la calidad del servicio educativo y, en consecuencia, eleva la pertinencia del servicio y los procesos involucrados como docencia, investigación, extensión y vinculación.4
La internacionalización es una de las tendencias actuales de la educación superior vinculada con el desarrollo científico-técnico, apoyada en las tecnologías de la información y las comunicaciones y en ella está presente la mirada que apunta a la “sociedad global” y a la “sociedad del conocimiento”. Es considerada como una respuesta de la educación superior a los procesos de globalización, basada en la cooperación en busca del desarrollo y la excelencia universitaria y en otros casos, apunta a la imposición de los referentes.5
Durante más de tres décadas, la internacionalización de la educación superior tiene la mayor atención en el ámbito de las políticas, a escala institucional, nacional, regional e internacional. La implementación de estas políticas requiere una inversión a largo plazo que demanda recursos financieros y humanos, por lo cual la evaluación y el control de la calidad son críticos para garantizar que tales esfuerzos contribuyan a la pertinencia y calidad de la educación.6
Con el objetivo de caracterizar el comportamiento de la actividad posgraduada con carácter internacional, se realizó un estudio descriptivo transversal en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, durante el año 2022, para el cual se analizaron las actividades desarrolladas incluidas en la base de datos de la Dirección de Posgrado y la Dirección de Relaciones Internacionales.
Como resultado de esa investigación, se obtuvo que, en la referida Universidad durante el año 2022, se ofertaron 153 actividades de superación profesional dirigidas a profesionales extranjeros, cuyos programas fueron diseñados por profesores con categoría docente superior, reconocido prestigio y profesionalidad; dichas actividades se acreditaron en el Consejo Científico Provincial.
Se impartieron, además, un total de 9 actividades, con la participación de 55 cursistas procedentes de 5 países donde prevalecieron España con 25 profesionales (45,45 %) y Portugal con 19 (34,54 %). Se destaca la especialidad de Cirugía Maxilofacial que realizó varias ediciones de sus entrenamientos. El mayor número de cursistas corresponde a la facultad de Estomatología, con 42 (76,36 %), mientras que en la Facultad de Medicina participaron 13 (23,63 %) del total de los cursistas. Las actividades propuestas por Tecnología-Enfermería no han tenido solicitudes.
En cuanto a la especialización, en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, en el año 2022 matricularon un total de 59 médicos residentes extranjeros, la fuente de ingreso que predomina es la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) con 45 médicos residentes para un 76,2 %, seguida por los autofinanciados (9 para un 15,2 %) y los financiados de gobierno (5 para un 8,4 %). Bolivia es el país que tiene mayor número de médicos residentes con 17 que representa el 28,8 % del total.
En cuanto a las especialidades que cursan los residentes extranjeros, se destaca Medicina General Integral con 11 residentes para un 18,6 % del total, seguida de las especialidades de Cardiología y Urología con 6 residentes cada una, para un 10,1 %.
Es necesario destacar que la Atención Primaria de Salud predomina en los médicos residentes extranjeros, en la especialidad de Medicina General Integral, los cuales en su totalidad proceden de la ELAM.
La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) evidencia la cooperación con los países pobres para la formación de recursos humanos que contribuyan al desarrollo sostenible y al progreso del sistema de salud de sus pueblos, exponente de la solidaridad y el internacionalismo, la integración y fraternidad humana. Es un aporte de Cuba a la cooperación internacional en el umbral de un nuevo milenio que deberá estar signado por una mayor equidad, justicia social y un desarrollo sostenible, en el que el hombre y el medioambiente constituyan la preocupación principal.3
Uno de los principios de la educación de posgrado es promover la multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, así como la colaboración interinstitucional de carácter regional, nacional e internacional. Esto debe convertirse en un modo de actuación y los estudiantes deben asumir la necesidad de trabajar en colectivo para resolver las tareas planteadas, así como acudir a profesionales e investigadores de otras instituciones, no solo de la región, sino nacionales e internacionales para que contribuyan desde sus aportaciones a conformar nuevos conocimientos y al desarrollo de habilidades.7
Como se pudo apreciar en los datos expuestos, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara se inserta en el proceso de internacionalización y desde el ámbito del posgrado se mantiene un trabajo constante y sistemático para elevar la calidad de la formación posgraduada de los profesionales, tantos cubanos como de otras nacionalidades.